sábado, 21 de julio de 2012

Madre María: Vuestro reino no es de este mundo, 21 de julio 2012

sábado, 21 de julio de 2012

MADRE MARIA - Vuestro Reino no es de este Mundo


MADRE MARIA
Vuestro Reino no es de este Mundo

19 julio 2012
Soy MARÍA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Niños amadísimos, estoy de nuevo con vosotros, en vosotros y en torno a vosotros, rodeándoos con mi Presencia, con nuestra Comunión, haciendo que percibáis, más allá de mi Humilde Presencia, la acción de nuestra Comunión.
El Sonido de la gracia quizá, tintinea en vuestras orejas. En este día, se derrama totalmente sobre esta Tierra como en el cuerpo en el que estáis, el Manto Azul de la gracia. Vengo para responder a vuestras cuestiones pero antes, permitidme deciros unas palabras:
Recordad lo que se dijo hace más de dos mil años. En vosotros está la Eternidad. Este cuerpo que habitáis pertenece a la Tierra: está fabricado de esta Tierra. Vuestro Reino no es de este mundo.
Muchos de vosotros en estos tiempos particulares, os despertáis a lo que Sois, por diferentes los mecanismos que hay que vivir. Acordaros también, de que lo que Sois es Amor y que este cuerpo en el que Estáis no puede pretender conocer la realidad del Amor. No puede conocer sino las proyecciones, las insuficiencias, las emociones, los afectos. El Amor es mucho más que lo que habéis vivido hasta el presente, lo que algunos de vosotros vivís en este momento, (desde hace ya algunos años, o muchos años) y, en el caso de otros, mucho más recientemente y en fin, para la mayoría, yo diría que todavía no.
El Amor viene a devolveros a vosotros mismos, viene a entregaros lo que no conoce ningún sufrimiento y que no conoce sino la Belleza. Los procesos que se desarrollan en esta carne que habitáis, en esta Tierra que os porta, están destinados ante todo, a haceros reencontrar vuestro Reino, ese que no cesa jamás, ese que aun no se os ha revelado totalmente, pero cuyas premisas, más o menos avanzadas, se manifiestan a vosotros. Esas manifestaciones son por cierto, muchísimas. Nosotros hemos intentado, el conjunto de la Confederación Intergaláctica y yo misma, haceros vivir ciertas particularidades.
Hoy, es tiempo de recordaros que vuestro Reino no es de este mundo y que Sois exclusivamente Amor. Todos, estáis sin excepción, convidados a vuestra Eternidad. Por eso necesitáis, lo sabéis, desaparecer. No es la vida la que desaparece, es precisamente lo que no está Vivo. Tomad conciencia y vivid esto: vosotros sois Amor y no sois de este mundo. Vuestro Reino no tiene nada que ver con este cuerpo de la Tierra, es justo una vestidura puesta sobre vuestra Eternidad. Esa vestidura que está revestida ahora, en sí misma, del Manto Azul de la gracia y que os entrega a vosotros mismos, es muy exactamente esto lo que es la Ascensión. No hay otra alternativa que el Amor, para vivirlo en su totalidad, en su globalidad. Todo lo demás no existe, no tiene ninguna importancia. Solo el Amor, no el amor tal como lo habéis conocido o vivido, sino el Amor que Sois, es cuando menos entregaros a vosotros mismos.
Entonces he pedido que las preguntas relativas a la Ascensión me lleguen, porque las cuestiones que me planteáis aquí, ciertamente, se plantean por todas partes. Entonces, si os parece bien, voy a responder. Pero voy a responder más allá de las palabras que pronuncie, porque lo más importante (y muchos de vosotros que me seguís lo sabéis), es vivirlo, lo importante no son las palabras sino lo que retenéis en la Vibración, en la conciencia y en adelante, en el Amor y el Manto Azul de la gracia. Estas palabras están aquí, solamente para hacer resonar nuestra Comunión, más allá de vosotros y más allá de mi, más allá de mi entidad y más allá de vuestra entidad, en esta forma de comunicación, que no lo es, sino que más bien es esa alquimia que os hace percibir y ver la realidad de quienes somos.
No hay diferencia ente cada uno de vosotros. No hay diferencia entre vosotros y nosotros. Solo los Velos de la ignorancia que se han puesto en este mundo, os han impedido vivirlo, a pesar de que muchos Hermanos y Hermanas en todos los tiempos, en todos los lugares que lo manifestaron y expresaron en su cultura, hayan alcanzado esta indecible gracia. Porque el Amor es una gracia. Y viviendo lo que Sois (como algunos de vosotros lo vivís), la gracia se hace permanente. Hay una Paz que ninguna satisfacción de este mundo puede daros y eso lo sé, lo vivís.
