domingo, 31 de marzo de 2013
¿Tienes Energía Cristal? por Jennifer Hoffman
25 de Marzo de 2013
La
energía Cristal es una impronta energética altamente empática y
profundamente espiritual, que ha pasado a la vanguardia con los adultos
nacidos en los 50s y 60s y las generaciones más jóvenes nacidas después
de 1976. Los primeros Cristales introdujeron una forma altamente
concentrada de la energía Cristal en el planeta, preparándolo para los
niños que vendrían después.
La energía Cristal es sensible, considerada, altamente intuitiva y muy conectada espiritualmente.
Esta
energía no se integra bien en la tercera dimensión y tenerla puede ser
una carga, especialmente en un mundo que está tan enfocado en lo
material.
Los Cristales son altamente
empáticos, lo que los lleva a mantenerse fuera de la corriente
principal, ya que simplemente sienten demasiado. Mientras que los
Índigos son rebeldes y orientados a la acción, los Cristales son más
tranquilos, pacientes, y si bien no son tan agresivos como los Índigos,
tampoco son menos persistentes.
Ellos
prefieren actuar cuando sienten que la energía es adecuada para ellos,
en lugar de liderar el ataque. Los adultos Cristal iniciaron el
movimiento espiritual en los 70s y 80s, escribiendo sobre temas que
nadie conocía ni entendía, pero persistieron en sus esfuerzos, contentos
de permanecer en un segundo plano, sabiendo que con el tiempo, lo que
antes se consideraba ‘raro’ sería común, como lo es hoy.
Los
Cristales están aquí para crear equilibrio espiritual, para enseñarnos
cómo integrar nuestros aspectos espirituales y materiales, para vivir en
el cielo estando en la tierra.
Pero la
creciente polaridad del proceso de ascensión ha sido difícil para ellos y
sienten que entraron en el espacio energético de la Tierra mucho antes
de que éste estuviera listo para ellos.
Ellos
se sienten más cómodos en un ambiente altamente espiritual y acogedor y
amable, y lo que encontraron se siente cualquier cosa menos eso. Ellos
pueden sentir que están viviendo en dos mundos, el mundo apacible y
seguro de su propia energía, y el mundo exterior que sienten que no los
entiende ni aprecia. Ser sensitivos energéticamente puede crearles una
falsa sensación de miedo, ya que a menudo no saben cómo separar su
energía de lo que ellos sienten que les rodea.
Ser
sanadores naturales los lleva a precipitarse a sanar la energía, en
lugar de dar un paso atrás y aplicar energía sanadora a un nivel más
alto en el que están más cómodos.
Más que
otros, ellos sienten los poderosos cambios y liberaciones energéticas
actuales, y el miedo por el que muchas personas están pasando en este
tiempo.
Debido a que son tan empáticos y
tienen un potencial sanador tan fuerte, tienen que esforzarse mucho para
no integrar la negatividad que los rodea y tratar de transmutarla ellos
mismos, lo que puede crear depresión, ansiedad, malestar físico y
enfermedad, y desgaste energético.
Los
Cristales se sienten como almas viejas, sabias en temas espirituales,
pero a menudo infantiles cuando se trata de asuntos del mundo material.
Su
mayor desafío en la vida es mantenerse arraigados, enfocados y dentro
de su energía, pero sin excluir al mundo y retirarse a su propio espacio
energético seguro.
Al equilibrar su
empatía con el desapego, establecer fuertes límites energéticos y usar
sus habilidades sanadoras desde un punto de empoderamiento y no como
mártires, ellos ofrecen soluciones a muchos de los problemas del mundo, y
pueden ayudar a otros a encontrar empoderamiento desde dentro de su
propio centro espiritual.
Pero sin el
desapego, fácilmente pueden perder su enfoque, desarraigarse y flotar
por la vida en una especie de limbo energético.
Las
energías Cristal e Índigo trabajan juntas para ofrecer una solución
completa para el mundo, identificando desafíos y proporcionando
alternativas transformadoras. Dándosele tiempo, espacio y aliento, la
energía Cristal ilumina, apoya, guía y dirige una profunda
transformación de la energía más densa hacia sus más altas octavas.
El
mensaje Cristal enfatiza la sanación y el amor incondicional, cuando
pueden mantenerse enfocados en el valor de sus dones y utilizarlos para
edificar el mundo que los rodea.
Sus
dones residen en las artes, la música, compartir información, enseñar,
canalizar, la empatía, compasión y sanación a nivel del alma.
Fomentar
la expresión de la energía Cristal en sí mismos, en sus hijos y en
otros, crea aperturas energéticas hacia un mundo que está naciendo
mientras el viejo mundo muere, para crear la poderosa transformación del
cielo en la tierra, haciendo énfasis en la empatía y compasión, y
buscando un equilibrio espiritual en un mundo enfocado en lo material.
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