sábado, 21 de diciembre de 2013

Tu controlas tus puntos fijos emocionales



El Sábado 21 de diciembre de 2013 13:49, JOSE MARIA JAUREGUI <dragonverdiazul304@yahoo.es> escribió:
DE LO MAS ESCLARECEDOR QUE HE LEIDO.....
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Tú controlas tus puntos fijos emocionales

 
Por regla general las personas no se creen capaces de controlar lo que piensan. Observan las cosas que ocurren a su alrededor y las analizan, pero por lo general creen que no poseen ningún control sobre lo que se formula dentro de ellos. Se pasan la vida clasificando los acontecimientos bajo los rótulos de bueno o malo, deseado e indeseado, justo o injusto, pero rara vez comprenden que tienen la capacidad de controlar su relación personal con estos acontecimientos.
 
 

Es imposible controlar condiciones que han creado otros

 
Puesto que muchas personas aprueban algunas de las condiciones que otros han creado pero desaprueban otras, se plantean la misión imposible de tratar de controlar las condiciones. A través de la fuerza o el poder personal, o de reunir a la gente en grupos para adquirir más poder o control, tratan de preservar su propio Bienestar afanándose en asumir el control sobre cualesquiera circunstancias que crean que representan una amenaza para ellos. Pero en este Universo basado en atracción en el que no existe la exclusión, cuanto más se esfuerza uno en rechazar cosas indeseadas, más cosas indeseadas atráe a su experiencia. Y cuantas más cosas indeseadas se manifiestan en su experiencia, más se reafirma uno en su creencia («convenciéndose» a sí mismo) de que tenía razón al considerar perniciosas e invasivas esas cosas indeseadas. Dicho de otro modo, cuanto más defiendas tus creencias, más te ayuda la Ley de Atracción a mantenerlas.
 
 

«¿Pero qué "verdad" es la auténtica VERDAD?»

 
Si prestas la suficiente atención a algo, la esencia de aquello en lo que has pensado acaba convirtiéndose en una manifestación física. Y cuando otros observan esa manifestación física, contribuyen, a través de la atención que le prestan, a que se expanda. Y al cabo del tiempo, esta manifestación, tanto si es deseada como si no, se denomina «Verdad».
 
Deseamos que comprendas que tienes absoluta libertad para elegir las «verdades» que creas en tu experiencia. Cuando entiendas que la única razón de que alguien experimente algo, reside en la atención que presta al tema, comprenderás fácilmente que la «verdad» existe sólo porque alguien le ha prestado atención.
 
Así, cuando dices «debo prestar atención a eso, porque es verdad», es como si dijeras:
 
 «otros han prestado atención a algo que no deseaban y en función de la atención que le han prestado han hecho que eso fluyera hacia su experiencia. Y puesto que ellos han atraído algo que no deseaban a su experiencia, yo también debo hacerlo».
 
Existen muchas cosas maravillosas que conviertes en tus verdades, y muchas otras no tan maravillosas que conviertes en tus verdades. La Creación Deliberada consiste en elegir deliberadamente las experiencias que constituyen tus verdades.
 

 

Tus pensamientos inciden en tu punto de atracción

 
Cuando los pensamientos que has activado son más generales que específicos, las primeras vibraciones son aún muy insignificantes y no poseen un gran poder de atracción, por así decirlo.
 
Por consiguiente, en esos primeros estadios no es fácil que veas pruebas manifiestas de la atención que prestas al tema. Pero, aunque no veas aún esas pruebas, no significa que no se produzca la atracción de otros pensamientos que coinciden con los tuyos.
 
Dicho de otro modo, tu pensamiento se hace más intenso, su poder de atracción es más potente y las vibraciones de otros pensamientos similares se unen a él.
 
Y, a medida que tu pensamiento adquiere más fuerza, comprendes a través de tus indicadores emocionales, el grado en que esta creciente vibración de pensamiento coincide con la Energía de tu Fuente. Si coincide con quien eres, tus emociones de bienestar te lo indican. Si no coincide con quien eres, tus emociones de malestar te lo indican.
 
Por ejemplo, es posible que cuando eras pequeño tu abuela te dijera: «Eres un niño maravilloso. Te quiero mucho. Gozarás de una vida feliz y satisfactoria. Tienes muchas dotes, y el mundo se beneficiará de tu presencia». Esas palabras te producían una sensación grata porque se correspondían en un sentido vibratorio con lo que anidaba en tu interior.
 
