Nuestra mejor
protección: El Aura. Omraam M. Aivanhov
Al
igual que la tierra, el hombre está rodeado, por así decido, de una
atmósfera, y esta atmósfera es la que la Ciencia iniciatica denomina
aura. Es a través de nuestra aura que nos comunicamos con las fuerzas y
las corrientes que circulan en el
espacio; según las cualidades de nuestra aura, según su sensibilidad,
su pureza, su fuerza, recibimos unas u otras influencias, o no recibimos
ninguna. Vivimos rodeados de corrientes negativas, pero si tenemos un
aura muy poderosa, muy luminosa, estas corrientes no pueden traspasada y
llegar hasta nuestra conciencia para desquiciamos o molestamos.
¿Por qué? Porque antes de alcanzarnos, deben atravesar nuestra aura que actúa como una aduana en la frontera: no las deja pasar.
La calidad de nuestra aura, su capacidad para protegemos depende de nuestra forma de vivir.
El
aura de aquél que se deja llevar por sus instintos inferiores, se
convierte en una ciénaga que sólo atrae influencias oscuras y
tenebrosas. ¿Cómo atraer cosas buenas cuando continuamente se crea en
uno mismo una atmósfera destructiva con malos pensamientos, rencores y
sentimientos de frustración? Sabed que en tal situación, aunque se nos
acercaran cosas
buenas, serían rechazadas por nosotros.
El problema que se os
plantea, es, pues, el de saber trabajar con vuestra aura para que tan
sólo reciba las corrientes favorables, creando así alrededor vuestro,
una especie de campo magnético: que os protege e influye benéficamente
en los seres que se os aproximan. Ignoran el motivo, pero cerca vuestro
se sienten bien. En realidad, , lo que sienten, es una presencia, la
presencia de seres espirituales atraídos por vuestra aura. Pues las
entidades celestiales aman la luz y cuando perciben a un ser rodeado por
esta luz, corren hacia él.
Es pues todo un trabajo que debéis
realizar sobre vosotros mismos durante años, con el fin de atraer del
universo todo lo que es verdaderamente bello y benéfico. Si yo os
pregunto: "¿Os importan verdaderamente vuestra salud, vuestra belleza,
vuestra paz, vuestra felicidad? ¿Queréis verdaderamente ser amados?" Me
responderéis: "¡Sí, sí, es lo que más
deseamos!" Entonces, ¿por qué no hacéis nada por conseguirlo? Todas
estas bendiciones no os caerán del cielo, así, por casualidad. La mejor
manera de atraerlas, es trabajar vuestra aura; gracias al amor la
vivificáis, gracias a la sabiduría la hacéis más luminosa, más potente
por la fuerza de vuestro carácter, y más limpia y clara mediante una
vida pura. Aquél que con paciencia, con sinceridad, se consagra a la
práctica de las virtudes, adquiere poco a poco un aura inmensa en la
cual vienen a bañarse no solamente las criaturas celestiales sino
también seres humanos que se sienten alimentados, apaciguados,
fortalecidos y encaminados hacia una dirección divina.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
EL DEBER de SER FELIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.