Yo soy conciencia, Yo soy libertad
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Ad
|
abril 3, 2015
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YO SOY CONCIENCIA, YO SOY LIBERTAD
Osho “la Voz del Cosmos” entrevista, 14 de Abril de 1971 – extracto parte2
Tú
preguntas y yo te respondo; pero yo no puedo hacerte ninguna pregunta.
En lo que a mi se refiere no hay ninguna pregunta. Estoy viviendo como
las olas del océano, o como las hojas del árbol, o como las nubes del
cielo, sin pregunta alguna. Y en el momento en que fui conciente del
absoluto absurdo de preguntas, algo se perdió completamente, totalmente.
Fue una
resurrección. Renací, renací en una dimensión cósmica, no como un “yo”,
sino como la Conciencia Cósmica misma. En esta dimensión cósmica, toda
cosa es un juego. Tan pronto como entiendes esto, no solamente lo
entiendes, sino que lo vives, la vida se transforma en juego y tú te
sientes del todo muy a gusto. No hay tensión. Estás relajado. No hay
ego.
El
ego no puede relajarse, vive en tensión; se alimenta de tensiones.
Cuando no hay ego, no hay tensión; y tú, lo incluyes todo. No tienes
pasado ni futuro porque tú eres eternidad. Cualquier cosa que suceda es
un suceso; no es que tú lo hayas hecho ni que algo sea hecho por ti: son
nociones ilusorias. Hasta las personas religiosas piensan en estos
términos: hay que hacer algo, y el ego se ha asentado, es más piadoso y
más peligroso. Cuando el ego está allí, ambos, sujeto y objeto, están
también allí: el objeto ha cambiado pero el proceso sigue siendo el
mismo.
Cuando yo me refiero a mí, no hay nadie a quien referirse, es sólo un
artificio del lenguaje para que tú puedas entender; de hecho no hay uno a
quien pueda llamar tú o yo. Pero entonces el lenguaje es algo
imposible. Por esto la Verdad no puede expresarse en palabras. La Verdad
no puede tomar forma lingüística alguna, porque el lenguaje lo crearon
quienes no son verdaderos, existenciales. El ego mítico ha creado el
lenguaje y no puede nunca trascenderlo. Así pues, aunque sepas que no
hay nadie a quien referirse como “yo”, tenemos que usar esto en el
lenguaje. Pero te recuerdo que nadie existe.
Nada
hace este yo. Todo sucede por sí mismo. Nosotros mismos sucedemos,
somos sucesos. La Existencia entera es un suceso, no un hecho; el viejo
concepto de Dios como creador no tiene sentido para mí. Yo no diré, pues
Dios, el Creador porque la expresión refleja nuestra concepción egoísta
de crear, hacer. A semejanza de hacer humano, así Dios hizo el mundo.
Nos hemos proyectado en el plano cósmico: hay una creación y un creador;
existe la dicotomía.
Para
mí, Dios es eso que sucede – no el Creador – sino lo que sigue
sucediendo. Dios significa eso que continúa eternamente; cualquier cosa
que sucede es Dios. Tú y todos los demás somos sucesos, y Dios es este
eterno suceder. No hay creador ni creación, egoísta dicotomía que es
nuestra proyección en el plano cósmico. En cuanto sabes que en ti no hay
dicotomía de hacer y hacedor, entonces te das cuenta que no hay actor
ni acto: sólo sucesos. Y cuando se produce la revelación del eterno
suceder, desaparece el peso de encima, la tensión. Suceso fue tu
nacimiento y otro suceso será tu muerte. Tu estar aquí es un suceso; tu
no estar aquí será otro: en verdad tú no estás en ninguna parte.
¿Por
qué todo esto? ¿De donde procede este ego que piensa “yo soy” “yo
hago”? De la memoria, la máquina acumuladora de datos: naces, te
conviertes en niño, joven, envejeces…En el intervalo muchas cosas
suceden: amor, odio…Y la memoria sigue acumulando. Cuando contemplas el
pasado, la íntegra reunión de datos en la memoria, se convierte en “yo”,
“Yo amé”…”Sería mejor decir que en alguna parte sucedió el amor; el
“yo” no fue el autor. La memoria de que “yo ame” ha sucedido
precisamente como nacer, morir. Si una persona pudiera recordar esto por
veinticuatro horas: que las cosas pasan y que no hay autor, nunca más
ella sería la misma. Pero esto es muy difícil de recordar ni por un
momento.
Te
será muy difícil recordar que los acontecimientos se suceden y que tú no
eres el autor. Por ejemplo yo estoy hablando. Si yo digo: “que estoy
hablando” y pretendo sustentar que “yo hablo”, he confundido el
fenómeno. No sé cual será la próxima frase; pero ella llega. He ahí, un
suceso, con el cual no puedo relacionarme: algo sucede a través mío. Yo
no soy en absoluto el autor. He ahí el sentido de por qué los Vedas
conocían este hacho, el hecho de que algo sucede. Ellos no son los
autores, algo les llega; ellos son solamente los intermediarios, los
medios, los vehículos…y aún el ser este vehículo es un suceso. No es su
obra el haberse convertido en vehículos, de otra manera la misma falacia
existiría en otro nivel.
