martes, 9 de julio de 2013
¿A QUÉ FAMILIA PERTENECE TU ALMA?
Domingo 7 de julio de 2.013
Aclaración: Se reemplaza la definición "alma"; Por la de "Conciencia".
FAMILIA DE LOS MAESTROS
Actualmente
existe en el planeta Tierra una familia que nosotros llamamos la de los
maestros. En su seno residen, entre otros, los Maestros Ascendidos. El
objetivo de la existencia de estas almas es iniciar el movimiento.
Cuando se encarnan y la personalidad asegura la transparencia, se
convierten en dirigentes, en iniciadores de algún movimiento, ya sea en
la luz o en las tinieblas.
¿Suscita eso alguna
reacción en ti? El juicio no existe en el más allá. Vuestra alma es
libre en todo momento. A través del filtro terrestre, podéis optar por
el amor y la luz. Tenéis igualmente la posibilidad de uniros al desamor y
a la destrucción; vuestra identidad se pondrá al servicio de vuestra
elección. En ambos casos, os continuara habitando la llama divina. La
luz no desaparece extrañada por la decisión porque como la Fuente, es
incondicional. Os acompañara hasta que transforméis esa elección. Sois
libres y en esta libertad consiste vuestra iniciación. La vibración que
lleva consigo las almas que eligen encarnarse en el seno de esta familia
es la de iniciar el movimiento. Ahora bien, en la densidad de la
encarnación tal vez el alma no deje de pedir “por favor, permíteme
iniciar el movimiento” y tope con la resistencia de la personalidad
hasta los cincuenta y cuatro años, y sea entonces cuando suelte uno
amarras y decida responder a la visión interior iniciando un movimiento;
la forma que adopte ese movimiento no tiene ninguna importancia. Todo
ello está exento de juicio.
Para estas almas,
una de las pruebas de la encarnación es el ego y las distorsiones
posibles de su condición de maestros: la atracción por el poder, por la
manipulación. Porque el maestro es aquel que dirige, que transmite, que
muestra el camino, que debe iniciar el movimiento a partir del amor y
sobre todo de la humildad. El maestro no necesita de ningún título
porque sabe que lo es y por naturaleza, en todas las células de su
envoltura física es maestro no solo con respecto a su vida sino con
respecto a todo lo que toca, lo cual comporta una gran responsabilidad.
Algunos
pueden vivirlo como un peso, otros pueden rechazarlo, no respetar esa
energía y distorsionarla con sus actos. A estas almas, la encarnación
les exige comprometerse. El alma sabe a que familia pertenece, conoce su
naturaleza y su identidad. Si la personalidad decide errar, ¡el alma
obligara al compromiso! La fuerza que la anima en la encarnación puede
hacerlo saltar todo por los aires, derrocar todas las estructuras para
favorecer el alineamiento total.
La fuerza del
maestro se expresa tanto en el hacer como en el no hacer. Si se mantiene
en su centro, si conserva la serenidad, su impacto es mucho mayor, ya
que la fuerza vibratoria que había en su alma es tal que bastaría con
que pronunciara una sola palabra en toda su vida, en el momento
adecuado, para cumplir su misión. Así es el maestro, el que inicia el
camino.
LA FAMILIA DE LOS SANADORES
Existe una gran e importante familia que engloba a muchas almas.
Cuenta
con muchos núcleos y se ha escindido para formar otras familias. Se
trata de la familia de los sanadores. Las almas que la componen
transmiten el fluido de la sanación y la prodigan de todas las manera
posibles. Estas almas han recibido muchas iniciaciones en sus manos, su
corazón y su conciencia. La energía de la sanación impregna todas sus
células. NO deben buscarla en el vecino ni en cualquier pócima mágica,
pues vive en su interior. Algunas técnicas la amplifican, y las
iniciaciones recibidas aumentan la expansión y la transmisión de ese
fluido. Los miembros de esta familia no solo lo contienen sino que
también lo canalizan y lo esparcen. Este fluido es operativo aunque no
hagan nada; ahora bien, este don se intensifica cuando se es consciente
de él. ¡Es urgente, pues, que las almas que forman parte de esta familia
abran los ojos a esa realidad! En ocasiones, los sanadores que se
acercan a nosotros con las manos en los bolsillos obtienen respuestas
algo irónicas a sus preguntas.
