martes, 30 de abril de 2013

Conócete a tí mismo



Conócete a ti mismo[1]

Yo pienso que no hay tema más interesante o prometedor, nada más excitante, que el estudio de sí mismo.
A la edad de 15 o 16 años, uno está usualmente inmerso en uno mismo. Hay nada más que interese tanto a una persona. Después él car en amor con alguien, pero, todavía él está envuelto en sí mismo. Hay, usted encuentra, mucha más inteligencia mostrada en el estudio de sí mismo, y muy poco pensamiento dado a otra persona. Él de buena gana paga un quiromántico US$ 15.-, para que él nos diga todo acerca de nosotros mismos.
Y, Nosotros nos sentimos muy cómodos en el pensamiento de que nosotros vamos a ser grandes algún día, sin, aparentemente, tener que luchar para alcanzar la grandeza. Hay sólo un tema que realmente resulta atractivo para nosotros, y eso es nosotros mismos.
Nosotros nos examinamos, y en una forma o especie de aprobación, reflexionamos sobre cómo nosotros nos comportamos, en qué manera nosotros evolucionamos, etc.
Me parece que si nosotros pensamos completamente a partir de ese punto de vista, desde el punto que interesa sólo a nosotros mismos, nosotros  no vamos a entender por qué existe - o por qué algo en el mundo, en absoluto, existe. Por supuesto, es verdad que uno tiene que comprenderse a si mismo primero, antes de que uno pueda encontrar algo acerca de la vida en general. La Filosofía, religión y otros temas no tienen valor real, ningún poder real sobre un individuo -o tener sólo un mínimo de influencia-, cuando ellas sólo señalan cómo él puede escapar de ciertas cosas, cómo él puede evitar el mal, etc. Sin embargo, aquellos de Nosotros quienes somos miembros de la Estrella, o que perteneces a otras organizaciones, deben tener alguna concepción de un plan definitivo en la evolución.
Nosotros estamos en una posición de examinar cosas colgadas valiosas a la identidad, cosas que producen en el ego el deseo de evolucionar. En todos nosotros existe el deseo de descubrir, por nosotros mismos, cuán lejos nosotros podemos comprendernos a nosotros mismos y, lo que nos afecta. La persona promedio está mucho más interesada en sí misma, que en alguien más. El lujo, comodidad, felicidad, todo debe servir a sus fines. Cuando todo ha sido hecho para satisfacerse a sí mismo, entonces, uno solamente piensa en otros. Cuando Yo he tenido suficiente comida y sueño, Yo me vuelvo a pensar en los demás. Ésta es la opinión media. Si usted ha tenido un exceso de amor, o de felicidad, usted es llevado a pensar en otros.
Sin embargo, para lograr esa felicidad, nosotros debemos averiguar cuán lejos nosotros ajustamos en un plan definido.
Nosotros debemos ser conscientes de que hay un plan, en el que cada uno de nosotros, tiene un papel que desempeñar, y debemos tener la determinación con la que nosotros actuaremos, con la cual nosotros creamos el ambiente en el que nosotros nos ajustaremos, o no;
y si nosotros estamos dispuestos a mirarlo con la actitud correcta, nosotros debemos poder averiguar cuán lejos nosotros encajamos en ese plan. Para Mí, Yo imagino que los Dioses que han dicho que Krishna deberá encajar en un cierto definido plan, y que cualquier otra cosa que él hace, no tendrá ningún valor; y, mientras que él encaje en ese plan, Krishna deberá evolucionar y ser feliz.
Yo estaba interesado y me miraba a Mí mismo, y Yo podía ver –de año en año-, un cambio definitivo, una definitiva orientación, una transformación definitiva, y Yo podía ver lo que era mi papel definitivo. Y, así, cada uno de nosotros debe saber qué camino nosotros pisaremos, y cuál será nuestro trabajo especial.
