Mensajes de la Luz, Arcángel Gabriel sobre la Serenidad
28-08-2014
Amados,Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como serenidad.
La serenidad es una sensación de paz interior con uno mismo y donde uno se encuentra en este momento.
Se trata de una renuncia total de todo lo que ya no es una parte de la vida de uno o camino.
Es entregar el miedo y cambiarlo a su vez por fe, sabiendo que todo se
está desarrollando en la vida de uno con gracia y facilidad.
La
serenidad interior ayuda a que una persona se haga más tolerante con lo
que está ocurriendo en su vida, y que sea capaz de pensar con más
claridad.
La serenidad es un estado de la mente que permite al flujo de energía a ser libre de bloqueos o estancamientos.
Es
una sensación de estar en paz, reconociendo el continuo flujo de
energía dentro y alrededor de uno mientras uno hace el camino antes que
ellos.
El individuo sabe que la capacidad de mantener la calma, sin importar lo
que está sucediendo alrededor de ellos siempre se encuentra en su
interior.
Todo es cuestión de elección individual y la persona sabe que las
circunstancias no determinan su estado de ánimo, ya que el poder reside
en ellos mismos por ser conscientes y responsables de lo que están
sintiendo.
Cuando mantienen una postura interior pacífica, incluso en medio del caos, siempre están en un estado de balance y equilibrio.
La
puerta de este estado de la mente se abre mediante la participación
tanto del alma como del espíritu al involucrar la propia alma a través
del amor; el amor a uno mismo, el amor a los demás, el amor al trabajo,
el amor de pertenencia a través del espíritu, a través de la creencia;
creer en la bondad de la vida, creyendo en la unidad, en la creencia de
lo sagrado, y creer en la transformación mediante el fomento de la
creencia en y del amor de Dios.
Estar serena no significa que la persona está llena de alegría; sólo
significa que ella está en paz dentro de sí misma, en un estado de paz y
tranquilidad.
Este es un estado mental deseable de experimentar. Es la meta de la
mayoría de los seres humanos para alcanzar semejantes estados de paz y
serenidad interior.
Algunas
personas experimentan serenidad de vez en cuando, pero hay otras
personas que logran sentirse de esta manera la mayor parte del tiempo,
debido a que ya no son esclavos de sus emociones.
Al cambiar su actitud hacia los problemas, les ayuda enormemente pensar positivamente en las cosas buenas.
En
lugar de ver los desafíos como algún tipo de castigo, en cambio lo ven
como una oportunidad para crecer, porque es sólo a través de
experimentar el dolor que realmente pueden alcanzar su más alto
potencial de crecimiento del alma.
Si cada persona viera los desafíos de manera más positiva, aumentaría su
capacidad para lidiar con el enfrentamiento de la vida en períodos
vitales.
Serenidad significa estar en el momento con los pensamientos, palabras y acciones de uno.
Entonces uno puede dar el servicio más alto y mejor a los demás en el ámbito de sus capacidades.
La
fortaleza de una persona en la fe la sostiene y la eleva en tiempos de
incertidumbre, y la cualidad del amor conocida como serenidad se derrama
sobre ellos como hermosos rayos de luz.
La
serenidad invita a una persona a que vuelva a conectarse con la
naturaleza, viéndolo como una oportunidad de oro para generar
pensamientos refrescantes y experimentar una sensación de renovación.
La
serenidad proporciona a una persona la oportunidad de reconocer sus
sentimientos y pensamientos para que pueda entender sus emociones con
claridad y distinguir las que son constructivas de las que son
destructivas para la paz interior y el bienestar.
Se vuelven renovadas y revitalizadas con la vitalidad y la energía de la
fuerza vital, que ellos pueden expresar y se manifiestan en sus
acciones en su vida diaria.
Serenidad
es descubrir poco a poco la persona que el Creador ha destinado a cada
individuo ser y convertirse en lo que uno fue hecho para ser.