¡Menudos sanadores, con las manos en los bolsillos! ¡Que despilfarro!
Cuando
estas almas colocan descuidadamente la mano sobre un amigo o una
planta, por ejemplo, el fluido de la sanación circula y surte efecto. Ya
podrían argüir todas las razones del mundo para bloquearlo que, a pesar
de todo, activarían la sanación.
Es muy fácil
reconocer a sus componentes, porque todos se resisten a la sanación.
Corre por sus venas, pero su mayor dificultad consiste en reconocerla;
creen que deberían buscarla en el exterior y les parece que el otro es
mucho mejor sanador que ellos. Una de las pruebas que acechan a las
almas encarnadas de esta familia es el ego, el ego inflado o desinflado
del sanador. O se subestiman o se sobreestiman.
El
fluido de la sanación es muy potente y esto puede constituir un riesgo.
Gracias a este fluido, sus almas vibran y son muy poderosas, y a la
personalidad le resulta fácil aprovecharse de ello. No obstante, no son
víctimas de nada ni de nadie, pues esto forma parte de su aprendizaje en
la encarnación. Estas almas no solo sanan a los seres humanos, sino
también a las plantas, los animales, los objetos que suponéis
inanimados. ¡Sanan todo lo que tocan! Son las depositarias del fluido de
la sanación.
Muchos sanadores padecen
enfermedades por el hecho de no reconocer este fluido. ¡En casa del
herrero, cuchara de palo! Es necesario que estas almas reconozcan y
asuman su realidad, porque cuanto mas soslayen esta cuestión, mas
enfermedades tenderán a generar.
Resistirse a
este fluido provoca bloqueos que en la encarnación se manifiestan en
forma de desequilibrios físicos ¿Por qué es tan importante esta familia?
Se ve que muchas de las chispas divinas que nacen de la Fuente y
revisten la identidad del alma se dirigen hacia la familia de los
sanadores y que muchas almas de esta familia han elegido encarnarse en
este nuevo milenio. ¿Por qué motivo? Fácil de adivinar, ¿verdad? ¿No
será que el planeta necesita ayuda?
LA FAMILIA DE LOS GUERREROS SANADORES
Estas
almas, como todas las demás, han nacido de la Fuente. Escogieron la
familia de los sanadores y , cuando se produjo una escisión en el seno
de esta familia, su identidad se sintió intensamente llamada a
reagruparse con otras almas para crear una familia responsable de la
protección del fluido de la sanación del universo de las almas y en el
resto de los universos planetarios. Se convirtieron así en guerreros
sanadores y fortalecieron su identidad. Se encargan, en cierta medida,
del alineamiento de la sanación allí donde estén, ya sea en el universo
de las almas o en el de la Tierra, Mercurio o Arturo. Ahí donde se
encarnan alinean el fluido de la sanación, lo protegen y lo defienden de
cualquier ataque de energía incompatible. Actúan allí donde ese fluido
no puede penetrar. Tienen un gran sentido de la responsabilidad y es
preciso que vayan con cuidado porque suelen acumular mucho peso en sus
hombros y pueden caer fácilmente en la tentación de salvar a todo El
Mundo.
Esta es una de las pruebas de su encarnación.
Necesitan
buenas bases y son capaces de materializarlas. Utilizan símbolos
específicos, anillos o collares con un significado determinado, por
ejemplo. Se rigen por un código común y les disgusta llevar tatuajes.
Son muy sólidas porque han recibido una iniciación de la familia de los
guerreros con la finalidad de reforzar su condición de guerreros, de
guerreros al servicio de la sanación.
Los
guerreros sanadores son los protectores del fluido de la sanación en el
universo. Están presentes y actúan ahí donde se distorsiona la
utilización de este fluido, ya sea en el más allá o en el más acá. Estas
almas velan por que el fluido sea canalizado en su máxima pureza: la
energía del amor.
