jueves 26 de abril de 2012
DIETA BASICA ANTIDOLOR PRIMERA PARTE
Publicado por Jorge Tapia el agosto 22, 2010 a las 8:30pm
DIETA BÁSICA ANTI-DOLOR.
Te envío un tema que se que te va a interesar
Podemos manejar el dolor con técnicas dietéticas?
Si,
definitivamente, podemos manejar el dolor con técnicas
dietoterapéuticas; pero, qué tan eficaces pueden ser comparadas con los
medicamentos antinflamatorios?
Nosotros hemos
estado utilizando desde la década de los 80 diversas manipulaciones
dietéticas para manejar el dolor eficazmente. Luego de más de 20 años de
trabajos propios y de revisión de las investigaciones en este campo en
Oslo, Valencia y otros lugares, podemos afirmar que: se puede manejar
eficazmente el dolor en la inmensa mayoría de casos crónicos, aun en
muchos severos, que no responden bien a la medicación. Todos hemos
tenido experiencia de casos en que nuestra medicación falla una y otra
vez o en que hay gran intolerancia a los medicamentos.
Se trata ahora de compartir con ustedes nuestra experiencia y una serie de investigaciones realizadas sobre el tema.
Plataforma de información mínima
No
queremos aburrir a nuestros lectores con demasiados detalles de la
bioquímica del dolor y la inflamación, que por lo demás están al alcance
en cualquier libro actualizado de bioquímica, pero si necesitamos un
mínimo de información:
La inflamación y el dolor
desde el punto de vista biológico están mediados por ciertos
eicosanoides (las verdaderas hormonas primitivas, que siguen regulando
las funciones del cuerpo). Normalmente debe haber un equilibrio entre
los proinflamatorios y los antinflamatorios.
La
materia prima para la producción de los eicosanoides proinflamatorios es
el ácido araquidónico, este a la vez es el eslabón débil de la cadena
de la inflamación. Si logramos quitarle la leña al fuego, es decir,
reducir significativamente su concentración a nivel celular, entonces la
inflamación y el dolor se reducirán sustancialmente.
Este
es el eje de lo que hemos estado haciendo a través de los años con
manipulaciones dietéticas y lo que queremos comunicarles para que
ustedes tengan a la mano otra herramienta de gran utilidad en estos
casos.
Seguramente ustedes hayan leído en las
revistas del índex médico el manejo a través del ayuno de casos,
severos, de artritis reumatoide tal como lo ha realizado el grupo de
Oslo. También sobre las propiedades antiinflamatorias de los ácidos
grasos omega 3 y otra serie de investigaciones sobre muchas otras
moléculas alimentarias, fitoquímicos, útiles en el manejo del dolor como
por ejemplo: la curcumina de la cúrcuma, el hidroxitirosol del aceite
de oliva, entre otros.
Hemos realizado un esfuerzo de sistematizar este conocimiento disperso y hacerlo útil.
El reto
Lo
que a continuación les voy a decir les puede parecer exagerado a
algunos colegas, pero al finalizar las entregas sobre el tema
alimentación y dolor podrán producir estos mismos efectos:
Imagínese
que un familiar suyo tiene cáncer en un estado terminal, que su dolor
ya no mejora ni con morfina. En estos casos usted puede realizar las
manipulaciones dietéticas que les sugeriremos aquí y lograr que su dolor
mejore notablemente o desaparezca. Increíble, verdad? Si, esto se logra
en más de un 80 % de los casos, solo tiene que aplicar los pasos
adecuados, en el orden correcto para lograrlos.
Le
reto a que revise estas separatas, las aplique y luego de ver los
resultados juzgue. Seguramente llegará a la misma conclusión que
nosotros: los alimentos pueden ser los medicamentos más eficaces si los
sabemos manejar
Pero, vamos al grano, a
continuación reproduzco de mi libro “Dietoterapia” tomo II una parte
sustancial del capítulo sobre el manejo de dolor, suficiente para que
sea útil. Luego, si a usted le parece bien, le puedo remitir una
información complementaria, que le ayudará a potenciar los buenos
efectos que logrará con aplicar estas técnicas:
DIETA BÁSICA ANTIDOLOR.
