domingo, 9 de junio de 2013
COMPRENDIENDO EL PLAN CÓSMICO
Mayo 21, 2013
“En el
principio no había principio porque el Todo y la Unidad siempre
existieron contenidas en sí mismas. …Esa es la esencia de la unidad. Fue
entonces cuando la Esencia Divina optó por la dualidad y amándose a sí
misma, creó la diferencia. Así surgió la Creación”. (Revelaciones de
Amarna)
Existe una cosmogonía extraterrestre, y
un Plan Cósmico que nos narra cómo fue que empezó todo, con qué
propósito y por qué se dio así. Esto ha sido develado por inteligencias
extraterrestres, intraterrestres e interdimensionales de diferentes
maneras y a través de seres humanos seleccionados para ello por su mayor
sensibilidad y predisposición. Estas personas han sido contactadas a
múltiples niveles, siendo las formas más habituales de contacto: la
telepatía, el viaje astral consciente, la bilocación y el encuentro
físico directo. Buena parte de ese conocimiento se encuentra también en
el Registro Akásico del Planeta, o Cinturón Magnético que envuelve
nuestro mundo grabando todo cuanto ocurre, se dice o se piensa. Los
mecanismos y claves de acceso a ese registro se hallan grabados en esas
personas que fueron preparadas de antes, en encarnaciones anteriores, y
en diferentes puntos del planeta, a la espera de ser activados.
Según
esta historia universal, el Cosmos estaría dividido en tres grandes
universos o realidades, una contenida dentro de otra. Estos son: el
Universo Espiritual, el Mental y el Material. El Universo Espiritual o
interno creó al Universo Mental, y éste a su vez al Universo Material o
Septernal.
Nosotros vivimos en el Universo
Material que posee siete dimensiones. En dicho universo los seres
humanos poseemos siete cuerpos, que nos permiten actuar en cada una de
esas siete dimensiones. Para despertar la conciencia en cada uno de esos
siete cuerpos, hay siete chakras (ruedas) o vórtices de energía que se
activan a través de la sagrada respiración.
Los siete cuerpos son:
El Cuerpo físico, denso o material.
El
Cuerpo Astral o emocional, también llamado de los deseos, unido al
cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía llamado “El
Cordón de Plata”, y que se quiebra cuando una persona fallece.
El Cuerpo Mental Inferior o del carácter y la personalidad.
El
Cuerpo Mental Superior o Cuarta Dimensión, vehículo de nuestras
facultades psíquicas como la telepatía, la clarividencia, dermóptica,
premonición, etc.
El Cuerpo del Alma o acopio de los recuerdos de nuestras vidas anteriores.
El Cuerpo Espiritual o Espíritu, que es la conciencia.
Y finalmente el Cuerpo Esencial o nuestra Esencia Divina.
Cuando
una persona fallece muere su cuerpo físico, pero el cuerpo astral y el
mental inferior recién lo hacen hasta después de tres días, aunque en
algunos podrían durar más tiempo dependiendo de su apego al plano denso,
o el de sus familiares o al grado de conciencia o inconciencia que haya
tenido ese ser.
Los animales tienen un alma
colectiva, los seres humanos un alma individual. Cuando los animales
mueren vierten al estanque cósmico o alma colectiva de la naturaleza su
experiencia de acuerdo a la especie. Cada cierto tiempo se condensa esas
energías del estanque cósmico en almas individuales producto de la suma
de la experiencia acumulada y contenida. Nosotros no fuimos antes
animales, sino que somos un producto diferente, la condensación o
destilación de esa energía.
Los seres
conscientes que poseemos un alma individualizada a partir de la
condensación de las energías y experiencias contenidas en el estanque
cósmico, estamos sujetos a múltiples encarnaciones, en un largo proceso
de crecimiento y aprendizaje. Todos estamos sujetos a vivir todas las
posibilidades en carne propia para ir evolucionando en conciencia, para
poder más adelante, asistir a los demás y guiarlos hacia su crecimiento.
Más
allá de la séptima dimensión, como en la música, en una octava superior
hay un universo paralelo llamado el Universo Mental. Correspondiéndole
de la octava a la décima dimensión. Los seres que allí habitan ya no son
extraterrestres, terrestres o intraterrestres, sino “Ultraterrestres”, y
son los que conocemos como los verdaderos: Ángeles, Arcángeles, Tronos,
Principados, Querubines, Serafines, Potestades y Dominaciones.
