lunes, 15 de abril de 2013
HABLA RA VOCERO DE LOS EMISARIOS PLEYADIANOS DE LA LUZ
Abril 15, 2013
- HABLA RA
Teniendo
en cuenta que he canalizado este capítulo y la mayoría de los
procedimientos contenidos en la sección de ejercicios, deseo aclarar lo
que quiero decir con canalizar información o a seres de luz. Nunca hago
entrar a otros entes en mi cuerpo ni lo pretendo. Para el cuerpo es algo
exigente en extremo, a veces hasta peligroso, excepto en raras
ocasiones. La mayor parte de los entes o seres incorpóreos que entran en
un cuerpo no saben cuidarlo para procurar que salga ileso de la
experiencia.
Además, introducir un ente en el cuerpo es simplemente innecesario.
Soy
extremadamente clariauditiva, así como clarividente, clariperceptiva e
intuitiva. (Respectivamente, tengo oído, vista, tacto y conocimiento
sensitivo plenos.) En primer lugar, canalizo entrando en un alineamiento
multidimensional pleno del Yo Superior. Después ocurre una de dos
cosas: un ser etérico puede aparecer delante o encima de mí,
presentándose ante mi visión clarividente y hablándome. Si estoy
impartiendo clase o en una sesión privada, repito entonces su mensaje
palabra por palabra. Si estoy sola, simplemente escucho y asimilo o
copio el mensaje.
De modo alternativo, con los
pleyadianos más que con los Maestros Ascendidos, puede que reciba
palabras a través del canal de mi Yo Superior y les de voz o las copie
espontáneamente en el ordenador. Cuando esto sucede, no sé lo que se va a
decir antes de que empiece a articular palabras o a teclear el mensaje.
Escucho, sin embargo, las palabras en el interior de mi cabeza tal como
se me transmiten, ya que siempre permanezco en el cuerpo. Después,
suelo recordar la esencia de lo dicho, pero no los detalles.
Esto
es así porque durante el proceso de la transmisión estoy en trance o en
estado alterado. Aunque permanezca en mi cuerpo, mi conciencia opera
desde un estado más profundo; este estado opera en una frecuencia
superior a aquélla en la que mantengo conversaciones normales con los
ojos abiertos. El material siguiente se canalizó de esta manera.
Ra
es el portavoz del colectivo de los Emisarios Pleyadianos de Luz y los
Arcángeles Pleyadianos encargados de comunicarse conmigo y enseñarme. A
continuación sigue un mensaje de Ra:
En este
momento tú y tu planeta pasáis por una transición única y maravillosa de
vuestra evolución espiritual. Os disponéis a dar un salto cualitativo
como ninguno que hubierais dado antes. A fin de ayudaros a comprenderlo
más plenamente, debo hablaros primero de la órbita que describe la
galaxia entera alrededor del Gran Sol Central de Todo Lo Que Es.
Así
como vuestro «anillo solar» -nuestro término para «sistema
solar»-orbita alrededor del centro galáctico, la galaxia misma se mueve
por el espacio en forma de círculos continuos y conectados a modo de
gran espiral cósmica. En el punto donde se cierra una sola órbita
circular de un multibillón de años alrededor del Gran Sol Central,
nuestra galaxia se conecta diagonalmente con el anillo siguiente de la
gran espiral cósmica. Cuando esta diagonal avanza dentro de la gran
espiral cósmica desde un anillo al siguiente, todos los planetas y
sistemas solares, así como sus habitantes, dan simultáneamente un paso
iniciático en un nuevo ciclo evolutivo.
Esto es
lo que está ocurriendo ahora. Además de estar al final de un ciclo
Terrestre/Solar/Pleyadiano de veintiséis mil años, la totalidad del
sistema pleyadiano, en el que se incluye este anillo solar, está a punto
de cerrar una órbita de doscientos treinta millones de años alrededor
del Centro Galáctico, y la galaxia toda está a punto de completar una
órbita infinitamente más larga alrededor del Gran Sol Central. Los tres
ciclos completan sincronizados el último paso de la danza espiral dentro
de otra danza, siendo éste un tiempo muy crucial de transición. El
objetivo es concluir la danza y empezar una nueva sin que nadie se pise
los pies. Luego, la danza siguiente, más sofisticada y elegante,
empezará a su debido tiempo.
En términos de
evolución planetaria terrestre, se trata de lo siguiente: Cuando los
cien mil años de la era glacial terminaron hace casi ciento cincuenta
mil años, la galaxia estaba a medio camino de su cambio diagonal hacia
el anillo siguiente de la gran espiral cósmica -una danza había
terminado y se estaba gestando la nueva-. A fin de prepararse para la
siguiente espiral evolutiva, la galaxia entera entró en un período de
limpieza de pautas kármicas pretéritas que se completará al final del
año 2012.
Siempre al final de un gran ciclo
tiene lugar una limpieza kármica. Cualquier elemento de la espiral
evolutiva anterior que quede sin resolver se hace aflorar a la
superficie para ejecutarse por última vez con un sentido de
transmutación y trascendencia. Cuando se termina de limpiar la casa,
comienza un ciclo evolutivo distinto en relación con Dios/Diosa/Todo Lo
que Es. Esta limpieza doméstica está llegando a su fin.
Durante
este tiempo de transición se experimentan saltos espirituales de
renacimiento e iniciación. Las conciencias nacen producto de nuevos
paradigmas y nuevos potenciales, aprovechándose de lo aprendido en la
espiral anterior aunque de modo inconsciente. Metafóricamente hablando,
es como si se tomaran los pasos de baile aprendidos en lecciones
anteriores, se depuraran, se dominaran y se empezara a añadir nuevos
pasos en un reto mucho más emocionante. Incluso se acelera entonces el
ritmo de la música añadiendo más inspiración.
Cuando
el próximo anillo de la gran espiral cósmica de la galaxia y el nuevo
ciclo terrestre de veintiséis mil años empiecen simultáneamente en el
año 2013, esto es lo que ya habrá ocurrido:
1) La variación de los polos habrá hecho variar la posición de la Tierra en relación con el Sol.
2) El Sol, a su vez, se habrá recolocado en virtud de una variación de polos similar, en relación a las Pléyades.
3) Las Pléyades habrán llegado al término de una espiral, que habrá recolocado a ese sistema en relación a Orión.
4)
Orión habrá sufrido una revolución y una limpieza doméstica espiritual
completas. El sistema entero de Orión habrá quedado oscurecido por un
período de lo que en la Tierra serían veinticuatro horas, variando así
los polos de cada estrella y planeta de ese sistema. Se habrá consumado
la vaporización de muchos de los planetas de ese sistema, así como la
reapertura y reconversión de Orión como portal galáctico al Centro de
esta Galaxia y fuera de ella. Sirio ha venido cumpliendo esta función
durante aproximadamente los últimos trescientos mil años, desde que los
liranos invadieron Orión y tomaron allí el acceso al portal galáctico.
5)
Sirio se habrá elevado a la posición de escuela mistérica espiritual
galáctica en lugar de operar específicamente en este anillo solar y este
brazo próximo de la galaxia.
6) La pauta
orbital actual de vuestro anillo solar alrededor de Alción, sol central
de las Pléyades, será reemplazada por la del sistema pleyadiano entero,
que empezará a orbitar alrededor de Sirio. Sirio será el nuevo sol
central de este brazo de la galaxia y las Pléyades habrán pasado a
formar parte del sistema solar de Sirio.
Al
principio del 2013, cuando se hayan completado estos preparativos, el
sistema pleyadiano entero, del que vuestro Sol es la octava estrella, se
convertirá en un sistema de aprendizaje superior y en hogar de las
Ciudades de Luz. Las Ciudades de Luz son lugares donde poblaciones
enteras perciben espiritualmente la evolución y lo sagrado que hay en
todas las cosas. Los residentes de las Ciudades de Luz reconocen la
evolución y crecimiento de sí mismos como individuos, del resto del
grupo y de toda la existencia, dedicando a ello su vida.