Realizar
dieta variada, sostenible a largo plazo, con alto valor terapéutico
frente al dolor crónico debe reunir algunos requisitos:
1. Exenta de alimentos de origen animal:
Seguramente
habrá oído los comentarios de algún consultante en el sentido de que su
dolor crónico mejora (o hasta desaparece) cuando deja de consumir
carnes y reaparece al consumirlas. Pues bien, hasta hace poco creíamos
que tales afirmaciones que hemos oído los médicos de todos los lugares
del mundo, eran simple fantasía, ahora vemos que tienen algún
fundamento. El suprimir las carnes rara vez producirá resultados de alto
impacto en el manejo del dolor, pero veamos la fundamentación:
Los
tejidos animales son las únicas fuentes dietéticas del ácido
araquidónico. Este ácido graso es la materia prima para la síntesis
dentro del cuerpo de eicosanoides pro-inflamatorios y que por ende
generan un mayor dolor, como por ejemplo, las prostaglandinas de la
serie 2 y leucotrienos de la serie 4.
La
supresión de la ingesta de los alimentos de origen animal, y no solo la
carne, puede ser el primer paso en el control del dolor severo crónico,
pues se trata de no agregarle más leña al fuego.
La
dieta omnívora habitual aporta de 200 a 1000 mg de ácido araquidónico
al día, el cual llega a impregnar todas las células del cuerpo.
La
supresión de los alimentos de origen animal no tiene porque ser algo
definitivo, lo que es más, algunos de estos, introducidos en el momento
oportuno pueden ser útiles. Pero en una primera etapa será de
inestimable valor.
2. Limitar severamente el consumo de dulces y almidones:
El
organismo puede producir ácido araquidónico a partir del ácido
linoléico, presente en muchos alimentos. Este proceso de producción de
ácido araquidónico está mediado por enzimas sujetas a regulación
hormonal (Específicamente, la delta 5 desaturasa, que es sensible a la
insulina por lo que los incrementos de esta la activan.)
Más
concretamente, los elevados niveles de insulina promueven la síntesis
endógena de ácido araquidónico. La producción de la insulina depende de
la ingesta de dulces y almidones, así que si limitamos severamente el
consumo de estos alimentos se evitarán los picos de insulina y por ende
se producirá menos ácido araquidónico. Ya sabemos que menos ácido
araquidónico significa menos inflamación y menos dolor.
Nota:
con la aplicación de estas dos medidas usted logrará mejorar
sustancialmente el dolor de la mayor parte de los consultantes crónicos,
aunque no respondan bien a la terapia farmacológica. Sin embargo debe
saber que esto tiene un tiempo de latencia de más o menos 2 semanas, en
otras palabras, los resultados pueden tardar en aparecer hasta 15 días,
dependiendo del grado de impregnación de las células con el ácido
araquidónico. Luego de obtener la primera mejoría esta se irá ampliando
en el tiempo, hasta ser muy notable por su alto grado de eficacia.
Para
conseguir resultados más rápidos usted deberá emplear alguno de los
trucos que le enseñamos, más adelante, en este mismo capítulo.
Segunda entrega
Cuáles son las medidas que aceleran la mejoría del consultante con dolor crónico severo?
Una
serie de alimentos pueden ayudarnos a mejorar sustancialmente el dolor,
ya que modifican el equilibrio de los eicosanoides que intervienen en
la respuesta inflamatoria.
En nuestra primera entrega nos referimos a las medidas que afectan el ingreso del ácido araquidónico a las células.
Este
primer grupo de medidas se dirigió a reducir su ingreso al organismo,
eliminando los alimentos que lo contienen que son los de origen animal,
al menos mientras se instala una respuesta eficaz.
Otra
forma adicional, necesaria, para reducir este ingreso es minimizar la
síntesis corporal de ácido araquidónico. Esto lo logramos al reducir
sustancialmente el consumo de alimentos ricos en carbohidratos:
almidones y azúcar.
