lunes, 3 de marzo de 2014
DE JOCELYNE RAMNICEANU PERSONAL - "EL NIÑO INTERIOR"...
Hace
un tiempo escribí sobre el niño interior y ofrecí una meditación que
podían realizar, ubicada en el artículo llamado "Honrando a nuestro niño
interior", pero no me había percatado de la magnitud de su importancia
tanto en mí como en las personas que vienen a realizar las terapias de
Desbloqueo Energético. Noté que invariablemente los dolores corporales,
la rigidez, los temores, la tristeza y la ira reprimida, todas estas
manifestaciones salen a flote durante las terapias y siempre están
relacionadas con asuntos pendientes de nuestra infancia y más allá.
Para
quienes no saben, el niño interior es nuestro subconsciente, aquella
parte donde quedaron registradas todas las situaciones de dolor,
traumas, creencias y emociones como también las experiencias
agradables.
Una
parte de nosotros quedó congelada en ese estado, en esas experiencias
mientras fuimos creciendo y aprendiendo a sobrevivir. Todos tenemos un
niño herido, unos más que otros, que fue lastimado en algún momento de
su desarrollo. Estas heridas se manifiestan constantemente en nuestra
vida adulta.
Esa parte nuestra quedó olvidada y abandonada.
Esa es la parte que aprendió a protegernos reaccionando a las
situaciones similares o a cualquier eventualidad que pueda causarnos
nuevamente daño. A nuestro niño lo ignoramos totalmente, desconociendo
el origen de las decisiones que fueron tomadas tempranamente y que hoy
en día ya no nos resultan útiles y más bien nos causan problemas.
Olvidamos las causas que dieron origen a nuestros patrones de conducta y
de qué manera remediarlo.
Hoy
en día necesitamos desaprender aquello que perpetuamos en conductas
negativas una y otra vez o aquello que nos hace atraer relaciones
nocivas a nuestra vida para poder fluir libremente.
¿Qué
necesita nuestro niño interno para colaborar con nosotros y soltar esos
patrones de conducta, esos programas y reacciones? Aquello que andamos
buscando en el mundo, es justamente aquello que necesitamos de nosotros
mismos, la aceptación, la seguridad, sentirnos valiosos, la compañía, la
confianza, pero sobre todo amor.
No
podemos sentir amor verdadero hacia el mundo si no se lo damos primero a
nuestro niño interno. No podemos dar lo que no poseemos. Entonces sin
saber andamos por la vida como seres necesitados buscando ser rescatados
o buscando relaciones donde rescatemos a otros para sentirnos
importantes y valiosos. Pero ocurre que no podemos obtener aquello que
necesitamos tampoco de quién no lo puede dar; porque somos nosotros
quienes tenemos que completarnos. No somos la media naranja buscando la
otra mitad. Siendo seres completos podemos disfrutar del amor sin
condiciones, sin necesitar que otros nos den aquello que nos falta.
Las relaciones no se basan en conseguir quien nos complete sino en quién nos acompañe.
Al
relacionarnos nuevamente con nuestro niño interno, tenemos que ganarnos
su confianza, darle todo aquello que necesita para sanar sus heridas y
dejar ir aquello que lo hirió.
Así nos liberamos del resentimiento, del temor, y de la tristeza,
también de memorias de abandono o abuso. Es allí cuando realizamos el
verdadero perdón, dejando ir, soltando lo que nos amarraba a un
recuerdo.
Cuando
en el ahora, sanamos nuestro niño interior, no solo estamos cambiando
nuestro futuro, también nuestro pasado se transforma.
Nuestro
niño interior vuelve a ser un niño sano, alegre, curioso, seguro
confiado y juguetón. Y así experimentaremos la vida nuevamente.
Te amo
Por Jocelyne Ramniceanu Personal
GHB - Informacion difundida por: http://hermandadblanca.org/
Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com
http://romancesdivinossohin.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.