LA FAMILIA DE LOS CHAMANES
De
la familia de los guerreros surge también la de los chamanes, que está
todavía en fase de evolución; no está estabilizada del todo porque aún
existe la posibilidad de una nueva división. Estas almas han decidió
entre otras cosas, acompañar al fluido del chamanismo en el planeta
Tierra. Se dedican continuamente a equilibrar los fluidos del planeta
con los fluidos interplanetarios. No se encarnan necesaria y
exclusivamente en el pueblo amerindio: el chamán puede ser ruso o
yugoslavo o chino. En el más allá los credos brillan por su ausencia.
El
chamán es la vibración propia del alma, y su misión es ayudar a que el
planeta y todos sus elementos sanen y alineen sus vibraciones. Estas
almas son transmisoras del fluido de la transformación. Son capaces de
transformar la envoltura física, de trasmutar los órganos internos y sus
cristalizaciones o las plantas para extraer sus propiedades, siempre al
servicio del fluido de la sanación.
Como su
familia de origen es la de los guerreros es normal que incorporen este
fluido y hagan uso de él para transformar y transmutar la energía del
planeta. Las almas de esta familia son numerosas y pueden reconocerse y
conversar telepáticamente entre si. Necesitan enraizarse en lugares
precisos para activar desde ahí, la sanación en el planeta Tierra. Si
supieran utilizar plenamente la identidad de su alma, prescindiendo de
todo juicio, podrían desplazarse a través del tiempo y el espacio con el
cuerpo físico. Podrían por ejemplo, materializarse en el desierto de
Nevada para reunirse con otros chamanes. Disponen de esta facultad de
transformación y de transmutación en la densidad para servir al fluido
de sanación y al chamanismo.
Una de las
dificultades con las que topan durante su encarnación es la de quedar
absorbidos por la experiencia física, abrumados por su peso. No nos
referimos físico sino a la opacidad personal. Corren el riesgo de
olvidar que arde en ellos el fuego de la transmutación, de olvidar
quienes son pasando por alto el fluido de sanación que las caracteriza,
su naturaleza guerrera y su capacidad de transformación.
Estas
almas se valen de rituales y símbolos sin saberlo siquiera. Es urgente
que sean conscientes de las señales que pueblan su camino y que muestren
más respeto por los elementos que les rodean: el agua, la tierra, el
fuego, el cielo, el aire, las nubes, etc.
El
chamán debe trabajar con ayuda de su envoltura física. Le es muy útil en
su encarnación terrestre. Negarlo provocaría fugas de energía vital:
caída del cabello, uñas y dientes, problemas de piel. Estas almas
transmiten sin cesar el fluido de la sanación, están en transformación
constante y su cuerpo les sirve de canal, de herramienta.
LA FAMILIA DE LOS GUERREROS
Esta
familia no es originaria de la de los sanadores. La esencia propia del
guerrero es proteger, aunque eso no quiere decir que el alma se encarne
con una armadura. Los guerreros son los protectores de la energía: la
energía luminosa o de la energía oscura. Para estas almas no existen las
medias tintas. Si así lo deciden protegerán la vibración de la luz, la
vibración del alma. Quizá notéis que, en el curso de su encarnación y de
su aprendizaje terrestre, tienden a ejercer el rol de salvadores. Ahora
bien, cuando el alma del guerrero se reconoce más allá de la tercera
dimensión, actúa sin pretender salvar El Mundo entero.
Estas
almas necesitan encarnarse, en el plano terrestre o en otros. Se
sienten impulsadas a sembrar la compasión a través de la densidad del
planeta escogido. La misión de esta familia consiste en defender,
trabajar, actuar para frenar la oscuridad y proteger el universo de las
almas. Esta acción es magnífica, de una entrega y un amor total y
enraizado. Muchas de las almas de esta familia, olvidando su origen
celeste, se convierten en “guardaespaldas”, llevan armas y se pierden en
la segunda dimensión. Es fácil distinguir a los guerreros porque no son
muy sociables.