Pero cuando alguien te dice: «Eres malo. Deberías avergonzarte de ti mismo. Me has disgustado. Eres un desastre», esas palabras te producen un profundo malestar porque la atención que les has prestado ha hecho que te conviertas en algo distinto en sentido vibratorio a lo que realmente eres y lo que sabes.
 
La forma en que te sientes es una indicación clara y precisa de tu alineación, o falta de alineación, con tu Fuente de Energía. En resumen, tus emociones te indican si «permites», o te resistes,  a tu conexión con la Fuente.
 
 

Los estados de ánimo como indicadores de tus puntos fijos emocionales

 
Cuando persistes en centrarte en un determinado pensamiento, te resulta cada vez más fácil seguir centrándote en él porque la Ley de Atracción te facilita otros pensamientos similares. De este modo desarrollas, desde el punto de vista emocional, un estado de ánimo o una actitud. Desde el punto de vista vibratorio, adquieres, por así decirlo, un talante vibratorio habitual o fijo.
 
Tu estado de ánimo es una fiel representación de lo que atraes hacia tu experiencia. Tu estado de ánimo, o un sentimiento generalizado sobre determinado tema, constituye una clara indicación de la vibración que has practicado. Dicho de otro modo, cada vez que activas en ti un tema, en virtud de tus experiencias en tu medio, tu vibración se sitúa de inmediato en su frecuencia habitual o punto fijo.
 
Por ejemplo, digamos que cuando eras niño tus padres experimentaron graves dificultades económicas. Por consiguiente, en tu casa hablaban con frecuencia de la falta de dinero y la incapacidad de adquirir lo que deseaban, lo cual iba acompañado por las correspondientes emociones de preocupación y temor.
 
A menudo, en respuesta a tus peticiones, te decían que «el dinero no crece en los árboles», y que «el mero hecho de desearlo no significa que lo consigas», y que «tú, al igual que el resto de la familia, debes conformarte con lo que tienes. No hay vuelta de hoja...» Debido a los años en que prestaste atención a esos pensamientos de «falta de dinero», tu pensamiento habitual sobre el dinero —tu Punto Fijo Emocional se convirtió en un pensamiento de escasas expectativas de éxito financiero. Así, cada vez que pensabas en el dinero o la riqueza, caías de inmediato en un talante o una actitud de frustración, preocupación o ira.
 
O quizá cuando eras niño la madre de un amigo tuyo se mató en un accidente de tráfico y tu estrecha relación con alguien que padecía un trauma infantil tan grave hizo que creciera en ti el temor por el Bienestar de tus padres. Cuando partían de viaje en coche, te invadía el pánico hasta que regresaban. Así, poco a poco, desarrollaste la costumbre de preocuparte por el Bienestar de las personas a las que querías. Tu -Punto Fijo Emocional- es la inseguridad.
 
O quizá cuando eras adolescente tu abuela murió de un ataque al corazón. Y durante los años que siguieron a su muerte oíste con frecuencia a tu madre expresar su inquietud sobre las elevadas posibilidades de que le ocurriera lo mismo a ella o a sus hijos (¡incluso a ti!). Prácticamente cada vez que hablabais de tu abuela, su inesperada muerte se convertía en una parte emocional de la conversación que generaba temor. Aunque tu cuerpo era saludable y te sentías físicamente bien, en tu fuero interno latía la preocupación por tu vulnerabilidad física. Así, al cabo del tiempo, adquiriste un Punto Fijo Emocional basado en la vulnerabilidad física.
 
 

Tú puedes cambiar tus puntos fijos emocionales

 
Del mismo modo que tus estados emocionales dominantes pueden pasar de una sensación de bienestar y seguridad a otra de malestar o inseguridad, tus puntos fijos pueden pasar de no sentirte bien a sentirte bien, pues adquieres un Punto Fijo Emocional simplemente prestando atención a un determinado tema, y    a   través de tu pensamiento practicado.
 
No obstante, la mayoría de las personas no elaboran deliberadamente pensamientos, sino que dejan que sus pensamientos graviten hacia lo que ocurre en torno a ellas. Ocurre algo. Lo observan. Se produce en ellas una respuesta emocional a lo que observan. Y dado que la mayoría de las veces se sienten impotentes para controlar lo que observan, llegan a la conclusión de que no tienen ningún control sobre su respuesta emocional a lo que observan.
 
