Canalización de Kryon por Lee Carroll
Sun Valley, Idaho, sábado 10 de Enero de 2015
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
Saludos, queridos, Yo Soy
Kryon del Servicio Magnético.
Estas
son las primeras palabras que les hemos dicho desde este canalizador en este
año. Las mismas que hemos estado diciendo durante 25 años. Y vamos a hacer
algo un poquito diferente. Vamos a hacer una ceremonia esotérica. Con esto
queremos decir que ustedes pueden participar en ella con su mente. Como antes,
esto depende de su creencia - si esto es real o no - y pueden participar en el
grado que lo deseen. Quienes están en este salón, en abrumadora mayoría, están
en sintonía. Están sintonizados con una verdad que es intuitiva; esto no los
hace mejores que otro ser humano; los hace más viejos (se ríe).
El
punto de vista de la humanidad; nosotros los vemos como una luz a través de los
milenios. Ustedes miden sus vidas por nacimiento y muerte. Nosotros medimos
por acción kármica. Conozco muy bien a quienes están sentados frente a mí.
Ustedes han oído mi voz antes; tenían rostros diferentes, y ni siquiera lo
saben.
Participemos
en saludar a este año. Esotéricamente, quiero que formen un círculo. Quiero
que se sienten en el suelo como hacen los indígenas. Como aquellos que vinieron
antes que ustedes: sentados en la tierra. Nada de sillas, ni artificios, ni
comodidades. Y en medio de todos se ha preparado un fuego, lo que ustedes
llamarían una fogata, ardiendo lentamente durante horas. Ahora las llamas están
altas y sienten el calor. El sol está descendiendo, el clima es agradable: ni
mucho calor ni mucho frío; están cómodos. Y están aquí por una sola razón:
para decirle gracias a la Tierra. Ahora bien, si esto les suena familiar (se ríe) es porque es todo lo que tienen.
Hubo
un tiempo en que las almas antiguas, tan antiguas como las hubiera, se reunían
como ancianos, incluso algunas veces desde múltiples tribus, y hacían
ceremonias. A veces eran largas, a veces cortas, pero en las del comienzo de
año participaba el Bastón de la Palabra. Éste era una batuta de sabiduría que
pasaba de un anciano a otro, y cada uno decía una frase; la mayoría de esas
frases eran un agradecimiento al amor del planeta. Esto es lo que ustedes
están haciendo ahora, uno por uno, para saludar a este año. Hablaré más sobre
eso esta noche. Sé lo que piensan sobre cómo comenzó, pero las cosas no
siempre son como parecen.
Ustedes
son parte de una evolución, de modo que quiero que comiencen agradeciendo al
planeta por la evolución que ha comenzado. Uno por uno están haciendo esto.
Cada uno es un alma antigua; no presten atención a la edad que tienen ahora; en
el salón están los que son grandes y los que son jóvenes, pero eso no importa,
porque han acumulado miles de años.
La
ceremonia es significativa, y la Tierra los oye y el Espíritu los oye, y en el
centro el fuego representa la vida, como lo hacía en los tiempos antiguos para
los indígenas de todas las tierras. El fuego estaba en el centro de la vida;
daba el calor que necesitaban para cocinar sus comidas, cocía sus alfarerías y
mucho más. Ustedes saben cómo se desarrolló eso, en qué se transformó; si no
lo saben les cuento. Ustedes comprenden que a veces no se podía llevar una
fogata de aquí para allá y sin embargo ustedes querían hacer ceremonias que
eran importantes, porque querían amar a la Tierra, querían hablarle al planeta,
hablar a las estrellas; fue el comienzo de sahumar: no se puede tener humo sin
fuego. De modo que eso es el simbolismo de la fogata. Incluso las pipas que
fumaban, tenían ese atributo: el fuego. Porque no tenían cómo sostener una luz
sin fuego. Lo que hacían los indígenas era producir humo, cada uno, y pasarla
al siguiente, como una participación en el fuego del centro.
Hagan
esto junto conmigo. Y quiero que lo sientan moderno. Puede que para ustedes
sea antiguo; quiero decirles que en este año, esto es lo que queremos.
Algunos
de ustedes están aprendiendo que se necesita un regreso al pensamiento
original. Y hay dos cosas que les he dicho específicamente que esta sociedad no
hace; los invitamos a aprender sobre eso, a disfrutarlo, y a apreciarlo, y la
primera es: honrar al planeta. Porque está vivo, apoyándolos. Y si no lo
creen, miren la información que les he dado antes sobre las rejillas, tantas
veces.
Y
la segunda cosa es honrar a los ancestros. Y esto es casi una broma, porque
los indígenas no honraban a los que se habían ido antes; se honraban a sí
mismos en una vida pasada. (se ríe)
Están honrando a su propia divinidad. ¿Cuántas veces han estado aquí?
¿Quiénes han sido? ¿Tienen una ceremonia para honrar eso? La respuesta es
no. Pero los indígenas sí lo hacían cada vez que honraban a sus antepasados.
Mi
socio les ha mostrado imágenes de Rapa Nui, la isla en la costa de Chile, y las
piedras gigantescas que ellos llaman moai. Los indígenas de la isla les
cuentan que las piedras simbolizan a sus ancestros. Y que ellos impregnaban la
energía de sus ancestros en las piedras, que permanecerían allí para siempre.
Y que cuando visitaban las piedras se arrodillaban y hacían ceremonias. Eran
zonas sagradas que no podían tocar ni ir, a causa de los ancestros. ¿Saben qué
estaban haciendo? ¡Son inteligentes! ¡Estaban honrándose a sí mismos y lo
sabían! (se ríe)
¿Cómo
se honra una vida pasada? Especialmente en una isla a la que uno sigue
volviendo. ¿Cuántas veces? Nadie lo sabe. Eso es inteligente.
Entonces
tal vez estaban un tiempo lejos, podría considerarse así.
De
modo que estamos en círculo, con fuego en el centro; ahora se ha puesto el sol,
comienza la brisa y ustedes pueden quedarse tanto como lo deseen. Y si están
muy callados y son sensitivos, pueden oír a la Tierra contestarles: ¡Buen
trabajo, querida alma antigua! Eres amado sin medida. Tenemos mucho que hacer
juntos. (se ríe)
Y
ése es el mensaje para el año, para el día, para ustedes y para cualquiera que
escuche, desde ahora en adelante.
Y
así es.
Kryon
© Lee Carroll
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