A menudo sucede que, la mayoría de nosotros está dispuesto a ir hasta el altar y derramar nuestra devoción. La Devoción –sin embargo- está, en diversos grados, en la mayoría de nosotros, pero no puede y no debe satisfacernos. Si Yo fuera donde la Dra. Bessant y le dijera: “Yo estoy dispuesto a servirle en cualquier capacidad. Yo estoy dispuesto a sacrificar todo, y mi único deseo es trabajar a costa de la comodidad, independencia, y así sucesivamente”; ella podría decir: “Oh, muy bien, qué capacidad/cualidad de hacer, usted trae consigo?. ¿En qué manera usted puede usted rendir un servicio al Maestro?. La devoción debe tener una salida en el trabajo físico, y así, si nosotros tenemos que determinar cuál papel, nosotros -cada uno de nosotros- tiene que jugar; antes de que nosotros nos ofrezcamos, nosotros debemos averiguar cuáles son nuestras capacidades. Cuando a un Teósofo o un miembro o cualquiera, le llaman a “sacrificar todo y venir con el Maestro”, no es suficiente pedir al Maestro que solamente acepte nuestra devoción; nosotros debemos darle algo que le permitirá guiarnos. En otras palabras, ustedes deben tener ciertas capacidades para llevar con ustedes al Maestro, y no ir sólo con las manos vacías. Si Yo puedo ir donde el Maestro y decir: “Yo puedo hacer esto o eso, Yo puedo escribir, o pintar, o componer música, o actuar”; Él dirá: “Está bien, ésta es su manera para ir y descubrir; descubra cuáles son sus talentos, y una vez que usted los hayan encontrado, usted sabrá cómo sufrir y cómo servir”. Porque hay muy poco que pueden decir, “Yo puedo hacer esto; a lo largo de esta línea reside mi sacrificio en la obra del Maestro”. Nosotros consideramos que nosotros nos hemos sacrificado cuando nosotros hemos hecho sin algo que nosotros podamos dar fácilmente.
Si Yo tuviera una visión de algo en particular que el Maestro quería hacer, Yo iría con una mente diferente. Y, si yo necesitara riqueza, Yo iría y la acumularía, no para mí mismo, sino para el Maestro, y en la acumulación, Yo sé que Yo tengo que sacrificar y tengo que soportar una gran cantidad de sufrimiento y falta de comprensión. Sin embargo, la actitud es lo que importa. Nosotros estamos asustados que nuestras capacidades no puedan llevarnos a lo largo del camino trazado para nosotros. Así que, nosotros tenemos que averiguar antes, en lo que nosotros verdaderamente podemos servir; de qué manera cada uno ofrece nuestro sacrificio, y en el descubrimiento de lo que es nuestro camino, es como nosotros encontraremos a qué tipo nosotros pertenecemos; si al tipo de los que van al mundo y evolucionan en el mundo –por así decir-, o si se mantiene en un invernadero y evoluciona, como una planta, con igual fuerza. --
Hay personas quienes trabajan en el mundo por un número de años; quienes trabajan y hacen todo sin averiguar cuál es el propósito real de la vida. Ellos descubren cuál es su propósito, por casualidad, sin embargo, ellos han acumulado todo lo que el mundo tiene para dar; y, cuando ellos entran en contacto con las realidades espirituales, ellos renuncian a todo lo que ellos han ganado; mientras que, aquellos quienes han crecido en el calor del hogar aparte del mundo, llegan a la meta por otro camino.
Así que, no importa cómo ustedes han aprendido lo que ambos lados de la guerra pueden dar, y no hasta entonces, ustedes podrán servir al mundo. Sólo imagine a una persona quienes educada –por ejemplo-, en un templo donde él es reprimido/sofocado, donde él desarrolla complejos. Cuando tal persona entra afuera en el mundo, él/ella tiene un estruendoso buen tiempo, y, lo mismo sucede con la persona quien trabaja en el mundo exterior. Ustedes no pueden evolucionar a lo largo de una línea definida. Ustedes deben evolucionar en todo alrededor; y, hasta entonces, nosotros solamente seremos un obstáculo y no ayudaremos.
Como Yo conozco Mi propio camino; así nosotros debemos -cada uno de nosotros-, descubrir nuestro propio camino, y hasta que ese descubrimiento se hace, nosotros no seremos capaces o no seremos aptos para servir al Maestro. Aquellos de nosotros quienes tiene imaginación, que tienen –en algún grado-, la capacidad de tener una visión impersonal de la vida, puede averiguar esto. Sin embargo, la mayoría de nosotros no tienen ni el deseo de servir, ni el deseo de lograr nuestro camino o meta.
El problema con nosotros es que en el mundo externo, nosotros tenemos nuestros intereses creados. Y, como siempre hay un elemento de egoísmo, nosotros no descubrimos el camino. Cada uno de nosotros quiere que el Maestro descienda para nosotros; sin embargo, lo que nosotros no hemos aprendido es que, incluso si Él bajara de las nubes, nosotros no seríamos capaces de Servirle; nosotros no podremos Servirle, porque nosotros no nos hemos equipado a nosotros mismos para Rendirle servicio.
