viernes, 1 de junio de 2012
DE: SUZANNE LIE PhD ... "HABLA MYTRIA ... BAJO LOS CIELOS ESTRELLADOS" ... Continuación de Búsqueda de la Visión...
( Continuación de Búsqueda de la Visión )
HABLA MYTRIA:
Cuando
Mytra huyó de mi, estaba segura de que mi corazón se rompería. Cuando
mencioné la búsqueda de la Visión, había hablado desde adentro, sin
vacilación. Y ahora, lo había perdido. ¿Cómo pude haber usado palabras
tan severas? Pasé el resto del día dentro de la cueva sintiéndome peor
que lo que podía recordar alguna vez. ¿Cómo podía ir desde tan
maravillosas alturas de éxtasis y luego caer en plomada en tan profunda
desesperación? ¿Había perdido todo toque con mi paz interior sólo por
causa de la pérdida de un hombre? Sin embargo, él no era tan sólo un
hombre. Él era mi Complemento Divino, mi Llama Gemela. Esto era lo que
mi voz interior decía y mi corazón estaba de acuerdo.
Me
torturé a mí misma a través del día entero y al atardecer, cuando de
repente tuve un sentimiento de profunda urgencia y pendiente desespero.
Algo sucedió o había sucedido a Mytra. Calmé mi mente y fui dentro para
hablar con la Madre. Todo lo que escuché fue “Envíale amor sanador”.
Entonces, me volví temerosa por ese claro significado de que estaba
lastimado. Pero, ¿dónde estaba lastimado, y cómo? Era demasiado tarde
para seguir sus huellas, y sólo podría perderme. Todo lo que podía hacer
era pasar toda la noche preocupándome.
Entonces,
escuché a la Madre diciendo, “Bebe un poco de té, calmante y duerme.
Debes estar alerta para mañana”. Hice lo que ella dijo y finalmente caí
en un sueño irregular. No recuerdo ni sueños, ni mucho descanso. Sin
embargo, desperté sabiendo que se había lastimado, y supe que lo debía
encontrar. Al amanecer, empaqué todas mis hierbas sanadoras,
cataplasmas, más ropas, comida y agua. Mi equipaje era pesado, y no
podría correr. Además tenía que llevar algunas astillas y mis piedras de
fuego. Él se había ido en dirección donde el bosque terminaba, y allí
no habría nada que quemar.
Tan
pronto como aclaró lo suficiente comencé mi viaje. Mi equipaje era
pesado y tenía que caminar despacio para ver sus huellas. Algunas veces
parecía no haberlas, y tenía que parar para consultar la Madre. Caminé
todo el día, y hasta casi oscuro. Nunca había estado en esta área, así
que tenía que parar y acampar. No sería de utilidad para ninguno de los
dos si me lastimaba. Después que comí una pequeña porción, traté de ir
adentro, pero mi miedo creciente por su seguridad no me permitió ninguna
información o un poco de sueño.
HABLA MYTRA:
Era
el mediodía y debía encontrar la manera de salirme de esa cornisa. Otra
noche en el frío sin comida ni agua sería demasiado peligroso para mi
pierna. No había notado el gran tajo en mi pierna, el cual estaba ahora
infectado, y supe que tenía fiebre. Si no me movía, podía perder el
conocimiento de nuevo. Debía confiar en mi Voz Interior. No podía
abandonar a Mytria de esta manera, no podía abandonar mi deber, y no
podía abandonarme a mí mismo.
Al
mirar alrededor, podía ver que no había escape. Por lo tanto, miré
dentro para preguntar a mi Voz Interior. Quizás estaba alucinando, pero
tan pronto como cerré mis ojos, vi la imagen de mi SER en la Búsqueda de
la Visión. “Sígueme y escucha a la Madre”, dijo al moverse a lo largo
del risco hacia mi derecha. Tendría que gatear y arrastrar mi pierna
derecha, ya que no podía dañarla más poniendo peso en ella.
