Un mensaje de Cristo a través de Severine.
Soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Soy Aquel que viene como un ladrón en la noche…
¿Estáis dispuestos a recibirme?
Te
lo pregunto a ti, que has consagrado tu vida a buscarme, a ti que a
veces, has presumido de haberme encontrado, y a ti que me olvidaste,
olvidando así tu verdadera Naturaleza, ¿estás dispuesto a acogerme en tu
Templo, en tu vida, la que llamas cotidiana, en cada instante, en cada
aliento como en cada palabra?
Bien
amado, ¿estás preparado a dejarte llevar por la Gracia de mi beso, a
dejarte consumir por el Fuego ardiente de mi Amor?, ¿estás preparado
para el gran Regreso? Este gran Regreso, es en ti que debe obrar, y que
opera en este mismo momento, en cuanto me dejas obrar, y me dejas el
espacio…
Este
espacio me corresponde, no creas que vengo a robarte lo que sea, pues
más bien, vengo a devolverte a ti mismo. Entonces es una gran
oportunidad que te es ofrecida, la de poder bailar de nuevo la farándula
de la Vida en mi seno, en mi Corazón, estando bien establecido en tu
Templo.
¿Aprovecharás
esta oportunidad? Ésta que te pertenece en pleno derecho, pues, ¿cómo
si no podrías reconocerte? ¿Cómo podrías olvidarte más aún?, yo Soy el
Rey de Reyes, el Rey de tu Corazón, Soy El que Eres.
¿Nos
reconocerás finalmente como Esposo y Esposa y bien más allá de la forma
y de las contingencias, en nuestra Vacuidad eterna? Nuestra Unidad bien
más allá de toda unidad, porque el Amor no calcula…
Bien amado, en este día también, vengo a pedirte tanto tu mano como tu Corazón…
Es
la hora. Es la hora de reconocerte, reconociendo la unión y la
inseparabilidad de nuestra Presencia, porque yo soy tú, y tú eres yo.
Entonces
olvida todos los subterfugios, supéralos, atrévete a superarlos porque
estás bien más allá de todo esto, de todas estas mentiras, de todas
estas historias que creíste y que se cuentan a los niños. No eres un
niño, eres el Niño del Cielo y de la Tierra. Eres el Amor, eres la
Madre, eres el Padre. Eres la ausencia de toda cosa, como de toda
confusión…
Estas ahí... Aquí mismo…
Reconócete.
Ven, te tiendo mis brazos. Mi Corazón está abierto en grande para ti. Tú que eres mi Esposo y Esposa. Tú que eres mi Niño…
Tú
que eres la caricia del viento, tú que eres el fuego que crepita en el
hogar de mi Corazón, tú que eres el Agua de mi Cielo, tú que eres la
Tierra, la carne de mi carne…
Eres mi amado, mi amada... y espero pacientemente poder Reencontrarte plenamente…
Por fin... En el Uno y más allá... Solo ahí…
Te amo porque yo soy el Amor, te amo pues soy tú mismo.
¿Y
tú me amas? ¿Me amas más allá de ti mismo, más allá de tus ocupaciones,
más allá de la vida y de la muerte? ¿Amas el Amor más que a ti, tú en
este traje de carne, traje de un teatro, donde sin embargo estoy
Presente?
Presencia… El Amor Es lo que Eres…
¿Estás dispuesto a morir a ti mismo, para realizar tu deseo ardiente de reencontrar Aquel que siempre vivió en ti?
Niño, Esposo, Esposa, ya es hora de Reencontrarnos…
Mano en la mano, uno en el Uno y el uno en el otro, unidos y para siempre en la Eternidad…
Entonces en este día, vengo a preguntártelo.
Soy el Camino, la Verdad y la Vida…
Prepárate
a recibirme, a verme brillar en vuestros cielos, como en vuestros
Corazones, porque el uno como el otro es sólo el reflejo de mi
Presencia.
Vengo y llamo a la puerta de tu Templo…
¿Estás dispuesto para dejarme pasar?
¿Estás dispuesto a desmayarte en el olvido para Renacer en la memoria de lo que Eres?
¿Estás
preparado para temblar frente a mi Esplendor, no de miedo, sino de
vértigo frente a tu propia Belleza? ¿Estás preparado? Presente en ti
mismo, Presente en el Instante.
Porque
nada es más importante que tú mismo, tú, no como individuo, sino tú,
como realidad del Amor… Aquel que no puede ser descrito, ni en vuestros
libros de Historia, ni en las religiones… Él es… y es todo lo que
importa. Estoy y Tú Estás más allá de toda palabra, de todo lenguaje y
de toda forma. Nosotros somos el Todo y la Nada, Somos en Verdad…
¡Te amo! Escucha mi Llamada.
Escucha nuestro Amor, lo vives, víbralo… fúndete en él porque no es más que otro tú, tu propia Presencia…
Entonces
aquí, en el Infinito de nuestras presencias, acojo nuestros Esponsales.
Unión del Femenino y del Masculino confundidos… Nupcias última del Amor
devuelto a si mismo… Éxtasis de la Vida que se confunde en el Silencio.
Somos Danza, somos Silencio, somos Trance más allá de todo sufrimiento.
Entonces gocemos juntos de nuestra Naturaleza, de nuestra Verdad… y Unidad…
Ahora, te pregunto: ¿vendrás?
¿Vendrás a mí como Vengo a ti, llamando a tu puerta? Porque en tu Morada, Estoy…
Soy el Camino, la Verdad y la Vida, y te saludo.
Bien
amado, hasta siempre y hasta muy pronto, en tu Cielo como en tu Tierra,
en tu Fuego como en tu Agua… ahí donde las Aguas de arriba y las Aguas
de abajo se mezclan, allí donde la Alegría de la Verdad brilla como un
Sol radiante.
Este Sol es tu Corazón, y este Sol es mi Corazón… y Nuestra Presencia …
Recibe todo mi Amor, Niño bien amado, tú que eres mi Esposo y Esposa, y mucho más allá, eres Aquel que Es.
Hasta muy pronto.
Traducción Pierre Díaz
http://noarosauniversoespiritual.blogspot.com.es/