lunes, 23 de marzo de 2015
"La Impresionante Historia Del Niño Que Cuenta Cómo Era Su Vida Antes De Nacer En La Tierra"...
22-03-2015
El chico ya está
grande. Pero en 1991, cuando tenía pocos años, no tuvo mejor idea que
escribir un libro revolucionario llamado “Vengo del Sol”.
Un recopilado de todos
los recuerdos de un niño, Flavio Cabobianco, entre los 3 y 10 años de
edad. Un testimonio que puede ayudar enormemente a otros niños que estén
pasando por lo mismo y, a la vez, a los adultos que deben aprender a
escucharlos con mente abierta. Ellos son nuestros grandes Maestros.
El libro surgió a
partir de un trabajo de ordenamiento que hizo la periodista
austro-argentina Ama Hilde Brostrom sobre las notas de Alba Zuccoli y
Omar Néstor Cabobianco, los padres de Flavio.
En los encuentros con
ella, Flavio, que entonces tiene 8 años, agregó comentarios a los
dibujos y esquemas que facilitaban, según el pequeñito, la comprensión
de sus explicaciones sobre temas como la formación de la materia, la
misión al encarnar, los recorridos de las almas, la energía de los
planetas y el Universo, el tiempo-espacio, etc.
“El libro que terminé de gestar cuando tenía aún diez años cambió mi vida rotundamente.
Nos educan para
olvidar que creamos, co-creamos lo que llamamos realidad. La vida es tan
mágica… vivir es un acto creativo. La escritura es para que hable el
alma; o si no, no vale la pena. A veces estoy confundido. Estar
confundido es fantástico porque es estar aprendiendo y estar vivo.
Prefiero expresarme en un libro porque tiene vida, tiene mi energía. Al
abrir sus hojas otorga todo lo que tiene para entregarlo al mundo”, dijo
Flavio, poco tiempo después de terminar su obra.
Prólogo imperdible
“Nuevos niños están
naciendo. Son humanos diferentes, aunque no lo parezcan. Yo soy sólo uno
de ellos, uno de los primeros. La humanidad está cambiando. La conexión
con lo espiritual está más abierta. Todos los niños pueden ahora
mantenerse unidos a su esencia.
Los bebés lloran
porque es muy difícil este planeta. Un bebé trata de expresarse vía
telepática, pero no le funciona porque todo aquí es muy denso. Ve todo,
lo malo y lo bueno, lo falso y lo verdadero.
En otros planetas uno
ve lo que quiere. Ver es una manera de decir, ya que no hay ojos
físicos, uno se focaliza en lo que le interesa y se puede cerrar cuando
quiere. El recién nacido está asustado, encerrado en la realidad física.
Extraña la unidad
esencial de donde viene, entonces se adhiere rápidamente a las personas
que lo cuidan. Traspasa a los padres el lugar del Ser Supremo. Los
padres, si creen sólo en lo material, lo involucran cada vez más en lo
físico.
Al enseñarle a hablar,
limitan su pensamiento. Los niños al crecer, van perdiendo la conexión
con su origen. Para ayudar a los chicos hay que ayudar a los grandes. Si
los padres están abiertos, van a cuidarlos sin imponerles sus propias
ideas, su visión del mundo. Lo principal es darles espacio, darles
tiempo, dejarlos pensar, dejarlos que hablen.
Los humanos aprenden a
usar un solo punto de vista, el cotidiano que sirve para lo físico y
para vivir en sociedad. Los niños, al jugar practican esta realidad.
Seguir abierto es mantener otros puntos de vista. Por ejemplo, el punto
de vista Exterior es “ver” desde fuera de la Tierra y, más aún, desde
fuera de la parte manifestada del Universo.
El punto de vista
Central es “ver” desde el Núcleo, esencia energética de Dios. El punto
de vista Interior es “mirar” desde dentro del núcleo interno del propio
ser, y ver el núcleo de otros seres. A los niños se les hace practicar
sólo el punto de vista Cotidiano. Entonces limitan el uso de sus ondas
mentales y aprenden a focalizarse en el plano físico. Es como usar
apenas una partecita de una computadora.
Una vez que están
programados de esta manera, es difícil que se abran, pueden confundirse.
Hay que tener mucha paciencia para reabrir la conexión espiritual. La
mayor parte de los seres humanos viven toda su vida olvidados de la
totalidad. La unidad superior la mantienen cuando son bebés y a veces la
recuperan poco antes de morir.
Buscan la felicidad
externa porque pierden la interna. Sufren por los deseos y también por
la adicción a otros seres humanos. Un niño nuevo sabe que es parte de la
Totalidad. Si se le quiere enseñar la idea de “mío” se confunde, cree
que todo es de él. Hay que dejarlo compartir.
Entrevista. 4 Vídeos
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=zljpDOh_hrM
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=vTGsUwZM9Zo
Parte 3: http://www.youtube.com/watch?v=5z43vXLKyJU
Parte 4: http://www.youtube.com/watch?v=n37XuseKUf0
WebSite: http://www.nuevamentes.net/
WebSite: http://wp.me/p5RUdl-Fqq
Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com
http://romancesdivinossohin.blogspot.com
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