Después
de lo que pareció ser por siempre, encontré un espacio entre el borde
del precipicio por el que podría – muy cuidadosamente – arrastrarme. Una
vez que pude arrastrarme, encontré un plano inclinado hacia la cima. El
suelo aquí era más estable, y había incluso algo de follaje para
asirme. La Voz Interna, me recordó escuchar a la Madre de nuevo y así lo
hice. Toqué la tierra en la forma en que Mytria me había enseñado y le
pedí Su guía.
Instantáneamente,
tuve un sentimiento de seguir de un lado a otro en la tierra que daba
la sensación de ser suficiente seguridad para descansar frecuentemente.
Caí por mi debilidad debido a la fiebre y la falta de agua, y contacté a
la Madre con cada una de mis opciones de movimiento. Mi progreso era
muy despacio, pero gradualmente me estaba moviendo hacia arriba por el
lado del precipicio.
Sin
embargo, se estaba volviendo oscuro. Tenía que llegar a la cima
mientras hubiese suficiente luz para ver lo que estaba haciendo. Me di
cuenta de que iba despacio por el bien de mi pierna, pero tenía que
moverme más rápido para alcanzar la cima antes de que se pusiera oscuro.
Cerré mis ojos por un momento para recordar mi visión. Esta versión de
mí mismo podía moverse sin siquiera tocar el suelo. Si pudiese SER ese
yo, confiaría en cada movimiento sin angustiarme. Me tomé un momento
para mirarme de esta manera, pero gradualmente comencé a sentir una luz
alrededor de mi forma. Lentamente abrí mis ojos para ver que mi cuerpo y
el precipicio alrededor mío estaban brillando.
Saqué
a un lado mis dudas de “alucinación” y elegí creer en mi experiencia.
Ahora, sabía exactamente dónde poner mis manos y mi pierna sana. No
había nerviosismo, ni miedo, ni adrenalina, ni dolor. Estaba en una
suerte de trance que me permitió volverme UNO con el precipicio. Casi
sentí como si el precipicio estaba asistiendo mi movimiento. Cuando miré
arriba y vi una cornisa que sobresalía, no temí.
En
vez de ello, encontré fácilmente una ruta alterna que me permitió
arrastrarme fácilmente sobre la cima hacia tierra plana. Me di vuelta
fuera del precipicio y me acerqué a una roca que mantenía el calor del
día. Me empujé contra la roca cálida y le di una palmadita para
agradecer a la Madre. Entonces, miré hacia arriba al cielo estrellado
bajo el cual Mytria y yo habíamos dormido tantas veces y vi mi cuerpo de
luz abrazando el de ella. Con esta imagen en mente, caí en un sueño
profundo.
MYTRIA Y MYTRA HABLAN:
Nos
dimos cuenta luego que estábamos muy cerca uno del otro, pero no lo
sabíamos. Sin embargo, la distancia física era necesaria para nosotros
para cruzar la brecha etérica que aún existía entre nosotros. Ambos
miramos el cielo estrellado y agradecimos a la Madre por asistirnos.
Aunque nuestros cuerpos estaban separados, nuestros corazones y mentes
se había unido al dormirnos. De hecho, tuvimos el mismo sueño, o era una
visión.
Nos
encontramos de vuelta en el Corazón de la Madre, en el exacto momento
de nuestra “mezcla” accidental. Ahora, después de todo lo que habíamos
pasado, estar sumergidos en otra persona se sentía aún más fuerte.
Éramos ambos diferentes ahora.
Ambos
habíamos sobrevivido y exitosamente completado nuestras iniciaciones y
habíamos conquistado nuestros demonios internos, lo qué había hecho
nuestro amor más poderoso.
Al
pararnos como uno, mirándonos en los ojos del otro, la Madre vino a
nosotros. Pensamos que era una bendición, pero era para darnos nuestra
próxima asignación.
“Mis
amados hijos”, Ella nos dijo a ambos, “Pueden pensar que su largo viaje
ha terminado, pero en realidad recién ha comenzado. Necesito que ambos
me ayuden, ya que ambos se han vuelto mis aliados de la transmutación.
Se han transformado a ustedes mismos, y ahora debo pedirles que me
asistan para transmutar mi Planeta”.