Y
de la undécima dimensión en adelante habría un tercer universo que
sería Espiritual. En el Cosmos hay un solo Dios, como Esencia Divina y
Unidad, pero que se manifiesta en los tres universos de maneras
diferentes y complementarias. Así en el Universo Espiritual se le llama
la Unidad, la Esencia Divina. En el universo Mental se le llama el Padre
Madre Creador, mientras que en el universo Material se le llama el
Profundo Amor de la Conciencia Cósmica o El Espíritu de Amor. Debajo de
Dios, hay jerarquías intermedias que se encuentran en cada uno de los
universos. Decía que el Universo Espiritual creó al Mental, y el Mental
al Material, de tal manera que no fue Dios directamente el que creó
nuestro universo, sino que fueron los Padres Creadores unas entidades
del Universo Mental, seres Ultraterrestres llamados “los Hellel” o “los
Resplandecientes”, también conocidos como “Los Hijos de Dios” que
corresponderían a la categoría de Arcángeles.
Para
comprender esto en su relación con la vida humana, podemos decir que
los primeros tres vehículos: el cuerpo físico, el astral y el mental
inferior constituyen el Plano Material, de tal manera que nos conectan a
través de dicho Plano con el universo Material de siete dimensiones.
Los siguientes tres vehículos: el cuerpo mental superior, el alma y el
espíritu, constituyen el Plano Mental, de tal manera que nos conectan
con el Universo Mental de tres dimensiones. Y el séptimo vehículo, que
es el cuerpo Divino o nuestra esencia Divina, que también se divide en
tres: Voluntad, Sabiduría y Amor, nos conecta a través del Plano
Espiritual con el Universo Espiritual que se encuentra de la undécima
dimensión en adelante. Por ésta razón al Universo Espiritual se le llama
“Interno” o “Esencial”, por cuanto es el propio origen de todas las
cosas. Solo aquellos que lograrán alcanzar la séptima dimensión de
conciencia, que corresponde al cuerpo de la Esencia y al plano
espiritual podrían conectar con el Universo Espiritual.
Este
Universo material en el que vivimos ha tenido muchas creaciones, ésta
no es la primera ni será la última. Y como tiene un principio también
tendrá un fin, que termina siendo como un reciclaje colectivo. A pesar
de ser finito este universo, no tiene límites. Es como una mega esfera,
que en su interior es como un queso lleno de hoyos.
Nada
de esto niega la existencia de Dios, al contrario demuestra que el
Creador actúa a través de intermediarios en las diversas dimensiones y
planos.
Las primeras civilizaciones que
surgieron en ésta última creación fueron guiadas directamente por los
seres ultraterrestres, produciéndose con ello un avance muy rápido y
auspicioso, llevando a las civilizaciones que florecieron a pasar pronto
de una tercera a una cuarta dimensión de conciencia, y luego continuar
hacia una quinta y luego una sexta. Las que iban por delante ayudaban a
las que surgían nuevas, en una larga cadena de solidaridad y apoyo
mutuo.
Los seres del Universo Mental no tienen
una evolución como la nuestra, por cuanto ellos fueron creados en la
condición en que se encuentran, como seres muy mentales y dependerá
mucho de lo que ellos sean capaces de lograr con nosotros y a través
nuestro para que esto afecte su evolución. Esto es que el universo
mental creó al material como para que en la medida que los seres del
universo material evolucionen, empujemos a los ultraterrestres a
reconectar con el Universo Espiritual, que es el origen de todo y de
todos.
Los seres ultraterrestres son seres
mentales, de tal manera que todo en ellos pasa por lo racional, y poseen
el conocimiento de donde viene todo y hacia dónde se dirige. Esto los
obliga a no desviarse ni a derecha ni a izquierda, limitando su libre
albedrío, pero no los imposibilita a cometer errores, más aun cuando
entran en contacto con el Universo Material donde la dimensión de las
emociones puede influirles pudiéndoles hacerles perder la perspectiva.