El Coro de Ángeles se acerca a vuestra oreja. Mi Manto que es vuestro, os cubre. Es ahí donde encontráis la fuerza, es ahí donde encontráis lo que Sois, desde el instante en que olvidáis cualquier miedo, cualquier resistencia. Es esto, yo diría, de alguna forma, vuestro desafío. Nosotros lo hemos denominado de diferentes formas: el miedo o el Amor, el sufrimiento o la Paz. Y sois vosotros los que decidís, según donde estéis. Sois Libres: siempre habéis sido Libres, en lo que Sois, no en este mundo. Entonces vamos a comenzar. Pero os pido sobre todo, ir durante mi Presencia, más allá de las palabras que vais a oír y entrar en la esencia de nuestra Comunión. Podemos comenzar.
Pregunta:
¿Sentir el corazón comprimido, doloroso después ligero, forma parte de la ascensión?
Hijo mío, seguramente así es. Todo lo que hay que vivir y que vivís o viviréis, no tiene sino un solo objetivo, no tiene sino una función: haceros vivir la Verdad. Todo lo que se produce en vuestra vida, en vuestras noches, en lo que hacéis, tiene por única función haceros vivir el Amor, no tal como podríais idealizarlo, proyectarlo o vivirlo como lo habéis vivido hasta el presente, sino penetrar en la Esencia del Amor que es, os lo repito, lo que vosotros Sois. Por supuesto, se producen muchos signos, muchas manifestaciones (nuevas para vosotros). Algunas pueden ser alarmantes para este cuerpo de carne pero la finalidad seguirá siendo la misma y efectivamente, forma parte realmente, del proceso de la Ascensión que vivís. Estad atentos a permitir vivir lo que se vive. Estad atento a no querer tener explicación ni interpretación, porque cuanto mejor os Abandonéis, mejor seréis nada, mejor viviréis este periodo.
Aquellos que han soltado, aquellos que aceptan vivir lo que hay que vivir, lo saben pertinentemente porque lo viven. No porque se hayan adherido o porque hayan renunciado. No han renunciado a nada. No han salido de este mundo puesto que son vuestros Hermanos y Hermanas que están aquí. Están plenamente Vivos, están Liberados, son Liberadores y comparten con vosotros el Don de la gracia, aunque no lo veáis, aunque no lo percibáis. Quizá porque muchos de vosotros presentan aun, una distancia en relación a esto, porque para ellos hay, sea miedos, sea porque el momento no ha llegado todavía, para vosotros. Cuanto más silenciosos permanezcáis a nivel mental, a nivel de la interpretación, mejor viviréis lo que tenéis que vivir.
Pregunta:
¿Con qué cuerpo se hace la Ascensión? ¿Esto comienza durante la encarnación?
Hijo mío, lo que se vive en este cuerpo, se llame saco o Templo no cambia nada, porque el saco contiene algo. El Templo es un ornamento que contiene, o que está destinado a contener algo y vosotros sois lo que está en el Interior de ese saco, o de ese Templo. Lo que vivís en esta carne, en vuestra conciencia, en vuestras experiencias, en vuestro vivir, es muy exactamente la Ascensión. No os preocupéis de saber qué cuerpo: ¿está ese cuerpo ahí? ¿Es un cuerpo sutil? ¿Es el Cuerpo de Êteté? ¿O es la conciencia pura la que Asciende? lo sabéis, es la totalidad de este sistema solar lo que Asciende: la Tierra como los elementos vegetales como los animales, como vosotros mismos. Viviendo la Ascensión viviendo lo que hay que vivir, durante este periodo, os concierne directamente, individual o colectivamente.
Ciertamente, la cuestión que se plantea a través de esto es de algún modo, aunque no se reconozca, el miedo de perder este cuerpo. Pero desde el momento en que tomas conciencia de tu Eternidad, desde que te instalas en la gracia, desde que te instalas en tu Esencia que es el Amor, ¿qué te importa este cuerpo o cualquier otro? Porque desde el instante en que hay Comunión, Fusión, la Disolución está muy cerca. Entonces, que estés en este cuerpo, en este Templo, en este saco, que estés en otro cuerpo, que seas el Sol o el conjunto del Universo, no hay ninguna diferencia en absoluto. 