Lo nuevo
Una
serie de fitoquímicos de los alimentos pueden actuar como agentes
antinflamatorios. De ellos los más estudiados, no los únicos, son los
ácidos grasos omega 3.
Reproduzco del tomo II de mi libro de Dietoterapia lo referente al tema:
Consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3:
Los
ácidos grasos omega-3, al competir con los eicosanoides derivados del
ácido araquidónico, por los mismos receptores, logran disminuir la
respuesta inflamatoria y por ende la cantidad de dolor percibido.
Son
alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, la linaza y los peces de agua
fría (sardina, atún, salmón, etc.), también se encuentra en menos
cantidades en las hojas verdes especialmente la verdolaga, la chía, en
los aceites de canola, nuez y de germen de trigo.
El consumo de los peces de agua fría en el dolor crónico:
nosotros, en la práctica, lo dejamos para una tercera etapa, ya que la
primera, en los casos severos, está dominada por el ayuno y las
monodietas(tema de nuestra próxima entrega). La segunda etapa por la
dieta básica antidolor, como la que describimos anteriormente, de tipo
vegan (vegetariana estricta), una vez dominado el problema se puede
ingresar en la tercera etapa.
Bien cierto es que
el tratamiento del dolor crónico severo se puede iniciar en la segunda
etapa, es decir saltándonos la primera; pero,si deseamos los resultados
más rápidos y eficaces posibles, hemos de iniciar desde la primera
etapa.
Volvamos a los omega 3, las fuentes más
conocidas de estos ácidos grasos son los peces de agua fría, los
principales son: atún, salmón, sardina, trucha, arenque, caballa,
merluza, robalo.
Un problema que muchos se
plantean es la posible contaminación mercurial del los mismos y tienen
razón, pero el riesgo de la misma puede disminuirse a niveles aceptables
con ciertas medidas. Los peces de gran tamaño suelen estar más
contaminados que los pequeños. Los de pesca deportiva más que lo de la
comercial. El mercurio tiende a acumularse en ciertos órganos, evítelos.
No consuma ni la piel ni el hígado de estos, allí se almacenan.
Otro
modo adicional es consumir las especies más seguras. De ellas las
mejores son: el atún rojo o rosado, que posee menos mercurio que el atún
blanco, pero aun en este es raro que sea una fuente importante de
contaminación y también los pescados grasos más pequeños, como el
salmón. También son útiles trucha, merluza, robalo, sardina, arenque,
caballa.
Conviene evitar por la alta frecuencia
de contaminación mercurial: tiburón, pez espada, peto y blanquillo.
Estos son muy ricos en mercurio porque se alimentan de otros peces y
viven más, lo que aumenta la acumulación del metal en su tejido graso.
Una
variedad de ácido graso omega-3 que se llama ácido alfalinolénico y se
encuentra también en verduras, frutas y leguminosas pero en cantidades
bastante menores, que en la linaza y en los peces de agua fría, también
tiene un excelente efecto antinflamatorio. De todos modos, su consumo
unido a las medidas ya indicadas hará más poderosa y estable la
respuesta que buscamos.
Existe otra variedad de
ácidos grasos denominada ácido gamma linolénico presente en los aceites
de borraja, primavera, grosella y cáñamo que también tienen propiedades
antiinflamatorias y analgésicas notables.
Suplementos de omega 3:
en el mercado de los productos naturales existe una variedad amplia de
suplementos de ácidos grasos omega 3, los más conocidos son los de
aceite de pescado.
La dosificación del mismo
varía en un amplio diapasón terapéutico, entre 1 y 10 gramos al día. En
general, lo mejor es empezar con una dosis mediana, entre 3 y 6 gramos
al día y luego ir ajustando la dosis según la respuesta individual de
cada persona. Al conseguir la respuesta adecuada se puede ir reduciendo
las dosis poco a poco, hasta llegar a una entre 1 y 3 gramos al día, en
esa etapa se recomienda descansar los fines de semana del aceite de
pescado.