Las
primeras civilizaciones que se desarrollaron en esta última creación,
recibieron mucho en poco tiempo, por lo que en su avance y colaboración
con otros llegaron a un punto que para sobrevivir a las rivalidades, a
la influencia de las pasiones y tensiones de todo tipo generadas por las
emociones, procuraron neutralizar dichas emociones llegando a ser más
mentales que sus propios mentores; por lo que se estancaron
evolutivamente. Y en un universo dinámico como es el nuestro, el
estancamiento es sinónimo de muerte. Esto obligó a los seres
ultraterrestres a participar de una suerte de Concilio Cósmico para
evaluar los orígenes del problema y procurar las correcciones
necesarias. Entre los asistentes al Concilio se hallaba uno de los más
famosos Padres Creadores, Lucifer, Lug o Luzbel. Otro de los asistentes
al cónclave fue Miguel o Michael.
Lucifer lo
tenía muy claro. El consideraba que el error que se había cometido y que
había provocado el estancamiento de las civilizaciones más avanzadas ,
haciéndoles llegar hasta una sexta dimensión de conciencia, pero no más
allá y que había frenado al resto dejándolas en dimensiones inferiores,
era consecuencia de haberles facilitado demasiado las cosas,
permitiéndoles acceder al conocimiento sin mayor esfuerzo o dificultad.
Había que devolverle a la creación su dinámica, por lo que sugirió
introducir en el Universo Material entidades disociadoras que
entorpecieran y obstaculizaran al máximo el proceso evolutivo
presionando el aspecto de las emociones para darle mérito y devolverle
la dinámica interrumpida.
Los demás seres
ultraterrestres estuvieron de acuerdo que había que hacerse algo para
corregir el estancamiento, pero no así con cambiar las reglas de juego y
experimentar nuevas alternativas con aquellas civilizaciones que ya
tenían un camino caminado, por cuanto podría ser malinterpretado por
ellas.
Por su lado Lucifer se opuso en todo
momento a que se experimentara con civilizaciones nuevas, que recién se
estaban iniciando o que todavía no habían empezado, porque era como
encumbrar a unos novatos por encima de sus entenados.
Se
llegó entonces a una solución que podríamos llamar salomónica, esto es,
se decidió experimentar sobre civilizaciones y mundos que no tenían
futuro alguno, que se habían destruido totalmente y de manera natural en
el proceso de la evolución. Así si el proyecto fracasaba no importaba
por cuanto originalmente aquellos mundos no tenían oportunidad, y si el
proyecto funcionaba y llegaba a surgir allí una civilización con un
potencial psíquico y espiritual superior capaz de inspirar nuevos
horizontes , esto ocurriría en un tiempo alternativo, al margen del real
tiempo del universo. En todo momento el experimento se mantendría
aislado pudiendo ser abortado o terminado en cualquier momento.
Se
decidió entonces escoger ocho planetas de categoría “UR”(planetas de
aura azul, predestinados para un desarrollo espiritual superior siempre
que sobrevivieran a su inestabilidad, por ser ellos planetas muy
inestables que fácilmente entran en convulsión y se destruyen , o atraen
impactos meteóricos o de cometas que tanto los pueden destruir como
sembrar o alterar la vida en ellos ) , dos por galaxia, involucrando en
total cuatro galaxias de un grupo local de galaxias que gira en torno a
la M31 la gran nebulosa de Andrómeda. Los planetas escogidos ya se
habían destruido y no existían en el Real Tiempo. Uno de esos planetas
era la Tierra.
Se autorizó entonces que un grupo
de civilizaciones extraterrestres viajaran a través del tiempo y del
espacio mediante atajos interdimensionales (pliegues cósmicos o agujeros
de gusano), llegando a los planetas escogidos antes de que estos
murieran e impidiendo que sucumbieran, creando con ello un tiempo
alternativo paradójico.
Para los extraterrestres
el tiempo en el universo es como una espiral ascendente , de tal manera
que en una de las curvas de la espiral la Tierra murió, pero el
universo continuó. Fue precisamente hace mil doscientos millones de años
que nuestro planeta fue víctima de impactos de lluvia meteórica que
acabaron con la vida del planeta y con el planeta. Entonces a través de
los portales dimensionales abiertos llegaron los interventores
(Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida) viajando por el espacio
tiempo, llegando a nuestro mundo antes que sucumbiera creando otra
realidad, y a partir de ese momento se crea otro tiempo que corre
paralelo al anterior. Supuestamente al ser este, un tiempo paradójico,
se suponía que debía ser irreconciliable con el tiempo real, pero los
acontecimientos demostrarían lo contrario.
