viernes, 1 de marzo de 2013
YO VISITÉ GANIMEDES, Parte 9: Cómo es la vida en ese Mundo (vida avanzada), José Rosciano Holder (Yosip Ibrahim)
YO VISITÉ GANIMEDES
Parte 9: Cómo es la vida en ese Mundo (vida avanzada), José Rosciano Holder (Yosip Ibrahim), Perú, años setenta.
Se ha dicho, anteriormente, que esa raza de superhombres alcanza promedio de vida equivalente a varios siglos de los nuestros.
Trataremos de explicar algunos aspectos relacionados con este punto.
Tan prolongada longevidad obedece a una serie de factores, muchos de ellos que todavía desconocen la mayor parte de los hombres de la Tierra.
Es lógico el que la mayor sabiduría sea la base de todas los demás.
La experiencia y el estudio, a través de los miles de siglos de existencia de su civilización, les dan el conocimiento perfecto de las Intimas relaciones entre su cuerpo y toda la naturaleza que los rodea.
El funcionamiento de todo su organismo es conocido, al detalle, hasta por los niños.
En ello influye, naturalmente, de manera notable aquel sexto sentido al que nos hemos referido varias veces.
La clarividencia..., al permitir ver los más ocultos planos de la materia y además, los niveles de vida superior a la vida física, o sean los correspondientes a ese plano de la Naturaleza que ya, en la Tierra, empezamos a estudiar y calcular con el nombre de "la cuarta dimensión", los pone en condiciones de ver cómo se desarrollan todos sus procesos vitales, y si en algún sitio de su cuerpo se está generando la causa de un desequilibrio, de una alteración metabólica o de cualquier otro orden.
Pueden controlar en todo momento, el funcionamiento de sus aparatos digestivo, circulatorio, respiratorio; de la maravillosa red del sistema nervioso, o de las más pequeñas células de su cerebro.
Así pues, aprenden desde la infancia a conocer y controlar personalmente cómo, por qué y para qué, trabajan todas las partes, todos los mecanismos de su cuerpo, y pueden, por tanto, escoger, sabiamente, las substancias más apropiadas que requiera para su conservación.
Por ello se desprende que lleven un régimen de vida especial, una dieta alimenticia científicamente controlada y la abstención de cualquier elemento peligroso o impropio para el superior desarrollo integral de todo su Ser.
La mayor parte de sus alimentos provienen del reino vegetal; pero utilizan, también una serie de productos químicos de origen mineral que, en conjunto y balanceado, mantienen en perfectas condiciones todos los órganos del cuerpo físico, aumentando su vitalidad y reforzando hasta limites increíbles la energía de su cuerpo etérico-vital, para la máxima captación de las energías provenientes del Cosmos...
Así logran, por ejemplo, mantener secularmente limpio todo el sistema vascular, evitando la tan común esclerosis que entre nosotros afecta desastrosamente nuestras venas y arterias y que es, en realidad, la causa principal de la vejez.
Para ello, todos los adultos, a partir de una edad equivalente a nuestros cuarenta años, se someten a un tratamiento especial que consiste en la administración de pequeñas dosis de una esencia vegetal proveniente de una planta que Pepe no recuerda haber conocido en la Tierra.
Se trata de una especie parecida a algunas cactáceas, de hojas pequeñas y carnosas, de color entre verde y azulino, la cual es cultivada en invernaderos especiales, con muy poca luz y a temperaturas constantes que no deben sobrepasar los 30° centígrados, ni bajar de los 22° centígrados.
El líquido esencial extraído de estas hojas después de un delicado proceso químico, es inyectado por vía endovenosa, en dosis mínimas, durante un período de quince días, en los cuales el paciente guarda absoluto reposo en hospitales del Estado, en los que recibe una dieta alimenticia de equilibrio constante con relación a las reacciones que se van observando y que nunca duran más de los mencionados 15 días.
Mediante ese tratamiento, que se repite una vez cada año, todo el sistema vascular es "limpiado" íntegramente de impurezas y los tejidos que forman dichos conductos, hasta en los vasos capilares, renuevan su elasticidad y lozanía.
La mencionada substancia, además, contribuye igualmente a la depuración renal impidiendo la formación de posibles cálculos.
También se dijo, ya, que en Ganímedes hacía muchos siglos que dejaran de existir las dolencias por origen microbiano.
Desde hace algunos milenios, todo tipo de bacteria, virus, o cualquiera otra forma de gérmenes patógenos, había sido eliminada totalmente.
Por lo tanto no existen allá ninguna de las enfermedades que entre nosotros son comunes.
Y si tenemos en cuenta que la alimentación es sabiamente administrada y controlada, según lo ya explicado, llegamos a comprender cómo la salud estable y perfecta puede alcanzar índices hasta de 95% del total de la población.
La mayoría de los casos, dentro del 5% restante, obedecen por lo regular a situaciones de emergencia, accidentes fortuitos de carácter imprevisible que por lo general requieren tratamientos de tipo quirúrgico.
