10-03-2015
Es éste enorme cambio de percepción que lleva a la llegada del Tsunami de Amor.
Nadie no es merecedor del Amor de Dios y por lo tanto nadie no es merecedor del suyo.
La
única razón de que retengan el amor de alguien es porque creen que no
son adorables y retener amor de alguien es retenerlo de ustedes mismos.
No
obstante, reconocer y estar consciente de esa creencia dolorosa sobre
ustedes mismos a menudo es muy terrible sancionar y entonces lo
proyectan hacia afuera contra alguien que juzgan no siendo merecedor de
ser amado.
El juicio es un aspecto de la ilusión a la cual muchos están atados entusiásticamente.
Debido
a la sensación fundamental de indignidad que muchos sienten y niegan,
puede ser muy satisfactorio ver el comportamiento de otro como erróneo,
pecaminoso, criminal, engañador, indigno de confianza – de hecho ser
diferente de alguna forma en su comportamiento de su sensación personal
aceptada de lo que es “normal” – juzgarlos de acuerdo a algunas reglas
arbitrarias de su creación y entonces condenarlos justamente y
sentenciarlos entusiásticamente a lo que están convencidos que es un
castigo muy merecido.
Es
demasiado fácil encontrar un blanco donde proyectar éste intolerable
odio de sí mismo porque muchos de ustedes se sienten así por ustedes
mismos y constantemente están buscando a alguien indigno que haya hecho
mal en quien puedan imponer un juicio santurrón y justificablemente
negativo.
Hacer
esto los ayuda a sentirse mejor sobre ustedes mismos porque al
compararse con estos otros inaceptables pueden decirse a sí mismos, “no
soy tan malo como ese”, o incluso, “soy realmente muy bueno”.
Y
en su miedo colectivo hay unos cuantos entre ustedes que no han
cometido algunas acciones que se perciben generalmente como crímenes en
vez de ser reconocidas como las llamadas desesperadas de amor que en
verdad son.
La
forma de salirse de éste aparente circuito infinito es reconocer, mirar
y liberar todo juicio de sí mismo de que no son valiosos. Ante los ojos
de Dios nadie es jamás indigno.
Si
se encuentran juzgando a otros o a ustedes mismos, incluso
privadamente, secretamente en sus mentes, indica que están en negación
de su propia sensación de indignidad, de falta de cariño.
Sin
embargo, una vez que han buscado en su interior y han reconocido
totalmente ese estado extremadamente doloroso, esa creencia temerosa y
sentimiento de que no son lo suficientemente buenos, pueden liberarlo y
ver la insensatez de eso, la invalidez de eso.
En
ese momento de consciencia al liberarlo gentilmente, agradezcan la
protección que pensaron que les ofrecía y entonces tengan la intención y
permítanse sentir el Amor en el cual el Tsunami de Amor los ha
envuelto.
La condición humana en la cual cada uno de ustedes se ve separado uno del otro y de Dios, les causa demasiado estrés.
Su
verdadera naturaleza es el Amor pero como humanos parece que están
separados de ese estado y se pasan la vida buscándolo en su mayoría en
lugares equivocados – desde sus padres, inicialmente, desde figuras de
autoridad, desde grupos de amigos y muy probablemente desde otro
individuo al que admiran y envidian y de quien esperan les regrese su
admiración.
Creer que están separados es una experiencia muy dolorosa que empieza en el nacimiento al ser expulsado del útero.
Al
crecer y desarrollarse, las reglas paternas, tribales, culturales,
raciales y religiosas que se les imponen confirman esa sensación de
separación porque cada vez que rompen una de ellas y se les juzga mal y
tal vez se avergüenzan por cometerla, construye dentro de ustedes una
sensación intensa de indignidad separándolos emocionalmente de la “buena
gente”, aquellos que los han juzgado.
Ese dolor tiene que enterrarse, oculto en su inconsciencia porque no puede brotar.
Cuando lo ven expulsado de esa forma, está claro que la única salida de éste estado de infelicidad es abrazando el amor.
Todos ustedes, cada ser humano solo quiere ser amado. Y no existe ni un momento en el que no sean amados infinitamente.
Como humanos necesitan sentirse amados porque el Amor es su naturaleza y sentirse no amados conlleva a morir.
Así que continúan buscando afuera lo que solo pueden encontrar adentro de ustedes.
El Amor es la fuerza vital, sin él dejarían de existir y eso es imposible porque son seres eternos Uno con la Fuente.
No
obstante, parece que para muchos de ustedes que mueren porque han
aprendido por eones identificarse solo con sus cuerpos humanos, que como
dicen, tiene una vida muy limitada.
La
ciencia médica ha tenido éxito en extender esa expectativa de vida en
el cuerpo pero también ha alentado la creencia de que es la única vida
disponible para ustedes.
A través de los eones, el amor incondicional y la aceptación han sido un estado del ser que pocos han experimentado.
Sin
embargo en los últimos cien años o más, principalmente por el
desarrollo de la psicología como una práctica de sanación de alivio, la
necesidad que los humanos tienen por el Amor se ha reconocido y aplicado
crecientemente así que muchos jóvenes hoy lo toman como normal – y en
verdad lo es – que la gente debería comportarse cordialmente y
amorosamente unos con otros.
Es éste enorme cambio de percepción que lleva a la llegada del Tsunami de Amor.
Anteriormente,
no habría sido bienvenido debido a que la actitud general humana
alienta el juicio y el duro castigo a los que hacen el mal aun por las
más pequeñas ofensas.
Se decía que el Amor era deseable pero no obtenible y por lo tanto era considerado insensato incluso soñar experimentarlo.
Tienen algunas expresiones que quedaron de esos tiempos: “tienen que ser crueles para ser amables” y “amor difícil”.
Muchos
aún creen en ellas. Sin embargo, la humanidad como un todo se está
alejando rápidamente de ese sistema de creencias insensato y
verdaderamente inconsciente.
El amor no condena ni castiga, se ofrece libremente y constantemente a todos.
Pero
a través de los eones se la han pasado en la ilusión, jugando juegos de
separación y experimentando el miedo concomitante, el juicio y la
vergüenza que ofrece, han aprendido a verse sin merecerse amor y por lo
tanto encontrar difícil aceptarlo.
Sintiéndose
no amados porque se han cerrado a eso para que el dolor de no sentirlo
no sea experimentado, se asombran cuando alguien inesperadamente los
trata amablemente y amorosamente.
Esto está pasando con más frecuencia ya que todos están envueltos y sobre iluminados a cada momento por el Tsunami de Amor.
Lo que necesitan hacer para experimentarlo es abrir sus corazones y permitirlo.
Intelectualmente
la mayoría de ustedes sabe que Dios los ama a todos ustedes pero muy
profundamente dentro de ustedes reside su verdadero saber, el lugar
donde pueden sentir ese Amor envolviéndolos y abrazándolos.
Al abrir sus corazones aprenden a acceder a ese saber interno y entonces saborear la experiencia de eso cuando elijan.
Es
su derecho otorgado por Dios, su herencia así que reclámenla
diariamente y dejen ir todas las dudas sobre su mérito para gozar y
experimentar el Amor Infinito de Dios por ustedes.
Su hermano que los ama, Jesús.
Traducción: Gustavo T
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