sábado, 25 de junio de 2011

Saint Germain habla sobre los principios de la OITC (Oficina de Control Internacional del Tesoro)

Germain habla sobre los principios de la OITC (Oficina de Control Internacional
del Tesoro), a través de Jess Anthony, en el sitio web de Esperanza Abundante:

Saint Germain plantó hace siglos
las semillas de la nueva economía

Trabajó con la estructura cultural para llevarla
al siguiente nivel de benevolencia y abundancia

El futuro debe tener una base económica estable
para que el ser humano continúe su evolución

Publicado el 6 de mayo y fechado el 16 de abril de 2.011

Jess.- St. Germain, me han pedido que le permita a usted hablar de los
orígenes de la OITC. Valoro sus comentarios y esfuerzo para grabarle a
usted verdaderamente. Hable como quiera.

Germain.- Jess, muchacho. Ésta es una buena oportunidad para hablar de
algo de la historia que es poco conocida y registrada. Hay una
secuencia de acontecimientos que condujeron a la formación de lo que
se ha convertido en la Oficina de Control Internacional del Tesoro en
su estructura actual. Esta historia cuenta el trabajo que hice en
nombre de los que tenían una idea de la creación de un fondo para
apoyar a lo que iba a convertirse en una gran fuente de ayuda.

Comencemos con un poco de mi historia. Se cuentan muchas historias
sobre mí en mis diferentes encarnaciones. La más pertinente para este
poco de mi historia fue la vida que viví en Europa a finales del siglo
XVIII. Esta encarnación es probablemente la más reconocida, puesto que
dejó algunos rastros de mí en el registro como Violinio Saint Germain.
Sin embargo, se ha imaginado mucho más sobre mi poder y riqueza. He
sido acusado de influir en diversos levantamientos políticos, entre
ellos el que estaba teniendo lugar en lo que se convirtió en los
Estados Unidos. Me han descrito con una vida extraordinariamente
larga, debido a mi conocimiento de la Alquimia y a una dieta para
mantener la vida.

La verdad es que he creado este personaje casi como una ficción para
permitirme moverme en círculos que se habrían cerrado, a cualquiera
que no tuviera una cierta reputación real o financiera. Tuve una
agenda entonces porque era consciente de quién era yo y lo que
sospechaba que se desarrollaría en el próximo par de siglos. Tuve una
sensación de mi propósito más elevado, si quieren llamarlo así, y me
ofrecí voluntariamente para asumir este papel de dirigir ciertos
países en la dirección que necesitaban ir. Ustedes pueden llamarme
Maestro Ascendido, pero eso no es exactamente lo que pasó. Entonces
tomé un cuerpo físico, con conocimiento y plena conciencia de un ser
que estaba familiarizado con Cristo Miguel Atón y al tanto de sus
planes para dirigir a los habitantes de la Tierra a un nivel de
existencia más en consonancia con sus intenciones espirituales.

Decidimos que la época más crucial para establecer los parámetros
adecuados para que sucediera esto fue durante la época de agitación
política que se extendía por Europa, Asia y las colonias en ciernes
que luchaban por la independencia en América del Norte y del Sur. Esto
comenzó más reconocible en el oeste con Francia y Estados Unidos, pero
también tenía ramificaciones en otros países alrededor del mundo en el
siglo XIX. Mis asesores galácticos y Atón consideraron que este
periodo de descomposición de supuestos históricos en la mente de
muchos sería un terreno fértil para sembrar semillas de conciencia .

Me apresuro a añadir que yo no era el único guía para venir en ese
periodo. Había muchos, y cada uno tenía un papel que desempeñar en el
desencadenamiento de las ideas ilustradas que surgieron. Mi papel en
aquel tiempo era sembrar dudas en la mente endurecida de la
aristocracia y de los que controlaban las riendas del poder político.
Yo no era el agitador. Yo era la persona que hizo que la gente a
buscar alternativas.

Hice esto con un personaje de misterio y fantasía. Yo era un
extranjero con un pedigrí impresionante y habilidades y recursos sin
explicación. ¿Quién mejor para despertar el interés de gobernantes
aburridos en aquel tiempo? Yo era un soplo de aire fresco para ellos,
y yo utilicé esta novedad para conseguir que retiraran sus defensas de
protocolo y educación.

Los gobernantes y la aristocracia en aquel tiempo estaban en la cima
de una tradición de gobierno absoluto, y los recursos de los países
que gobernaban eran sus posesiones esencialmente. Esta suposición se
iba a atacar pronto por el replanteamiento político que se estaba
alimentando. Las revoluciones que se extendieron por Europa y otros
continentes, comenzaron de modo positivo, pero desgraciadamente se
fueron de las manos. El pensamiento arraigado del ser humano pudo más
que ello, y se recurrió a las mismas actitudes de codicia y violencia
contra las que se rebeló originalmente. Su toma de conciencia no se
encontraba en un nivel lo suficientemente alto como para hacer frente
a sus instintos condicionados previamente. Otro conjunto de reglas
surgió de los revolucionarios que reanudaron el mismo control político
en la apariencia del cambio. Conforme pasó el tiempo, incluso algunas
de las familias gobernantes depuestas regresaron en versiones más
correctas políticamente en reacción a los gobernantes aún más duros
que habían depuesto a sus familias en el primer lugar.