Queremos que comprendas que: ejerces un control absoluto sobre tus puntos fijos. Y queremos que comprendas la extraordinaria utilidad de que adquieras deliberadamente tus puntos fijos. Porque de este modo, cuando esperes algo, lo conseguirás. Es posible que los pormenores sean distintos de lo que imaginabas, pero, la esencia vibratoria siempre coincidirá exactamente con la tuya.

 

Déjate guiar por tus sentimientos

 
 
Otra importante premisa que conviene que tengas presente es que:  eres una extensión física de la Fuente de Energía, y que una Corriente eterna de esa Fuente de Energía fluye hacia ti y a través de ti, y constituye tu Ser. Esta Corriente ya fluía antes de que el Ser físico que conoces como Tú nacieras, y seguirá fluyendo cuando el Ser físico que conoces como Tú experimente lo que llamáis «muerte».
 
Todo organismo vivo, animal, humano o planta, experimenta lo que se denomina muerte, sin excepción. El Espíritu, que es lo que somos, es eterno. Por consiguiente, la muerte resulta ser un cambio en la perspectiva de ese Espíritu eterno. Si estás encarnado en tu cuerpo físico y conectado conscientemente a ese Espíritu, posees una naturaleza eterna y no debes temer que llegue un final, porque, desde esa perspectiva, no existe. (Jamás dejarás de existir porque eres una Conciencia eterna.)
 
Tus emociones te indican la cantidad de Fuente de Energía que estás invocando en estos momentos en virtud del deseo que sientes en este momento. Asimismo, te indican si tu preponderancia de pensamiento sobre el tema se corresponde con tu deseo, o bien con la ausencia de tu deseo. Por ejemplo, una sensación de vehemencia o entusiasmo, indica que existe un intenso deseo en ese momento; una sensación de rabia o revanchismo también indica que existe un intenso deseo; pero una sensación de aburrimiento o desmotivación indica que en estos momentos estás escasamente centrado en un deseo.
 
Cuando deseas algo con fervor y piensas en tu deseo y te complace pensar en él, las vibraciones de tu pensamiento se alinean con tu deseo y la corriente de tu Fuente fluye a través de ti libre y sin trabas hacia tu deseo. Es lo que denominamos «aceptar que fluya tu Bienestar natural». Pero cuando deseas algo fervientemente y sientes ira, temor o frustración, significa que: estás centrado en lo contrario a lo que deseas y por tanto estás introduciendo otra vibración ajena a la cuestión. El grado de emociones negativas que experimentas en esos momentos indica tu resistencia a recibir lo que deseas.
 
 

Aprende a prestar atención a tus sentimientos

 
Cuando las emociones son intensas —al margen de que sean positivas o negativas— significa que experimentas un deseo intenso. Cuando las emociones son débiles, significa que tu deseo no es intenso.
 
Cuando las emociones hacen que te sientas bien —al margen de que sean intensas o débiles— significa que facilitas la consecución de tu deseo.
 
Cuando las emociones hacen que te sientas mal —al margen de que sean intensas o débiles— significa que impides la consecución de tu deseo.
 
Tus emociones son indicadores precisos de tu contenido vibratorio. Por consiguiente, son un reflejo fidedigno de tu actual punto de atracción. Te ayudan a saber, en todo momento, si facilitas o impides la consecución de tu deseo.
 
Quizá creas que no puedes controlar tus emociones, o que deberías controlar tus emociones, pero en cualquier caso deseamos que consideres tus emociones de forma distinta: Te recomendamos que prestes atención a lo que sientes y dejes que tus emociones cumplan con su papel de valiosos indicadores.
 
 

Una sensación de vacío te indica algo importante

 
Cuando el indicador del combustible de tu vehículo te indica que el depósito está vacío, no despotricas contra el indicador. Recibes la información que te ofrece y te afanas en llenar el depósito de gasolina. Asimismo, un sentimiento negativo es un indicador de que tu actual elección de pensamientos hace que ofrezcas una vibración tan ajena a tu Fuente de Energía que te impide la plena conexión con la Corriente de Energía. (Podemos decir que tu depósito está vacío.)
 
Tus emociones no crean, pero indican lo que atraes en estos momentos. Si tus emociones contribuyen a hacerte comprender que tu elección de pensamientos no te lleva por el camino deseado, debes hacer algo al respecto: Reactivar tu conexión y elegir pensamientos más agradables.
 