En
otras palabras, dedican la vida a servir al plan divino, encontrándose
como mínimo en el nivel de conciencia de Cristo. La Tierra, junto con
vuestro anillo solar, sois los últimos del sistema pleyadiano en
realizar este cambio. El resto de los siete anillos solares pleyadianos,
las Siete Hermanas, están ahora mismo al día en cuanto a escuelas
místéricas y sedes de Ciudades de Luz; cada uno de estos siete anillos
solares se elevará para cumplir su próxima función natural en un estado
evolutivo superior cuando en el 2013 empiece la nueva danza llamada la
Era de Luz.
Antes de los cambios previstos para
el final del 2012 y el principio del 2013, la Tierra sufrirá una
limpieza doméstica espiritual y física correspondiente a lo que se ha
llamado comúnmente «cambios terrestres». Estos cambios, que ya han
empezado, se intensifican externa e internamente a medida que vuestro
anillo solar se adentra en la banda de fotones, una emanación cósmica de
alta frecuencia que procede del Centro Galáctico.
Hace
años que venís entrando y saliendo de los límites de esta banda de
fotones, y para el año 2000 quedaréis inmersos completamente en ella
durante los próximos dos mil años. Los códigos sagrados, necesarios para
el despertar espiritual y el salto evolutivo de vuestro anillo solar,
se transmitirán al Sol, a la Tierra y al resto del anillo solar a través
del Centro Galáctico, Sirio, Alción, y Maya, que es otra estrella de
las Pléyades. Cuando se completen estas transmisiones iniciales, vuestro
Sol seguirá transmitiendo los códigos a la totalidad del anillo solar.
Estas
emanaciones y codificaciones fotónicas transmitirán a una vibración tan
alta que requerirán de vosotros que el sistema nervioso central, el
cuerpo emocional y el cuerpo eléctrico estén bien sintonizados a fin de
poder soportarla.
[Nota de la autora: Bárbara
Hand Clow ofrece una historia y una descripción mucho más detalladas
sobre la banda de fotones, así como de los cambios cosmológicos de las
relaciones dimensionales que sufrimos, en su último libro, El Plan
Pleyadiano, una nueva cosmología para la Era de Luz].
Muchos
ya experimentáis la intensificación en vosotros de procesos de
crecimiento y despejamiento según el planeta entra y sale de los límites
de la banda de fotones.
El incremento de
frecuencias continuará acelerándose sin pausa durante los próximos
diecisiete años hasta que la galaxia quede anclada plenamente en su
nueva pauta orbital y la Tierra se inicie como escuela mistérica y sede
de las Ciudades de Luz.
Tendrán lugar
inundaciones, terremotos, cambios en las masas terrestres, erupciones
volcánicas y, finalmente, la variación total de los polos dentro de los
años previos al 2013, en cuyo momento tendrá lugar la iniciación solar
galáctica de la Tierra. Los que ahora vivís en la Tierra debéis decidir
si estáis o no preparados para convertiros en seres humanos
espiritualmente responsables a fin de permanecer en la Tierra pasado ese
momento.
Aquellos que no deseen permanecer en
la Tierra serán trasladados a otro planeta situado en otro lugar de la
galaxia donde continuarán las lecciones kármicas y la evolución
tridimensional. Aquellos que sí pretendan quedarse deben aprender la
nueva danza de la Era de Luz que requiere la apertura y activación del
Ka Divino. Si el Ka no funciona a pleno rendimiento, vuestro cuerpo
simplemente no podrá resistir los incrementos de frecuencia cuando la
luz fotónica llene cada vez con mayor intensidad la atmósfera de vuestro
planeta y los cuerpos de los que se queden. Por lo tanto, el vestido
único y apropiado que resulta aceptable para la nueva danza es el traje
de Ka.
La convergencia armónica de 1987 fue una
llamada al despertar planetario que comunicó a los ciudadanos del
planeta su obligación de aprender la nueva danza y abrazar una filosofía
de «todos ganan», a fin de que sea un planeta centrado el que llegue al
cambio del 2013. Fue un mensaje que enseñaba la creación compartida
para el beneficio colectivo de todos y para comprender el enlace mental
con la conciencia colectiva superior. Este hecho no se limitó a la
experiencia de dos días que se dio en ese momento.
Es
una convergencia armónica que se extiende a lo largo de 25 años, muchos
días en los que es posible la activación para renovar vuestro
compromiso con la espiritualización de la Tierra y su gente.
[Nota
de la autora: Una vez, en una sesión de hipnosis, se me llevó a un
lugar lejos de la atmósfera terrestre donde existe la conciencia
colectiva superior de la población total de la Tierra. En este lugar vi
miles de millones de rostros sonrientes y amables sin cuerpo, rodeando
el planeta en el límite de una burbuja transparente que rodeaba a la
Tierra. Esta conciencia colectiva superior estaba compuesta
exclusivamente de Seres de Luz inocentes, inteligentes, dulces y
amables: todos los que vivimos en la Tierra. Estos preciosos seres
observaban y enviaban amor y ánimos a través de la burbuja hacia sus
homólogos en la superficie del planeta.
También
contemplaban desde una perspectiva que favorecía el bien mayor para el
conjunto. En ese momento sólo se me permitió observar. El conjunto
estaba planeando un gran terremoto; comprendí más tarde que se trataba
del terremoto que ocurrió en Japón a principios del año 1995. Se hacían
comentarios sobre el comportamiento robótico de las personas, absortos
en el materialismo, y su carencia de profundas conexiones de amor. La
decisión conjunta dentro de la conciencia colectiva superior de pedir un
terremoto en Japón no fue, desde ningún punto de vista imaginable, un
castigo. Los seres emanaban buena voluntad y amor concentrados hacia esa
parte del planeta, esperando que el terremoto despertara a su espíritu
de su sueño, les hiciera reorganizar sus prioridades vitales y se
hicieran más amables y cooperantes entre sí. Además, había un
sentimiento delicioso de alegría entre los seres de la consciencia
colectiva superior porque habían hallado un modo de lograr que sus
homólogos humanos evolucionaran.
En respuesta a
su decisión, se envió un mensaje a unas naves de Sirio en los límites de
la atmósfera de la Tierra para que empezaran el proceso de generación
de un terremoto. Más tarde, me mostraron el proceso utilizado para
llevar a cabo esta tarea. A través de las capas de lo que llamamos la
atmósfera terrestre, hay multitud de anillos circulares de placas que se
corresponden con las placas tectónicas de la superficie terrestre.
Estas capas múltiples de placas son de naturaleza geométrica y continúan
extendiéndose bajo la superficie de la Tierra hasta aproximadamente el
núcleo interno del planeta, el cual tiene un diámetro aproximado de
quinientos metros.
Cuando se provoca un cambio
en la Tierra, la gente de Sirio altera las placas atmosféricas de la
capa más alejada del planeta. Posteriormente, el resto de las placas
atmosféricas se reorganizan capa por capa según la posición exacta de
las placas tectónicas a fin de llevar a efecto el cambio deseado. Cuando
se completa el proceso en las capas exteriores, las capas internas
subterráneas se alteran en correspondencia con las exteriores.
Finalmente, se produce el terremoto, organizando las placas tectónicas
según las nuevas posiciones de las placas atmosféricas y subterráneas.
El método de producción de erupciones volcánicas, inundaciones y otros
cambios planetarios ocurre de modo muy parecido.
