domingo 6 de mayo de 2012
DE: VICENTE BELTRÁN ANGLADA ... "SOBRE la BENDICIÓN de BUDA en WESAK" ...
"De
ahí que todos los discípulos están siendo enseñados esotéricamente en
el arte del silencio: el silencio de palabras, el silencio de deseos y
el silencio de pensamientos; porque solamente cuando la mente está en
silencio, es cuando puede haber dentro de la misma un punto donde la
verdad se pueda anclar, de expansionarse al punto de que toda la mente
se convierta en el escenario donde la verdad pueda cumplir su misión, el
adecuado papel que tiene asignada dentro de este planeta de tercer
rayo, y de aquí en adelante, todo cuanto ocurra no es sino la repetición
de una serie de actos incomprendidos que deben oportunamente llegar al
límite de expansión, llegar a una pérdida absoluta de gravitación.
Es
decir, que todo cuanto implique movimiento, propósito, humildad y
síntesis, que culmina en la paz, encuentra siempre —porque el hombre es
así, está dentro de su propio caparazón kármico— la pretensión de haber
llegado a un cierto punto de evolución y creerse superior a los demás, y
entonces se crea el complejo mesiánico, y nadie puede ser Mesías
excepto Aquél que viene enviado por el Señor, los demás somos pequeños
intérpretes de la voluntad de Aquél, porque nosotros desdichadamente
podemos equivocarnos, pero el Instructor del Mundo jamás se puede
equivocar, jamás puede fallar en su propósito...
El
hombre limitado por espacio, tiempo y sus propios condicionamientos,
está constantemente creando dentro de sí la mole artificiosa de una
verdad que no ha conquistado, porque se limita a acumular conocimientos
acerca de la verdad... conocimientos acerca del amor, conocimientos
acerca de la paz, conocimientos acerca de Dios, conocimientos acerca de
la vida de la naturaleza, pero en el fondo el conocimiento siempre atrae
la atención del pensador, y si no es correctamente estimulado el morbo
interno que se agita dentro de esta mole de conocimientos, forzosamente
todo aquello se convertirá en una simple doctrina...
Espero
que durante el Festival de Wesak, tengamos en cuenta nuestra
participación activa en la vida de la humanidad, y que en nuestra
meditación tengamos presente a todos aquellos de entre nosotros que
sufren, de una u otra manera, y que nos ayudemos... ya que no podemos
ayudar a la totalidad del mundo ayudémonos al menos entre nosotros,
participemos de las inquietudes de nuestros problemas sociales, quizás
por nuestra falta de amor y de aislamiento, y esto lo podemos hacer, y
será una obra realmente angélica, porque todos estamos seguros en el
fondo del corazón que deseamos remediar los males de la humanidad.
Cuando
nos referimos al Señor Buda, nos referimos al más elevado Agente de
Shamballa que existe hoy en el planeta Tierra. La importancia de este
gran Ser estriba principalmente porque fue el primer ser humano que
alcanzó la iluminación. La iluminación, técnicamente hablando, es la
octava iniciación dentro del planeta; y tiene también importancia por
cuanto toda la prédica de Buda, todo su mensaje, osciló sobre la
liberación del par de opuestos. Entre el bien y el mal, existe algo que
no es ni el bien ni el mal, este bien o mal se puede considerar desde un
ángulo puramente esotérico, o simplemente exotérico, porque implica la
fuerza, la intención y el propósito de reunir todo cuanto esté separado
en la vida de la naturaleza.
Claro
que debemos hablar de Wesak, ¿verdad?... porque Wesak es la culminación
de una serie de hechos mágicos que está registrándose en el planeta
desde hace más de dos mil años. Prácticamente hace dos mil cuatrocientos
años que inició Buda su bendición anual sobre la humanidad, en un acto
supremo de sacrificio, pues todas las personas que de una u otra manera
se hayan puesto en contacto con el estudio esotérico, sabrán que
descender desde el plano búdico hasta el plano mental inferior y
establecer contacto con la mente inferior de la humanidad, representa un
acto supremo de sacrificio por parte del Señor Buda. Fue el sacrificio,
el voto solemne del Señor Buda al propio Señor del Mundo, cuando
después de dejar el cuerpo físico, habiendo llenado el mundo —tal y como
esotéricamente se dice— con el esplendor de su aura, se refugió en los
planos ocultos, allí desde donde viene anualmente a transmitir su
mensaje de Paz y de Amor, y de enviarnos a través de su bendición las
energías que surgen raudamente de la Osa Mayor a través de Shamballa,
estando implicado naturalmente el planeta Vulcano, al cual se ha
referido Djwhal Khul.
