HEAVEN #2928 La Gente que Entra en Tu Vida
Dios Dijo:
Ustedes
no son una medusa. Ustedes no son algo vacilante. Ustedes son para
permanecer de pie en el mundo, no para rodar. Ustedes no son para que
los vientos del mundo los maltrate. Ustedes no son para que cada ola los
derribe. Ustedes no son una víctima, tampoco están siempre en busca de
la victoria, como si la vida fuera una competencia. El premio ya ha sido
ganado, el premio es la vida. Sin embargo, el premio no les llega ya
empacado. Es como un kit que tienen que armar. No es tanto que falten
piezas como si tuvieran que buscarlas.
Ustedes no son una medusa, tampoco el
mástil de un barco que nunca vacila. La vida es viable, ustedes no están
atrincherados en ella. Quizá ustedes sean un poco más como una boya. Se
balancean tan lejos como pueden y sin embargo, se encuentran estables.
No tienen fronteras; no obstante, al mismo tiempo pueden ir a lugares
tan distantes de lo que pueden pensar.
Ustedes no son el sauce, tampoco el roble.
Ustedes son un vibrante ser humano.
Pueden dar vueltas y sin embargo, caen sobre sus pies. No importa qué
daño puedan sentir que les hace el mundo, ustedes caen sobre sus pies.
No les estoy recomendando que tengan
tiempos difíciles; sin embargo, debo decirles que lo que ustedes llaman
adversidad los fortalece. No anden a la cacería de la adversidad, sino
que no desmayen cuando las cosas no vayan como ustedes quieren. Se les
está elevando más alto.
Consideren lo siguiente: Cada persona
que entra en su vida contribuye a su Fortaleza. Pueden ver a éste o a
aquel como un adversario y sin embargo, todos en su vida, sin importar
qué tan breve sea su paso por su vida, es una piedra angular en ustedes.
Consideren como empleados a la gente que entra en su vida. Ellos pueden
agotarlos, pero también los levantan. Quizá ellos son como una pequeña
colina que ustedes tengan que subir en el camino. Quizá los consideren
como vitaminas, algunos difíciles de tragar.
Agradezcan a todo el que venga a su
vida, pues ellos son un estímulo. No importa qué tan difícil sea para
ustedes, ellos los toman por el codo y les ayudan a subir un peldaño más
de la escalera de la vida. No es tanto que ellos estén para enseñarles.
Ustedes no son una medusa; sin embargo, ellos pueden estar presentes en
su vida para sacudirlos. Ustedes no son una lata de leche de coco que
tenga que agitarse; sin embargo, es un poco como si fueran un cocotero.
Sacúdanse y caerán los cocos y se darán cuenta que ustedes tienen fruto.
Se dan cuenta que hay algo para ustedes en todo. El tener fruto no es
lo mismo que perderlo.
Lo que estoy diciendo es que la vida
no los debilita, amados. La vida los fortalece. No obstante los bordes
que puedan sentir, no obstante lo verde que haya alrededor de ellos,
ustedes crecen más fuertes. Más fuerte quiere decir resistente y también
significa firme. Ustedes obtienen mejores imágenes. Con cada paso,
ustedes descubren qué tan fuertes son.
No existe tormenta que ustedes no puedan sortear.
No se les fortalece como preparación
para una batalla, no crean eso. Se les fortalece para que comiencen a
conocer su propia fuerza. ¿Dejarían por favor de obsesionarse con lo que
ustedes ven como defectos? Lo que ven como su más grande defecto puede
muy bien ser su inminente fortaleza.
Así que ahora les pido una vez más
verse con agrado. Yo los hice, los hice buenos. Yo enrollé tendones a su
alrededor para mantenerlos unidos. Yo solté, yo oprimí. Ustedes están
bien.
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