Ahora,
¿qué prueba científica habría de que esto que estoy diciendo podría ser
real? Precisamente, cuando los científicos procuran datar la antigüedad
del universo utilizan para ello el llamado “Efecto Dopler”, que es el
corrimiento de la luz hacia el rojo del espectro, y que permite medir la
velocidad con la que las galaxias se acercan y se alejan entre sí. De
acuerdo a esto, se ha calculado que el universo tendría entre 10,000 a
15,000 millones de años de antigüedad. Pero lo que los científicos no se
pueden explicar, es por qué cuando ellos miran en determinada dirección
del universo, siempre se encuentran con ciertas estrellas más antiguas
que el “Big Bang”, lo cual es imposible. No puede haber estrellas más
antiguas que la creación. Otro elemento interesante de apoyo a este
planteamiento es que en el año 2002, cuando la sonda espacial Voyager
debía de salir fuera del sistema solar para buscar vida en otros mundos
fuera del sistema, cuando dirigió sus cámaras y detectores en dirección
hacia la Tierra no detectó vida en nuestro mundo. Fue un escándalo
porque ¿cómo podría buscar vida en otros mundos si ni siquiera la
detectaba en la Tierra?. Lo que ocurrió es que la sonda había pasado muy
cerca de las lunas de Júpiter, donde habría un portal dimensional que
comunicaría con el Real Tiempo del Universo, y dentro del Real Tiempo no
había vida en la Tierra, ni siquiera habría Tierra.
La
Tierra es parte de un sistema solar que a la vez es una porción ínfima
de una galaxia (La Vía Láctea). Nuestra galaxia posee más de 400 mil
millones de estrellas, repartidos en cuatro brazos espirales donde se
encuentran alrededor de unos cien mil millones de sistemas solares.
Todos los mundos más evolucionados de nuestra galaxia en capacidad de
ayudarse y ayudar a otros se encuentran bajo la regencia de un Concejo
de 24 Ancianos, llamado el Concejo de la Confederación de Mundos. Debajo
de ellos hay todo un orden jerárquico de civilizaciones conformado por
los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida, luego vienen los
Guardianes y vigilantes, y finalmente los Instructores Planetarios. Los
24 Ancianos de la Galaxia, o Concejo de nuestra Galaxia tiene un
representante en Andrómeda, y así cada una de las galaxias satélites, de
tal manera que todos ellos conforman el Concejo de los 9 de Andrómeda, y
la relación de este Concejo central con cada una de las Galaxias, se le
conoce como la Gran Hermandad Blanca de la Estrella, simbolizada por
una estrella de Seis puntas símbolo de la conexión entre los universos a
través de la Cuarta Dimensión o Tiempo Real.
Con
el tiempo nuestro planeta volvió a destruirse, pero parcialmente. Esto
fue hace unos 65 millones de años, con aquel meteorito de casi 10
kilómetros de diámetro que chocó en las costas de México, quedando
nuestro mundo peligrosamente inclinado sobre su eje. Con este nuevo
desastre la Tierra fue el primero de los ocho planetas escogidos que fue
descartado del Plan Cósmico. Pero más adelante, tres de los otros siete
planetas se volvieron a destruir totalmente, y cuatro se estancaron
evolutivamente, porque en ellos se intervino tanto y tan directamente,
que las civilizaciones que allí surgieron imitaron procesos, terminando
por estancarse igualmente.
El único planeta en
el cual los experimentadores perdieron el control sobre el experimento
desde un inicio pudiendo llegar a cumplirse con la expectativa original,
es aquí en la Tierra. Por ello se le retomó dándole una nueva
oportunidad, y hace millones de años atrás los interventores modificaron
la genética de nuestros antepasados a través del poder del sonido,
facilitando y alentando saltos en la evolución. Fueron siete Ingenieros
Genéticos llamados en la Biblia “Elohim”, los que descendieron en un
punto de África y que experimentaron directamente con los
proto-homínidos. Uno de aquellos Elohim estaba directamente influenciado
por Luzbel, su nombre era Gadreel. Era un médico extraterrestre
identificado con el símbolo de la serpiente, que en su momento boicoteó
el proyecto alentando a nuestros ancestros constituidos por varias
parejas que habían sido colocados en una nave laboratorio, a consumir
plantas con propiedades alucinógenas.