Solo la mirada del que tiene miedo ve una diferencia. Tú no puedes dudar de lo que sea, desde el instante en que el Manto Azul está sobre ti, desde el instante en que estas Presencias están a vuestro lado, desde el instante en que la Onda de Vida te recorre, porque en ese momento, tú eres Absoluto, tú eres tu Esencia. Entonces cualquiera que sea la forma (la forma no es lo que contiene la Esencia), cualquiera que sea esta forma, cualquiera que sea su Dimensión, lo más importante no es la forma con la que se produce la Ascensión sino el Amor con el que se produce la Ascensión. Eso es profundamente diferente.
Pregunta:
¿Vamos a vivir todos, el estado de estasis en el momento de la Ascensión?
Hijo mío, muchos entre vosotros viven momentos en que la conciencia ordinaria ya no está, momentos en que no sabéis ya ni quienes sois, ni dónde estáis, ni lo que hacéis. Para algunos de vosotros, es muy difícil funcionar como antes, sobre todo para aquellos que lo viven de manera acelerada, ahora. Para lo que lo viven desde hace muchos años, esos instantes fugaces donde la obliteración de la conciencia, de este cuerpo aparecen, así como de la mente, son una prueba suplementaria de que se produce alguna cosa. Tendréis, si preguntáis a unos y otros, constataréis compartiéndolo, que vivís muchas cosas que son similares. Aunque la expresión pueda ser diferente según la revelación del Amor en vosotros. Así, la estasis corresponde a una realidad, para algunos de vosotros, ahora mismo. La Onda de Vida os invita a despertaros. La Onda de Vida pasa también, a veces, por el entumecimiento de este cuerpo que os parece que no está vivo.
Cuando viajáis en las Naves, fuera de vuestro cuerpo, cuando hacéis visita a un Hermano, a una Hermana, o cuando una Estrella, un Anciano o un Arcángel os hace una visita, se produce ese mecanismo a nivel del cuerpo. Que esto sea en vuestras noches o en diversos momentos. Y vosotros constatáis, en ese momento que la percepción incluso, de vuestro cuerpo no es ya la misma. Puede pareceros doloroso y pesado, puede pareceros que no existís o no existir más: es exactamente lo mismo. La expresión es diferente según precisamente, el hecho de que vuestra conciencia está instalada totalmente, en lo que vosotros Sois o si permanezca aun, atada a este cuerpo y a la persona que vivís. Entonces sí, los mecanismos llamados “estasis”, lo vivís algunos de vosotros, en episodios: el cuerpo no responde ya, la conciencia no responde, o si no la mente no puede funcionar más como antes. No se trata de senilidad sino más bien, de vuestra Resurrección a vuestra Eternidad.
Pregunta:
¿Ascenderemos todos al mismo tiempo?
Existe un momento final. Ese momento final como sabéis, es la Tierra la que lo decide. Existen en ese momento, las Ascensiones individuales. Todos los síntomas que os di, todo lo que vivís en este momento, participa en vuestra Ascensión. Solo el sufrimiento no puede participar. Entonces, la Ascensión se desenvuelve a vuestro ritmo, mientras no esté en marcha la sincronicidad de la Tierra, lo que está como os he dicho, muy cercano. Y mientras que no os lo haya Anunciado, vuestro Canal Marial os hace oír y vivir Vibraciones nuevas, el Coro de Ángeles, como he dicho, aparece, los Sonidos se modifican, proporcionándoos la anticipación de mi Llamada. Y evidentemente, algunos han respondido ya. Os hemos dicho, por cierto, que a menudo, una de mis Hermanas o yo misma, podemos llamaros por vuestro nombre. Esta Llamada es una Llamada individual, por el momento, que os llama a despertaros. Algunos de vosotros han respondido. El Testigo es precisamente, la modificación de esos Sonidos y la Onda de Vida, por supuesto, y los procesos que se modifican de forma cada vez más evidente, para aquellos que los viven, las percepciones de este cuerpo. El sentimiento de que está anestesiado o al contrario muy sensible, o de estar agobiado, o de vivir los mecanismos de Comunión, de Fusión, de Disolución que os hacen daros cuenta de que no sois este cuerpo.
Entonces la Ascensión es, muy exactamente lo que vivís. Desde el instante en que la Tierra ha sido Liberada, o la Onda de Vida ha aparecido, a disposición de cada uno, según y cómo acogéis esta gracia, así vuestros miedos son evacuados, han sido superados por la acción de la gracia, a partir del instante en que no resistís, sabéis lo que vivís. No puede haber ninguna duda de esto. Vosotros os encontráis al fin, y es eso lo que os pone en Paz. Y es esto lo que pone fin a todas las ataduras, a todos los sufrimientos, a todas las preguntas y a todas las dudas. Por supuesto, aquellos entre vuestros Hermanos y Hermanas que por razones que les son propias, no lo viven aun, estarán siempre en la duda. Pero la duda que ellos proyectan no es más que su propia duda. Vosotros, vosotros sabéis si lo vivís.
