Cristo Jesús ha llegado

Cristo Jesús ha llegado.



A todos mis hermanos de la Tierra,

Hoy por fin podemos constatar que el Cristo ha llegado. Su presencia es poderosa en cada uno
de nuestros corazones y tanto es así que el Centro Corazón está despertando al máximo. Se
sitúa a la altura intermedia bajo la tráquea, en el esternón. Todos podemos sentirlo, el llamado
es para todos y cada uno de nosotros sin excepción.

Hoy por fin se hace presente, los malestares o más bien molestias causadas son diferentes en
cada uno de nosotros, no obstante existen algunas similitudes:

Cambios físicos:

. Presión en el pecho, se está abriendo el chakra corazón y el chakra del timo al unísono
y al 100% de su graduación.
. Pinchazos en los laterales de las paredes cardíacas, sensación de bombeo anómalo, a
destiempo y en grandes cantidades de sangre, esto mismo permite abrir el flujo
sanguíneo y regar cada una de nuestras células con los nuevos códigos de luz y de
amor.
. Oídos saturados y oclusionados, apertura y sensación de llenado, modificando así la
ubicación y el arraigo a tierra.
. Fuertes dolores de cabeza, en los laterales y también al frente a la altura del tercer
ojo.
. Sensación de “flojera” y mucho cansancio, mucha necesidad de descansar y dormir
durante mucho tiempo. Es necesario el descanso para permitir el cambio celular y de
ADN.



. Sueños vívidos, recordarlos como si “fueran” reales. En muchas ocasiones pueden
percibirse y vivirse reales, como “en otro plano”, en “otra realidad”.


Cambios emocionales:

. Tensión emocional, aparecen emociones muy muy arraigadas, está aflorando todo
nuestro inconsciente, de dentro hacia afuera, la razón como siempre, permitir su
salida y su sanación. La forma en que se presentan ahora es más imprevista, como de
repente, al igual que también su sanación. Es normalmente muy rápida y se alivia
respirando desde el centro corazón. Simplemente sintiendo la Presencia Divina en
cada uno de nosotros. A quien le cueste entender esto, es tanto como sentir cómo
fluye la vida dentro de nosotros. Retomar los suspiros inconscientes, y realizarlos
conscientes. Suspirar varias veces alivia y permite centrarse en el Ser.
. Cambios repentinos de actitud ante la vida, aumentar los momentos de reflexión, de
meditación, plantearnos preguntas respecto a la vida, a quiénes somos realmente y
qué hacemos aquí en la Tierra.
. Vivir cada vez más los desapegos emocionales. Soltar y soltar lazos. Necesidad de
libertad. Desidentificarnos de las etiquetas mentales, identificaciones con el lenguaje,
con las cosas materiales, con las personas… como hasta ahora hemos conocido. Los
lazos se cambian por vínculos de corazón en la Unidad Divina, en Cristo. Él está
sosteniendo el proceso. Tanto es así que la sensación al soltar cada vez más lazos, es
de desarraigo y vulnerabilidad, y cuando sentimos la presencia de Cristo Jesús en
nosotros, podemos centrarnos en el corazón, en nuestro Ser, ahora y siempre es
nuestro eje, nuestro apoyo.


Cambios mentales

. Fuerte eliminación y cambio de creencias mentales, trabajamos ya con la mente en
unión con el corazón y la Gran Mente Divina.


Cambios espirituales

. Fuerte conexión con el Ser, somos conscientes cada vez más de la TriUnidad en
nosotros, en nuestro corazón.
. Aumento de la Presencia Divina, del Cristo en nuestros corazones.
. Sentir y vibrar al máximo con los seres espirituales que nos acompañan en todo
momento. Sentir la afinidad de nuestra vibración, el amor que nos permite convivir a
todos en UNIDAD.
. Nuestro Ser en Unidad muestra al Cristo en nosotros en su máxima plenitud, al
ciento por ciento. Tanto es así que podemos percibirlo claramente en nosotros y en el
resto de hermanos. Su presencia es tal, que se percibe el cuerpo como transparente
para permitir mostrar la energía de Cristo Jesús en nosotros.
. Percibir otros planos, otras dimensiones, interactuar y ser conscientes de nuestras
otras “vidas” o momentos.
. Sentir una fuerte Consciencia Universal. De UNIDAD con Dios Padre Madre en Cristo
Jesús.



Estos cambios físicos, mentales y emocionales obedecen a la cuadratura del Triángulo Crístico:
centro corazón, centro laríngeo y centro timo, unidos y equilibrados con el Triángulo
Superior, sexto chakra o tercer ojo, chakra estrella y chakra del alma y centro corazón.

La apertura de corazones es máxima, al igual que el movimiento energético en el Planeta
Tierra, pues sabemos que como ocurre dentro proyectamos y ocurre así mismo fuera. Aunque
exteriormente veamos un montón de cambios, climáticos, sociales, financieros, simplemente
se trata de una reestructuración, tanto del medio en el que vivimos La Madre Tierra, Gaia
como nuestra, sus habitantes, por lo tanto veamos el proceso como necesario, pudiendo
identificar el momento en que vivimos como único, magnífico, maravilloso y de una
oportunidad de evolución máxima.

Se solicita calma, paciencia y disfrutar el proceso con mucho, mucho amor, hacia uno mismo
y hacia todos nuestros hermanos, pues realmente lo que estamos viviendo es la implantación
del Amor en el Planeta Tierra, la Ascensión, el aumento de vibración hacia la vibración de amor
de Dios Padre Madre.

Se sugiere también no detener el proceso de evolución. Cuando anteriormente hemos
hablado de soltar lazos y de no identificarnos con los procesos es por una sencilla razón, y es
no detener el proceso de evolución más del tiempo necesario. Cuando nos identificamos,
profundizamos en la emoción y eso mismo nos lleva a poder sanar aquello que queda
pendiente, por lo tanto en el momento de ser conscientes de qué ha ocurrido, pueden darse
las gracias por haber vivido el proceso y eso mismo permite su sanación. La mera toma de
conciencia, es la sanación del proceso. Esto mismo se está realizando cada vez de forma más
sencilla, rápida y eficaz. Cuando respiramos de forma consciente y también de forma
inconsciente, estamos conectando con nuestro Ser.

Gracias a todos por vuestro esfuerzo, vuestra comprensión, vuestra implicación y por
mostraros tal y como sois, puro amor, Esencia Divina y Presencia Crística en la Tierra
ascendida.

Con mucho amor, desde mi Ser, desde mi corazón Crístico, en Cristo Jesús, por Él, con Él y para
Él, en UNIDAD.

Ana Jesús Murillo