viernes, 24 de junio de 2016
Ven y te enseño a deshacer tus nudos emocionales.
El
cuerpo habla y dice muchas cosas. Por ejemplo, que el miedo nos obliga a
encogernos de hombros; que la represión sexual comprime las caderas y
que la ira se vuelve un peso difícil de llevar sobre las espaldas.
Cómo detectar Bloqueos
A
través del cuerpo, se puede establecer una radiografía del estado
emocional de una persona. Y lo que es más importante: modificando la
actitud física se puede liberar nudos emocionales. Las áreas afectadas
también dan claras señales de los orígenes del problema.
Un
bloqueo en las caderas (zona que comprende a los genitales) delata
posibles traumas sexuales;Las contracturas musculares en el
cuello (sostén de la cabeza) hablan de una persona que no puede mantener
tantas obligaciones o que no reconoce sus limitaciones y se siente
desbordada por los compromisos que asumió.
Los
dolores de espalda -que en muchos casos obligan al individuo a adoptar
la postura de “encogerse de hombros”- hablan, también, de pesadas cargas
de índole emocional. La espalda se transforma en un depósito de ira, ya
que la persona, ante su incapacidad de deshacer sus conflictos, termina
responsabilizando a quienes la rodean.
Los
pies son la conexión con el mundo, con la tierra receptiva y
contenedora. Las huellas de las pisadas indican una particular forma de
relacionarse con el exterior. Si todo el apoyo se realiza con el talón,
es señal de que la persona que tiene parada frente a sí teme asomarse a
la vida mundana, a refugiarse en el pasado como una forma de protegerse
de posibles ataques o agresiones. En cambio, quienes “pisan fuerte”
suelen ser decididos, con tendencia al egoísmo y a la agresividad.
Las
piernas funcionan como base de la estructura corporal, pero, a
diferencia de los pies, ellas nos ofrecen la libertad de movimiento para
“ir a donde queramos” en la vida. Los sentimientos y emociones
contenidos van haciendo una coraza sobre la rodilla, que no por poco
visible es menos rígida. Los paquetes musculares se tensan y llegan a
tener la dureza del acero, cuando lo que se pretende controlar o
reprimir es demasiado poderoso. Por lo pronto, todo lo que se vuelve
rígido delata miedos, resentimientos e inseguridades y funciona como
defensa imaginaria frente a una posible agresión.
Las soluciones terapéuticas
La
respiración, esencial en cualquier técnica de relajación, actúa como un
masaje interno que afloja tensiones y, por ende, libera energías
bloqueadas. Pero, el campo físico no es más que el reflejo del
emocional, el mental y el espiritual. Por lo tanto, los beneficios de
esta práctica se extenderán a todos los planos. Pronto notará excelentes
resultados a diferentes niveles. Por ejemplo: mayor concentración,
menos dolores físicos, más decisión, mejor descanso, etc.
Practique las técnicas siguientes:
Apretar
los puños: De pie, con los pies separados (a una distancia igual a la
de los hombros), apriete los puños colocando los pulgares al lado de los
muslos. Concentre su fuerza en las manos, al tiempo que relaja los
hombros y el pecho. Apoye la lengua contra el paladar con la boca
cerrada. Mantenga la vista al frente. Respire profundamente, llevando el
aire lo más abajo posible. Al inspirar expanda el abdomen y, al
espirar, contraiga los puños.
Recuperar el equilibrio: Extienda los brazos a la altura de los hombros con las palmas hacia arriba. Inspire expandiendo el abdomen y espire, estirando al máximo los brazos y las manos, como si sostuviera un gran peso.Desalojar el malestar: Con la postura anterior, coloque los brazos a los costados, levemente separados del cuerpo. Las palmas deben quedar paralelas al suelo y los dedos apuntando hacia fuera. Con la inspiración lleve el aire al abdomen y, al espirar, estire los brazos hacia abajo, al tiempo que dobla los dedos hacia arriba hasta sentir el cuerpo tensionado.
Elevarse: Coloque
nuevamente los brazos a la altura de los hombros, rote las muñecas para
que las palmas queden verticales al suelo, con los dedos apuntando al
cielo. Con la inspiración, lleve el aire al abdomen y, al espirar,
presione con las palmas, mientras arquea los dedos hacia la cabeza.
Nuevamente deberá sentirse tensionado.
Armonía: Junte
sus manos a la altura del pecho, los pulgares rozarán el esternón y los
codos apuntarán hacia afuera. Inspire, separando lentamente las palmas y
dejando que los pulgares corran por el pecho. Al espirar, junte las
manos de a poco. Repita el ejercicio varias veces, lenta y
uniformemente, tensando todo el cuerpo.
El
ascenso: Dé un paso hacia la izquierda, doble la pierna de ese lado y
mantenga extendida la derecha (el torso erguido). Levante el brazo
izquierdo con la palma hacia arriba y deje que el derecho caiga con la
palma cerca del cuerpo y los dedos apuntando hacia abajo. En la
inspiración, empuje hacia arriba con la mano izquierda y hacia abajo con
la derecha, tensionando el cuerpo. Al espirar, relájese
totalmente.Invierta las posiciones anteriores (mano derecha extendida,
izquierda abajo) y repita el ejercicio.
La
ola: De pie, abra los pies un poco más que la distancia entre ambos
hombros. Estire los brazos y llévelos al frente con las palmas hacia
arriba. Vuelva las palmas hacia abajo y, lentamente, incline las
rodillas (posición de cuclillas) hasta que sus muslos queden paralelos
al suelo. Mantenga siempre el torso y la cabeza erguidos. Rote,
nuevamente, las palmas hacia arriba y eleve el cuerpo, muy de a poco.
El
salto: Parta de la posición anterior (abertura de pies ligeramente
mayor a la distancia entre hombros). Lleve sus manos a la espalda, apoye
la derecha en la izquierda y presione. Flexione las rodillas y mantenga
el torso y la cabeza en una misma diagonal. Al inspirar expanda el
abdomen, al espirar contráigalo.
La
vida: En la misma posición que en el ejercicio anterior, incline
lentamente el torso hasta dejar la espalda horizontal. Los brazos y las
manos irán descendiendo cerca del cuerpo, en tanto que la cabeza se
mantendrá en la misma línea de la columna vertebral, recta pero sin
forzar la postura ni estar tensos.Inspire y espire a medida que vaya
bajando con los brazos.
Rosa Ruiz
Tomado de evolucionconsciente.org
Tomado de evolucionconsciente.org
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