Pregunta:
¿tener los brazos paralizados, encontrarse bilocalizado, sentir la lemniscata sagrada, el caballete de la nariz y el punto KI-RIS-TI  de la espalda, son las primicias de mi Ascensión?
Hijo mío, no son las primicias de la Ascensión, es el despliegue de la Ascensión. Forma parte del conjunto de signos, los cortejos y las manifestaciones que traducen, muy precisamente, la Ascensión. No hay otra forma de pasar de una forma a otra, de un estado a otro, que ese de percibir este nacimiento, esta Resurrección. Esto corresponde a las modificaciones del cuerpo que yo he mencionado. Corresponde a la conciencia de que no sois este cuerpo sino que estáis en este cuerpo. Esto corresponde al mecanismo de la Disolución, sí, efectivamente.
Pregunta: ¿hay alguna diferencia entre Ascensión y Asunción?
Lo que yo viví encarnada en un cuerpo de carne, como vosotros, es una Asunción. Es decir que mi cuerpo de carne ha partido. El proceso es diferente para vosotros, porque incluso si hay Asunción, esta Asunción del cuerpo no os servirá estrictamente para nada. Simplemente es necesario, para algunos de vosotros, vivir la Asunción, es decir que este cuerpo Ascenderá también. No para encontraros conservándolo un largo tiempo, sino para vivir las memorias, no para vosotros pero serán útiles para lo que queda de cumplir en el conjunto de los mundos todavía no Liberados. Constataréis por vosotros mismos que viviendo los mecanismos de Disolución, viviendo lo que Sois: la gracia, esa clase de cuestión no podrá ya aflorar. Porque al encontraros a vosotros mismos, lo vivís en ese momento. Vosotros estáis en ese cuerpo pero sabéis que no sois este cuerpo. Y lo que vivís os lo confirma, sea lo que sea de este cuerpo. Como se ha dicho, no sois vosotros los que desaparecéis, es la ilusión, lo Efímero. Vosotros nacéis, vosotros Resucitáis, encontráis la Libertad y el Amor que Sois.
No tenemos más cuestiones, os agradecemos.
Así, como será cada vez más el caso, con nuestras venidas, sea en los momentos en que estáis presentes para escucharme o en otros momentos, sea en los momentos de vuestras lecturas o de escucha, y como ya es el caso para muchos de vosotros, constatáis, leyendo, escuchando, estando presente, que la conciencia desaparece que os dormís, o si no que pasáis al Absoluto. Es la estricta verdad. Entonces os propongo hoy (y como vuestras cuestiones han parado), vivir un momento de  Comunión, de Fusión, de Disolución acogiendo el Coro de Ángeles,  acogiendo el Amor. Desde este instante, Comulguemos juntos, en el silencio completo de mis palabras. No hagáis nada. Estad simplemente aquí, conmigo, con nosotros.
… Compartiendo el Don de la gracia…
Entonces este silencio, en esta Paz, ahí donde nada más de lo que es efímero puede alcanzaros, la gracia os alcanza. El Coro de Ángeles y la Paz está aquí. Llamadnos, nosotros responderemos.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Entre nosotros, la distancia está abolida.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Os invito, y nosotros os invitamos, todas y todos, a uniros a nosotros. Porque ahí donde nosotros estamos, es donde estáis vosotros, en esta Morada de Paz Suprema, en este Don de la gracia, en el Amor.
… Compartiendo el Don de la gracia…
En el Silencio pleno de Amor, pleno de vosotros mismos está la Totalidad, está el Absoluto. También está este cuerpo, también está lo Efímero, pero ellos desaparecen.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Permanezco a vuestro lado para la Eternidad, si tal es vuestra elección. Vuelvo a vuestra llamada, vuelvo para vosotros todos, acompañada, esta tarde a las 22 horas, por el conjunto de Ancianos, por el conjunto de Estrellas y Arcángeles, para vivir la gracia. Os amo, en Libertad.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Hasta pronto.
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Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Susana Milan.
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Eliminando las preocupaciones con los ángeles