Y en este campo, como en el de la medicina general, han llegado a logros verdaderamente milagrosos.
Baste decir que pueden reemplazar cualquier órgano del cuerpo, no con substitutos desechados de cadáveres, como se está comenzando a ensayar en la Tierra, sino con órganos nuevos "fabricados" (valga la expresión) a base de una pequeña porción, mínima porción, del mismo órgano que requiera reemplazarse.
En otra parte de este libro se dijo que poseían un séptimo sentido: el del "Verbo Creador" y que con el podían actuar sobre todas las formas de materia y, aún, sobre los elementos de la naturaleza...
Supongo la expresión de incredulidad que mostrarán muchos al leer esto...
Pero no olvidemos que hace dos mil años, en la vieja Galilea, la voz potente y divina de Jesús el Cristo, fue obedecida, varias veces, por los vientos y el mar, por las aguas que se transformaron en vino, o por los ojos y los oídos muertos de muchos enfermos de ese entonces; y aún más, por todos los órganos, ya descompuestos, de su discípulo Lázaro...
Muchos se reirán el leer esto, y la mayoría pensará que es pura imaginación o exceso de misticismo ciego.
Porque los que ignoran las grandes verdades cósmicas, proceden de la misma manera, como los que vivieron en el siglo pasado, si les hubiesen hablado de la televisión, de las computadoras electrónicas o de nuestros actuales viajes a la Luna.
Para seres acostumbrados a vivir en un mundo con sólo tres dimensiones y cinco sentidos, que únicamente alcanzan a percibir y conocer la vida física dentro de esas tres dimensiones, pasa lo mismo que sucedería a un ser que, supuestamente, siendo inteligente y pudiendo razonar, viviese, por ejemplo, una clase de vida igual a la existencia de los peces.
Si solamente puede apreciar las formas de vida submarina, sin alcanzar jamás a conocer el mundo terrestre que se extiende más allá de su mundo acuático, es lógico que aquel Ser tan sólo pensaría de la vida según las condiciones reinantes en ese mundo acuático por él conocido.
Para ese ser imaginario, como para los peces, todo el universo, todas las formas de vida y todas las posibilidades de existencia quedarían reducidas a las de los seres que habitan en el fondo de los mares...
¿Cómo puede nuestra humanidad opinar certeramente sobre mundos y existencias que trasciendan a la cuarta, la quinta, o superiores dimensiones; sobre condiciones de vida, de conocimiento o de poder, a través de sentidos superiores a los cinco por nosotros conocidos...?
¿No estaríamos procediendo, en verdad, como aquel Ser imaginario del mundo submarino?
Y cada mundo, cada plano de la Naturaleza, o "dimensión", posee características propias, fuerzas y energías especiales, que se manifiestan y actúan de acuerdo con leyes fijas e inmutables, leyes y fuerzas imposibles de comprender por quienes, desconociéndolas, están impedidos de entenderlas.
Debemos saber que aquellas "dimensiones" existen.
Que en aquellos Planos de la Naturaleza moran seres diferentes a nosotros, entidades invisibles para el ojo físico e inaudibles por los oídos comunes al hombre de la Tierra.
Pero entidades, muchas de ellas tan poderosas, que su acción trasciende los limites de cada plano o dimensión, manifestándose como fuerzas en determinados aspectos del plano de materia física apreciado por los cinco sentidos de nuestra humanidad.
En ciertas escuelas esotéricas y en el campo de la metafísica y de la metapsíquica, se enseña algo de esto y se denomina a muchos de tales seres como "Espíritus de la Naturaleza".
Para los profanos, todo esto puede parecer absurdo, fantástico o supersticioso...
Pero no olvidemos que todas las religiones han reconocido y enseñado, veladamente que es cierto, pero lo han tratado, presentando, con distintos nombres la existencia de aquellas entidades superiores, de aquellas formas de vida inteligente mucho más avanzadas y poderosas que nosotros, a quienes el cristianismo agrupa en las diferentes categorías de ángeles, arcángeles, querubines, serafines, tronos y otras tantas que no han podido ser explicadas satisfactoriamente, por la misma falta de medios para ello en un mundo, o plano, de existencia y posibilidades inferiores.
Pero aún en nuestra Tierra hay algunos que lo saben, que han logrado penetrar, conscientemente, en esa "cuarta dimensión", y que, por tanto, están capacitados no sólo para comprenderla, sino para llegar a comunicarse y hasta "trabajar" en contacto con las entidades de ese Plano.
Esto, que es común y normal en la humanidad que habita Ganímedes, da lugar a otra consecuencia directa de la vida en la cuarta dimensión: para los seres que pueden actuar, consciente y regularmente, en ese plano de la Naturaleza, deja de existir la muerte, según el concepto que de ella tenemos en la Tierra.
Pero tan trascendental aspecto de la Vida, requiere para su comprensión, un mayor análisis y una explicación más detallada.
Trataremos de conseguirlo en el próximo capítulo...
Posteado por Oliver Mora.
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