También
existen cambios planetarios que ocurren de modo natural cuando las
placas internas y externas se alteran en respuesta a aumentos de
presión, la contaminación, tanto de polución como de energía psíquica,
agujeros en la capa de ozono, la reducción de los bosques tropicales (la
cual cambia el equilibrio atmosférico), extracciones minerales en
exceso y bloqueos geotérmicos, así como explosiones y experimentos
llevados a cabo por los gobiernos. Hay veces en que los «desastres»
naturales se ven amortiguados por Sirio en reacción a las peticiones de
la consciencia colectiva superior. Se puede ayudar en este proceso desde
la Tierra mediante la alineación con la consciencia superior a través
de la meditación y la vida recta. Conozco varios terremotos y erupciones
volcánicas amortiguados o evitados de este modo desde 1990, debido
principalmente al alineamiento de la consciencia humana con la
consciencia colectiva superior.
Por ejemplo, se
evitó una erupción volcánica en el monte Shasta en 1991. A principios de
ese año, recibí el mensaje de una visión clara en la que el monte
Shasta entraría en erupción en noviembre. En la semana que siguió a esa
experiencia profética, fui corriendo a ver a un astrólogo de la zona,
que me dijo haber predicho una erupción volcánica para noviembre. Me
habló de su predicción sin conocer la mía. Esa misma semana me dijeron
que una mujer medicina india había recibido la misma información,
incluyendo momento y lugar.
En los últimos días
de agosto de ese año permanecí de pie bajo la lluvia observando la
tormenta eléctrica más sorprendente que viera nunca. Surgieron rayos
extrañamente amplios e increíblemente definidos y brillantes desde la
montaña, disipándose en lo alto de la atmósfera. Hubo varias tormentas
parecidas durante tres días, tras los cuales los más perceptivos podían
sentir una calma profunda surgiendo de la tierra y del monte Shasta en
particular. Me dijeron que el número suficiente de personas había
despejado y transmutado la acumulación de baja negatividad astral y
emocional provocando la intervención y ayuda de las jerarquías, que
disiparon una carga acumulada en la montaña que de otro modo se habría
liberado en forma de erupción volcánica.
Mientras
quienes como yo, implicados conscientemente en el crecimiento
espiritual, la meditación y el alineamiento con la consciencia superior,
limpiábamos la atmósfera sobre la Tierra, los de Sirio alteraban las
placas atmosféricas siguiendo la alteración de las placas tectónicas y
subterráneas que se había producido.
Cuando las
placas de la atmósfera quedaron reorganizadas y la carga eléctrica
acumulada se liberó a través del rayo, cesó la necesidad de una erupción
volcánica.]
Ra vuelve a hablar
Cuando
una persona ha alcanzado cierto punto en la evolución de la conciencia y
vive en un área donde un gran terremoto o riada propaga la muerte, lo
que ocurre simplemente es que asciende a través de la vibración al
siguiente nivel dimensional, experimentando una elevación espiritual en
lugar de la muerte.
Puede incluso que esta
persona ayude a realizar el cambio vibratorio a aquellos que estén
listos para abrazar la Luz. En las áreas de grandes terremotos, riadas,
incendios y otros cambios terrestres donde el miedo, la negación, el
odio, la codicia y la ira han creado planos de energía densos y amorfos
en el plano astral inferior, las almas pueden quedar atrapadas en estas
ilusiones en el momento de la muerte.
Sin embargo, los Seres de Luz siempre están allí para ayudar a quienes estén dispuestos a liberarse a sí mismos.
Los
seres que ascienden, en lugar de experimentar la muerte física en ese
punto, pueden elevar el área que los rodea a un campo de luz donde
aquellos que deseen evolucionar y entrar en la luz se refugien y
realicen la transición suavemente.
Quienes
realizan este servicio se presentaron voluntarios a él antes de entrar
en esta vida y tienen generalmente experiencia adquirida en vidas
pasadas referente a las almas que sufren la transición de la muerte.
No
hay nada que temer. Quienes tengan un compromiso genuino con la Luz y
vivan en ella, simplemente avanzarán al lugar inmediatamente superior
correspondiente. A otros se les presentarán opciones a cada paso; pueden
elegir el progreso espiritual a través de sus experiencias o permanecer
con el miedo y la ilusión. Es vital que se suspenda todo juicio sobre
aquellos cuyos cuerpos mueran en estos cambios terrestres.
Algunos
elegirán «desastres» naturales como método de partida porque su
conciencia superior ha comprendido que su yo humano está demasiado
inmerso en ilusiones para cambiar en esta vida. Otros abandonarán la
Tierra de este modo a fin de hacer que otros seres avancen hacia la Luz
durante la transición de la muerte y para establecer la pauta de
ascensión como se ha dicho previamente. Otros, sin embargo, elegirán
esta forma de morir porque están preparados para abandonar la Tierra y
elegir otro planeta en virtud de su evolución.
Más
aún, otros morirán finalmente porque la genética y mutaciones celulares
de su cuerpo han resultado ser excesivas para poder transmutarse en el
tiempo que le queda al proceso de transformación en este planeta.
Independientemente de por qué muera el cuerpo de una persona o, en el
caso de la ascensión, parezca morir, la conciencia colectiva superior
tiene una influencia con fuerza suficiente para procurar que no haya
accidentes. Aquellos que abandonen el mundo físico es porque debían
abandonarlo. Quienes permanezcan en la Tierra tendrán la responsabilidad
de ayudarse unos a otros para la supervivencia física y la evolución
espiritual.
Para el año 2013 todos cuantos permanezcan en la Tierra deben comprender los siguientes cuatro principios evolutivos:
El objetivo del ser humano sobre la Tierra es evolucionar física, emocional, mental y espiritualmente.
Todo ser humano posee una Esencia Divina hecha de luz y amor cuya naturaleza es el bien.
El
libre albedrío es un derecho universal absoluto; la impecabilidad exige
al yo entregar su libre albedrío al arbitrio divino mediante la fe y la
confianza.
Lo que existe en la naturaleza es sagrado sin importar el modo en que sirva o satisfaga las necesidades del yo individual.
En
esta época todo ser humano vivo recibe estos cuatro principios
espirituales de modo directo o sutil. Es ley planetaria que antes del
final de un gran ciclo temporal como el que se da en este momento debe
hacerse que cada persona viva recuerde los cuatro principios evolutivos a
fin de que los abrace. Algunos recibirán estos mensajes a través de
libros como éste, El Retorno de las Tribus del Pájaro, La Profecía
Celestial, La Quinta Cosa Sagrada, Mensaje Mutante desde Australia, El
Plan Pleyadiano: una nueva cosmología para la Era de Luz, sin descartar
otros.
Algunos recibirán estos mensajes a través
de películas como Bailando con Lobos, el Pequeño Buda, Misión: Salvar
la Tierra y La Selva Esmeralda. [Títulos aportados por la autora, no por
Ra.] Otros experimentarán la muerte y volverán tras un cambio a su
cuerpo físico, capaces a su vez de producir el cambio en sus seres
queridos.
Muchos recibirán visitas de ángeles,
Maestros Ascendidos o la Madre María. Ya se han producido numerosas
informaciones sobre tales visitas en este siglo.
El
mensaje de la conciencia sagrada evolutiva también se impartirá de modo
subconsciente a aquellos que vean, lleven o sostengan objetos tales
como gemas y cristales. Éstos son sólo unos ejemplos de las maneras en
las que el movimiento planetario imparte las cuatro verdades
espirituales.
Vuestro cometido es seguir una
vida recta, aprender y practicar la impecabilidad, la oración a fin de
conocer el plan divino y vuestro papel dentro de él y vuestra sanación y
despejamiento a todos los niveles tanto como sea posible. A un nivel
colectivo existen en este momento siete pautas kármicas primarias que
precisan trascender y ser despejadas.
Las pautas
que actualmente se exageran a fin de haceros conscientes de ellas para
así transformarlas, son: la arrogancia, la adicción, los prejuicios, el
odio, la violencia, la tortura y la vergüenza. Estas siete fuentes de
dolor, ilusión y separación aparecen en su orden de desarrollo dentro de
este anillo solar -empezando en Venus y extendiéndose a Marte, Maldek, y
finalmente la Tierra-. Está tan claro por qué han alcanzado su punto
más alto en la Tierra que huelga seguir profundizando.