En cierto sentido, nada había cambiado realmente, ya que incluso se
arrastraron olas de violencia y derramamiento de sangre a través del
globo. Esto continúa todavía incluso hoy, a pesar de que los que están
en poder tienen cada vez menos certeza de su control, por una variedad
de razones. Estaba claro que el ser humano no estaba dispuesto a hacer
los cambios que iba a tener que hacer para entrar en el tipo de
Ascensión que previó el Creador. En aquel momento se determinó cambiar
los parámetros de cómo se iba a desarrollar.

Los recursos y la riqueza de las naciones estaban todavía en manos de
un número relativamente pequeño de dirigentes políticos o
supervisores. La libertad que había llegado a través de las
revoluciones había sustituido al absolutismo del sistema monárquico
con el control financiero con el control libre ejercido supuestamente
a través del sistema bancario que se había desarrollado. La capacidad
de controlar el valor de los recursos que poseían los países se había
movido de la mano de los propietarios reales a los dirigentes de los
bancos que controlaban, en esencia, a los gobernantes de los países.

En ese momento yo había desaparecido de la vista pública como el
alquimista Saint Germain, pero me mantuve al tanto de quien manejaba
las cuerdas del dinero y de cómo afecta esto a la conciencia de los
países que eran libres supuestamente. Decidimos que era fundamental
que se realizara un cambio para conservar los recursos del mundo, y
para impedir lo que iba a suceder inevitablemente ya que la propiedad
y el control se dio a otros que estaban mucho menos interesados en el
bienestar público.

Nos parecía claro que se estaban agitando corrientes políticas por los
controladores del dinero a través de órganos gubernamentales
manipulados que forzarían la abdicación o mutilación en última
instancia de las familias gobernantes que permanecían en su lugar. Los
gobernantes existentes se volverían figuras decorativas y se habría
ido el control.

Mi papel tomó una nueva dirección como un diplomático más formal y
asesor de las familias gobernantes que habían quedado. Ellos tenían
cada vez menos poder político, pero todavía controlaban enormes
recursos artísticos y monetarios que habían amasado sus familias
hereditarias. Sus posesiones personales eran la riqueza cultural de su
país y formaban todavía la base de los fundamentos económicos que los
bancos estaban aprovechando. Debido a ellos se habían formado toda su
vida para ser gobernantes, la aristocracia que quedaba aún tenía la
conciencia de la utilidad pública que dictaban sus posiciones
hereditarias. A pesar de que su mentalidad era entonces la de servir
al pueblo por la derecha, que seguían considerando que su papel era el
de utilizar su riqueza para efectuar cambios dentro de sus estados
soberanos.

Me acerqué a todas las familias gobernantes con la idea de que su
personal, es decir, los recursos de sus países, se debían proteger de
ser arrebatados. Tuve esta conversación con líderes familiares
gobernantes y depuestos en todo el mundo durante un largo periodo de
tiempo. Me planteé la idea de que la fuerza estaba en la unidad, y no
en los intereses individuales. Argumenté que, dada la dirección en que
soplaba el viento político y financiero, que era más prudente que
ellos consideraran la combinación de los recursos que aún controlaban
de una manera que aseguraba que sus activos financieros estarían
protegidos y permanecerían disponibles en el futuro para el tipo de
apoyo filantrópico y cultural en que fueron educados para supervisar.

Las familias dirigentes, con acceso todavía a la mayor parte de los
recursos financieros y artísticos de la Tierra, acordaron este plan de
acción. Ellos formaron una red de lo que se convertiría, en última
instancia, en la OITC. La forma inicial de esta red fue un acuerdo de
cooperación firmado a título particular por los jefes de las casas
para mantener el control de sus activos financieros en todo lo
necesario, y renunciar a consideraciones personales para el uso de la
mayor parte de los recursos.

Acordaron que sus bienes comunes se combinarían en una gran cuenta
mundial que se dedicaría al beneficio de la humanidad y se coordinaría
por separado para ese fin. Ellos mantendrían la propiedad de sus
activos financieros individuales, pero el uso se dedicaría a un
propósito más grande. Se instituyó un sistema de frenos y equilibrios
para impedir el pago no autorizado de estos bienes protegidos, y una
jerarquía rotatoria de los jefes de familia se encargaría de
supervisar las acciones de esta red. Este acuerdo fue vinculante una
vez que lo firmaron los jefes de las distintas familias o consorcios
financieros.

Mi papel en esto fue convencer a las familias de que se pusieran de
acuerdo. Una vez más planté las semillas, aunque esta vez lo hice de
forma más abierta y con el claro ejemplo de qué tipo de alternativa se
desarrollaba. Al hacerlo así yo no estaba favoreciendo a la
institución de los gobernantes hereditarios. Yo estaba trabajando
meramente con la estructura cultural que había desarrollado el ser
humano y con el esfuerzo para llevarla al siguiente nivel de
benevolencia y abundancia cultural. Vi la dirección en que se conducía
a ciegas al ser humano, y asumí la responsabilidad de sugerir una
forma de evitar eso. Se habían conservado los activos financieros,
generalmente, aunque ha habido algunos ataques severos sobre su
control en la última década. El futuro debe tener una base económica
estable para que el ser humano siga su evolución, y es nuestra
intención que la OITC como tal continúe desarrollando la provisión de
esos recursos.

Violinio St. Germain

http://abundanthope.net/pages/Jess_Anthony_29/St-Germain-Speaks-on-Beginnings-of-OITC.shtml

Traducido por Liu Suria

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