lunes, 7 de julio de 2014

Arcángel Uriel, carta V, 6 de julio 2014

domingo, 6 de julio de 2014

Arcángel - Uriel Carta V ...


Arcángel Uriel
 Carta V
5 de julio 2014
Saludos divinos niños, Yo Soy Uriel, vuestro amoroso Padre y Hermano y Yo los abrazo y envuelvo en Mis Alas, que se extienden desde el Sol a la Tierra, como bálsamo de curación y revelación.
Amados, en cada día Mi Fuego y Mi Presencia se reviste de un tono particular, para componer durante estos doce días el conjunto de matices de la Vida Una y despertarlos e impulsarlos a todos ustedes. Como un lienzo, que es el conjunto del Reino Humano en el Planeta, la Luz Viva de nuestra radiación se mezcla con los Colores Sagrados, expresiones de los Cromas Universales acompañados de los Sonidos Ígneos, en medio de la Geometría Sagrada y de los Números y las Letras de Fuego.
Hijos e hijas, Yo les recuerdo que el sello de su Corazón se está abriendo. Y que este sello, a medida que se rompe, tiene que revelarse y es de una belleza indescriptible. La ruptura de este sello es dirigida directamente por nosotros, los Doce Padres Creadores – también llamados Arcángeles – y las doce Madres Creadoras – también llamadas Estrellas de la Divina Madre. Nuestras Radiaciones, que se complementan, son la base substancial de su expresión cósmica y planetaria, en otras palabras, de su cuerpo Multidimensional y su extensión física.
Su Corazón de Fuego – El Cuerpo de Éter, cuyo eje se sitúa en el pecho y que se expande en todas las direcciones fusionando con su extensión psicofísica – es la morada y templo del Niño Divino, la propia manifestación en la Danza Universal de Aquello. Ustedes son la encarnación de Dios y de la Diosa, ustedes son la Fuente manifestada en la carne. Y, por lo tanto, cuando decimos que estamos en ustedes y con ustedes, esto no es un llamado a la poesía o a la metáfora, no es más que la pura verdad, y de Hecho Fulminante. Faros de la redención, si les es difícil aceptar y vivir la verdad de este Hecho, permítanse al menos percibirse, en cuanto a su estructura psicofísica, como el Recipiente Sagrado de Aquello. Por lo tanto, la confrontación y el orgullo se disipan, pues los Recipientes solamente acogen y vierten aquello que les es vertido, sin esfuerzo, sin ni si siquiera deseo o voluntad. A partir de este primer cambio de punto de vista, comprenderán que la distancia entre el Recipiente y el Agua de lo Alto, la carga comienza a desvanecerse y queda claro lo que el Recipiente no contiene, y que lo que sí contiene es el Agua de lo Alto.
Estos días han mostrado grandes avances en el proceso de la humanidad. Como es de bello el servicio prestado por ustedes, Mis Amados. Cuando la gracia y el júbilo satisfacen las radiaciones de los hermanos y hermanas que los acompañan desde el Reino de la Unidad, debido a la belleza y a la magnificencia de vuestra donación y entrega. El Planeta canta, Mis Amados, pues su Esencia Luminosa se ha desvelado, y en alguno de los momentos o períodos de vigilia física, como en aquellos cuando el cuerpo físico descansa y la apariencia de este mundo debilita su influencia sobre las almas encarnadas, como es el caso para la mayoría de la humanidad.
¡Esto es bello, esto es indescriptible, es el Milagro! Y todo esto tiene lugar dentro de la Madre Universal, el Rostro revelado de aquél Fuego Misterioso, del cual todos somos meras vestiduras, en esta Partitura Divina.
Nosotros juntos rompemos este sello de su corazón de Fuego. Como resultado de esto vuestra Memoria Cósmica retorna. Acojan este momento, Acojan la dinámica del despertar. Vivan esto en alegría, serena, interna. Pues paulatinamente la historia construida en este mundo se va a ir desvaneciendo, como la neblina que se deshace ante la presencia abrasadora del Sol. Sabemos que aún existen condicionamientos que imperan en la persona que expresan, pues todavía existen estratos de la materia que deben ser redimidos y sacralizados. Pero escuchad, Mis niños, para que no refuercen el velo y desvíen el rostro de aquello que es posible encontrar en la expresión de sus personalidades. Escuchad, para que el germen del conflicto y la discordia no sea alimentado por su atención, cuando el suelo se vuelve cada vez más pobre de los nutrientes que dan vida a las malas hierbas. Esto Yo os digo, porque el Planeta retorna a su estado Sagrado y es el Canto que ahora el Espíritu Planetario de la Tierra entona. – retorno a las Moradas, retorno al Reino del Amor y a la Comunión de la Madre Universal.
Dejen caer las armas y los juicios. Dejen que se vaya el temor y la desconfianza. Ábranse para acoger la Vida que viene, pues suyo es el papel de manifestar y sembrar por todos los campos de la experiencia sin fin de este Gran Reino, el arquetipo que sois, la Simiente de Aquello.
Acójanme como yo los acojo, en Verdad y en Unidad.
…Efusión Vibratoria…
Yo los Amo.

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