martes, 11 de diciembre de 2012
LA ESTRELLA DE BELÉN- SECCIÓN: ANALES DEL REGISTRO ASKÁSICO
por Sixto Paz Wells
http://misionrahmanewyork.blogspot.com/2012/12/la-estrella-de-belen-seccion-anales-del.html
10 Dec 2012 03:42 AM PST
"Nacido,
pues Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del
Oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde esta el rey de los
Judíos que acaba de nacer? Porque hemos visto su estrella al oriente y
venimos a adorarle" (Mateo 2,1-3) "Después de haber oído al rey, se
fueron, y la estrella que habían visto en Oriente les precedía, hasta
que vino a pararse encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la
estrella sintieron grandísimo gozo, y llegando a la casa, vieron al niño
con María, su madre...".(Mateo 2,9-11)
Era la
tercera semana del mes de Marzo del año 7 antes de nuestra Era en la
región de Judea. Empezaba a calentar el ambiente, y ya los pastores
sacaban su ganado de noche aprovechando el alejamiento de los fríos
invernales. Hacía tan solo unas horas que toda una familia se había
refugiado al amparo de una gruta utilizada para resguardar el ganado del
viento. El jefe de familia era un hombre anciano. Un Ebanista residente
en una pequeña población de la Galilea donde la mayoría de las personas
pertenecían a la secta de los Esenios. Ella, la madre gestante, era tan
solo una adolescente.
Acababa de cumplir sus
catorce años y ya estaba esperando un hijo cuya concepción estaría
envuelta en el misterio para todos, pero no para ella que había aceptado
ser fecundada a distancia por una insólita luz. Los demás eran los
hijos del primer matrimonio de aquel patriarca viudo, que había
aceptado, propiamente había sido obligado, a desposarse con la joven por
indicación de los sacerdotes del templo de Jerusalén, que con ello
deseaban tan solo protegerla, en lo posible, de su propio destino. Ellos
sabían que aquella virgen había sido predestinada para una gran misión.
Sus primeros años en el templo, donde había sido dejada por sus padres
para el servicio, habían sido acompañados por toda suerte de hechos
prodigiosos a su alrededor: esferas luminosas, proyecciones de seres de
luz, levitación, visiones, etc.
El cansancio y
los dolores de parto se estaban intensificando lo que había apurado a
aquel pequeño grupo emparentado por las circunstancias, a buscar refugio
para recuperar fuerzas. El haberse detenido les había impedido alcanzar
la cercana población de Belén, cuna del Rey David. La noche ya estaba
cayendo y era peligroso continuar angustiado por los requerimientos de
atención de la joven, el anciano carpintero José, como era su nombre,
envió a algunos de sus hijos a buscar una partera a Belén. Paso un largo
rato y como no volvían, la urgencia lo hizo que enviara al resto para
acelerar la llegada de la comadrona. Se quedó así solo con la
parturienta, solo para ser testigo de eventos extraordinarios... En su
desesperación, aquel hombre justo que había tenido que soportar todo
tipo de habladurías y hasta el juicio de los sacerdotes por hacer caso a
una visión en sueños donde se le pidió aceptar un Plan Superior en
torno a la extraña concepción, salió afuera de la cueva y se puso a
mirar a la distancia, y luego, ligeramente más relajado, al cielo.
Allí
contemplo la presencia de un hermoso lucero en el luminoso cielo
estrellado. Pero éste lucero no se mantuvo quieto, sino que empezó a
hacer toda suerte de movimientos en zig-zag; y luego se colocó en la
vertical donde él se encontraba, empezando a descender vertiginosamente
acompañado de una explosión, liberando un extraño vapor a manera de
niebla, transformándose rápidamente en una nube, pero clara y brillante.
La
caída de aquel cuerpo celeste fue demasiado para el anciano que huyó
sin rumbo fijo, alejándose del lugar, llegando precipitadamente a unas
colinas cercanas donde había divisado un fuego encendido. Allí se
encontraban un grupo de pastores cerca de sus animales. En su angustia
ni siquiera se presentó, sólo quería llamar su atención para que vieran
como la nube había descendido sobre el improvisado albergue de la gruta.