Nosotros tenemos que averiguar de qué manera nosotros podemos servir; y eso significa la completa alteración de uno mismo, de nuestras relaciones, y etc. No es que nosotros no tenemos deseos, no el mismo anhelo que grandes personas tienen; sino que con nosotros no es constante. No es la continua presión que nos mantiene yendo adelante, y adelante y adelante. Esto significa sacrificio real, significa someterse a uno mismo en todo, y no permitir que el ego llegue a la cima. Entonces, nosotros no deformaremos las cosas para satisfacer nuestros prejuicios, sino que, nosotros los vamos a comprender de manera completa; es decir, nos volveremos realmente simples.
Nosotros debemos tener el coraje y la determinación para rendirse, y cuando uno lo ha alcanzado, y ha subido una cierta distancia, uno descubre cuán necio es aquel que está luchando acerca de lo que es tan trivial, tan común. Hay tantos temas con los que nosotros estamos luchando de una manera complicada; no obstante, si ampliamos un poco, pero, si permitimos profundizar un poco, todos estos asuntos se convierten en simples, todas las complicaciones desaparecen. Sin embargo, esto requiere una constante observación de uno mismo; estando en el puesto de observación para ver si uno está haciendo lo correcto o lo incorrecto.
Cada uno de nosotros sabe estas cosas a través y a través; y, todavía si el Maestro viene y pregunta ¿qué puede hacer cada uno de nosotros, de qué manera nosotros hemos actuado en Su ausencia, de qué manera nosotros habíamos cumplido con nuestra función?; ¿cuál sería nuestra respuesta?. Es asombroso cómo nosotros no podemos cambiar, cuando nosotros deberíamos, igual forma que una flor. Nuestra creencia aunque fuerte, no es la creencia de un hombre quien actúa con firme determinación. Ésas son las personas –sin embargo-, que el Maestro quiere para su servicio, y no aquellos quienes son simplemente devotos/fieles, sin esa devoción que lleva a la acción. Si uno puede dejar de lado su propia evolución, y trabaja y se olvida de sí mismo en el trabajo, entonces, uno es un verdadero servidor y se aproxima al Maestro. Puede ser que Yo soy joven, que yo no he sufrido como los viejos han sufrido; pero si el sufrimiento puede amortiguar el entusiasmo, no vale la pena tenerlo. Porque, ¿qué nos ha enseñado el sufrimiento?.
Como Yo dije al principio, no hay nada tan absorbente como el estudio de uno mismo. Ése es el único tema que vale la pensar, porque significa cambio. Hay nadie para forzar a los mayores, y así ellos se cristalizan. Lo que importa averiguar es:  ¿qué nosotros podemos hacer, y cuán lejos nosotros podemos sacrificarnos; cuál es nuestra fuerza; y cuáles son nuestras capacidades?. Cuando uno ve a la gente en una actitud de reverencia, Yo a menudo Me pregunto ¿qué han hecho ellos a través del sacrificio?.
En los próximos años, o bien uno tiene que adaptarse a sí mismos rápidamente a la corriente cambiante, o ir directamente a través de todo. Cuando ustedes hayan captado definitivamente una vislumbre del Plan, y, sin embargo, pasada esa vislumbre sepan que ustedes tienen que seguir adelante; ustedes simplemente sigan adelante, porque es mucho más divertido que simplemente marcar el tiempo. Lo que importa, es que uno debe hacer algo para cambiar. La vejez no significa que no se puede cambiar. Por otro lado, debería ser más fácil para los viejos, porque ellos han tenido la experiencia, y ellos han tenido que sufrir, y todavía uno va en la misma vieja forma de abandono perpetuo. Si ustedes quiere ganar dinero, vayan y ganen millones, y ofrecerlos al Maestro, y ustedes pueden hacerlo si ustedes tienen la actitud correcta. Y, es lo mismo con cualquier otra cosa que ustedes quieran hacer, mecanografiado, escritura o cualquier otra cosa que deseen hacer su trabajo especial para el Maestro. La actitud es lo que importa, y cuando una vez que hayas logrado esto, todo el resto seguirá.

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Traducción: GDS - Julio de 2011.-


[1] J. Krishnamurti  - Tal como aparece en la edición de Mayo-1925, en El Heraldo de la Revista Star. – Original Mensaje: http://www.jiddu-krishnamurti.net/en/1925-know-yourself

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