Ejercicio de
expansión del campo de energía
por Jennifer
Hoffman
28
de Septiembre 2015
Traducción: Rosa García
Difusión y edición: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
Difusión y edición: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
Con este ejercicio
aprenderás como expandir tu campo de energía porque, con un campo de energía expandido,
podrás recibir energía de frecuencias más elevadas. Cuanto más grande puedas
hacer tu contenedor energético, más fácil te será recibir energía y manifestar
aspectos mayores de tu potencial, ya que podrás acceder a nuevas frecuencias
energéticas y a vibraciones que crearán, a su vez, nuevas posibilidades en tu
realidad.
Con él, aprenderás
a sostener energía de vibración elevada y a expandirla hacia el exterior, en
todas direcciones. Para ello, visualizaremos en primer lugar cómo nos llenamos
de energía y, después, agrandaremos nuestro campo de energía tanto como nos sea
posible.
Puede que algunos
realicéis el ejercicio hasta el final, mientras que otros, quizá, sintáis la
necesidad de deteneros en algún punto del recorrido. Si es así, observad dónde
queréis parar y daos cuenta también de lo que sentís mientras estáis
expandiendo vuestra energía.
En la meditación de
Enraizamiento ya aprendimos cómo traer energía desde la matriz cristalina hasta
nuestro cuerpo, a través de la coronilla. Si no has hecho este ejercicio
todavía, te sugiero que vuelvas atrás y que lo hagas antes de continuar. Si ya
estás familiarizado con el proceso, puedes seguir adelante.
Siéntate con la
espalda recta. Es posible realizar este ejercicio tumbados boca arriba, pero lo
ideal es hacerlo sentados, porque nos interesa que los pies estén firmemente
arraigados en el suelo. Vamos a traer energía desde la matriz cristalina hasta
nuestro cuerpo, de manera que no debes preocuparte por la posibilidad de atraer
energías de frecuencia inferior.
Únicamente podemos
trabajar con la energía que se corresponde en frecuencia y vibración con
nuestra propia energía, y siempre al mismo nivel que nuestro propio potencial.
Por lo tanto, en ningún caso vas a trabajar con energías con las que no estés
familiarizado o con las que pudieras sentirte incómodo.
Una vez aclarado
esto, comencemos.
Toma una
respiración profunda para enraizarte. Afloja los hombros mientras relajas todo
tu cuerpo y deja que la cabeza vaya encontrando una posición natural. Las manos
pueden descansar suavemente sobre el regazo o a ambos lados del cuerpo.
Vas a imaginar cómo
tu coronilla se abre y empieza a recibir energía. Visualiza el chakra de la
corona completamente abierto, como un sombrero puesto del revés. Imagina también
la matriz cristalina como un campo de luz, como una inmensa rejilla de luz por
encima de tu cabeza; se trata de una red que, aunque se encuentre alejada de la
tierra, sostiene todas las improntas energéticas procedentes de ella.
Vas a traer hacia
tí un rayo de luz de esa rejilla que resuene con tu energía y, visualiza cómo
el rayo de luz entra por tu coronilla y desciende por tu cara, tu cuello y
pecho, hasta llegar al centro del pecho y al corazón.
Permite que siga
fluyendo energía hacia tu corazón, hasta que lo sientas muy brillante y
completamente expandido. Inhala y exhala, y al inhalar, sigue permitiendo que
llegue más y más energía hasta el corazón. Continúa llenándolo, hasta que
tengas la sensación de que ya no podrías añadir ni un milímetro más de luz.
Una vez que tu
corazón esté repleto de luz, al exhalar, vas a expandir esa energía por todo tu
cuerpo. Siente cómo llega hasta tu cabeza, tus oídos; cómo baja por tu cuello,
por tus brazos, y sigue descendiendo por tu pecho, tus caderas, rodillas, hasta
llegar a los pies. Recuerda inhalar y exhalar profundamente todo el tiempo.
Podrías enviar
parte de esta energía a la Tierra si lo deseas, pero en este ejercicio nos
centramos en llenar completamente de luz nuestro propio campo de energía.
Cuando tengas la
sensación de que todo tu campo está repleto de luz y brillante, vas a proyectar
parte de esa energía hacia el exterior con la siguiente exhalación. Al
principio, puedes hacerlo despacio, como explorando el terreno, expandiéndola
tan sólo aproximadamente a un metro de distancia de tu cuerpo.
Imagina que la
energía va tomando la forma de una inmensa burbuja de luz que te rodea por
delante, por detrás, por arriba, por debajo y también a los lados, siempre a la
distancia aproximada de un metro.
De nuevo, toma
aire, y al exhalar, vas a expandir la energía un poco más allá, de manera que
abarque también la habitación donde te encuentras en este momento. Continúa
empujando la energía hacia afuera, hasta que llene completamente toda la
habitación. Si tenemos la sensación de que necesitas más energía, simplemente,
abre más el Chakra de la corona y permítete recibir más energía de la matriz
cristalina.