Bien,
entonces lo interesante sobre la vida de Buda es: ¿por qué hizo el voto
de sacrificio solemne de descender anualmente a la Tierra, para dar su
bendición en compañía o en armonía con el Cristo, que tiene la Séptima
Iniciación, trabajando conjuntamente con el Manú y el Mahachohan?...
Ellos
están trabajando para la nueva humanidad, para predisponer a los hijos
de los hombres para aquella iniciación que convertirá a todos y cada uno
de los seres humanos en entidades divinas, es decir, en ciudadanos del
Quinto Reino de la Naturaleza... Naturalmente, que cuando hablamos del
quinto reino sentimos la presión de algo muy lejano, de algo que está
más allá de nuestras posibilidades, pero realmente no es así, el Reino
de los Cielos está aquí y ahora, es solamente saber descifrar el
contenido del misterio que se oculta en cada uno de los actos que
estamos viendo por doquier, y saber extraer la experiencia necesaria,
para condensarla dentro de nuestro espíritu, en fuerza de amor y de
servicio a la humanidad.
Cuando
hablamos de Buda, podemos referirnos a tres matices muy pronunciados.
El matiz histórico, el que tiene que ver con la vida de Sidharta
Gautama, príncipe del Nepal, que alcanzó la iniciación en aquél cuerpo
físico, y todas las alegorías y los simbolismos que nacen de este
proceso histórico... Pero a mi entender, interesa más el aspecto místico
en el espíritu, digamos, la cuestión del propio Buda que está todavía
en el aura de la Tierra... Y también, definir en cierta manera la
evolución que tuvo Buda Psicológicamente, pues se convirtió rápidamente,
después de la Quinta Iniciación que tuvo en Persia hace muchos miles de
años, hasta llegar el momento aquí en la Tierra, históricamente, cuando
se nos dice simbólicamente que adquirió la Iluminación.
La
Iluminación es el proceso místico que conduce al Buda, porque Buda
igual que Cristo no son personas, son estados de conciencia. Un ser que
se llamó Sidharta Gautama, adquirió por obra y gracia de su esfuerzo la
Iniciación del Iluminado o de Buda... y Cristo, merced a su trabajo de
dedicación y amor a la humanidad, sintió dentro de su corazón la fuerza
del amor del propio Logos Solar... Así que, cuando refiriéndonos a un
Adepto de la Jerarquía, estamos denominándolos como Señores de Amor y de
Sabiduría, hay que tener en cuenta que la parte de amor corresponde a
Cristo y que la parte de sabiduría corresponde a Buda, son los dos
hermanos más evolucionados de nuestro sistema planetario.
Por
lo tanto, todo cuanto digamos con referencia a Buda, automáticamente
surge la figura gloriosa de Cristo, está sintiendo las energías, y es el
transmisor de las energías de Shamballa que nos envía Buda, las
canaliza a través de la Jerarquía, en este momento solemne del
plenilunio, y después toda la humanidad recibe su parte... La medida de
su propio contenido psicológico, histórico y místico del hombre, queda
impregnado de esta fuerza, y durante un año está dinamizado... Todo esto
son razones esotéricas que ustedes podrán aceptar como una simple
hipótesis mental o un trabajo o un estudio, pero lo que sí es necesario
es comprender que después de esta venida anual de Buda, hay un creciente
impulso de la vida espiritual dentro del corazón de todos y cada uno de
los seres humanos. En esto hay que estar todos de acuerdo.
