domingo, 24 de agosto de 2014
Parece inofensiva y
hasta un alimento rico y sano, pero ¿sabes exactamente que estás
tomando cuando tomas un vaso de leche de vaca?
Entre los componentes
de la leche de vaca encontramos en muy altos porcentajes, la caseína,
sustancia que en el organismo tiene severas consecuencias: La caseína se
coagula en el estómago y forma grumos muy difíciles de digerir y,
aunque ciertamente ayuda a la formación de huesos y dientes, es un
alimento indicado tan solo para los becerros, quienes tienen un estómago
apropiado (con cuatro cavidades) para digerirla sin ningún problema. La
caseína es usada en la industria para hacer pegamentos que se usan en
carpintería, por lo mismo, cada vez que tomas leche de vaca estás dando a
tu organismo una sustancia viscosa que se endurece y se pegostea en los
intestinos, impidiendo y bloqueando y entorpeciendo la asimilación de
nutrientes y la eliminación del desecho de agentes tóxicos.
Alimentos.
Nuestro estómago no esta adecuado para consumir leche de vaca
Hay mucha propaganda,
muchos doctores y gente especializada en nutrición que recomiendan y
hasta insisten en que se consuma leche de vaca porque aseguran contiene
proteínas y calcio “indispensables” para las necesidades del organismo.
Sin embargo, hay que saber que nuestro estómago no está adecuado para
este alimento. Existen dos enzimas, la renina y la lactasa, que son las
encargadas de descomponer y hacer digestible la leche de vaca. Dichas
enzimas, en casi todos los seres humanos, dejan de producirse alrededor
de los tres años. Cuando la leche entra al organismo y no encuentra
dichas enzimas, sucede que el estómago tiene que hacer esfuerzos
considerables por digerirla, y, a pesar de su enorme trabajo para que el
alimento sea asimilado, no lo consigue del todo, así que la leche se
queda en los intestinos adherida como una especie de pasta difícil de
remover. Con el tiempo, estas adherencias se fermentan, se secan, se
hacen una especie de costra que, con los años, da lugar a severas
innumerables enfermedades, entre las cuales encontramos problemas de la
tiroides, diabetes, alergias de todo tipo, intolerancia a ciertos
alimentos, excesos de flemas y mucosidades, tos y catarro, etc.
• La leche de vaca ya
no es la leche de hace años. Actualmente contiene muchos químicos,
hormonas, pesticidas, antibióticos, etc que no se notan en el vaso de
leche blanca.
• La leche se vuelve
ácida en el cuerpo humano debido al calor del organismo y a que tiene
que pasar mucho rato ahí dentro, debido a la dificultad de su digestión
• La leche que no está pasteurizada es muy peligrosa, ya que fomenta las bacterias.
• La leche
pasteurizada a altas temperaturas pierde casi por completo todos sus
nutrientes y la grasa animal se satura, lo que la hace dañina y
perjudicial para la salud.
¿Que consumir entonces?
Entre los derivados de
la leche se encuentra la mantequilla, el queso, la crema, y el yogurt.
Es difícil cuando uno está acostumbrado a estos alimentos, quitarlos de
la dieta, sobre todo cuando hemos crecido bajo una cultura alimenticia
que nos acostumbró a ciertos alimentos. Sin embargo, si lees este
articulo, es porque sin duda estás inclinado a saber cosas acerca de tu
salid, y seguramente para ti representa algo importante aquello que
consumes. Haciendo un esfuerzo, puedes ayudar mucho a tu organismo
eliminando poco a poco (si puedes radicalmente, mejor) la leche de vaca y
sus derivados. A continuación te presentamos una serie de consejos para
que puedas sustituirlos, pero haz de saber sobre todo que tu cuerpo no
necesita estos alimentos en lo absoluto. Si tienes una dieta
equilibrada, puedes eliminarlos con toda confianza. Si eres una mamá o
un papá interesado en que tus hijos estén sanos, puedes seguir los
mismos consejos sin ninguna preocupación.
• Sustituye la leche
de vaca por la de soya. En la actualidad existen muchos productos, ya
sea en polvo o líquida que la promueven.
• El yogurt puedes sustituirlo por los yogurts que venden en las tiendas naturistas o por búlgaros.
• El queso de vaca
puede ser sustituido por el famoso Tolú, el cual puedes preparar en
diversas recetas y tiene una consistencia parecida al queso panela.
• Si sientes mucho
antojo por un queso hecho con leche de vaca, prefiere el de panela, el
requesón o el queso blanco (fresco). Procura que no sean muy salados.
• El brócoli, las
nueces, las verduras de hoja verde oscura, el amaranto, la miel, la
avena, la naranja, el polen, la alfalfa, la levadura de cerveza, el
coco, las almendras (sobre todo las almendras) son alimentos ricos en
calcio. Dos almendras contienen el doble de calcio que un vaso de leche.
Ideal para los niños, en mezcladas en un licuado de frutas por las
mañanas antes de ir a la escuela.
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Publicado por http://shekinahmerkaba.ning.com/
Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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