Toda la habitación
se está llenando de luz porque tu campo de energía está expandido y llega a
alcanzar poco a poco el mismo tamaño que la habitación.
A través de la
respiración, aprovecha la exhalación para continuar enviando energía a tu
campo y expandirlo más aún, hasta que llegue adquirir el tamaño de la casa o
edificio donde te encuentras.
Al inhalar, continúa
atrayendo energía hacia ti desde la matriz cristalina para que, en la próxima
exhalación, tu campo llegue a adquirir el tamaño de todo tu vecindario.
Inhala de nuevo
para tomar aún más energía de la matriz cristalina, y lograr así expandir tu
campo hasta que cubra completamente toda tu ciudad.
Vuelve inhalar para
recoger más energía aún de la matriz cristalina, y expande tu campo en esta
ocasión hasta que abarque todo tu país o tu continente.
Inhala una vez más
para absorber energía de la matriz cristalina desde la coronilla, y expande
ahora tu campo hasta que englobe a toda la Tierra y tú puedas visualizarte
siendo tan grande como ella, en mitad del universo, observando al resto de los
planetas y las estrellas.
Nos queda todavía
un paso más. Esta vez, toma una inhalación aún más profunda, con el fin de
absorber toda la energía que puedas de la matriz cristalina, y vas a
visualizarte expandiéndote hasta llegar a ser tan grande como el Universo, tan
inmenso como quieras imaginarlo.
Quiero que experimentes
qué se siente cuando tu energía es tan grande, que sensaciones te trae esta
experiencia. Si no has conseguido expandirla hasta alcanzar el tamaño del
Universo, no importa. Toma conciencia únicamente de hasta dónde has llegado, en
que punto te has detenido.
Una vez que este
proceso se ha completado, vas a comenzar a encoger y a comprimir toda esa
energía, valiéndote de la imagen de una bolsa que se va desinflando y se va
quedando sin aire. Toda esa energía expansiva va a condensarse y a comprimirse
hasta que, al final, llegue a estar contenida en un campo muy pequeño.
Ve recogiendo esa
energía, sintiendo cómo se encoge. Pasa primero desde las proporciones inmensas
del Universo a adquirir el tamaño de la Tierra. Después, se reducirá al tamaño
de tu continente, al tamaño de tu país, de tu ciudad, de tu vecindario, de tu
casa, tu habitación, hasta alcanzar el tamaño de un metro alrededor de tu
cuerpo. Y, a medida que traes toda esa energía de vuelta hacia ti, vas a
imaginar que se concentra en el espacio del corazón, en el centro de tu pecho.
Permite que tu
campo vuelva adquirir un tamaño que te resulte cómodo y regresa poco a poco a
tu cuerpo y al punto de partida, cuando tu corazón estaba lleno de luz.
Ahora, tu inmenso
campo expandido de energía se encuentra comprimido, almacenado y siempre a tu
disposición en tu corazón, desde donde siempre podrás usarlo. En lo sucesivo,
tu corazón será tu centro de energía.
Parte del proceso
de Ascensión consiste en ir trasladando paulatinamente nuestro centro de
energía desde alguno de que los chakras inferiores (primero, segundo o tercer
chakra) hasta el espacio más elevado del corazón. Y, ahí es donde se centra tu
energía ahora.
Inhala y exhala
profundamente por última vez mientras, poco a poco, vas cerrando la conexión
del chakra corona.
Al abrir los ojos e
ir regresando a tu cuerpo, comprobarás que sientes tu energía más ligera, más
brillante y expandida. Y, ahora, toda la expansión de tu campo energético se
encuentra concentrada en tu corazón, donde podrás hacer uso de ella en todo
momento.
Siempre que
necesites expandir tu campo de energía, basta con que empujes e irradies esta
energía desde tu corazón hacia afuera, y que comiences a expandir tu propio
espacio energético a tu alrededor.
Si te encuentras en
una situación en la que necesites establecer ciertos límites energéticos,
expande esa energía desde el corazón e imagina que inflas un globo inmenso a tu
alrededor, donde toda esa luz y energía te rodea y te protege.
Espero que les sea
de utilidad.
Afirmación
para la activación del Poder Divino
por Jennifer Hoffman
por Jennifer Hoffman
En este ejercicio
voy a compartir una de mis afirmaciones favoritas.
Comencé a
utilizarla hace muchos años y siempre me proporciona una sensación de paz y
bienestar. También me recuerda algunos aspectos importantes de quién soy como
ser humano y a nivel espiritual, y la asociación que existe en entre mi parte
humana y mi parte divina. Considero que éste es nuestro principal propósito
mientras permanecemos embarcados en esta aventura en el planeta Tierra.