Pero,
cuando hablamos de este contenido de fuerza ígnea que lleva Buda
anualmente durante el plenilunio de Wesak, es porque por primera vez
dentro de la vida mística de la humanidad, se establece un núcleo
viviente de energía que tiene que ver con un hilo o corriente de luz que
estableció Cristo desde el Huerto de Getsemaní, en Belén, hasta llegar
al Centro Místico de Shamballa, más un hilo luminoso que procede de
Mercurio, porque de la misma manera que Mercurio es el Enviado o el
Mensajero de los Dioses, el Buda es el Enviado o el Mensajero de
Shamballa. Él establece contacto con todos los planetas de fuera y
dentro del sistema solar, de ahí la importancia, porque trae una energía
nueva, una energía cualificada, de índole metafísicamente imposible de
descifrar, está más allá del alcance, de la medida de nuestro
entendimiento... Pero el hecho en sí, es que nuestra mente, nuestro
corazón, en virtud de la Bendición de Buda, está ahora, en estos
momentos, impregnada de una fuerza que no dispone actualmente la
humanidad... es algo nuevo que debemos utilizar.
Cuando
hablábamos de los planos del universo, quisiera hacer mención al centro
místico del sistema solar, en donde está precisamente como emisario y
como conductor de energías el Señor Buda, es justamente el 4º Subplano
del Plano Búdico, es decir, que en un universo septenario, que tiene
siete planos, el cuarto plano, el plano búdico, es el más importante.
Como dentro de la vida de los reinos, los siete reinos de la naturaleza,
el más importante es el reino humano, precisamente por la oportunidad
que tiene de estar situado en el centro de este septenario en sí. Y toda
esta fuerza que estamos acumulando viene no solamente de la Osa Mayor
sino también de las Pléyades, y ésta enfocada no solamente en el 1º Rayo
que viene de la Osa Mayor, sino también en el 2º Rayo que procede de
las Pléyades, más una energía nueva que está trabajando desde hace
siglos, y que nosotros consideramos como la del triángulo equilátero de
los grandes Avatares (el Gran Triángulo Mágico), constituido por el
Avatar de Síntesis, por el Espíritu de la Paz y por el Señor Buda.
A
Buda lo conocemos históricamente, lo conocemos a través del Festival de
Wesak, pero no lo conocemos singularmente, por cuanto constituye
actualmente desde hace siglos el centro de las energías que provienen de
estas dos esplendentes constelaciones —la Osa Mayor y las Pléyades— y
de los grandes Señores que están relacionados con aquellas
constelaciones que son el Espíritu de la Paz (2º Rayo) y el Avatar de
Síntesis (1º Rayo). Entonces, Buda en su función de director de las
energías que corresponden al planeta Tierra, del 3º Rayo, está
vinculando a través de Shamballa, todo el contenido planetario, así que
la Bendición de Buda no será simplemente para la humanidad sino por
todos los reinos de la naturaleza. Así que el proceso es un proceso
realmente avasallador, un proceso determinante, un proceso sintético, un
proceso que está quizá más allá de la medida del entendimiento.
Pero
hay que captar esta verdad, este Triángulo Mágico, porque el triángulo
mágico constituido... y no hablaremos ya en función de constelaciones,
sino en función de personalidades, la que tiene que ver con el Avatar de
Síntesis, el Espíritu de la Paz y el Señor Buda, porque quien recibe
las energías procedentes de los planos cósmicos durante el plenilunio de
Wesak es Cristo... Buda lleva la energía, pero quien la distribuye es
el Cristo a través del Plan energético de la Jerarquía, y todos de una u
otra manera hemos, somos convocados en el momento exacto del Festival
Wesak, porque el Buda estará allí presente, y presente están Cristo y la
Jerarquía, y aquí estamos nosotros de una u otra manera recibiendo y
proyectando esta energía.
Quizá
no sintamos sus efectos, quizá los efectos emboten algo su
entendimiento y la frescura de nuestro corazón, porque así son las cosas
esotéricas.. Una energía por poderosa que sea, no te libera
automáticamente sin un esfuerzo de tu parte... Ahora estamos en posesión
de grandes energías búdicas transmitidas a través de Cristo y, sin
embargo, aparentemente no sentimos esta fuerza, quizá de una u otra
manera acrecentará el conflicto interior o el problema de cada cual,
pero es solamente el impacto. Si recibimos el impacto y somos capaces de
transmitir, entonces sentiremos una liberación kármica, porque Buda
viene para liberar el karma, porque el voto solemne hecho al Señor del
Mundo con respecto a la humanidad fue: “No dejaré a los Hijos de los
Hombres hasta que no hayan alcanzado la liberación”. Éste es el voto
supremo del Observador Silencioso, que transmite sus energías a través
de Buda... Buda por su parte hace el voto solemne de estar aquí entre
los Hijos de los Hombres, en tanto que no surja otra entidad como Él de
8ª Iniciación, que tenga acceso a los grandes planos cósmicos, y de los
planos cósmicos pueda llevar energía a la humanidad.