 

«Ve en pos de tu felicidad» es un pensamiento positivo

 
Como hemos comentado antes, se han escrito ríos de tinta sobre el poder de los pensamientos positivos, y lo suscribimos plenamente. No se ha ofrecido mejor consejo a nuestros amigos físicos que el que dice «ve en pos de tu felicidad», pues en la búsqueda de la felicidad uno debe alinearse con la Energía de su Fuente. Y en esa alineación constante el Bienestar está garantizado. Pero cuando uno se halla inmerso en circunstancias que le hacen ofrecer unas vibraciones muy alejadas de su felicidad, le resulta imposible ir en pos de ella, pues la Ley de Atracción no le permite realizar el necesario ajuste vibratorio, de igual forma que uno no puede sintonizar la radio en el 101 FM del dial y escuchar una canción que emiten en el 630 AM.
 
 

Estás capacitado para dirigir tus pensamientos

 
Tienes la capacidad de dirigir tus pensamientos; tienes la opción de observar las cosas como son o imaginarlas como querrías que fueran. Cualquier opción que elijas, tanto si imaginas como si observas, es igual de poderosa. Tienes la opción:   de recordar algo tal como sucedió o imaginarlo como preferirías que fuera. Tienes la opción de recordar algo que te complació o recordar algo que te disgustó. Tienes la opción de esperar que ocurra algo que deseas o algo que no deseas. En cualquier caso, tus pensamientos producen una vibración en ti que se corresponde con tu punto de atracción, y las circunstancias y los acontecimientos se alinean para corresponderse con las vibraciones que has emitido.
 
Tienes la capacidad de prestar atención a lo que elijas, de modo que es posible que desvíes tu atención de algo que no deseas y te centres en algo que deseas. Pero, cuando practicas insistentemente esa vibración en tu interior, tiendes a seguir emitiendo esa vibración que has practicado, por más que quisieras no hacerlo.
 
No es difícil cambiar el patrón de vibraciones, sobre todo cuando comprendes que puedes hacerlo poco apoco. Cuando comprendas cómo se producen las vibraciones, cómo inciden en tu experiencia y, más importante aún, lo que tus emociones te indican sobre tus vibraciones, podrás progresar rápida y sistemáticamente hacia la consecución de lo que desees.
 
 

Si nosotros estuviéramos en tus zapatos físicos...

 
No es a ti, a quien corresponde hacer que ocurra algo, sino a las Fuerzas Universales. Tu tarea consiste simplemente en determinar lo que deseas. No puedes detener tu lista de constantes preferencias, de modo que tu experiencia vital te ayuda a determinar, tanto a nivel consciente como inconsciente, qué prefieres y en qué aspectos podría mejorar la vida, aparte de tu importante perspectiva personal. Todo ofrecimiento (o petición) consciente o inconsciente es atendido por la Fuente.
 
Cuando has vivido una experiencia que te ayuda a comprender, de forma exagerada, lo que no deseas, también comprendes, de forma exagerada, lo que deseas. Pero, cuando eres intensamente consciente de lo que no quieres, no significa que estés alineado con lo que quieres. Cuando deseas algo que crees que es imposible de alcanzar, no estás alineado. Cuando deseas algo y te sientes frustrado porque no lo tienes, no estás alineado; cuando ves que alguien posee justamente lo que tú deseas y sientes envidia, no estás alineado. nosotros estuviéramos en tus zapatos físicos, centraríamos nuestra atención en alinearnos con los deseos y las preferencias que hubiéramos ofrecido; nos esforzaríamos conscientemente en lograrlo.
 
 

No puedes reprimir tus deseos naturales

 
Todos tus deseos, necesidades o preferencias emanan de ti de forma natural y constante, pues te encuentras en Primera Línea de un Universo que hace que eso sea así; la naturaleza eterna de este Universo insiste en que tus deseos se cumplan.
 
Éstos son los simples fundamentos de este Universo que se expande eternamente:
 
     1.-La variedad propicia la contemplación.
     2.-La contemplación crea preferencias.
     3.-La preferencia consiste en pedir.
     4.-Las peticiones siempre son atendidas.
 
Con respecto a la creación de tu experiencia vital, sólo existe una pregunta importante que debes formularte: ¿Cómo puedo alinearme, en sentido vibratorio, con los deseos que mi experiencia ha producido?
 
La respuesta es bien sencilla: Prestando atención a cómo te sientes y eligiendo deliberadamente pensamientos —sobre lo que sea— que te produzcan una sensación grata cuando te centres en ellos.

 
Esther y Jerry Hicks
“Pide y se te dará”
Aprende a manifestar tus deseos...

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