Gadreel
fue castigado por su inadecuada actuación siendo dejado en nuestro
planeta como exiliado, y refugiándose posteriormente en el mundo
intraterreno.
Desde que el concilio de los
“Hellel” decidió llevar a cabo el Plan Cósmico Lucifer o Luzbel ha
venido entorpeciendo el proceso, haciendo sentir su oposición a que su
propuesta original fuera variada y adaptada. Por lo que su misma actitud
lo ha llevado a actuar de acuerdo al papel que él mismo había
propuesto, enfrentando y disociando. Y esto lo ha venido haciendo a
través de diversos personajes a lo largo del proceso.
Hace
25 mil años de los nuestros, dos grandes civilizaciones
extraterrestres: los seres de Orión y los de las Pléyades, recibieron el
encargo de llegar a nuestro mundo en calidad de Guardianes y
Vigilantes, para supervisar más de cerca la evolución del Plan. El
principal de los Oriones era un ser de aspecto reptiloide (también
identificado con el simbolismo de la serpiente) llamado Satanel o Satán,
una entidad extraterrestre, a la vez leal seguidor de la filosofía y
lineamientos de Luzbel, por lo que hizo lo imposible por boicotear y
sabotear el Plan Cósmico, generándose tal nivel de tensión en una suerte
de guerra de galaxias cuyos ecos todavía resuenan en el cosmos,
enfrentando a los guardianes y vigilantes.
En
Orión hay muchos sistemas y mundos habitados por todo tipo de seres,
algunos de forma humanoide como nosotros, otros totalmente diferentes.
Por ello, no es extraño el que hayan seres de aspecto reptiloide
antropomorfizado en el espacio, por cuanto para ejemplo esta nuestro
planeta, donde la evolución pudo haber llegado a albergar formas
evolucionadas de reptiles.
Satanel argumentaba
que el ser humano de la Tierra podría poner en peligro el orden cósmico
desestabilizándolo y revolucionándolo todo, siendo seguido por un grupo
de oriones que tomaron extremas medidas de violencia para imponer su
criterio, lo que hizo que fueran sometidos y en calidad de disidentes,
fueron finalmente desterrados en la Tierra. Acostumbrados a vivir miles
de años fuera de nuestra atmósfera, envejecieron y murieron aquí,
quedando atrapados en otra dimensión, declarando desde allí una guerra
psíquica a la humanidad, procurando manipularlo y constituyendo una
suerte de gobierno en la sombra, que quiere impedir a como de lugar la
evolución de la humanidad. Este gobierno interno negativo no puede
manipular a toda la humanidad, por lo que escoge y selecciona a personas
débiles de voluntad encendiendo sus carismas, vinculándolos a la
política, la religión, la economía, la moda, la música, la mafia, las
drogas, etc para que desde allí controlen y manipulen quitándole a la
humanidad la fuerza y voluntad de cambio, encaminándolo a la
autodestrucción e impidiéndoles el conocimiento de nuestro rol
protagónico en el concierto de los mundos.
Lo
que los mueve a los disidentes a actuar de la forma que lo han venido
haciendo a lo largo de miles de años, es el temor al cambio y a un nuevo
estado de cosas.
Si bien no todos los oriones
participaron de la disidencia, quienes se mantuvieron fieles al Plan
Cósmico se le permitió quedarse en las Lunas de Júpiter estableciéndose
en colonias mineras que sostuvieran las estaciones orbitales con
recursos. Desde allí quedarían en calidad de observadores del proceso,
para que llegado el momento pudieran volver a contactar con la humanidad
en calidad de instructores, reivindicándose y resarciendo a la
humanidad por los errores y arbitrariedades cometidos por los otros
Vigilantes.
Los oriones fueron reemplazados por
los seres de Sirio (Can Mayor) en su calidad de Vigilantes y Guardianes,
colaborando con los pleyadianos, manteniéndose al frente de nuestro
planeta. Pero la influencia nefasta de los exiliados consiguió que
doscientos pleyadianos cometieran la grave trasgresión de tener
relaciones sexuales con seres humanos de la Tierra, como lo afirman las
tablillas sumerias, el Libro del Génesis Bíblico y el Libro Apócrifo de
Enoc. Los mestizos que surgieron de esa relación fueron reunidos en un
archipiélago de diez islas en el océano Atlántico dando surgimiento a la
civilización atlante. El mal uso que hicieron los atlantes del
conocimiento recibido de sus padres extraterrestres coincidió con una
catástrofe planetaria cíclica de cambio climático, haciendo desaparecer
esta civilización de la faz del planeta.