Todo
el mundo en algún momento ha experimentado sentirse abrumado por la
vida cuando parece estar girando un poco demasiado rápido, sintiendo una
necesidad de escapar y encontrar un lugar de serenidad y simplicidad,
un lugar apartado para estar a solas con nuestros pensamientos, para
encontrar un lugar tranquilo para reunir los pensamientos de uno y
encontrar el lugar de serenidad, paz y armonía dentro de ellos.
Cuando
se abraza este estado de ser, no hay ansiedad o sensación de
complicación, ya que el acto de simplificar los propios procesos de
pensamiento es tan liberador y se siente tan bien.
A medida que cada persona comienza a encontrar el lugar de la serenidad encuentran el lugar de la soledad.
La soledad expresa la gloria de estar solo y sentirse sereno. La soledad puede ser, y a menudo es, un momento muy productivo.
En la serenidad y en soledad, descubren que el mundo está hecho de belleza, simplicidad y orden.
En serenidad y sencillez, aprenden a encontrarse cara a cara con la
vida, para desahogar la propia vida, para vivir la vida de forma más
directa, sin pretensiones y sin gravámenes.
Al
ser directo y honesto en todas las situaciones y tomar la vida tal como
es, se encuentran con la serenidad, la paz y la gloria de la vida.
Al optar por dejar de lado todos los pensamientos que mantienen su
fuerza de la vida agotada, su vida es tan serena en su interior como lo
es por fuera El ambiente de uno es rico y profundo en el silencio y en
soledad, y no es difícil de lograr sin salir de la civilización.
Al dar a uno mismo la oportunidad de estar solo y tranquilo, uno encontrará los resultados increíbles.
Cada
individuo encontrará que ha sido más feliz que nunca, más seguro o más
intuitivo de lo que es cuando se da tiempo para encontrar la serenidad
en la soledad.
Pasar
tiempo en solitario nutre el alma de uno y nos libera para transformar
cualquier sentimiento negativo hacia la soledad en un oasis de paz,
tranquilidad y un estado de gracia – como algo positivo y productivo –
por ser bueno para uno mismo, uno trae la calma, la tranquilidad y la
serenidad en el propio estado de ser.
A
medida que uno viaje al interior, uno mismo se abre hacia un nuevo
lugar, un lugar donde el trabajo interno del corazón de uno vendrá a
contactarse con las realidades exteriores de uno, un mundo en el que
comienzan los deseos del corazón de una persona a desarrollarse.
En solitario, uno llega al lugar más íntimo y permanecer en ese lugar crea soledad sin ser solitario.
En este lugar sagrado, uno está conectado a uno de los recursos internos
y los tesoros dentro de ellos que puede traer la curación, ya que moran
con Dios dentro.
Los
que se toman el tiempo para escucharse a sí mismos y hacerse el tiempo
para experimentar momentos de soledad encuentran que su esfuerzo les
trae respuestas, percepciones, serenidad y paz de la mente.
La creación de este espacio dentro hace milagros, ya que este espacio
positivo en el corazón y el alma de ellos se abre a la creatividad, la
espontaneidad, y la causalidad.
La sensación de serenidad y de paz se manifiesta en el corazón de uno, y
la tranquilidad es el silencio interior que le da acceso a uno mismo a
su Yo Superior.
Al
hacer uso de la quietud de nuestro corazón, uno puede experimentar el
espacio, el flujo y la posibilidad, ingredientes clave que ayudan a uno a
vivir en paz y serenidad.
Esto se manifiesta exteriormente en el espacio físico de uno, las relaciones de uno y en la espiritualidad de uno.
Los
dejo ahora con la intención de que cada individuo encuentre la
serenidad en el propósito de sus vidas, y la paz y la serenidad en sus
familias y en sus comunidades.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana de las Sinfonías de Gracia
Traducido por Andelei
Se
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