Acostumbran a ser más bien
huraños y a encerrarse en su coraza, pero siempre están dispuestos a
defender o a salvar. Encontrareis a muchas almas de esta familia
practicando artes marciales, porque estas artes están basadas en la
energía guerrera característica de su familia. No obstante, tienen un
gran corazón. Por eso, para los miembros de esta familia, la encarnación
es un periodo delicado y una gran prueba.
Aunque
percibáis que a la personalidad de estos le ha faltado tiempo para
acorazarse, rebosan amor. Deben aprender a conservar esta energía de
amor aunque sean guerreros, defensores, protectores, guardianes del
umbral.
LA FAMILIA DE LAS HADAS ALQUIMISTAS
En
el universo de las almas existe una familia especial: la de las hadas
alquimistas. Estas almas se encarnan en el planeta Tierra para
espiritualizar la materia. Algunas de ellas están muy cerca de los
Ángeles porque, aunque pertenezcan al núcleo de su familia, no son muy
densas. Al contrario, son bastante ligeras y se pasan la vida
revoloteando como las mariposas. Les cuesta mucho integrar su envoltura
física y suelen resistirse a la encarnación.
En
el ámbito de la experiencia física gozan del don de desmaterializar todo
lo que tocan. Podrían atravesar las paredes con la envoltura física lo
cual explica sus problemas con las llaves o los picaportes de las
puertas, ya que olvidan que no las necesitan. Espiritualizan todo lo que
tocan y elevan automáticamente su vibración. Ante una densidad, actúan
mediante la difusión de ondas que emanan de su cuerpo, y esto nada más
encarnarse, desde la más temprana infancia.
Estas
almas dan la impresión de estar en la luna, como ausentes, igual que la
imagen que tenemos de las hadas. Han elegido encarnarse no porque les
guste la densidad, en absoluto. Han venido porque su presencia
contribuye a transmutar la materia. Podríamos decir que son auténticos
transformadores vivientes. Su capacidad de volatilizar cantidad de cosas
sin siquiera darse cuenta de ello hace que tengan la sensación de
perderlo todo. Estamos bromeando, pero este ejemplo, aunque exagerado,
se aproxima bastante a su realidad. Les parece estar arraigadas cuando,
de hecho, están volando y les cuesta delimitar lo que va arriba y lo que
va abajo. Su principal dificultad, al encarnarse, reside precisamente
en eso, en encarnarse. Si consiguen conocerse mejor y saber quienes son,
pueden aplicar su poder y utilizarlo en la sanación, en la
comunicación, en todos los oficios y profesiones del mundo. Pueden
transmutar todo lo que esta a su alrededor, lo cual significa enfocarse
en un estado vibratorio y activarlo de tal manera que pierda su
identidad para fundirse con el principio divino. El amor es la clave
definida de la transmutación
¿Por qué motivo
están presenten aquí estas almas en esta cambio de milenio? Porque son
las encargadas de transmitirnos la siguiente enseñanza telepática verbal
y oralmente: “¡Despertad, queridas almas, pues podéis espiritualizar la
materia¡” Esta es la razón de su existencia y esta es su identidad
real.
LA FAMILIA DE LA COMUNICACIÓN
Estos
mensajeros se dedican a comunicar y a transmitir el amor de muy
diversas formas: mediante el arte, la canción, la literatura, el
teatro…Hay muchos en este momento en el globo terráqueo. Los hallareis
en cualquier ámbito o profesión, como escritores, poetas, periodistas,
músicos, etc. Estas almas se distinguen entre otras cosas, por el hecho
de no estar atadas a lo físico. Esto no significa que algunas de ellas
no se sientan atraídas por los bienes materiales; ahora bien, la mayoría
tienen un solo objetivo: comunicar, hacer que el mensaje sea accesible
como sea: a través del canto, el baile, la escritura, el arte. Todo
sirve para comunicar.
Esas almas no destacan por
su enraizamiento, por ello pueden introducirse con facilidad en El
Mundo de las drogas. Su ligereza no las ayuda precisamente a encarnarse.
