sábado, 11 de mayo de 2013
ASCENCION - -A LOS PIES DEL KAILASH-
De Roberto Maruri Ampuero
Mayo 12, 2013
Y
aquí estamos escuchando estas voces de piedra, y aquí estamos
escuchando la luna en las aguas, como un maestro a los pies del Kailash,
bajo las nieves eternas del Nepal y bajo las manos blancas de Los
Andes.
Bajo los templos de piedra en las cámaras
sagradas del corazón, nosotros Somos las orquestas de cámara y los
coros nevados que flotan. Y estamos aquí desnudos bajo el sol y la
lluvia. Como unos budas solitarios recorremos las avenidas, o como unos
sherpas subiendo. Somos nosotros los que hablan al viento, y las miradas
que se incineran en los horizontes.
Estamos en
los templos danzando en una danza profunda, y las voces de Krishna Das
están inspirándonos. Nosotros somos los que han derramado estas auras.
Los que viven en esta tierra maestra. Nosotros somos los que esculpen la
libertad sin sombra del viento en los bosques. Nosotros somos los que
atravesamos los bosques, los que derrumbaron todos los templos, -los
templos sólo existieron para ser derrumbados-; y hay una manera tan
profunda de atravesar esos bosques. Nosotros somos las aves que los
vuelan, nosotros somos las águilas que los sobrevuelan. Estamos en los
templos del viento. (Para componer un poema hay que hacerlo al ritmo de
los mantras antiguos recreados por los nuevos músicos de este viento que
canta en los corazones). Gaia es la humanidad en verdes. Y esta carne
son los templos del Testigo, estos son sus huesos, estamos en ellos
flotando.
El femenino renace en las aguas. Son
los nuevos equilibrios. Aquí nada yace. Todo es más hermoso que antes,
la óptica es otra. Todo pareciera moverse como un sauce en la superficie
del agua, y los peces abajo. Todo pareciera más nítido, más real, más
presente. Hay algo más allá de estas ínsulas –extremas-.
Nosotros
somos los nuevos tigres, los nuevos pumas que suben las cumbres, que
ascienden. Somos más bellos que antes o Somos la Nueva Belleza. Nosotros
somos el blanco puro de las cordilleras amantes y los grandes maestros
que las contemplan. Y estamos aun moviendo estos huesos. No ha sido
fácil, pero Es. Estamos en los lugares del aire. Nuestras miradas
recrean lo prístino. Antes habitamos las cavernas de las estrellas, y
también las cavernas de las cordilleras. Somos los nuevos monjes. Todo
es más desnudo y más puro. Hay otra sangre. Los crepúsculos mueren
distintos. Esta es la belleza de un cosmos que cambia. Y estás adentro.
Has creado.
Los arcos se mueven sobre las cuerdas de los violines en las canciones sagradas. Todo nos lleva a un Nuevo Silencio.
Y
estamos en la piedra y sobre la piedra. Nuestros huesos son duros como
los farallones (se necesitaron así para soportar las tragedias creadas).
Y aquí estamos componiendo lo nuevo. Y sí, sangrábamos. La travesía fue
extrema. Éste es el honor de lo nuevo. Éste es un canto. Una voz que
sube a los altares del cielo brotando desde el corazón de la Tierra. La
Tierra brota en caudales de aire y agua. Nosotros somos todo, todas las
conciencias que danzan aquí en este ahora profundo. La libertad se
despliega distinta.
*Fotografía tomada por Arthur Withers del monte Kailash en Nepal
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