Saúl, Su unidad surgirá con toda su gloria y magnificencia para asombrarlos y deleitarlos
18-10-2015
Muchos de ustedes tienen problema con la verdad de Todos son Uno.
Como
humanos separados, individuos en sus propios cuerpos separados, es muy
difícil para ustedes concebir ser uno con alguien que les desagrada,
mucho menos alguien que generalmente se reconoce como un criminal o un
dictador opresor.
Pero esos son solo aspectos ilusorios de ustedes mismos que resultan de la separación intencional de su Fuente divina.
Cuando
despierten, como inevitablemente lo harán ya que es su voluntad y la de
Dios, su Unidad surgirá con toda su gloria y magnificencia para
asombrarlos y deleitarlos.
Sus
variadas culturas y etnias terrestres tienen estándares de
comportamiento, precisos y complejos a los cuales se les enseña
conformarse al crecer desde la infancia a la adultez.
Al
alcanzar la adultez esos estándares de comportamiento se han vuelto tan
arraigados que ni siquiera pueden cuestionar su validez porque saben
que esos estándares son correctos.
Y
claro, regularmente se topan con personas de diferentes culturas y
etnias que ven que se comportan “extrañamente”, “inapropiadamente” o
“inaceptablemente”.
El Amor es la totalidad. Todo eso existe y está vivo.
Es
como un campo de energía, un campo de fuerza, una corriente
infinitamente poderosa (como la electricidad, por ejemplo) que puede
usarse en muchas formas diferentes.
Es la fuerza o la energía que traen sus cuerpos, las formas físicas de todos los seres vivos, a la vida.
Cuando
un ser vivo muere lo consideran como si hubiera terminado ya que su
cuerpo físico ya no opera satisfactoriamente y empieza a decaer. Y dentro de la ilusión, eso parece ser el caso.
Pero
como la ciencia moderna ha descubierto, la energía no puede perderse y
la fuerza vital que le dio fuerza a esa forma física de hecho la ha
dejado y y ha avanzado.
Como
he dicho antes, no existe la muerte como muerte en sí, como ustedes la
perciben, el momento de la terminación permanente de la vida.
La
vida es eterna, la vida nunca termina, puede cambiar la forma, no tener
forma pero siempre es porque lo que Dios crea es, por siempre y Él creo
la vida.
Cuando
decidieron encarnar en una forma humana tuvieron que aceptar los
límites que la forma les impuso para poder operar, trabajar con ella y
vivir enclaustrada en ella.
Pero son ustedes los que hacen esa forma lo que es para ustedes.
Mientras
enclaustrada dentro de ustedes, han olvidado esto y frecuentemente
parece que no tienen opciones, que están en manos del destino que
muestra eventos y experiencias que son muy locales como la muerte de un
ser querido o una enfermedad, que abarca otras cosas como guerras,
terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas y de las cuales no
tienen control y que tienen que lidiar lo mejor que pueden.
Sin
embargo, donde se encuentran en el planeta y las experiencias que
tienen son el resultado de elecciones que tomaron, con guía y asistencia
de sus maestros y mentores en los reinos espirituales. No hay accidentes ni sus vidas están predeterminadas.
Todos ustedes sin excepción eligieron el camino en el cual se embarcaron con las lecciones que les presentan. Cuando aprenden una lección, avanzan.
Cómo
responsan a una lección es desconocido hasta que ocurre y responden a
eso, no está predeterminado aunque están conscientes del sentimiento,
“¿por qué estas cosas siempre me pasan a mí?”
Cosas
como estas siempre les pasan porque eligen un camino de vida con esas
lecciones adjuntas para que puedan aprender y avanzar.
Debido
a que han olvidado que tomaron esta elección antes de encarnar, a
menudo toma mucho tiempo darse cuenta de que hay lecciones de enorme
importancia para que las aprendan al vivir sus vidas humanas.
Algunos nunca se dan cuenta y dejan sus cuerpos humanos habiendo aprendido muy poco de lo que habían establecido por aprender.
Esto no es un problema porque eventualmente aprenderán todo lo que eligieron aprender y entonces el despertar ocurrirá.
Al
pasar, todo el dolor, la preocupación, el miedo, la ansiedad y el
sufrimiento que pasaron se disolverán porque todo es parte del sueño, de
la ilusión, y en realidad nunca ocurrió.
La
vida humana parece muy real mientras la están viviendo y se adhieren a
resultados que creen que quieren y desean como humanos, porque se
sienten seguros que los harán felices.
Pero todos ustedes han alcanzado resultados deseados solo para encontrar que no dan lo que habían esperado.
Lo que en realidad desean es conocerse a sí mismos como Uno con Dios, regresar a su estado natural de eterno gozo.
Esa
es la fuerza conductora que los motiva como humanos, solo que
normalmente los conduce a alcanzar lo que complace o satisface a sus
cuerpos humanos con los cuales se identifican intensamente.
Cuando
fallan en sus logros que habían vislumbrado, esa satisfacción es un
detonador que los hace cuestionarse qué es lo que realmente buscan.
Desafortunadamente,
debido a las aparentes posibilidades que la ilusión ofrece pueden ser
tentadoras, normalmente buscan otro “agasajo” que procurar – una nueva
relación, un nuevo trabajo, un nuevo producto de consumo, un nuevo lugar
para vivir y volver a empezar – y ninguna de estas los satisfará.
Fueron creados para disfrutar la vida eternamente en Presencia de Dios.
En ese estado, la total satisfacción y el completo contento los envuelve.
No hay otro estado aparte de este, mucho menos uno que les brinde una alegría o felicidad duradera.
Cuando
se dan cuenta de esto, se vuelven hacia adentro buscando la Realidad, y
cuando eso pasa, todos en los reinos espirituales se regocijan porque
han vuelto al hogar.
Sin
embargo, debido al ruido de la ilusión, les es difícil ponerse en
contacto con su verdadero Yo, el Ser superior que siempre han sido, el
Ser en el que reside su eterna felicidad.
Por eso es esencial visitar su santuario interno diariamente para su bienestar y su crecimiento espiritual.
En
ese espacio interno callado, si persisten – permitiendo la quietud –
sin demandar resultados, entonces cuando su mente egocéntrica se vaya y
deje de bombardearlos con pensamientos y preocupaciones, encontrarán
momentos de gran paz que los llevará hacia adentro y hacia afuera hacia
su verdadera naturaleza donde se conocen a sí mismos como Uno con Dios.
Requiere
gran paciencia y quietud porque el ego fue diseñado para distraerlos y
perturbarlos trayendo todo el ruido y la confusión de la ilusión a su
consciencia a cada momento de sus vidas humanas.
Cuando
son gobernados por su ego, su miedo y su ansiedad los conducen a
cambiar sus circunstancias, a buscar la satisfacción que parece que
otros tienen pero que ustedes no.
Y
mucho de ese ruido es causado por el estado general de desasosiego en
el cual los humanos por todas partes frenéticamente buscan lo que creen
que les falta en sus vidas.
No
obstante, nada les falta. Solo a través del ruido de la ilusión,
temporalmente ocultan su verdadera naturaleza de su consciencia.
Así
que vayan a su interior, en silencio, y pidan ayuda de aquellos en los
reinos espirituales con quienes se sientan cómodos para llamar, y pidan
un abrazo de amor para que les recuerde la alegría que está por venir.
No
están solos o abandonados en el mundo sin sentido, solo están dormidos,
teniendo pesadillas y es inevitable que despierten a la Realidad.
Con muchísimo amor, Saúl.
Traducción: Gustavo T
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