Estábamos
los dos profundamente honrados, pero de alguna forma preocupados. Había
algo en su voz que nos dejó consternados de que podríamos no estar
juntos. NO, no dejaríamos que eso sucediera. Después de todo lo que
habíamos pasado, no partiríamos otra vez, NUNCA!
Ambos
despertamos al despuntar el alba. No había luz suficiente para que
Mytria leyera las huellas, pero estábamos unidos en un solo Ser de
nuevo. Por lo tanto, ella simplemente siguió el llamado de su corazón.
Era mediodía cuando nos encontramos de nuevo.
HABLA MYTRA:
Cuando
desperté de mi sueño/visión, supe que Mytria estaba cerca. Toqué el
suelo para llamarla a través de la tierra y le envié mi amor hacia esa
dirección. De hecho, podía ver en mi mente exactamente donde ella
estaba, así como ella me había dicho que podía verme de la misma manera.
Me arrastré hacia la loma un poco de manera que podía ver su
aproximación. Encontré una rama fuerte y de alguna forma me puse de pie.
No podía saludarla tirado en el piso como un animal herido.
Fue
entonces cuando la vi caminando hacia mi. Cuando ella me vio, tiró su
pesada carga y corrió hasta mi lo más rápido que pudo. Cuando nos
encontramos nuestros corazones explotaron del amor que pensábamos
habíamos perdido, sólo para volverlo a ganar – más fuerte que nunca. Nos
abrazamos tan fuerte que parecíamos un solo cuerpo, al sollozar Mytria
en mi pecho. Traté de no llorar, pero mi alegría sólo podía ser
expresada de esa manera.
Permanecimos
ahí por un largo tiempo. Todo mi dolor se fue temporalmente con la
unión de nuestros cuerpos. De hecho, sentía una gran fuerza sanadora
viniendo de ella hacia mi cuerpo. Al sostenerme y sollozar, sentí que mi
fiebre disminuía y mi pierna comenzaba a sanar. Entonces, me di cuenta
de que ella estaba drenándose demasiado en su esfuerzo de sanarme.
Amorosamente la aparté de mi, manteniendo mis manos en sus hombros.
“ Gracias Amada, puedo sanarme a mí mismo el resto del camino. Si pudieras asistirme a llegar a aquél árbol sombreado…”
“Sí”, dijo ella mirándome a los ojos.
Entre
su ayuda y la rama que había encontrado, era capaz de renguear hasta el
árbol y sentarme en el suelo entre dos grandes raíces. Mytria me besó
en la cabeza y corrió a recoger su paquete.
“Tendré que ajustar esta pierna antes de poder vestirla”, dijo excusándose.
“Estoy listo”, repliqué.
Antes
de darme cuenta, la pierna estaba ajustada, mi herida estaba limpia,
cubierta de hierbas las que a su vez cubrimos con corteza de árbol, y
las ramas habían sido reemplazadas y sostenidas en el lugar por una
banda limpia.
“Cuando
volvamos a NUESTRO campamento, te puedo hacer un molde apropiado”, dijo
ella al gentilmente dar unas palmaditas en mi pierna.
Decidimos
permanecer allí por el resto del día y salir para NUESTRO hogar al
amanecer del día siguiente. Fue una excelente decisión, porque esa noche
bajo las estrellas fue más allá de las palabras. De alguna forma nos
arreglamos para hacer el amor. De hecho, hicimos el amor una vez y otra
vez, cada vez yendo más profundamente en nuestras Almas, en realidad, en
la Unión de Nuestras Almas.
Mytria
había oído sobre los Complementos Divinos durante sus estudios en el
Templo, y me dijo todo lo que sabía. Y entonces, tuvimos que hacer el
amor de nuevo, que es cuando sucedió. Mytria trató de ocultármelo, pero
supe que habíamos hecho un hijo entonces. ¿Cómo no habríamos de hacerlo?
Los cielos casi se abrieron y le enviaron aquí abajo. Sí, sería una
niña, nuestra niña, nuestra amada-hija.
Cuando vino la mañana, me sentí casi sanado. Esto hasta que intenté caminar.
http://suzanneliephd.blogspot.com/
Traducción al español: - Shanti
http://arcturusmihogar.blogspot.com/
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