Ya
sea la actitud de supremacía de Estados Unidos en el mundo o la actitud
de un miembro de la Nueva Era de superioridad frente a seres menos
espirituales y conscientes, la actitud es la misma: arrogancia. Ya sea
un alcohólico tirado en las calles de Los Ángeles o una persona
obsesionada con su aspecto físico o el cuerpo de su compañero o
compañera, esta pauta se llama igual: adicción. Ya sea el KKK quemando
cruces en el patio de personas negras o una persona espiritual
despreciando a un «paleto», el nombre es el mismo: prejuicio.
Ya
sean los capitalistas que odian a los comunistas o una persona
«políticamente correcta» que odia a los madereros y constructores, la
actitud es la misma: odio. Ya sea Estados Unidos generando guerras en
Vietnam o América Central o un progenitor golpeando y degradando a un
hijo, la acción aún tiene el mismo nombre: violencia. Ya sean indios,
aborígenes australianos u otros indígenas asesinados y su tierra
destruida por los blancos, o sean ardillas y ciervos muertos a causa de
conductores despistados que van muy deprisa, el problema es el mismo:
tortura.
Ya sea Alemania llevando las cicatrices
de un Hitler o un pobre sintiéndose indigno a causa de su pobreza, el
sentimiento es el mismo: vergüenza. Desde lo evidente a lo más sutil,
cada persona debe cumplir individualmente su parte para reconocer y
sanar estas pautas. Las expresiones individuales de estos siete puntos
kármicos principales varían enormemente. Sin embargo, si se mira de
cerca, se ve que la fuente de todo problema hoy en la Tierra es una o
más de estas siete pautas kármicas de este anillo solar.
Estas pautas están acompañadas por la incapacidad de percibir los cuatro principios evolutivos que deben aprenderse.
[Nota
de la autora: las siete pautas kármicas mencionadas son comunes a este
anillo solar, aunque la lucha contra ellas se desarrolle en la Tierra.
También existen siete vicios primarios, o trampas del ego, que son
analizados en las enseñanzas de la escuela mistérica inca y son
específicas del planeta Tierra. Son: lujuria, pereza, gula, soberbia,
ira, envidia y codicia. Según las enseñanzas incas, los humanos deben
superar estas trampas del ego antes de alcanzar poder espiritual.]
Para
quienes dominéis los niveles de comportamiento y actitud de estas
pautas o trabajáis sinceramente con ellas, vuestro próximo paso es el
alineamiento consciente con vuestro Yo Superior, la conciencia colectiva
superior y ser Uno con la Divinidad. Éste es el objetivo de este libro
de ejercicios.
Es el deseo de los Emisarios
Pleyadianos de Luz ayudar a quienes deseéis prepararos para los cambios
terrestres, evolucionar y ascender con ese fin. Nosotros [los
pleyadianos] siempre nos hemos presentado conscientemente ante seres de
este anillo solar durante las épocas de cambio de ciclo evolutivo y ésta
no es una excepción.
Mirad, cuando empezamos a
relacionarnos con grupos e individuos en la Tierra a principios de este
siglo, cien años antes del final del ciclo actual de veintiséis mil
años, las personas de la Tierra pidieron tener la oportunidad de
despertar por su cuenta antes de que se produjeran comunicaciones
directas a gran escala procedentes de las jerarquías, es decir, los
pleyadianos, los Seres de Luz de Sirio, los Emisarios de Luz de
Andrómeda, el Ser Supremo, el Consejo Superior de los Doce, los Grandes
Hermanos Blancos y otros grupos espirituales más pequeños.
Nosotros [los pleyadianos] nos encontramos entre vosotros en forma corpórea y etérica.
Amorah
Quan-Yin, Bárbara Hand Clow y muchos otros transmiten ahora los
mensajes, del mismo modo que ellas y otros pleyadianos siempre han hecho
al final de otros grandes ciclos evolutivos de este planeta.
Tras
la destrucción producida por la alteración de los polos y los cambios
terrestres al final del último ciclo de veintiséis mil años, quedaron
entonces menos de un millón quinientos mil humanos en el planeta. Pueden
parecer muchos, pero si tenéis en cuenta que se extendían por todo el
planeta y que antes de ese momento la población terrestre se acercaba a
dos mil millones de personas, el número de humanos supervivientes era
pequeño.
Ya existía entonces la conciencia
colectiva superior, aunque no se encontraba tan desarrollada en aquel
tiempo, y esta conciencia pidió que se establecieran escuelas mistéricas
en el seno de cada grupo cultural del planeta. Todos en la Tierra
tendrían la misma oportunidad de aprender y crecer. A medida que
renacían en la Tierra las almas jóvenes cuyos cuerpos habían muerto en
los cambios terrestres y la población volvía a crecer, las prácticas y
enseñanzas espirituales se consolidaron y las maneras de vivir se
llenaron con la evolución y el despertar espirituales.
Incluso
hoy existen grupos indios americanos y mayas cuyo historial de
prácticas espirituales se remonta aproximadamente a veinticinco mil
años. No es casualidad.
Los maestros
pleyadianos, los de Sirio y los de Andrómeda tomaron cuerpo físico,
contribuyendo así a organizar varias civilizaciones, tales como las de
Machu Picchu, Egipto e incluso la Atlántida. Lemuria había perdido la
mayor parte de su masa terrestre y su población, pero los templos y
enseñanzas de iniciación se mantuvieron a salvo en los territorios que
quedaron en Hawai y el monte Shasta, en California.
En
cada lugar se fundaron escuelas mistéricas, aunque la información y las
prácticas eran a menudo coincidentes. La orden de Melquisedec y los
Templos de Alorah se establecieron en la Atlántida. Aunque el uso de
cristales, extendido en épocas anteriores, se había perdido, resurgió
para la sanación y las comunicaciones multidimensionales. Thoth llevó la
iniciación y conciencia solares a Egipto, junto con avanzadas técnicas
espirituales como la teleportación, la telequinesia y el viaje a través
de las dimensiones y más allá del tiempo y del espacio.
Durante
este período se construyó la Gran Pirámide con el propósito de recibir y
transmitir códigos e iniciaciones solares para la gente de Egipto y el
planeta entero. En todas las culturas se impartió la técnica de los
sueños sagrados, evolucionando hacia prácticas chamánicas, sanación
mediante el sueño y otros modos de viajar y comunicarse a través de las
dimensiones.
Los pleyadianos y los seres de
Sirio y Andrómeda, que enseñaban y contribuían en el establecimiento de
las escuelas mistéricas, viajaban a menudo de una dimensión a otra.
Muchos de ellos se especializaron en la materialización y
desmaterialización de su cuerpo de luz, actuando de intermediarios de
los seres terrestres, las civilizaciones subterráneas y la multitud de
naves de luz situadas alrededor del planeta en aquel tiempo. Mientras
las almas jóvenes y menos evolucionadas empezaban a reencarnarse hace
alrededor de veinticinco mil años, los maestros de dimensiones
superiores continuaron su relación con los humanos durante otros
doscientos cincuenta años a fin de colaborar en la transición hacia
civilizaciones de muchos niveles de evolución del alma y orígenes
galácticos diferentes.
Algunos humanos apenas
habían evolucionado, muy poco más allá del comportamiento instintivo y
de supervivencia. Su próximo paso evolutivo era nacer de progenitores
más evolucionados, contraer nupcias con seres más evolucionados y, de
este modo, extender su nivel de conciencia. Muchos pleyadianos aceptaron
la misión de ser guías permanentes de estas almas jóvenes en las
primeras fases de esta mezcla; algunos pleyadianos incluso adoptaron
vidas humanas apareándose con humanos a fin de despejar las pautas
genéticas y despertar el deseo urgente de evolución espiritual. A veces
este proceso se denomina «siembra estelar».