Aún no había recuperado el aliento ni se había calmado del primer susto
cuando al hablarles a gritos a aquel grupo de hombres rudos, observó
que las flamas del fuego estaban quietas, el viento se había calmado,
los pastores estaban estáticos, inmóviles y el ganado tenía la hierba en
la boca pero no la estaba comiendo ni se movía. Era como si el tiempo
se hubiese detenido para dar cabida a una nueva realidad, la de la
esperanza. Se había formado un portal hacia la cuarta dimensión. En ese
instante era como si el universo hubiese descendido en la Tierra como
comprimiéndose sobre su cabeza y dejando a continuación solo una ventana
hacia la nada o hacia el todo. El susto fue mayúsculo para el anciano
José que inmediatamente recordó haber dejado sola a Myriam, tal era el
nombre de aquella joven y delgada mujer. Por lo que volvió por donde
había venido tan rápido como se lo permitían sus cansadas piernas. Al
irse acercando pudo contemplar como de la nube que se mantenía como a
unos diez metros por encima del suelo, pero cubriendo la mayor parte de
la cueva, descendió un haz de luz azul brillante y a través de él,
bajaron tres seres luminosos de apariencia humana, pero muy altos en
comparación de los extranjeros que solían venir por los caminos de
aquella provincia romana. Aquellos hombres de resplandecientes túnicas
blancas se dirigieron directamente hacia el interior de la cueva, y
José, venciendo sus miedos, fue detrás de ellos.
Dentro
estaba Myriam acostada sobre la paja que servía de granero al ganado.
Ella recibió con expectación y alivio a aquellos enviados del cielo. La
carga de la responsabilidad y de la incomprensión de los demás a lo
largo de los meses después de que se conoció su embarazo habían sido
insufribles. Pero ella confiaba de que llegado el momento sería
reconfortada. El mismo nacimiento de Myriam había sido preparado desde
lo Alto, al ser ella hija de padres estériles, fueron estos aleccionados
por los visitantes del cielo, advirtiéndoles de la importancia de quien
sería su hija.
Dos de los luminosos seres se colocaron a los lados de la joven, mientras que el del medio se mantuvo frente a ella.
Inmediatamente
los tres visitantes se inclinaron ante ella en señal de respeto y
reconocimiento de su persona y su sacrificio. Ella estaba representando y
a la vez encarnando a la nueva mujer, a la nueva Tierra, a la madre
cósmica. Ya no era Raquel la estéril, era ahora Myriam la Virgen.
Aquellos
que se encontraban en los laterales extendieron sus manos a cierta
distancia por encima del vientre de Myriam, mientras que aquel que se
encontraba al frente lo descubrió respetuosamente. Luego alzó sus manos,
juntando las palmas y separando los dedos. En ese momento una poderosa
energía a manera de esfera de luz se concentró entre las manos y al
descender con ellas hacia la joven postrada, efectuó una cesárea
totalmente aséptica, extrayendo del interior de la madre al niño
predestinado; cortando de inmediato con la misma energía movilizada el
cordón umbilical y procediendo de inmediato a limpiarlo para depositarlo
luego en los brazos de la madre. Luego, aquel que llevó a cabo la
operación selló la herida con la luz, de tal manera que Myriam, la
virgen del templo fue virgen antes, durante y después del parto.
Fueron
entonces estos seres estelares los primeros en rendirle homenaje a
aquel que teniendo el mismo nivel que ellos, llegaría a ser más que
ellos.
Pasaron dos años en que la familia debido
al portento vivenciado en el lugar se había radicado en Belén. Fue
entonces que llegaron a Judea los llamados magos de oriente, miembros de
una secreta orden mundial positiva conocida como la Hermandad Blanca de
los Retiros Interiores. Ellos venían siguiendo una misteriosa estrella,
que no era otra cosa que una nave portadora de los mensajeros del
cielo, de los ángeles de antiguo, la que terminó deteniéndose sobre el
lugar donde la familia vivía. Hasta allí fueron aquellos hombres santos
que habían partido hacía dos años desde Mesopotamia después de haber
realizado toda suerte de cálculos astrológicos. Venían trayéndole al
niño objetos que le habían pertenecido en su vida anterior, los cuales
él pequeño Yeshua, tal era su nombre, pudo reconocer sin dificultad de
entre otros más atractivos. Fue suficiente los cálculos y las sincronías
para saber que él era el enviado, el liberador, el Mesías esperado;
aquel ungido desde antiguo para sacar a la humanidad del único original
pecado que la humanidad arrastra, que es la ignorancia. Los Magos
Maestros a continuación entregaron a la familia recursos económicos para
que se pudieran radicar en Egipto durante algunos años, para preservar
así la vida del niño. Después de esto, alabaron a Dios y se regresaron
por otro camino concientes de que se había iniciado un Tiempo Nuevo
lleno de esperanza, y que algún día la humanidad lo entendería y
asumiría el reto de su propia cristificación.