Con una dieta adecuada debe llegar el
momento que no se requiera usar este complemento. Lo mejor es que el
consumo de aceite de pescado sea sustituido por pescados de agua fría.
Los mejores serían los que tienen menor posibilidad de contaminación
mercurial.
Según una publicación del American Journal of Epidemiology, de abril del 2008,
es conveniente evitar ciertos pescados como: tiburón, pez espada, peto y
blanquillo, por la alta frecuencia con que están contaminados con
mercurio.
Los pescados ricos en omega 3, pero
relativamente pobres en mercurio, incluyen el atún rojo o rosado, que
posee menos mercurio que el atún blanco, pero aun este es raro que sea
una fuente de contaminación y también los pescados grasos más pequeños,
como el salmón.
Cuidados con el uso de los omega 3:
el primer problema a resolver es la calidad del aceite de pescado, ya
que hay la posibilidad de contaminación con metales pesados. Actualmente
existe tecnología para eliminar este contaminante (la
ultracentrifugación es la más conocida), los laboratorios más serios ya
la usan regularmente.
Otro cuidado es que el
aceite de pescado puede potenciar la acción de los anticoagulantes y de
los inhibidores de la adhesividad plaquetaria, por lo que hay que estar
atentos a esto, para reducir la dosis de estos últimos, en casos
necesarios. Sin embargo, es muy raro que esta sinergia se presente a
dosis de tres o menos gramos por día.
Algo muy importante
para obtener el pleno efecto de los ácidos grasos omega 3 es evitar el
antagonismo que existe entre estos y los omega 6,por lo que lo mejor es
sustituir todos los aceites de la cocina por omega 9, es decir usar solo
aceite de oliva. Así, al reducir significativamente el aporte de los
omega 6 se evitará el antagonismo. Además el aceite de oliva contiene un
fitoquímico de poderosa actividad antiinflamatoria que es el
hidroxitirosol.
Nuestra recomendación es que si
va a indicar aceite omega3 indíquelo puro, ya que en combinación con los
omega 6 se presenta el antagonismo mencionado.
La
alternativa del aceite de linaza, aunque eficaz es muy exigente porque
se oxida fácilmente con la luz y el oxígeno del aire. Si se resuelven
esto problemas es una excelente opción.
Otra
opción de gran utilidad es el uso de la linaza como tal. Esta es una
buena fuente de omega 3 y de otros fitoquímicos valiosos como los
lignanos.
Nosotros utilizamos frecuentemente el potaje de linaza al desayuno. Se prepara así:
Se
deja en remojo, por las noches, 2 cucharadas de linaza, de 4 a 7
ciruelas pasas (según el gusto del consultante) y 1 o 2 cucharadas de
pulpa de tamarindo (según los hábitos intestinales). Al otro día se
licúa bien y se toma, sin colar, al desayuno.
Esta
es una buena opción en vegetarianos, o para reducir las dosis de aceite
de pescado. Se puede repetir dos veces al día en casos severos.
Con
cualquiera de estas medidas suplementarias: ácidos grasos omega 3 o
potaje de linaza, lograremos reducir el tiempo de latencia de la
respuesta reductora del dolor a la mitad o menos.
Cuál es la medida dietética más potente y rápida frente al dolor?
Este es el tema de la próxima entrega. Solicite nuestra tercera entrega, puede hacerlo por la vía de Xing o más rápido por nuestro e-mail:
Hasta pronto
Dr. Rafael García Chacón
Presidente de AMHI-internacional
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Mientras
sigamos alimentando en nuestra mente el miedo por lo que nos pueda
pasar, estaremos desperdiciando las mejores energías para “crear nuestro
nuevo mundo”. Los seres en conciencia somos los encargados de crear la
Nuestra Tierra con nuestra visión, nuestros
pensamientos, sentimientos y acciones cargados de luz y amor, sólo eso
se necesita desde el lugar donde cada uno esté.
Meraluz
Meraluz
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