Todo
se hacía en respuesta a peticiones o acuerdos con la conciencia
colectiva superior de los moradores de la Tierra. Los seres terrestres
pidieron fundar sus propias escuelas mistéricas y de iniciación
supradimensional tras su propia evolución, iluminación y permanencia en
las dimensiones superiores que rodean la Tierra a fin de ayudar a los
humanos. Los Grandes Hermanos Blancos existían ya desde hace casi quince
mil años, cuando se produjo un despertar simultáneo en grupo de más de
mil humanos procedentes de varias culturas terrestres. Estos mil
decidieron por unanimidad establecerse como Grandes Hermanos Blancos,
una orden que entonces se llamaba De la Gran Luz Blanca, a fin de
establecer las bases de la iluminación y trascendencia espirituales
sobre la Tierra.
Algunos miembros de esta orden
bodhisattva decidieron someterse a reencarnaciones periódicas en calidad
de Maestros Ascendidos. Nacían físicamente de progenitores espirituales
y solían recibir una nueva iluminación a los 21 años. En ese punto
recordaban sus vidas pasadas, su ascensión y su propósito espiritual.
Estos
bodhisattvas reencarnados eran maestros excelentes y poderosos debido
al hecho de que sentían con la gente de la Tierra una afinidad más
natural que aquellos que no habían sido nunca humanos. Había veces en
que estos maestros ascendidos nacían -y aún nacen hoy-dentro de familias
compuestas por almas jóvenes con varios grados de daño genético y
pautas kármicas. Estos bodhisattvas aceptaron la responsabilidad de
transformar, transmutar y trascender las energías inferiores a fin de
crear «mapas» etéricos y de conciencia que otros pudieran seguir; han
sido y son los adelantados evolutivos.
Las
jerarquías aceptaron ampliar la orden de la Gran Luz Blanca para incluir
en ella a humanos iluminados y ascendidos para desempeñar estos
papeles: el Oficio del Cristo; Buda; la Orden de Merlín; puestos de
Diosa como los de la Santa Madre ocupado ahora por Quan Yin y la Madre
María; kachinas, maestros y guías locales.
Antes
del comienzo del ciclo actual de veintiséis mil años, los oficios
supradimensionales, los guías, maestros y líderes espirituales
planetarios habían sido sobre todo Seres de Luz de las Pléyades, Sirio y
Andrómeda. Ahora la población desarrollaba un número suficiente de sus
propios seres iluminados y ascendidos para establecer sus propios guías y
escuelas mistéricas.
Al comienzo de este ciclo
de veintiséis mil años también se pidió que, excepto en momentos
cíclicos y evolutivos cruciales, la guía y las enseñanzas superiores
vinieran de aquellos iluminados que se hubieran encarnado alguna vez en
cuerpos humanos. La población de la Tierra debía evolucionar hasta el
punto de ser capaz de comunicarse por su cuenta con las dimensiones
superiores y los sistemas solares. Fue entonces cuando aparecieron las
enseñanzas Ka.
Cada persona necesitaba
comprender el modo de alcanzar las distintas metas espirituales para así
llegar a constituir una raza de maestros en la Tierra. En sus
enseñanzas los pleyadianos les hablaron de su Yo Superior, del Ka a
través del cual podrían establecer contacto permanente con el Yo
Superior, las dimensiones superiores y los sistemas solares. Mediante
una vida recta, la evolución, la meditación, la oración y el dominio de
la conciencia, podían lograr el alineamiento con su Yo Superior.
Mediante
el despertar del Ka Divino, podían fusionar el Yo Superior con el
cuerpo físico, personificando así su presencia de Maestro Divino o Yo de
Cristo. Habría un período que precedía a la iluminación plena durante
el cual se completaba su transmutación genética como resultado del fluir
de la energía Ka a través de los canales Ka y los circuitos menores
para penetrar en su cuerpo astral y en el sistema nervioso, el sistema
glandular y el sistema de meridianos eléctricos del cuerpo físico, tales
como los utilizados en acupuntura y Shiatsu.
Durante
los siguientes cinco mil doscientos años, varios miles de personas
iniciadas en los Templos Ka de Egipto y de la Atlántida recibieron la
iluminación y muchos de ellos alcanzaron el nivel siguiente, la
conciencia de Cristo. Algunos decidieron permanecer en la Tierra,
viviendo más de dos mil años en el mismo cuerpo a través del
mantenimiento de los Canales Ka y las prácticas espirituales. Ese mismo
período de cinco mil doscientos años también alumbró otros caminos hacia
la iluminación que resultaron efectivos para los humanos más
evolucionados del planeta que estuvieran dispuestos a emprenderlos.
Al
final de esos cinco mil doscientos años se produjo un gran terremoto
que destruyó la mayor parte de los templos de Lemuria y la mitad de la
masa de tierra de la Atlántida. Aquellos miembros de la raza lemuria que
se quedaron en la Tierra decidieron establecerse de nuevo en una
cultura subterránea bajo el monte Shasta.
Unos
pocos lemurios se integraron en tribus indias americanas, hawaianas y
tibetanas, convirtiéndose posteriormente en mayas, incas y budistas.
Estos
antiguos seres de Lemuria ejercieron de líderes y maestros espirituales
dentro de aquellas culturas. Los atlantes supervivientes contaban aún
con número suficiente para continuar su cultura. En calidad de
conciencia de grupo pidieron la reencarnación del ser cuyo nombre
terrestre era Thoth para restablecer entre su gente las antiguas
enseñanzas que habían perdido a causa de los terremotos. Thoth, que era
miembro Ra de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, respondió a sus
peticiones generando un cuerpo físico. Se convirtió en líder espiritual
de la Atlántida.
Poco después de la llegada de
Thoth a la Atlántida se produjo una gran brecha dentro del continuo
espacio-temporal de la atmósfera terrestre durante el cual llegó a la
Tierra un grupo de seres que venían de invadir Orión desde el sistema de
Lira. Era Lucifer quien los guiaba, haciendo posible la creación de la
brecha y la penetración posterior. Lo consiguieron mediante unas
transmisiones intensas de alta frecuencia desde el exterior del anillo
solar hasta la atmósfera terrestre, seguidas del paso inmediato de una
nave a través de la brecha así creada.
Los seres
de Orion o liranos, con la ayuda de Lucifer, dominaban la técnica del
viaje que prescindía del tiempo y el espacio, mediante el cual podían
proyectarse a través de la brecha transcurridos pocos segundos a partir
de su creación sin que nada pudiera detenerlos. El momento de su
contacto con la Tierra era inevitable debido a las conexiones kármicas
entre los liranos, Lucifer y algunos humanos de la Tierra. Tal como lo
tenían previsto, aterrizaron en la Atlántida, porque era el lugar que
mejor serviría a su propósito. Comenzaron inmediatamente a adoctrinar a
los atlantes con su conocimiento y tecnología «superiores».
Los
atlantes se enorgullecían de ser en ese momento la raza más
evolucionada de la Tierra y siempre buscaban extender su dominio a
nuevas áreas. Los liranos los manipularon prometiéndoles poder,
tecnología e influencia ilimitados y demostrándoles la «superioridad»
lirana a través de la tecnología, el control psíquico y la inteligencia.
Prometieron transmitir esa capacidad a los atlantes si acogían en su
seno a los liranos y les permitían integrarse en su cultura. Muchos
atlantes desconfiaron de los liranos desde el principio y percibieron la
trampa espiritual que se les tendía. Otros, más crédulos y hambrientos
de poder y supremacía, acogieron abiertamente a los liranos.
Durante
los diez mil años siguientes, la Atlántida quedó dividida en dos grupos
de población distintos: uno, que incluía a los liranos y destacaba
tecnológicamente, y aquel que conservó la pureza y dedicación
espirituales. Los Templos de Melquisedec sufrieron la proliferación y la
influencia de los invasores controladores y manipuladores. Se formó un
grupo llamado los Túnicas Grises, después llamado los Túnicas Negras. Se
centraron en el desarrollo del poder psíquico y la magia negra. Algunos
sacerdotes de Melquisedec conservaron la pureza, pero no fue así para
la mayoría.