El mito
de Noé que se repite de una cultura a otra hace referencia a esta
catástrofe, y al proceso de salvamento de un pequeño número de personas.
Esta
situación con los oriones disidentes y el problema posterior que se dio
con los pleyadianos, hicieron que el grado de interacción de los
extraterrestres con la humanidad creara inesperados vínculos difíciles
de romper. Es como que en un laboratorio donde se esta experimentando
una vacuna, los científicos más prominentes allí destacados quedan
expuestos y contaminados a la enfermedad u a otra, y ahora no queda más
remedio que encontrar el remedio para una cosa y la otra, sino, hay que
cerrar (sellar) el laboratorio con todos adentro, quedando peor que al
principio.
Los salmos de la Biblia mencionan
esta condición tan especial que se le ha otorgado al ser humano de la
Tierra de poder marcar la diferencia:
“¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él y para darle poder?
Lo
hiciste poco menos que los ángeles, Lo coronaste con gloria y dignidad,
Le diste el mando sobre la obra de tus manos, Todo lo sometiste bajo
sus pies”… (Salmo8,5)
La destrucción de la
Atlántida y del último período de la Lemuria llamado “Mu”, debido al
cambio climático y a las catástrofes propiciadas ya en aquel entonces
por el ser humano, precipitaron un primer envío de 32 seres
extraterrestres en calidad de organizadores de los archivos del Registro
Askhásico , para lo cual descendieron en el desierto del Gobi en la
Mongolia, y fundaron allí la mítica Shambala, capital del mundo
intraterreno de Agharta estableciéndose como la Hermandad Blanca de la
Tierra. El conocimiento fue guardado a través de una red de túneles y
ciudades subterráneas en diversas partes del mundo para que estuviese a
disposición de la humanidad llegado el momento. Posteriormente fueron
enviados otros 144 seres pero como instructores planetarios, que
descendieron en la Mesopotamia, y en Mesoamérica estableciendo contactos
directos esporádicos con las poblaciones humanas para ayudarlas a
retomar el proceso interrumpido por los grandes desastres.
Por
todo lo que ha venido ocurriendo en los últimos miles de años en
nuestro planeta y alrededor de él, podemos decir que cuanto acontece
aquí ya no se puede circunscribir únicamente a nuestro entorno. Los
interventores no pueden ser meros observadores del proceso sacando
conclusiones como asistiendo a un Reality Show televisivo. Somos todos
parte de una misma historia y de una misma solución. Por ello hemos
visto multiplicarse los avistamientos ovnis en todo el mundo y
manifestaciones de todo tipo. Pero los extraterrestres son muy
conscientes de que en este especial momento de la historia planetaria no
deben de hacer por nosotros lo que a nosotros nos corresponde.
Hoy
por hoy nos encontramos al final de un ciclo cósmico que había sido
vaticinado en un sin fin de profecías en donde todos estamos asistiendo a
trascendentales cambios mundiales, entre ellos el Cambio Climático
Mundial, los Mega desastres, Terremotos y Erupciones Volcánicas, la
Crisis Económica, Política, Social y de violencia e inseguridad, etc. En
ninguna de estas profecías se hablaba del fin del mundo, sino del final
de los tiempos, y para que haya un final de los tiempos, tendría que
haber más de un tiempo. Por ello lo que se espera que ocurra en los
próximos años es que el tiempo alternativo y paradójico en que vivimos
se junte , integre o sincronice con el Real Tiempo del Universo, de tal
manera que solo habrá un tiempo, con todas las consecuencias que esto
supone.
Toda esta historia muy simplificada y
resumida, difícil de creer y asimilar es el Plan Cósmico, y es el drama
que estamos viviendo en la actualidad.
Sixto Paz Wells
Compartida con mucho cariño,
Isolda
LA ESPIRITUALIDAD MÁS EXPANDIDA ES EL AMOR EN VERDAD ILUMINADO CON VALORES APLICADOS.
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA
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