También
existe el prurito o el atavismo de hacer unas meditaciones muy
específicas y recortadas para estos días. Yo creo, siempre en honor de
los nuevos tiempos, que la mejor de las meditaciones es la serena
expectación... Voy a aclararles lo que yo entiendo por serena
expectación... Cuando a algo que sucede ustedes le prestan atención, lo
están observando porque es su deber social, no lo olviden, y sacan
consecuencias y las consecuencias no se convierten en recuerdos sino que
pasan; entonces existe una frescura interior, entonces el matiz, la
experiencia de cada hecho puede decirse que queda asimilado dentro de
nosotros, sin pasar por aquello que técnicamente definimos como
meditación.
Siempre
que estamos en estado de expectación estamos meditando, y si estamos
expectantes durante todo el día y durante toda la noche, significará que
nuestra conciencia se ha hecho meditativa, que no tiene lapsos de
meditación y de no-meditación, es decir, lapsos entre el yo que observa y
el no-yo que siempre es la cosa observada, y lo que sucede es lo que
siempre dijo Buda; aconsejó a sus discípulos y a toda la humanidad:
“Amadlo todo pero no os apeguéis a nada. Liberaos de los opuestos.
Surgid triunfantes del centro místico de la batalla”; y además, “que no
vence el que se esfuerza sino el que deja de luchar”... El hombre
perfecto es aquél que vence sin luchar.
El
mensaje de Buda es siempre que no hay que hacer resistencia a la vida,
que no hay que apegarse a las cosas, que hay que vivir serenamente, y
que hay que observarlo todo con gran expectación. Bien mirado, todo es
importante para Buda, y si todo es importante, ¿por qué hacemos
divisiones? ¿por qué diferenciamos unos hechos de otros? Solamente para
que ustedes miren el porqué de la cuestión, del porqué quizá viene Buda
cada año. Porque cada vez que viene Buda una parte grandísima del apego
que tiene la humanidad hacia las cosas queda desintegrado. La marcha de
la vida es más rápida, no existe el karma tan pesado, lo que ocurre
siempre es que en la medida que estamos atentos a la cuestión nuestra,
que está constituida por los actos, por los pensamientos, por el grupo
más o menos numeroso de recuerdos y por todas las aspiraciones y los
deseos, y si llegamos a un estado de conciencia dentro de la cual el
recuerdo existe sin atarnos, y el pensamiento trabaja, es activo, sin
condicionar nuestra actitud, entonces podemos decir que estamos
expectantes, estamos siguiendo el compás de la vida, y que la meditación
se ha hecho única, se ha hecho trascendente, se ha hecho palpitante, y
cada uno de los ratos de nuestra vida, cada uno de los momentos será
solemne.
Si
adquirimos este don de la solemnidad, que es la expectación, que es la
atención, que es el amor de los unos hacia los demás, el ser humano se
liberará de karma, dejará de estar uncido al carro que da vueltas
incesantemente, a la Rueda de Samsâra de muertes y nacimientos. Porque
la prédica de Buda es hallar el punto máximo dentro del cual la Rueda de
Samsâra deja de girar y el hombre se ve libre de la sucesión de muertes
y nacimientos. Si podemos imaginar un estado de conciencia dentro del
cual no exista ni el nacimiento ni la muerte, llegarán a la conclusión
de que solamente las energías de la paz que trae Buda son las que puedan
liberarlos del contexto. Paz que proviene de Shamballa, la paz que se
halla en el centro místico del universo y en el centro místico del
planeta. Es aquella fuerza en sí, es aquella fuerza misteriosa que
amalgama todas nuestras actitudes, que convierte la historia en
experiencia, y la experiencia en liberación, y al llegar a la liberación
existe el campo de servicio, existe la voluntad de representar
dignamente en la Tierra a Dios, al Creador.
¡Que la Paz de Shamballa sea con toda la Humanidad!
Fuente: Conferencia del 6 de mayo de 1982 Sobre la Bendición de Buda en Wesak
Por: Vicente Beltrán Anglada
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