En aquel tiempo existían en la
Atlántida los Templos de Alorah, que albergaban órdenes de sacerdotisas
de la Diosa, cuyas enseñanzas venían de la novena dimensión a través de
un orden jerárquico llamado el Consejo de los Nueve. Estas enseñanzas
escaparon a la subversión de los liranos y Lucifer. Las sacerdotisas,
desafiantes, desaconsejaron abiertamente toda relación con los Hermanos
Oscuros, como también se los denominaba. En principio, los atlantes que
deseaban practicar las artes de la magia y la alquimia recibían primero
una formación espiritual para que aprendieran el uso recto de los
poderes.
Sin embargo, el protocolo espiritual
acabó diluyéndose y se extendió el estudio del poder psíquico y la magia
negra. Lucifer siempre permanecía invisible, aunque constituía una
importante influencia subconsciente. Controlaba a los Hermanos Oscuros
de Lira y era capaz de poseer el cuerpo de Hermanos Oscuros en cualquier
momento para comunicarse con ellos o con otros atlantes a través de
ellos. Lucifer utilizaba a menudo este medio de llegar a la gente. Su
propósito era minar la confianza de los atlantes en las fuerzas de la
luz que gobernaban el planeta y el anillo solar; en último término,
esperaba hacerse con el control en calidad de Ser Supremo de la Tierra.
Lucifer
y los Hermanos Oscuros se introdujeron en la conciencia de muchos
varones terrestres, vulnerables al control psíquico debido a su propio
deseo oculto de control y dominación, en especial sobre las mujeres. Se
creó un plano astral subterráneo, así como una serie de moradas y
terrenos ceremoniales subterráneos donde la conciencia colectiva
inferior de los Hermanos Oscuros estableció su territorio, enviando
ondas de energía y mensajes Subliminales que, atravesando la Tierra,
llegaban al mundo de superficie. Esta conciencia colectiva era, y aún
es, lo que llamáis «Satán».
Fue creada mediante
la fusión de conciencias inferiores de los Hermanos Oscuros. Esta fuerza
satánica tiene la capacidad de operar como si fuera una gran entidad
única. Cuanto más crecía esta conciencia colectiva y mayores eran la
supremacía y el control que imponían sobre la Diosa, la Tierra, vuestro
anillo solar y la Divinidad, más poder tenía esta fuerza oscura para
generar su propio crecimiento continuo. La polarización de la oscuridad y
la luz se hizo rápidamente más intensa en la Tierra al recibir la mente
subconsciente de los humanos el bombardeo de imágenes y pensamientos
negativos de desconfianza en Dios y en el Plan Divino, la inferioridad
de las mujeres y la superioridad del ámbito mental sobre los ámbitos
emocional y espiritual.
Tecnología y magia negra
crecieron hasta alcanzar proporciones jamás vistas sobre la Tierra. Los
templos de Luz fueron cada vez más el lugar de las mujeres, mientras
que los templos de Oscuridad fueron cada vez más el lugar de los
varones. Naturalmente, esta división no era absoluta, pero era cierta en
términos generales. Hacia el fin de la era Atlante diez mil años tras
la llegada de Lucifer y los liranos- el caos y el miedo corrían libres
por esa civilización. La competencia por el control y la supremacía era
la actitud general en la Atlántida, e incluso en el seno de los Templos
de Alorah prevalecían el miedo y el secreto.
Antes
del fin de la Atlántida se dio aviso a los jefes de las órdenes y
templos que aún poseían la Luz, aconsejándoseles dispersar sus
enseñanzas por el globo. Pasaría mucho tiempo antes de que la totalidad
del conocimiento superior pudiera concentrarse en un solo lugar debido a
la influencia satánica sobre las mentes de la Tierra. Abandonaron la
Atlántida pequeños grupos de personas formadas en todas las áreas del
desarrollo espiritual. Se llevaron consigo muchos cristales que
contenían información procedente de los Anales Acásicos, canalizada y
programada en ellos por el Consejo de la Verdad.
Uno
de los cristales que se llevaron a Grecia las grandes sacerdotisas de
los templos de Alorah fue tallado con la forma del cráneo de Thoth, ser
que había dejado la Atlántida hacía casi nueve mil años. El cráneo de
cristal quedó enterrado bajo el templo del Oráculo de Delfos fundado por
este grupo de sacerdotisas-y sirvió para proteger el templo de los
mensajes subliminales oscuros y las ondas de energía procedentes de
puntos situados bajo la superficie de la Tierra. ya que este templo no
podía recibir contaminación psíquica, los Hermanos Oscuros, bajo el
nombre de «Guerreros de Zeus», acabaron encerrando y matando a las
sacerdotisas, reclamando el templo para el patriarca de sus dioses.
Otros
grupos se llevaron cristales y enseñanzas a América Central, Europa
Occidental, el Himalaya, el Sur de África, Asia Oriental, Australia,
Sudamérica y Egipto. (Las tribus indígenas del norte de América se
encontraban entonces en una fase evolutiva singular y la infiltración de
los atlantes era inadecuada.) El grupo más numeroso, compuesto de
hombres y mujeres, marchó a Egipto siguiendo las instrucciones del
Consejo de los Nueve. Todos los grupos contaban con personas
intensamente dedicadas a preservar la verdad divina que es Luz y pasaron
el resto de su vida estableciendo templos y enseñanzas iniciáticas en
las distintas regiones.
El hecho de que el mayor
asentamiento tuviera lugar en Egipto se debió principalmente a la
existencia de la Gran Pirámide; siempre había contenido, y aún contiene
hoy día, las vibraciones de la verdad divina y el código evolutivo
solar.
Se construyeron después muchas pirámides
en Egipto, así como en otros lugares. Debían ser construidas sobre
grandes cristales que contenían Anales Acásicos, colocados en varias
formas geométricas que retendrían la luz e impedirían la entrada de
vibraciones de densidad inferior. Los liranos y sus esclavos habían
construido varias pirámides en la Atlántida con el propósito de
distorsionar y controlar los códigos del Sol. Pero todas ellas se
hundieron bajo el Océano Atlántico o estallaron cuando la Atlántida
quedó destruida.
La destrucción final de la
Atlántida fue causada principalmente por una transmisión subterránea de
ondas de sonido tan intenso que creó una explosión sónica bajo la
superficie terrestre.
Su intención era deshacer
las pautas de frecuencia superior de luz de los templos sagrados que aún
permanecían de pie e inundar estos templos con las energías de la magia
negra y el control satánico de los Hermanos Oscuros. En lugar de ello,
la explosión sónica fue tan poderosa que rebotó hacia su propia fuente,
reverberando en los centros de energía nuclear y cristalina que
alimentaban el generador de sonido. Esto provocó una gran explosión,
seguida de una reacción en cadena en otros generadores subterráneos de
energía que acabó causando terremotos como nunca habían ocurrido en la
Tierra. (Y que desde entonces no han vuelto a ocurrir.)
Muchas
de las pirámides estallaron literalmente en pedazos, mientras que otras
permanecieron intactas. Los grandes cambios terrestres continuaron
durante dos meses más hasta que el último trozo de la Atlántida acabó
descansando en el fondo del mar.
Para entonces,
aquellos que se habían marchado con el fin de restablecer el orden
espiritual en otros puntos, estaban fuera de peligro y consiguieron
alcanzar su destino. Unos pocos grupos de los que intentaron la marcha
no estaban lo bastante lejos y fueron barridos por olas gigantescas
provocadas por las explosiones. Esta destrucción final de la Atlántida
tuvo lugar hace unos diez mil cuatrocientos años.