Esta es la
afirmación, y a continuación explicaré sus diferentes partes:
“Yo
soy divinamente guiado. Yo estoy conectado, estoy seguro y protegido en todos
los sentidos, en todas las cosas.”
Analicémosla ahora
con detenimiento.
“Yo
soy”. No se trata simplemente del
comienzo de una frase. Cada vez que decimos “Yo soy”, se inicia un
movimiento de energía. Por lo tanto, sea lo que sea que digamos a continuación
de “Yo soy”, estaremos iniciando un movimiento en esa área; es
importante que utilicemos esas palabras con atención.
“Divinamente guiado”. Aquí, el
término “divinidad” se refiere a la totalidad, más que a la
sacralidad o a lo sagrado. No se trata de tener que ser especiales, de tener
que estar absolutamente conectados con la Fuente o entregados a lo sagrado.
“Divino”, en realidad, quiere decir que el centro espiritual se ha
activado, de manera que podamos incluir nuestra divinidad en nuestro yo humano.
Así, dejamos de vernos únicamente como un ser humano que hace, para conectar también con la parte
de nosotros que es espiritual.
Nuestra guía divina
no nos dice lo que debemos hacer; siempre actúa dentro del marco de nuestro
libre albedrío. Por consiguiente, al decir “divinamente guiado”,
afirmamos que, al avanzar hacia adelante, las intuiciones y mensajes que nos
llegarán serán la combinación de nuestro libre albedrío humano junto con el
aspecto divino que todos llevamos dentro.
“Yo
estoy conectado”. Significa que
siempre existe una conexión entre tú y Dios, la Fuente, o como quieras llamar
al Creador del Universo. Y esa conexión no puede romperse, aunque la ignoremos
o no le prestemos atención alguna; siempre recurriremos a ella en los momentos
de necesidad, cuando queramos pedir ayuda.
Sin embargo, es
mejor que mantengamos esa conexión de manera fluida y continua, para que
siempre podamos recordar que nuestra guía interna se encuentra a nuestra
disposición, que es parte de nosotros y que se activa gracias a esa conexión.
“Seguro
y protegido”. Cuando nos
mantenemos conectados y recordamos nuestra guía divina, nos sentiremos seguros,
a salvo, y sabremos que alguien cuida de nosotros. De nuevo, nuestra guía
divina siempre respetará nuestra libertad de elección y no actuará sin nuestro
consentimiento: su único propósito es el de ayudarnos durante nuestro viaje.
También tendremos
protección espiritual si la pedimos y decidimos usarla. Quizá su finalidad no
consista exclusivamente en ocuparse de que jamás nada nos haga daño, aunque sí
puede impedir que nos perjudiquemos a nosotros mismos. Esto no significa que
podamos utilizarla como excusa para hacer cualquier cosa. Más bien se encargará
de que, ante cualquier situación, y ocurra lo que ocurra, dispongamos de las
herramientas y los recursos necesarios que nos ayudarán a encontrar el camino
para salir adelante de la mejor manera posible.
“En
todos los sentidos”. El Universo nunca
juzga; no le importa si necesitas un vaso de agua porque tienes sed o si
necesitas una nueva casa porque necesitas un lugar donde vivir. Olvidamos que,
en un Universo que no juzga, todas las cosas tienen la misma relevancia y son
igualmente importantes.
Por tanto, recuerda
que estás a salvo y estás protegido, que eres guiado y ayudado de todas las
maneras posibles. Eso significa que, cuando te permitas hacer milagros, todo
será posible para tí y que todos los caminos te ayudarán a hacer realidad tus
intenciones y ponerlas a tu alcance.
“En
todas las cosas”. En todas las
cuestiones y aspectos de nuestra existencia. Nada es demasiado mundano o
demasiado importante; la energía que vamos a activar dirigirá toda nuestra
vida, y estaremos seguros de que nuestra intención más elevada siempre se
cumplirá. En todas las cosas
quiere decir en absolutamente todo.
No olvides pedir
guía y dirección, de utilizar todos tus recursos espirituales en cualquier área
de tu cotidianeidad en que te sientas incómodo, tengas dudas o temores. La
energía y las leyes universales lo abarcan todo; nada es demasiado
insignificante y no hay nada que no pueda resolverse desde el plano espiritual.
Digo esta
afirmación todos los días, cien veces al día. La canto como una canción, me la
repito a mi misma para recordarme que soy divinamente guiada, que estoy segura y
protegida en todos los sentidos, en todas las cosas.
Y espero que
vosotros podáis recordarlo también. Gracias.
Derechos de autor © 2015 por Jennifer Hoffman. .
__._,_.___
Enviado por: Marisa Sanchez Lastras <delfinenaccion13@yahoo.es>
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.