Ángeles de HOspital
04-01-2015
Cuando
hablamos de FE, no nos estamos refiriendo a ninguna confesión o
religión concreta, pero sí que es cierto, que ante hechos o trances
especialmente dolorosos, el ser humano tiende a pensar o abogar por
fuerzas superiores que, rijan o no el universo,cita-ang1 parecen
interceder por nosotros en algunos momentos.
Algunos
los llaman entes, otros ángeles, otros daimones… pero sea de la manera
que fuese, esa energía o el deseo ulterior de algo concreto, remueve, en
gran parte de los casos, todos los cimientos estructurados del
pensamiento crítico y racional.
En
esta ocasión, tras la marabunta de mensajes recibidos tras el caso del
hospital de Badajoz, el equipo de Cuarto Milenio seleccionó algunos en
concreto para hacer una recreación de los hechos, y en todos ellos se
pueden ver ciertos paralelismos que, a priori, no tienen ningún sentido
para las personas que “sufren” esta vivencia, pero que se repiten de
manera sistemática en todos los testimonios, a veces, con pequeñas
variaciones.
Los
chicos de recres, con Anita, Julio y Elena, de producción, a la cabeza,
volvieron a rodar de noche en un hospital de Madrid, con la dureza que
conlleva esta decisión, puesto que es un centro de salud en activo, y
por tanto las noches en estos lugares no son especialmente de color
rosa.
Al llegar, el silencio y el respeto con el que todo el mundo trabajaba
me permitió ver cómo ambos mundos seguían su curso sin molestarse.
cita-angel. Los
celadores en su rutina, y los eléctricos con su trabajo, con esa
especie de orden establecido que tienen y que hace que el engranaje vaya
siempre bien engrasado.
En
una secuencia determinada, una figura de negro emergía de la oscuridad
del pasillo, con el rostro pálido, y se acercaba a una actriz que hacía
el papel de una madre afligida por la inminente pérdida de su hijo.
La
mujer, entre lágrimas, sollozaba sin percatarse de que la figura se iba
acercando más y más, hasta que se sentó a su lado, y agarrando sus
manos le dio una estampa y unas palabras de ánimo.
En esas situaciones, todo consuelo es poco, pero cualquier ánimo sirve para intentar relajar el sufrimiento.
Tras
ese instante de contacto, la figura se retira y termina desapareciendo
por donde ha venido, ante la mirada curiosa de la madre, que sigue, sin
saber muy bien qué sucede, con la estampa en las manos y las lágrimas
recorriendo sus mejillas.
Aquí
llega el punto de inflexión. Parecen desaparecer. Son mujeres de rostro
blanco, de sayos negros, de andares difusos, casi neblinosos.
No
sabemos si es por la situación, que puede distorsionar la percepción
real de las cosas, por la ofuscación ante un acercamiento que se puede
entender como intrusivo, o bien porque simplemente estos sucesos son así
de extraños, pero todos los testigos nos contaron que el “shock” viene
después de unos segundos, cuando ya la figura de la mujer parece haber
cumplido su cometido, dado su mensaje y desaparecido sin dejar rastro.
Hasta personal de seguridad, sin ningún contagio emocional, asegura haber sido testigo de estas “apariciones”.
En
algunos casos es un consuelo verbal, en otras, una medallita, una
estampita… algo que alude a la fe, sin entrar en parámetros algunos de
religión, pero que son una llamada firme a la esperanza, a creer que
aunque hayamos tirado la toalla y nos estemos preparando para lo peor,
puede que X, Dios, la Suerte, o lo que sea que domine el Universo, tenga
preparado otro final alternativo a esa situación.
Tras
unas cuantas horas rodando en el hospital, y ya casi perfilando el
alba, todo el equipo recogió y se dio por finalizado el rodaje.
Todos
estos casos que se han llevado a pantalla han tenido un final feliz,
las personas han mejorado y salido de su enfermedad o trance y han
podido volver a ver amanecer, un amanecer parecido al que se dibujaba
por los edificios de un Madrid somnoliento que volvía a ponerse en pie,
después una larga noche de vigilia en el hospital… después una noche
apacible, tras los ángeles de la FE.
ÁNGELES DE HOSPITAL, por Annaïs Pascual
Reportaje completo y galería fotográfica en el enlace:
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