Para ellas, lo físico no tiene ninguna importancia, comparado con el
arte de la comunicación y la expresión artística. Por eso, en el seno de
esta familia, hay muchos artistas que, en el periplo de la encarnación y
la personalidad, olvidan que, por encima de todo, son comunicadores y
no necesariamente de la forma que impone la sociedad.
LA FAMILIA DE LOS ENSEÑANTES
Estas
almas enseñan todo lo que puede enseñarse, toda suerte de conocimientos
y experiencias. Enseñan el amor, la luz, la perdida de las ilusiones,
la escucha, lo importante que es vivir el ahora… Esta familia consta de
dos núcleos, dos filtros, un equilibrio y dos franjas periféricas; sin
embargo, es estable. A la larga es posible que se escinda y se creen dos
familias igualmente estables. Algunas almas decidirán experimentar esta
división para ejercer una acción mas precisa y directa.
Las
almas de esta familia poseen y transmiten el fluido del conocimiento,
fluido que las identifica plenamente. En su condición de almas
encarnadas, van en pos de la verdad, del conocimiento y su anhelo de
transmisión es grande. Son los guardianes del conocimiento difundido en
los distintos planetas. También se los podría denominar “los guardianes
del umbral”. Esta familia administra el cúmulo de conocimientos de todo
el Universo. Su psique disfruta de la virtud de ir a consultar los
archivos akasicos, auténticos depósitos de la diversidad de
conocimientos existentes. En el planeta Tierra, se presentan como
estudiosos de la numerología, la kabala o lenguas clásicas como el
sanscrito, todo ello con el fin de transmitir toda la sabiduría que
almacenan.
Si la transmisión del conocimiento
sigue un camino tortuoso y se distorsiona, puede que esta familia sienta
la necesidad de escindirse y crear otra familia cuya intención seria la
de actuar como guerreros del fluido del conocimiento, en claro paralelo
con los guerreros del fluido de la sanación
Estas
almas son fáciles de reconocer. Enseñar las colma de una gran alegría
porque esta es su vocación sea cual sea la forma que adopte.
La
etiqueta de enseñantes no les hace ninguna falta: lo son por
naturaleza, pues canalizan constantemente el fluido del conocimiento.
Cuando
vislumbran la identidad de su alma pueden recibir gran cantidad de
informaciones desconocidas en el planeta Tierra y divulgarlas. No
deberían dudar en canalizar el conocimiento y retransmitirlo. Para ello,
basta con que canalicen el fluido que impregna su alma.
En
lo físico, estas almas sienten a veces el impulso de crear centros en
determinadas zonas geográficas para impartir sus enseñanzas. Si ese es
el caso, no lo juzguéis y materializadlo.
LA FAMILIA DE LOS BARQUEROS
Esta
familia proviene de un desprendimiento, de una escisión de la familia
de los sanadores, aunque no se asocie con ella. Se mantiene muy estable,
y esta estabilidad es esencial para la acción. Los barqueros tienen una
misión especifica: en el más allá ayudan a las almas en transito por
los diversos umbrales vibratorios que deben atravesar. Están muy cerca
de los umbrales angélicos y arcangélicos, de los umbrales de los
maestros ascendidos y también de las chispas divina. Aquí abajo, asisten
en los múltiples cambios que se dan en nuestro planeta: el paso de la
infancia a la adolescencia o de un empleo a otro, el cambio de milenio,
el transito de la muerte… Facilitan la experiencia del cambio, que es
una época de evolución especial.
Las almas que la componen han pasado por un solo umbral vibratorio.
Por
eso su identidad no está tan consolidada como la de otras almas, puesto
que deben salvaguardar constantemente la transparencia necesaria para
asumir su función en el más allá, es decir, ayudar a que las almas pasen
de chispa divina a alma y afinen su identidad.
Los
barqueros también ayudan a la familia de los chamanes colaborando en el
equilibrio de las transformaciones, de los cambios en el universo de
almas y están muy ocupados. Entablan a menudo comunicación con el más
allá y la noche es el momento mas propicio para ello.
