Pablo el Veneciano, Toda acción rebosante de Amor
10-01-2015
A decir verdad, el amar a otros no es lo más fácil del mundo.
Si se toman el tiempo para reflexionar honesta y fielmente qué es el
amor real y verdadero, no en teoría sino cómo se relacionan con otros y
consigo mismos, pudieran conjurar nombres como el de la altruista Madre
Teresa, el dedicado Martin Luther King Jr., o inclusive el gentil pero
osado Jesús. . . y hay otros que han hecho una diferencia con su
altruismo y amor puro que ellos ofrecieron gustosamente, sin
cuestionarse, a todos igualmente y todas sus obras fueron realizadas con
amor.
Gente como ésta y más no se fijaron en la apariencia de las personas para determinar si eran dignas de ser amadas.
Aún
la persona más desagradable recibía amor incondicional porque toda la
gente es digna de recibir amor, sin ninguna expectativa a cambio.
Consideren
ahora este tipo de comportamiento en el lugar de trabajo con un colega
que siempre los saca de quicio, o el vecino que siempre es ruidoso y
alimentado por las bebidas alcohólicas o influenciado por las drogas,
gente que es diferente a su manera de vivir y de ser, ¿pueden decir
honestamente que son capaces de amar a esta gente tan puramente como
aman a su familia?
Es
cierto, queridos míos, que el amar es algo que sólo ustedes pueden
elegir, y al mismo tiempo es algo más grandioso que cualquier decisión
mundana pues es una acción, y sin acción no hay nada.
¿Han pensado alguna vez que el amor pudiera tratarse menos de las
emociones y sentimientos y más de la disciplina y el enfoque?
Si
ustedes ven al amor sin el apego emocional que le dan a menudo, con el
tiempo van a concluir que el amor es más que simplemente sentimientos, y
que es más acerca de estar dispuestos.
¿Es
posible mostrar un poquito más de amor en cada parte de su día, junto
con un actitud de estar dispuestos y listos para tener un corazón
abierto?
Es más que posible poner el amor en práctica, ustedes necesitan simplemente aprender a controlar su hábito de juzgar a otros.
Recuerden queridos míos, ninguno de ustedes es perfecto.
Cada querido ser viene con sus propias debilidades e imperfecciones.
Nosotros sabemos que ustedes han experimentado ocasiones en las que se han sentido destrozados.
En vez de condenar a la otra persona por sus diferencias o errores,
extiendan su gracia y faculten a otros mediante el poder de su
aceptancia, sin importar quiénes son o cuáles son sus debilidades.
Demostrando gracia y aceptancia no son las únicas maneras de poner el amor en acción.
Enfóquense en perdonar más y en ser menos rígidos. ¿Acaso no hay suficientes conflictos en el mundo?
Así que, ¿por qué añadirles por cosas insignificantes? Perdonen las
ofensas que les han cometido y perdónense a sí mismos por ponerse en una
situación dolorosa de cualquier evento pasado en particular. . . y
déjenlo ir.
Ámense lo suficiente como para deshacerse de cualquier conflicto profundamente arraigado que les ha molestado.
Dejen ir sus resentimientos amándose a sí mismos y se maravillarán del
increíble poder del amor y de cómo se despliega ante sus ojos de maneras
que nunca han imaginado.
Si ven a la Madre Teresa, Martin Luther King Jr., o Jesús, notarán que ellos no desilusionaron a otra gente de sus sueños.
Ellos los apoyaban y los ayudaban a fortalecer su confianza
facultándolos mediante palabras sabias y afirmaciones amorosas y
positivas de que ellos podían hacer cualquier cosa cuando decidían de
corazón hacerla.
El alentar genuino puede cambiar el mundo de alguien y cada uno de
ustedes tiene este poder para hacerlo realidad si ponen el amor en
acción.
Aún cuando el tema de lo que se esté platicando sea aburrido o no les interese, escuchen con claridad y enfocados.
Sean
la persona que escucha que ellos necesitan, no se desconecten de ellos
porque les van a hacer una pregunta y se requerirá pronto después de
ustedes que les den una respuesta inteligente.
Es más bien descorazonador que quien está hablando encuentre que la
persona con la que hablaba no ha escuchado lo que ella consideraba
suficientemente importante para compartir.
Muestren
su amor estando enfocados en cualquier conversación, pongan sus
opiniones de lado y permitan que su amor fluya a través de la
generosidad de sus habilidades para escuchar que demuestran comprensión y
empatía de comienzo a fin.
Es difícil de llegarles a algunas personas, pero siguen siendo dignas de ser amadas.
Tengan en mente que la gente es gente. Su trayectoria es única.
Sus vulnerabilidades emocionales requieren igualmente de una aceptancia y pertenecer.
Sólo
porque alguien es diferente, sin importar cómo sea clasificado, eso no
significa que deba ser desacreditada para que encaje en ciertos
estándares.
Aunque la persona sea fea, esté sucia, y sin dinero, sigue siendo digna de ser tratada con amabilidad y con amor.
Vean
en retrospectiva lo que ustedes han hecho recientemente y reflexionen
si cualquier cosa que hayan hecho, incluyendo cualquier interacción, fue
hecha con amor antes de que empezaran.
O se habían formado ya una opinión en su mente o un juicio sobre cómo proceder.
Volviéndose
conscientes de cómo solían hacer las cosas es una buena manera de hacer
cambios al futuro practicando ahora, en el presente, a ser más
cariñosos en todas sus acciones, todo el tiempo, sin importar quién las
está recibiendo.
El amor está en ustedes para que lo den — y lo den libre e igualmente a uno y a todos.
SOY el Maestro Ascendido Pablo el Veneciano…
…via Julie Miller
Traductor: Gloria Mühlebach
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.