Lucifer
reunió a los liranos en los planos astrales y comenzó a planear su
próximo paso. Los liranos decidieron permanecer en los planos astrales
dentro de la atmósfera terrestre y en los ámbitos satánicos subterráneos
para aumentar su influencia sobre la mente subconsciente de los
terrestres. Como resultado, las guerras tribales y los conflictos
territoriales comenzaron a darse cada vez más a menudo en vuestro
planeta.
Muchos pueblos indígenas, entre ellos
indios americanos, africanos, europeos y de América Central y del Sur se
dividieron en tribus que en el pasado formaron parte de una extensa
hermandad. Las luchas por la Tierra, las disputas sobre los derechos del
agua y los minerales, las diferencias espirituales y una desconfianza
inexplicable se convirtieron en razones para el movimiento de
segregación. En otras zonas la llegada de los atlantes espirituales
acercó más a las personas, y la evolución de estas culturas se aceleró.
Los
mensajes subliminales de la supremacía del patriarcado se introducían
cada vez más en el ámbito subconsciente, pero algunos grupos fueron
capaces, con la ayuda de los atlantes o de sus propios líderes
espirituales evolucionados, de resistir las presiones y mentiras
presentadas por las formas de pensamiento psíquicas negativas. Se
crearon estructuras como la de Stonehenge y ruedas medicinales para
detener las energías astrales negativas y crear espacios seguros en los
que poder celebrar ceremonias y otras reuniones.
Durante
casi cinco mil años prosperaron los templos de la Diosa en muchas de
las nuevas tierras atlantes. Los templos de varones y mujeres ofrecían y
guardaban por igual las enseñanzas sagradas de Melquisedec, Thoth y
Alorah; también extendían sus enseñanzas a la inclusión de los
arquetipos divinos y prácticas espirituales locales. Las enseñanzas
sobre los papeles masculino y femenino, la iniciación espiritual, los
templos Ka y las prácticas de sanación y evolución espirituales
crecieron en Egipto, Grecia y partes de América Central y del Sur. No
todas las tribus en otros lugares quedaron afectadas por la polución
astral; algunas permanecieron puras y humildes. Pero una polarización de
la luz y la oscuridad iba creciendo.
Hace unos
cinco mil años los liranos y sus compañeros, convertidos en Hermanos
Oscuros, empezaron a reencarnarse en varios puntos del mundo. Su
objetivo principal era introducirse en las áreas ocupadas por las
culturas más avanzadas espiritualmente y provocar guerra y destrucción
contra ellas. Aunque este hecho tuvo lugar poco a poco, el planeta
sufrió muchas alteraciones en las fuerzas que lo gobernaban. Se
sucedieron ciclos de luz y oscuridad en Egipto, Grecia, Europa y América
Central.
Los Hermanos Oscuros mataron,
destruyeron, violaron y establecieron su mando; después, las fuerzas de
Luz se rebelaban y los derrocaban. Este ciclo se sucedió repetidamente.
La
Tierra en conjunto siempre se ha mantenido alineada con la Luz, el Ser
Supremo -también llamado espíritu del Ser Uno-y el Consejo Superior de
los Doce. Sin embargo, la población terrestre ha sufrido muchos cambios
con respecto al equilibrio de poder. Es curioso señalar que la mayoría
de la población terrestre siempre ha creído en el amor y la bondad, pero
han sido débiles e ineficaces contra la intimidación por parte de
fuerzas gubernamentales y religiosas que operan buscando el control. La
población terrestre en su mayor parte se ha sentido incapaz, durante
mucho tiempo, de influir sobre las clases dominantes; ésta es la
paradoja terrestre más grande.
Una razón para el
miedo y la impotencia es el control astral que Lucifer, los liranos y
los Nibiruanos o Anunnaki ejercen sobre la cuarta y quinta dimensiones.
[Nota de la autora: esto se explica en profundidad en el libro de Bárbara Hand Clow, El Plan Pleyadiano].
Lo
que es importante que sepáis en este momento es que tenéis el poder y
la capacidad de liberaros del control psíquico de estos seres astrales.
La información y los procedimientos descritos en este manual os guiarán y
os ayudarán a este fin.
Cuando ciertos grupos
se establecieron en la Tierra hace unos ciento cincuenta mil años, se
celebró una gran reunión de la conciencia colectiva incluyendo a los
pleyadianos, los andromedanos, los guías etéricos y los reinos dévicos.
Se decidió la creación de una estructura jerárquica que permitiera
albergar tanta confianza y seguridad como fuera posible. La razón de
esto se ha de buscar en experiencias pasadas entre los recién llegados a
la Tierra, incluyendo la traición de miembros de ámbitos superiores y
una duda sobre el propio potencial profundamente asentada.
La
duda fue lo que impulsó principalmente al grupo a exigir un liderazgo.
Los nuevos moradores de la Tierra no confiaban en sus propias decisiones
ni en su soberanía. Las jerarquías respondieron a la petición acordando
que, cuando llegara el momento de designar a un Ser Supremo para
vuestro planeta, existiría a su vez una estructura descendente de
autoridad espiritual con el poder de anular cualquier decisión tomada
por el Ser Supremo. La estructura más inmediata bajo el Ser Supremo
sería el Consejo Superior de los Doce. Éste se compondría de cuatro
delegados de las Pléyades, cuatro de Sirio y cuatro de la vecina galaxia
de Andrómeda.
Todos los miembros serían Seres
de Luz altamente evolucionados. Si el Consejo Superior de los Doce no
estaba de acuerdo por unanimidad con una orden del Ser Supremo, la
decisión en cuestión quedaría anulada. De este modo, la población de la
Tierra sabría, al menos inconscientemente, que era imposible la
corrupción en el seno de la jerarquía espiritual. La estructura del
Consejo Superior contaría incluso con un doble sistema de seguridad: al
menos dos miembros de origen distinto serían responsables de cada área
de autoridad en el ámbito inmediatamente inferior.
Por
ejemplo, en el área de dar instrucciones y supervisar el trabajo de los
Ángeles Sanadores, un pleyadiano y un andromedano tendrían las mismas
responsabilidades y ninguno de ellos podría hacer nada sin el
consentimiento del otro. Este tipo de estructura aún existe en todos los
oficios y grupos de las dimensiones superiores.
La
creencia planetaria en la necesidad de que las autoridades gobiernen y
tomen las decisiones importantes por vosotros debe ser despejada. Estáis
listos para convertiros en seres soberanos con responsabilidad plena.
La existencia de tanta corrupción en los gobiernos es producto de la
falta de confianza en uno mismo y en los demás que aún existe en la
Tierra.
A medida que se desarrolle la Era de
Luz, también llamada la Era de la Iluminación, más importancia tendrá
cada vez la necesidad de poner fin a los sistemas patriarcales de
gobierno y a devolver el poder real al pueblo. Aquellos que no sean
capaces de aceptar esta responsabilidad sin dañar a los demás no serán
una amenaza en el seno de un proceso de toma colectiva de decisiones.
Aquellos que presidan las sesiones no serán elegidos. Los papeles de
moderador, comunicador y cualquier otro que haga falta, rotarán entre
los miembros dispuestos a cumplir esas funciones.
De este modo, ni una persona ni un pequeño grupo podrá ganar autoridad sobre los demás.
[Nota
de la autora: En La Quinta Cosa Sagrada, de Starhawk se ofrece un
modelo utópico maravilloso que es de verdad «del pueblo, por el pueblo y
para el pueblo»].
Lo que hace falta en este
momento es que la población terrestre encuentre la valentía espiritual
para exigir lo que quiere. Naturalmente, muchos ciudadanos terrestres de
buena voluntad han caído en la maraña que supone la lucha por la
supervivencia y han olvidado los ideales espirituales. Sin embargo, la
mayoría de los humanos comprenden la moral básica y desean amor. Esto da
en este momento a la Tierra una oportunidad tremenda para un gran salto
espiritual.
