Por
mucho tiempo nos presentaron un mundo dividido por fuerzas antagónicas o
complementarias. Este enfoque al ser mal interpretado nos llevo a
sostener continuas luchas tanto internas como externas, el querer
protegernos de todo mal, el vivir con temor, y perseguir continuas
promesas de salvación. Cuando tome consciencia de la Presencia de la
Divinidad. Lo primero que hice fue pedir perdón por toda la
inconsciencia de mis pensamientos y acciones que persistían en privar a
otros de su derecho de retornar a la Luz, y con esto incluyo a los
reptilianos y entidades de bajo astral tan ampliamente satanizadas.
¿Cómo
puede ser que alguien lleve luz a la oscuridad, cuando sus acciones
apuntan continuamente en rechazarla?... Esto es lo que hacemos al
momento de valorar y dramatizar, al prestarnos al juego de la lucha
entre el bien y el mal. Al recrear una necesidad de salvación y
protección contra fuerzas oscuras. No caemos en la cuenta de que
continuamente apagamos la luz, y que la oscuridad que condenamos la
llevamos por dentro y que por tanto se nos refleja mediante las
interpretaciones que hacemos en torno a lo que experimentamos.
Vivimos
dándole más credibilidad a la oscuridad, porque ciertamente nuestra luz
no está encendida. Cada vez que dramatizamos dejamos a Dios en algún
lado para resolver nuestros problemas mentalmente. Pero eso sí, nos
gusta presumir que somos seres de luz al tiempo que vivimos con
actitudes de miedo y valorización. Tal incoherencia nos ha llevado a
darle más credibilidad a tantas historias y puntos de vista que nos
alejan de la verdad… ¿Y que es la verdad queridos?... Lo que nos hace
ser libres, ¿de qué?... de eso que estamos recreando continuamente y que
se traduce como una necesidad de protección y salvación al vivir con
miedo.
Por
tanto hermanos, pido perdón por creerme mejor que cualquier otra alma o
entidad que se halle confinada en este momento en el bajo astral. Pido
perdón por haberme prestado al juego mental de negarles el derecho de
retornar a la Luz de su Fuente. Pido perdón porque mis propios miedos y
valorización los sigue separando de la Luz. En realidad soy yo el que se
aleja de la Luz. Me doy cuenta que soy la misma oscuridad que condeno.
Así que pido perdón por tanta inconsciencia.
He
comprendido que solo el Amor es Real, y este se despliega con el poder
de la Consciencia, de mi consciencia, de tu consciencia. Por tanto no
necesitamos protegernos de ningún mal, sino iluminarlo con la Presencia
integradora de Nuestra Fuente. Si alguien desea hacerse daño o
provocárnoslo, podemos comprenderlo y aceptarlo, porque somos totalmente
correspondientes. Su problema es nuestro problema, estamos
interconectados. Por tanto si te considero como parte mía y busco
resolver tu situación desde la perspectiva del Amor, estoy haciendo algo
real por todos. Lo que haga por ti, lo estaré haciendo por mí.
(ho’oponopono)
Le
invito a sostener su luz en esta Nueva Era con cosas concretas, como el
dejar de rechazar y condenar algo, de valorizarlo o separarle. Les
invito incrementar su confianza y comprensión en el Poder del Amor. No
hace falta que demostremos nada, ni tampoco protegernos de nadie, no
venimos a imponer o cambiar formas de ser. Sino a tan solo mostrar el
camino para retornar al Amor. La luz se usa para iluminar la oscuridad,
nuestro lugar está en donde exista densidad y baja vibración. ¿De que
nos sirve una lámpara encendida en medio del sol?
Tu
Eres la Luz y si esta brilla alcanzará a otros en algún momento de su
viaje. No importa quién te creas en este momento y el daño que otros o
tú mismo hayas hecho. Cuando te des cuenta que la luz siempre te espera,
ya no necesitarás seguir recreado más oscuridad por demostrar algo. El
dolor de la separación nunca lo podrás ocultar, este se reflejará en
todo lo que haces. Ten presente entonces que tan solo te has conducido
de manera inconsciente, y que ya no hace falta que vivas con más dolor.
Tu grandeza te espera sin importar lo que hagas, ella te pertenece y
está en ti.
La
paz sea contigo hermano… “La Luz está presente entre nosotros y nos
viene a reconciliar e integrar con todo el universo”... No hace falta
recrear mas historias de confinamientos, castigos y condenación, o de
luchas y bandos, de dramas y victimización... Somos Uno… Padre Madre,
líbranos de toda inconsciencia que ha sido el origen de nuestros males
para que podamos abrazar la Luz del Amor que Somos.
© Ari Shemoth
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