Eliminando las preocupaciones con los ángeles.

“La preocupación se asemeja a una silla mecedora: te mantiene ocupado, pero no te conduce a ningún lado”. Leí en una publicación de una amiga en las redes sociales y me pareció excelente analogía para empezar la reflexión del día de hoy. Hemos hecho de la preocupación casi un hábito, un modo de vivir y mi objetivo hoy es recordarte que la mayoría de las veces nos angustiamos por cosas que ni suceden aún, como si nos mantuviéramos al acecho de algo negativo. Además, cuando ya estamos en medio del problema, olvidamos que no importa lo complicado de una circunstancia, Dios sabe siempre como resolverla.

Está claro que la preocupación para nada sirve. Es más, produce malestar e invita a otra cantidad de reacciones en cadena como el nerviosismo, ansiedad, tensión y enojo entre otras, que conllevan al deterioro de tus relaciones personales y a dificultades de salud que pueden fluctuar entre migraña, estrés, insomnio, calvicie, dolores musculares y problemas estomacales de toda índole.

Quien permanece preocupado, difícilmente escucha la guía en su interior porque aparte de que se llena de desconfianza y zozobra, se desconecta de si mismo, sumergiéndose en su propio caos y perdiendo la habilidad para ver la “película” completa desde un ángulo exterior.

Los ángeles pueden ayudarte a hacer conciencia de esas cuestiones por las que innecesariamente te angustias a veces y que al final descubres que no revestían tal gravedad, pero que por el contrario si desperdician tu energía vital y tiempo. Además, tu equipo de apoyo celestial te orienta con soluciones creativas para las situaciones que a diario encaras.

La luz y el amor del Padre no tienen limitaciones. Analiza y acuérdate de cuantas veces te has dicho: “¡si yo hubiera sabido que esto se iba remediar de esta forma!”. ¿Cuánto sufrimiento te hubieras evitado, verdad?. Podría contar muchas historias de mi cotidianidad (pero estoy segura que tu también las tienes) en donde he aprendido que para todo siempre hay una solución. Eventos que se ven “imposibles” de resolver, dan un giro inesperado con resultados espectaculares, en donde todo el mundo gana.

Así que no te enredes en tu telaraña de angustias, ni te ahogues en tu propio vaso. Despréndete del drama y la tragedia. Ahórrate el dolor y pide aprender desde el amor. Tampoco te enganches con los problemas ajenos. No confundas preocupación con mostrar interés. La solidaridad nada tiene que ver con angustiarse con las dificultades de las otras personas, sino con apoyarnos y recordarnos que no estamos solos.

- Mantente positivo
No te quejes ni te repitas más lo duro que te está tocando, ya que cuando el nivel de preocupación te sobrepasa, lo exteriorizas en tu cuerpo físico y caes en cuadros clínicos. Comprende que la ansiedad aparte de desmejorar tu salud, va creando una especie de jaula que te atrapa. Lo que no te das cuenta es que te conviertes en prisionero y en tu propio carcelero a la vez. Los barrotes son literal energía de miedo que se desvanece en la medida en que tomas poder de ti mismo, confiando en la magnificencia de Dios que todo lo puede.

