21.11.13
Un día Comprendí... Sentí...Aprendí...
Amados!!!!
Un día
comprendí, que amando sin límites lograba
superar el dolor, la soledad y la distancia…
Un día
comprendí, que cuando se amaba sin esperar respuestas, las respuestas llegaban
solas y de la mejor forma.
Un día
comprendí que amando a todos por igual, los envidiosos, celosos, vanidosos,
orgullosos, agresivos, impiadosos… los sanaba y me sanaba, pues el amor es un
bálsamo que perdura en el tiempo eterno y en el espacio infinito.
Un día
comprendí, que cuando lloras en el rencor y el odio, cada lágrima socava aún
más las heridas y te alejas de la tu propia esencia, pero cuando las lágrima se
acompañan del amor el dolor es sanado en la LUZ!!!.
Un día
aprendí, que las enfermedades son las respuestas de… emociones negativas, pensamientos
descontrolados, palabras hirientes, acciones agresivas.
Un día sentí
que perdonando y perdonándonos a nosotros mismos, las heridas cicatrizaban más
rápido y las enfermedades se transmutaban en salud.
Un día
aprendí que el Ser Humano, es el único ser vivo del Planeta Tierra, que comete
el mismo error, miles de veces y continúa diciendo que tiene razón y la
responsabilidad es ajena.
Un día
aprendí, que la lógica se puede aplicar a casi todo, menos… en el sentir del
corazón.
Un día
aprendí, que cuando solté la “lógica” y me anclé al corazón, logré ingresar a
mi propia y única… Paz Interior.
Un día
aprendí… con lágrimas de compasión, sonrisas de ternura, silencio interior y
Paz en mi corazón, que la vida es un instante en la eternidad de Dios.
Un día sentí
que yo soy un pedacito de Dios encarnado con una misión… Ser Luz en el caos,
ser Amor en el conflicto, ser lazo de Unión en la separación, ser la que soy
aunque no me comprendan, aunque me juzguen, hasta cuando me insultan.
Pues para eso
es el AMOR, para serlo siempre, no solo cuando nos aman, sino también cuando
nos discriminan, nos ignoran, nos golpean, cuando se alejan y cuando se olvidan
de nuestro amor.
También
aprendí que el amor perdura, no envejece, no se pierde, siempre está presente,
pues siempre deja algo en los corazones, esas chispas de alegría que te
iluminan en la peor de las tormentas.
Un día aprendí,
que hasta el corazón más duro, se doblega con una caricia de amor, pues para el
amor nada es imposible.
Un día
aprendí, que la sabiduría, no se encuentra en los libros, ni en las profecías,
ni en el conocimiento de lo que fuimos en otras vidas, ni canalizando a los
Maestros, ni encontrando el Alma Gemela, ni conociendo a la Llama Gemela, pues
ante la adversidad, ante la alegría, ante Dios Padre/Madre, siempre se está
solo… nosotros y la Fuente Divina.
Un día
comprendí, que soy el resultado de milenios, pero no lo recuerdo,
entonces…caminando hacia mi Silencio Interior encuentro la Paz de mi esencia.
Un día
comprendí que aceptar mi realidad cotidiana por más agobiante que la sienta,
fue mi elección, antes de llegar a este tiempo, para mi mejor bien y para el
mayor beneficio de todos aquellos que están conectados a mí corazón.
Un día
aprendí… que el verdadero AMOR es silencioso, nada pide y entrega todo.
Nada pregunta
y sabe todo, pues el amor es como el aire que se filtra en todas partes, llega
más allá de la mente, del conocimiento… nunca se detiene, pues no conoce de
límites.
Hasta nuestro
próximo encuentro.
Con Amor,
Ashamel Lemagsa.
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