lunes, 15 de julio de 2013
LAS PIEDRAS Y LOS DIAMANTES
Alexiis, Julio 16, 2013
Quiero compartir con ustedes algo que surgió a raíz de mi auto-análisis.
Hacia
fines del año 2005 yo estaba muy descontenta conmigo misma ya que no
conseguía la tan ansiada conexión con los Maestros, o sea, no conseguía
canalizar, a pesar de que se me habían indicado que era capaz de
hacerlo, pero cada día el sentimiento de que existía esa posibilidad se
estaba diluyendo más y más.
Entre los mensajes recibidos en aquel momento me llegó algo que me pareció genial y por ello quiero compartirlo:
“Sucedió
en el desierto de Arabia, allá por… una noche, un grupo de nómades se
prestaban a retirarse a dormir, cuando de repente los rodeó una luz.
Comprendieron que estaban en presencia de un ser celestial, y con gran
ansiedad esperaban un mensaje divino de gran importancia que sabían iba a
ser especial para ellos. Al cabo de un rato se escuchó una voz, que les
dijo…
Reúnan todas las piedras que
encuentren en el suelo y deposítenlas en sus alforjas, mañana viajen
durante todo el día, así la noche los hallará contentos, pero tristes…
Después
que la luz desapareciera, los nómades compartieron su decepción y
enojo. Esperaban la revelación de una gran verdad universal que les
permitiera generar riqueza, salud y propósitos para el mundo. Sin
embargo lo que habían recibido, era una simple tarea insignificante,
“carente de sentido” para ellos. No obstante, el recuerdo del esplendor
del visitante, hizo que cada uno de ellos recogiera algunas piedras y
las depositaran en sus alforjas, no sin dejar de expresar su
desconcierto.
Viajaron durante todo el
día siguiente, y por la noche, mientras armaban el campamento, revisaron
sus alforjas y descubrieron que cada piedra recogida se había
convertido en un diamante. Estaban contentos de tener diamantes, pero
estaban tristes por no haber recogido muchas más piedras”.
Frecuentemente
deseamos cosas que no tenemos y no nos damos cuenta que todo cuanto
tenemos es simplemente lo que necesitamos en la vida para desarrollarnos
como personas. Para poder ver la luz en el camino debemos ver la
oscuridad. El Creador teje los caminos de nuestras vidas con hilos de
diferentes colores que de momento no entendemos pero si pudiéramos
mirarlos desde su punto de vista, veríamos el más maravilloso de los
bordados.
¿Será que quiero alcanzar las
estrellas de golpe, sin darme cuenta de la belleza de la Madre Tierra
primero? Estoy confundida, desanimada, pero con una muy pequeña vocecita
interior que me dice, “No aflojes, te estás exigiendo demasiado”, lo
cual se corresponde totalmente a mi personalidad.
Así que seguiré, y estoy segura que llegará el día en el que podré canalizar.
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