Durante
la encarnación podrían exclamar al levantarse: “¡He trabajado duro esta
noche!” y seria verdad, porque no paran nunca. De ahí la importancia de
cuidar de su envoltura física, porque trabajan día y noche.
Sienten
con frecuencia la nostalgia del mas allá y algunas, abrumadas por ese
sentimiento, se extravían recurriendo a las drogas y sustancias
alucinógenas para contrarrestar esta nostalgia, pues no saben que hacer
con ella. Otras anhelan morir e incluso volver al estado de pura chispa
divina, porque la identidad vibratoria de su alma no les interesa
demasiado. Bordean El Mundo de la no identidad, de la vacuidad divina, y
eso puede mover a confusión, sobre todo para el alma encarnada. Como
son muy fluidas, algunas intentan que su envoltura física se vuelva
pesada, para evitar esa sensación de flotar. Necesitan enraizarse bien
para actualizar al barquero que llevan dentro. Otras, con un cuerpo
físico extremadamente delgado, por no decir casi transparente, deberán
persistir en el enraizamiento a pesar de su débil constitución.
Por su identidad vibratoria, estas almas gozan de una gran cualidad:
querer
ayudar a las almas en todo momento y lugar. En cuanto alguien las
necesite, que solicite su ayuda y acudirán sin falta. Las caracteriza
una gran disponibilidad, de día y de noche; se entiende, pues, por que
algunas de ella se extravían en el papel de salvadores.
Los
barqueros atraen a las almas errantes, que no tienen identidad o que la
han perdido. Esas almas se dirigen a ellos porque los reconocen del mas
allá, pues fueron ellos quienes las ayudaron a afinar su identidad
vibratoria.
Son barqueros de amor y el amor es lo único que cuenta y los alimenta.
LA FAMILIA DE LOS INICIADORES DE CONCIENCIA
La
acción de estas almas es fugaz. Llegan para un periodo de breve
duración con el fin de despertar la conciencia en el planeta donde se
encarnan. No desencadenan ningún movimiento que no sirva para
concienciarse de algo. Aparecen simplemente para despertar la conciencia
y a menudo lo hacen con una muerte espectacular, para volver y
marcharse otra vez.
Están presentes en las
catástrofes colectivas, en lugares donde se producen terremotos,
accidentes, huracanes. Inician movimientos de conciencia mediante su
vida y su muerte al partir del planeta. Forman parte de aquellos
episodios trágicos en los que una gran cantidad de seres son asesinados o
torturados y abandonan la Tierra de manera busca y violenta. Estas
almas escogen manifestarse así para despertar la conciencia de los
humanos.
Una mente estrecha considerara que esto
es una autentica locura, ¿verdad?. Sin embargo, te exhortamos a
acrecentar tu conciencia. Estas almas vienen para ponerse al servicio de
la evolución del planeta.
LA FAMILIA DE LOS PILARES
Cabe
mencionar a una familia cuyas almas son llamadas pilares. Son pocas las
que están encarnadas actualmente en nuestro planeta y permanecen en
comunicación constante con otros planetas. Su densidad es considerable.
Cuando un pilar se sienta al lado, se advierte su presencia de
inmediato. Vienen para enraizar los planos celestes en la profundidad de
la Tierra y recrear las conexiones entre los lugares sagrados del
planeta. Y, aunque la personalidad no lo sepa, el alma actúa
Actúa
donde la materia o el planeta lo requieran. Están muy atareados y no
dejaran de estarlo, porque velan por el equilibrio y la unión,
estabilizando las energías y creando nuevos circuitos energéticos, sobre
todo en aquellos planetas sujetos a cambios decisivos, como el vuestro
en este momento. Vayan donde vayan, enraízan la energía del mas allá en
el mas acá. Son los encargados de arraigar las vibraciones de la Fuente.
Estas
almas se encarnan en lugares estratégicos del planeta con la función de
ser pilares. En su domicilio crean, canalizan y organizan los
meridianos interplanetarios. En ocasiones, les cuesta desplazarse porque
deben realizar una acción concreta allí donde han decidido encarnarse.
