La accion de las aguas de lo alto, Madre Beatrice María

La acción de las Aguas de lo Alto, por Madre Béatrice María

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Las Aguas lustrales penetran las aguas de abajo, las aguas falsificadas de la matriz astral. Lo que significa que todo lo que no es Unidad se disuelve por la Fuerza del Amor, que no es otra que el Fuego del amor. Entonces por supuesto, en este mundo, os inducimos a hacer claramente la distinción entre el amor efímero y el amor vibral, amor desconocido en este mundo que, como lo sabéis ahora fue cortado de los Mundos Libres, de la Unidad, cortado de la Verdad que vosotros sois.

En el momento de vuestro último paso sobre Urantia, Cristo había clamado a los pueblos de la Tierra de no construir iglesias en su nombre. Las iglesias son simplemente el símbolo del encerramiento. Ya sea este tipo de edificio u otro erguido en su nombre, le llamen Shiva, Horus u otro, el mensaje es el mismo para toda la humanidad.

Cuando la Tri-Unidad se presenta a vosotros, incluso en vuestros templos construidos para este motivo, la mayoría de vosotros no reconocéis la vibración sagrada que nosotros somos en Verdad. Huis y preferís refugiaros en vuestras experiencias, como cojos cegados por el poder del ego.

La Iglesia, como la mayoría de las religiones nunca ha sido concebida bajo la égida de la Tri-Unidad Cristo / Mica’ el / María, la Tri-Unidad universal. Todo lo que conocéis en este mundo ha sido fundado por un Patriarcado cortado de la Fuente. Él instauró sus propias leyes y su propia filosofía a los Humanos. El tiempo en que el disfrute de su poder sobre la Tierra estaba en su apogeo es cumplido.

No hay pues ningún combate. La justicia divina vuelve en este fin de ciclo solar, para poner fin simplemente al desequilibrio vibratorio de la superficie de este mundo. Lo que sois en Verdad va a revelarse para cada uno de vosotros. La Verdad se extiende cada día un poco más ahora, a medida que las máscaras caen. Estas máscaras, todavía las lleváis cuando creéis que intervenís para un hermano o hermana en Presencia. La Unidad, es volver a la totalidad de la vida. Esto es borrarse totalmente delante del otro, este otro que es en realidad sólo vosotros mismos.

Esto es devenir la Vía, la Verdad y la Vida. Esto es vivir Cristo en lo más hondo de vuestras células. Esto es emanar la alegría de los reencuentros con vuestros hermanos y hermanas. Esto es irradiar la presencia amorosa la cual no la podéis de ninguna manera ver actuar.

Es mirar el cielo juntos y cantar la vuelta de vuestros hermanos y hermanas de los Mundos libres que llegan de todos los universos con el fin de celebrar con vosotros, la Vuelta a vuestra ciudadanía galáctica y el coronamiento de Urantia. Esto es rendir Gloria a todos los reinos, ya sean sobre este planeta o en otra parte.

Entonces por supuesto, el hecho de observar vuestras acciones ante vuestros allegados, todavía os muestra unos fallos egóticos que permanecen en vosotros porque la Luz es Presencia absoluta. Ella es Acción directa. Ella es Ofrenda. Ella no puede de ninguna manera observarse y quedar a la espera de lo que sea. Ella no negocia. Ella Es. Así, lo que hacéis al otro, os lo hacéis a vosotros mismos sencillamente. Lo que esperáis del otro, lo esperáis de vosotros mismos. Sed simples, porque la Vida es simple.

Ya sea un Arcángel, un Ángel o todavía un Elfo, un Hada o un Sílfide, la Presencia Es. El Espíritu del sol resuena en todos y en todo lo viviente. Nada más y nada menos. Cada uno vive la Vuelta a su modo y según su ritmo, incluso si Urantia tiene la tendencia de precipitar las cosas, cada vez más rápidamente ahora.

En este tiempo de Fuego que viene a consumirlo todo, en este tiempo de baño de Luz, os invitamos a comulgar con el Agua porque tenéis que saber que esta humanidad careció cruelmente de Agua, esta Agua de lo Alto, esta agua que no necesita ser bendita ya que Es de toda Eternidad. La Fusión con las aguas de abajo, os permite descubrir las caras escondidas de las aguas densificadas en este mundo. Si el sonido del Aire puede devenir el sonido del Agua, el Agua puede devenir el Fuego, este fuego que no quema la piel y que no moja tampoco. Os corresponde a vosotros de ver donde se sitúa vuestra conciencia.

Así, ha llegado el tiempo de cesar de miraros porque no puede haber comunión en la separación de la mirada. La Comunión se sitúa más allá de toda vibración. Os hace falta pues reajustaros permanentemente los unos a los otros con el fin de permitir a la sencillez y a la ligereza de la Gracia expresarse, así como el niño os pide jugar con él dentro del instante. Abandonar vuestros viejos vestidos por los nuevos, es esto lo que os es pedido. La Humildad hace de vosotros seres auténticos y transparentes.

En el corazón del Amor, os saludo.

Madre Béatrice María