Si
profundizas cualquiera de tus actos, hallarás en ellos acontecimientos.
No hay acto porque no hay actor. ¿Cómo puede uno preguntar “por qué”?
¿Quién puede responder? Nadie, la casa está vacía, el dueño no existe.
Deja que sucedan las cosas, la casa misma sin dueño es capaz de sucesos.
Trata de entender esto más claramente. Buda repetía constantemente:
“cuando caminamos no hay caminante sino el caminar”; ¿Cómo puede
entenderse esto? Si yo no soy, ¿Cómo puedo caminar? Pero camina y
encuentra donde estás; encontrarás solamente el caminar. No podemos
entender cómo alguien puede hablar y decir que hay sólo palabras, pero
de hecho, no ha habido poetas, sólo la poesía ha sucedido. No ha habido
pintores, sólo pintura. Pero el vehículo se convierte en el dueño.
La
memoria crea la falacia. Mas para mí la falacia no existe. La memoria no
puede atraparme, ha perdido su poder sobre mí. Las cosas suceden, pero
no hay autor, y seguirán sucediendo, sucediendo… Yo no seré el
gobernante, el amor. Cuando entiendas esto, te convertirás en el amo en
un sentido muy diferente. Si tú no eres, entonces no puedes esclavizarte
negativamente.
Ahora tu libertad es total. Nadie puede hacerte su esclavo. No hay
posibilidad alguna de esclavitud. Parece una situación paradójica, pero
es un hecho. Ese que trata de ser el amo está siempre en peligro de
convertirse en esclavo; en cambio aquel que se trasciende a sí mismo,
hállese ahora más allá de cualquier esclavitud: es libre, tan libre como
el cielo. Mejor dicho, es la libertad misma, pues cuando uno es libre,
el agente existe. El es libertad. Así que si te place, te diré: “soy la
libertad”. NO puedo decirte esto razonablemente, pues si hubiera razón,
uno no sería libre, estaría ligado a ella.
“Yo
soy absoluta libertad”, en el sentido de que nada debe hacerse; estoy en
espera. Las cosas sucederán y yo las aceptaré. Y si no suceden,
entonces aceptaré el no suceder. Y sigo esperando. Esta espera lo
convierte a uno en un vehículo de las fuerzas divinas de la Existencia.
Mucho se hace a través tuyo cuando el actor no existe, y nada a través
de ti, cuando si está. Cuando hay hacedor tú estas, y estás haciendo
algo que es imposible, puesto que el hacedor es imposible. Por lo tanto,
como que el hecho no es posible, estás realizando un esfuerzo absurdo, y
sólo frustración será el resultado. Cuando tú no eres, siempre hay
triunfo. No hay fracaso tampoco porque eres, siempre hay triunfo. No hay
fracaso tampoco si nunca has tratado de ser nada. Lo que pasa, en
fracaso o triunfo, es un suceso, y cuando ambos acontecen, te vuelves
indiferente. Cualquier cosa te es igual.
Así
que puedo concluir que cuando digo “yo”, todos están incluidos. “Yo soy
Conciencia y Soy Libertad”. Uso dos palabras: conciencia y libertad,
sólo para que el misterio esté más a tu alcance; una y otra tienen el
mismo significado. Conciencia es libertad; libertad es conciencia. Menos
libertad, más materia. Mayor libertad, mayor conciencia. Cuando decimos
que esta mesa es materia, queremos decir que no es libre de moverse.
Cuando decimos que tú eres un ser conciente, es que tú eres libre hasta
cierto punto. En cambio, si te conviertes en la Conciencia misma, si
profundizas esto y penetras hasta tu fuente, entonces sabes que no eres
un ser conciente, sino la Conciencia misma. La Conciencia no es una
cualidad agregada a ti: tú eres conciencia; tú eres totalmente libre.
Encamínate, entonces, a donde quieras: o te vuelves más libre o más
conciente: una parte arrastrará automáticamente a la otra. Sé más libre y
serás más conciente. Sé más conciente y serás más libre. No puede ser
de otro modo porque conciencia crea libertad. Y cuando tú eres
totalmente consciente, eres totalmente libre, no hay causa ni propósito
para ti. Existes, y cada cosa es un suceso, y un suceso es “lila”.
Fuente: texto del libro: “Yo Soy- La Puerta Final ” de Osho
Yo soy, el Yo Soy (Yo soy Conciencia y Libertad) 2ª parte
https://youtu.be/GHlSoa-qpF8
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