La conciencia colectiva superior de
todos los seres humanos de la Tierra ha pedido la oportunidad de
producir algo que nunca se ha dado antes: la ascensión planetaria. Si
esto se da, la Tierra y toda su gente avanzarán juntos hacia la
conciencia de la cuarta y la quinta dimensiones, separando su conciencia
completamente de los planos astrales de control satánico. El control
actual y continuado de las fuerzas destructivas se basa y se sustenta en
dos cosas:
1) la supremacía ilusoria del odio y el miedo sobre el amor, y
2) la creencia de que la Oscuridad es más poderosa que la Luz.
Si
para el 2013 la población que quede en la Tierra es capaz de eliminar
estas dos creencias y reconocer y aceptar los cuatro principios
espirituales mencionados antes, este planeta será el primero que logre
este salto espiritual.
A fin de que haya
esperanzas para que ocurra este gran hecho, entre hoy y el 2013 un
mínimo de -pero no limitado a ciento cuarenta y cuatro mil humanos deben
recibir iluminación y encarnarse en la conciencia de Cristo. Cuando se
alcance este punto crítico de seres cuyo espíritu ha despertado, se
producirá la «Segunda Llegada de Cristo en masa».
En
ese punto se producirá el «efecto del centésimo mono»: una onda
vibratoria de energía iluminadora avanzará por el planeta entero y su
población, erradicando las formas de pensamiento y ámbitos astrales
inferiores, disolviendo los velos que separarán a los humanos de
experimentar interiormente la esencia y la verdad divinas. La población
entera de la Tierra sentirá esta ola de iluminación que empapará toda la
existencia del planeta. En ese momento se activará la iluminación
planetaria y el propósito, inherente al alma, de la evolución
espiritual. Si los liranos, los annunaki, Lucifer, los Hermanos Oscuros y
los humanos que se han alineado con la Oscuridad eligen rendirse
espiritualmente en ese momento, se unirán a la ascensión planetaria y
quedarán libres del pasado.
Quienes no escojan
la luz experimentarán la destrucción del planeta y se encontrarán a sí
mismos en una especie de centro galáctico de recuperación. Se les dará
la oportunidad de evolución y alineamiento divino, pero sin obligarlos.
Si piden ser libres para explorar la Oscuridad después de cierto tiempo,
serán enviados a otra galaxia en la cual aún sea posible esa opción.
Incluso
si algo extremo como una explosión planetaria ocurriera en ese momento,
los ciento cuarenta y cuatro mil o más Seres de Cristo se limitarían a
entrar en sus cuerpos de ascensión, llevándose con ellos a los demás
recién despertados de la Tierra. Cuando se alcance el punto crítico de
ciento cuarenta y cuatro mil el efecto de estos Seres de Cristo en la
población será tan intenso que cada uno de ellos tendrá la capacidad de
elevar a otros ciento cuarenta y cuatro mil humanos a los planos
superiores de la conciencia.
En otras palabras,
los ciento cuarenta y cuatro mil Seres de Cristo crearán un salto
cuantitativo para veinte mil setecientos treinta y seis millones de
humanos. El velo oscuro, o la «red», como se la ha llamado, que rodea la
alta atmósfera terrestre, se disolverá. Esto permitirá a los códigos
galácticos impulsar plenamente a la Tierra a través del Sol. No quedará
ningún plano astral inferior y todos tendrán una experiencia de «luz
blanca» o shaktiput, después de la cual se encontrarán en una Tierra
nueva que sea más bella y más limpia que aquella que dejaron. Estarán en
la Tierra, pero en la cuarta dimensión.
Quienes ya ascendieron en vidas anteriores avanzarán directamente a la quinta dimensión o incluso a otra superior.
Las
escuelas de formación ya estarán preparadas para acoger a estos nuevos
seres espirituales que se vuelvan tetradimensionales. Estos seres
conocerán sus propias creaciones del pasado, el origen de su alma y sus
objetivos, así como las enseñanzas espirituales apropiadas para ese
nivel de evolución. Un período de gracia de mil años envolverá a la
Tierra, durante el cual prevalecerá la paz y una preocupación por la
evolución espiritual. En otras palabras, las escuelas mistéricas serán
el centro de toda actividad durante esos mil años. Al final de ese
tiempo, la Tierra asumirá oficialmente el papel galáctico de hogar de
las Ciudades de Luz y escuela mistérica de otros planetas
tridimensionales.
Os convertiréis en guardianes y
maestros de formas de vida tridimensionales, así como nosotros, los
pleyadianos, lo hemos sido para vosotros. Si tenéis éxito, en lo cual
creemos, emanará de la galaxia entera una ola gigante de amor y alegría a
partir de la unión de la conciencia colectiva superior con la
conciencia de la tercera dimensión y de la cuarta. Esta ola de
iluminación transmutará instantáneamente en luz pura el karma y las
energías astrales inferiores que queden en vuestro anillo solar, a la
vez que la ola de iluminación planetaria actuará sobre la Tierra y su
población. El poder de esta ola se dejará sentir e influirá sobre la
galaxia entera y toda la existencia. ¿Por qué?
La
posición de esta galaxia en relación con el Gran Sol Central de Todo lo
Que Es acaba de sufrir un cambio de ciclo, como ya se ha dicho. El
nombre evolutivo de este nuevo ciclo galáctico es «La Espiral Evolutiva
del Dominio». Cada anillo solar de esta galaxia debe subir al paradigma
evolutivo inmediatamente superior. Para la Tierra y vuestro anillo
solar, ese paso es convertirse en hogar de las Ciudades de Luz
compuestas de Seres de Luz que hayan experimentado específicamente
encarnaciones físicas y alcanzado la iluminación. Al final de los mil
años de paz, os convertiréis exclusivamente en una raza de Seres de
Cristo.
Los Ejercicios Pleyadianos de Luz,
especialmente el aspecto relativo al Ka, son uno de los caminos hacia la
sanación y el despertar que nosotros, los pleyadianos, os ofrecemos en
este momento. Es esencial que despejéis los Canales Ka y la Plantilla Ka
de residuos kármicos y energías bloqueadas a fin de permitir que
vuestro Yo Crístico se ancle en el ámbito físico a través del cuerpo
físico.
Estáis entre los ciento cuarenta y
cuatro mil o más que traerán la Era de la Iluminación, la Era de la Luz,
la Edad de Oro o la Nueva Era sobre la Tierra. Los contenidos
presentados en este manual os ayudarán en esa transición para que estéis
disponibles y seáis permeables a las frecuencias superiores del Ka y,
por lo tanto, al Cuerpo de Cristo o Presencia del Maestro.
Tenemos
fe en vosotros y en la conciencia superior de vuestro planeta. Aunque
el futuro se presenta bueno, no dejéis que la pereza, la resistencia o
la arrogancia detengan vuestro proceso de ascensión. Mientras cumpláis
con vuestro papel y estéis dispuestos a convertiros en lo mejor que
seáis capaces de ser, estaremos allí ayudándoos en cualquier modo que
creamos apropiado. Sin embargo, nunca usurparemos vuestro propio
aprendizaje y crecimiento.
Estáis aquí para
convertiros en Maestros, no en inválidos que precisen ser rescatados.
Que nadie os diga que os harán el trabajo o que os salvarán. Es hora de
que os salvéis a vosotros mismos a través de una sanación persistente y
dedicada, el crecimiento y un despertar espiritual continuo. Con
decisión y determinación, todo lo divino es posible.
So-la-re-en-lo (Con gran amor y devoción), Ra,
portavoz
de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas de la Luz, los miembros de los
Emisarios Pleyadianos de Luz, que son guardianes de este anillo solar y
miembros de la Federación Galáctica de Luz del Gran Sol Central
LA ESPIRITUALIDAD MÁS EXPANDIDA ES EL AMOR EN VERDAD ILUMINADO CON VALORES APLICADOS.
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA
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