Ahora bien, son capaces de trasladarse a aquellos lugares que requieran
su presencia y esto puede desconcertar al ego, que quizá no entienda por
que, de repente, el alma presiona para ir a Yucatán o a Tíbet.
Una
de las dificultades de su encarnación tiene que ver con la envoltura
física. Como su acción es muy exigente para con su cuerpo, deben
cuidarse mucho en términos de equilibrio alimentario: aporte de
minerales, proteínas, vitaminas y aminoácidos. ¡Es realmente
importante!.
Esta familia posee quince núcleos,
lo cual implica una gran fuerza de mutación y de transmutación. Se
parece a un navío en una fase determinada se producirá una escisión, no
ahora sino cuando llegue el momento. Los pilares se pasean por las
familias de almas y vigilan los movimientos de la energía se comunican
continuamente con el universo de las chispas divinas. “Patrullan” por la
periferia del universo de todas las familias de almas. Por eso dispone
de tantos núcleos, para moverse a lo largo y ancho del Universo.
Cuando
estas almas eligen la encarnación, precisan de la densidad física. Con
frecuencia sus cuerpos son robustos, ya que necesitan una fuerza
muscular y ósea excepcional, distinta de otras envolturas físicas.
Dependen de lo físico y saben cómo utilizar la materia, como manejarla y
transmutarla. En cierta medida se parecen a los chamanes y también a
los sanadores, pero no lo son. Su voluntad se aplica a sanar los
planetas, los universos interplanetarios e interestelares.
Establecen
redes gracias a las cuales pueden circular los rayos y los fluidos,
como el de la sanación o el del conocimiento, y llegar así hasta los
planetas y las estrellas. Los pilares conocen al dedillo el universo de
las familias de almas porque son capaces de recibir sus fluidos y de
ayudarlos a descender vibratoriamente, lo cual facilita su manifestación
en la densidad de los planetas.
Son los guardianes de este Universo.
LA FAMILIA DE LOS MECÁNICOS
Son
almas que vienen a reparar el planeta. Son reparadores, o mas bien
agentes de sanación expertos en la mecánica y reparación de determinados
circuitos del tejido planetario. Les acompaña a menudo pilares o
chamanes en el seno de su familia terrenal; pueden que, por ejemplo, los
padres sean mecánicos, que unos hijos sean chamanes y otros pilares y
que actúen al unísono.
Estas almas se hacen
cargo del medio ambiente, de los elementos contenidos en el subsuelo, el
aire o la atmosfera, de ahí el nombre de “mecánicos” Aunque pueden
adoptar una identidad terrenal muy poco relacionada con eso, es fácil
encontrarlos “a ras del suelo”. Sienten una gran necesidad de ocuparse
de la Tierra, por ejemplo plantar árboles donde no hay. En el más allá,
los mecánicos reparan el campo energético que lo abarca todo, una
especie de velo magnético que forma parte de los universos conscientes.
Las almas de los así llamados mecánicos reparan, si se rompe, este
tejido energético compuesto de diferentes fluidos.
Esta
familia solo consta de un núcleo y es muy estable. Suele trabajar en
equipo con la de los chamanes. No tienen porque asociarse
obligatoriamente, pero de todos modos su acción será complementaria.
Hay muchas almas de esta familia encarnadas ahora en la Tierra.
Hallareis
a miembros de esta familia en grupos sensibilizados por la protección
del entorno medioambiental, de los acuíferos, de los bosques. Algunas se
dedican a la sanación otras a la comunicación, otras a escribir, pero
todas sienten la necesidad de implicarse para contribuir a la
regeneración del planeta. Para estas almas es clave lo físico, no en el
sentido de acaparar bienes materiales sino de poder vivir en el hábitat
del planeta. Están enamorados de la Tierra. Día y noche reciben
informaciones sobre el planeta en el que habitan y sobre otros planetas
habitados por sus hermanos y hermanas.
Namaskar
CENTRO HOLISTICA HAYDEN
Galatha Shendrix
http://www.despertardivino.cl/aspbb/Shauds/viewinfo.asp?msgID=8311
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