lunes, 26 de mayo de 2014
YVONNE AIMÉE de MALESTROIT - COLOCARSE EN LA HUMILDAD ...
Yo soy Ivonne Amada de Malestroit, Estrella Ki- Ris -Ti.
Queridos hermanos y hermanas, vengo a vuestro encuentro a comulgar y para que oigan la Buena Nueva que no se proclama, incluso que no se dice. Vengo a hacerme eco de la Buena Nueva que sólo puede vivirse en la Verdad.
Hijos del Uno, sean benditos y vivan la Gracia. Ustedes son el Alfa y la Omega, son el Camino, la Verdad y la Vida.
Si bien, esto no se trata de una proclamación. Es algo que ustedes lo viven en su intimidad. Nada puede sostenerlo, a no ser vuestra Humildad, llevándolos a dejar el lugar en totalidad.
Hijos del Uno, sean pequeños a fin de dejar-Le el lugar. Acoger la Verdad sólo puede hacerse cuando el error de la separación se borra. La Ilusión y la Verdad no pueden coexistir.
Entonces, Hijos del Uno, hermanos y hermanas, permanezcan en la Humildad. Ustedes lo saben, durante mi vida este fue mi estandarte. La Humildad, yo la llevé, yo la adoré, porque sabía que así yo recibía al Bien- Amado.
La Humildad va a la par del Silencio. Ustedes no pueden mantener el ruido de este mundo y colocarse en la Humildad.
La Humildad es reconocer que lo que se hace es por la Luz misma. La Humildad es no juzgar lo que les llegue. ¿Cómo pueden saber lo que viene a reforzar el Camino, la Verdad y la Vida en ustedes? Eso nadie puede saberlo, ya que eso sólo puede vivirse. Razonar no puede llevar a vivirlo.
Queridos hermanos y hermanas, Hijos del Uno, esto es lo más esencial que puedo compartirles: la Humildad no tiene límites. La Humildad los lleva a colocarse cada momento en el Aquí y Ahora. Porque la Humildad los invita a no juzgar los elementos del pasado, ni hacer gárgaras con un supuesto camino. La Humildad no puede desplegarse con una estrategia de futuro. Aquí y Ahora, humildes, pequeños, tan pequeños como sea posible, es lo que los lleva a encontrar la Gloria del Uno.
Tomemos el tiempo juntos, para estar en el Silencio, en la Humildad, en el Amor de la Vida...
[Silencio]
Hermanos y hermanas, Hijos del Uno, así muy pequeños, acojan el Corazón ardiente, tal como yo lo hice durante mi paso en la tierra...
[Silencio]
Hermanos y hermanas, Hijos del Uno, que la Paz los acompañe, que el Amor sea su Morada.
Permanezco más que nunca a su lado, en ustedes...
Por última vez digo, y repito, que allí donde está la Humildad, la Gloria del Uno se instala. Les digo hasta pronto. Reciban todo mi Amor de Hermana y de Madre.
No duden en llamarme para sostenerlos en la Humildad, en la Simplicidad, en la Verdad.
Reciban también todo el Amor de mis Hermanas Estrellas. Hasta pronto.
Transmitido por Air.
http://www.envol-du-phenix.org
Traducción: H. N.
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