La
familia abandonó sigilosamente Belén y la provincia, trasladándose a
Alejandría en Egipto, ubicándose al lado de los esenios alejandrinos
conocidos como los terapeutas, donde permanecieron hasta que el niño
cumplió los cinco años de edad, considerando entonces el momento de
volver y estableciéndose por espacio de un año en una tienda de beduinos
al lado del monasterio de Qúmram a orillas del Mar Muerto. En aquel
desértico y místico lugar, el pequeño niño crecía día a día en bondad y
en sabiduría...
Los Esenios fueron una secta
Sadoquita donde se priorizaba el celibato, pero había como una tercera
orden dentro de ella, que estaba compuesta por matrimonios, mayormente
ubicados en la localidad de lo que hoy es Nazareth, tal como se
desprende de algunos de los rollos de la Comunidad encontrados en
Qúmram. En la casa taller de José en Nazareth hay un baño ritual esenio.
El
planeta Tierra había sufrido hace miles de millones de años (mucho
tiempo antes de la existencia de los dinosaurios) impactos de lluvia
meteórica que extinguieron la vida en ella transformándolo en un lugar
estéril; por ello fue escogido junto con otros siete planetas por las
Jerarquías del Cosmos para incluirla en un proyecto mediante el cual,
viajando a través del tiempo y el espacio, se llegó a éste mundo antes
de que muriera, y se le dio una segunda oportunidad, creando a su
alrededor un tiempo paradójico y alternativo. Imaginémonos por un
instante que el tiempo en el universo es como una espiral ascendente, y
que en una de las curvas de la espiral se genera un círculo adicional y
tangencial. Al final de un ciclo cósmico se estaría esperando que con la
supervivencia de la humanidad a su adolescencia espiritual, se produzca
la reconexión, de tal manera que haya "un final de los tiempos ",
conectándose definitivamente el tiempo alternativo con el Real tiempo
del Universo. Entonces será como si nunca no hubiese sido.
Vivimos en un universo material de siete dimensiones, por lo cual poseemos siete cuerpos para actuar en aquellas dimensiones.
La
mayoría de los individuos que habitan nuestro mundo son seres de 3,3 lo
cual significa que se mueven dentro de la tercera dimensión con sus
tres primeros vehículos: el cuerpo físico, el astral y el mental
inferior que es el carácter y la personalidad. Pero Jesús era un 3,6
habiendo llegado ha desarrollar en vidas anteriores su conciencia
espiritual que es el 6. Mientras que los extraterrestres que nos visitan
son seres de 4,4 esto es, que se mueven en una cuarta dimensión
viajando a través del tiempo y del espacio, y con una conciencia de su
potencial psíquico. Los que asistieron el nacimiento del Maestro Jesús
eran 6,6. Después de su resurrección, Jesús pasó ha ser 4,7 nivel éste
de séptima que nadie había alcanzado hasta ese momento, abriendo la
puerta a realizaciones mayores de la propia humanidad.
Hace
miles de años un grupo de extraterrestres descendieron en la Tierra,
precisamente en el Desierto del Gobi en la Mongolia, y allí fundaron
Shamballa, la capital del mundo subterráneo, y se constituyeron en la
Gran Hermandad Blanca de los Retiros Interiores, como guardianes del
conocimiento oculto de la historia real de la humanidad, siendo
remplazados con el tiempo por terrestres de gran calidad espiritual.
Yeshua ben Joseph no era un extraterrestre sino un terrestreextra, que es diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.