- Entrega
Deslígate de los problemas y entrégaselos a Dios. En el universo todo tiene un orden. No olvides dar tu permiso para que los ángeles te asistan. Literalmente visualiza que pones todas tus preocupaciones en un empaque y lo envías al cielo, como si hicieras una encomienda. No tengas ideas fijas de la manera en que tus problemas se pueden solucionar ni pongas condicionamientos. Para esta labor, y aunque todos los ángeles son en esencia mensajeros, invoca al arcángel Sandalfón. Este bello ser de luz es el encargado de la logística celestial y transmite a Dios todas las plegarias de los seres humanos para que sean contestadas.

- Ora
Desde niña siempre he escuchado: ante la preocupación, orar la mejor opción. Para recobrar la serenidad ora a Dios y apóyate en los arcángeles Rafael y Haniel. Respira profundo varias veces, pide también a tus ángeles de la guarda que te rodeen con su energía amorosa y te alivien del estrés y en tu mente o en voz alta expresa algo como: “Dame Señor tu visión de amor, quiero ver esto de otra forma, porque aún no consigo entender con mi mente humana la manera cómo se puede resolver esta situación. Ayúdame a desprenderme de la angustia que me provoca, envíame ángeles adicionales para tranquilizar mi espíritu, para despojarme de mi ego, ampliar mi comprensión e interpretar tus señales. Gracias porque sé que me escuchas y contigo descanso en paz. Amén”.

- Ayúdate
Déjale a Dios tu angustia y tú, mejor encárgate de generar armonía en tu interior, llevando equilibrio a tu cuerpo, mente y espíritu. ¿Cómo lo puedes lograr? De muchas maneras, por ejemplo puedes hacer polo a tierra con actividades físicas que te gusten como el arte o el deporte; pinta, canta, teje, trota, monta bicicleta, camina, ve un rato al gimnasio o haz como yo que bailo para literalmente sudar las preocupaciones ya que el cuerpo emocional está asociado con el elemento agua.

Utiliza la música como fuente de relajación, escucha melodías suaves y sanadoras de autores clásicos como Mozart o Beethoven o de la nueva era como Enya o Deva Premal. En el internet encuentras mucho de esto. Además, haz un poco de esfuerzo y pon en tu mente un pensamiento, y en tu rostro una sonrisa que te hagan sentir ligeramente mejor, evocando una imagen, un recuerdo chistoso, algo que te anime.

Dos sugerencias importantes: se muy agradecido y no te lleves a la cama ninguna dificultad. No permitas que la ansiedad te robe el sueño. No te quedes dormido centrando tu atención en tus problemas porque te despiertas al día siguiente pensando en lo mismo. En lugar de contar ovejas, mejor haz un balance de todos los motivos por los que tienes que dar gracias.

Te comparto una anécdota: alguna vez que iba conduciéndo y me sentía un poco angustiada (no recuerdo bien el motivo), invoqué a los ángeles y seguí concentrada conduciendo. Al rato, me pusieron en mi mente una imagen de algo más bien embarazoso que me había ocurrido tiempo atrás. Aunque aparentemente no tenía nada de gracioso, me mostraron otro enfoque de la misma escena y en menos de nada me encontré riéndome a carcajadas, solita en el coche, que hasta yo creo, las personas que me vieron pensaron que francamente me había enloquecido. ¡Qué terapia! Así son los ángeles de hermosos y divertidos.

Los problemas también se acaban. Cualquier ciclo por difícil que se muestre tiene su fin y condiciones mejores siempre llegan. Hay mucha ayuda espiritual disponible, no hay que sufrir en silencio. A todos nos calienta el mismo sol, nos alumbra la misma luna, nos cobija el mismo cielo y nos protege el mismo Padre amoroso que no desampara a ninguno de sus amados hijos. Si continuamente mantienes a Dios y a los ángeles en tu corazón y mente, como quien tiene una cita diaria, un compromiso infaltable, nada perturbará tu interior.


Elijo a Dios y deseo su paz en tu corazón.

Martha Muñoz Losada