lunes, 13 de junio de 2011

Inteligencia del corazón

INTELIGENCIA DEL CORAZON:

> Nos educaron con la creencia de que el órgano más
> importante y valioso del ser humano es el cerebro. En su
> inteligencia está todo el potencial humano. El cerebro y la
> inteligencia, por lo tanto, son co dependientes puesto que
> la segunda se origina en el primero. Es el imperio de la
> razón. Pero la ciencia, desde la biología y la física
> cuántica, se está encontrando con descubrimientos que
> ponen a tambalear conceptos modernos. Como, por ejemplo, que
> en procesos de conciencia, no es el cerebro el que manda la
> parada. El corazón tiene cerebro o, traducido de otra
> forma, en el corazón existe una inteligencia que es más
> poderosa que la que produce el cerebro. Porque ni siquiera
> el cerebro ‘manda’ sobre el corazón: el ritmo cardiaco
> y sus variaciones constituyen el medio privilegiado por el
> que el corazón envía mensajes, no sólo al cerebro, sino
> directamente al resto del cuerpo sin necesidad de
> ‘permiso’ del cerebro. Aún más: el campo
> electromagnético del corazón es 5.000 veces más intenso
> que el del cerebro, en realidad es más potente que el de
> cualquier otro órgano del cuerpo. El corazón produce de 40
> a 60 veces más bioelectricidad que el cerebro. El campo
> magnético del corazón cambia en función del estado
> emocional. Y el campo electromagnético del corazón se
> extiende alrededor del cuerpo hasta una distancia de entre 2
> y 4 metros y que todos los que nos rodean reciben la
> información energética contenida en nuestro corazón. ¿A
> qué viene todo esto? Se ha creído que la conciencia (al
> igual que la inteligencia) se origina en el cerebro.
>
> Pero no es el cerebro el que genera la conciencia. Ojo (y
> es muy importante), el nivel de conciencia es el que
> determina qué partes del cerebro se utilizan. Porque la
> conciencia no está ‘aprisionada’ o localizada en el
> cerebro. Conciencia es la capacidad de caer en cuenta de
> cómo vivimos, tratando de superar las reacciones
> automáticas. La conciencia elemental (totalmente
> automática) utiliza la amígdala cerebral. Por eso cuando
> estamos en ese nivel somos primarios para reaccionar y por
> lo general nuestras respuestas son de defensa, de
> supervivencia ya física, ya psicológica. La conciencia
> intermedia utiliza el córtex y el neocórtex y es entonces
> cuando nuestras reacciones pueden ser más pensadas y más
> creativas. Pero la conciencia más elevada utiliza el
> circuito del corazón. A través de éste, la respuesta es
> de comprensión y aceptación y, por lo tanto, el corazón
> genera una vibración de paz y armonía que se proyecta
> alcanzando hasta cuatro metros de buena ‘vibra’ a
> nuestro alrededor. Es decir, de acuerdo a lo que se piensa,
> se siente y se vive, proyectamos ondas de armonía que
> necesariamente cobijan lo que nos rodea.
>
> El corazón no es el sitio ‘blandito’, romántico, que
> sólo registra emociones o sentimientos que conmuevan. No.
> El corazón es utilizado por una conciencia mucho más
> desarrollada que la que se transmite a través de las otras
> partes del cerebro. Por eso el lenguaje del corazón es
> sabio. Por eso escuchar el corazón y actuar de acuerdo a su
> mensaje es uno de los grandes cambios que se experimenta en
> esta época, y mucho más con el aval de la ciencia que ya
> no lo considera tan sólo el lugar de las emociones. El mito
> de la primacía de la razón (inteligencia) cerebral es
> desmontado para confirmar que en el corazón está la
> sabiduría. La conciencia que utiliza el circuito del
> corazón es la más desarrollada y armónica. Y es el
> maestro del corazón el que debe guiar nuestros pasos.
>
> René Schwaller es uno de los buscadores espirituales más
> coherentes de este siglo. Tras frecuentar activamente los
> círculos esotéricos parisinos, practicar la alquimia e
> inspirar la figura del mítico Fulcanelli, permaneció en
> Egipto durante 15 años, implicándose profundamente en el
> estudio de su Ciencia Sagrada, desarrollando un enfoque
> revolucionario de la egiptología.
>
> El esoterismo no tiene nada que ver con una voluntad de
> secreto, es decir, con un secreto convencional. Si, pongamos
> por caso, la intención de los Evangelios era dar a los
> hombres una moral de honradez, y si el camino para llegar
> hasta el "Padre" era explicable, ¿por qué
> impedirnos alcanzar esta meta hablándonos de parábolas?
> ¿Por qué esconderían estos textos lo que puede decirse
> abiertamente para ayudar a los miserables de este mundo?
> ¿Por una perversa necesidad de crear misterios o
> "hipnotizar al pueblo", como afirman los
> materialistas? ¿Porque el mundo de entonces era demasiado
> inculto, comparado con el nuestro, tan inteligente? ¿O
> porque estos profetas e inspirados divinos no sabían
> expresarse mejor?
>
> Tenemos suficientes testimonios acerca de la inteligencia,
> de la gran Sabiduría e incluso del elevado grado de
> civilización alcanzado por los pueblos del pasado como para
> prestar atención a suposiciones semejantes. Ninguna
> criptografía, ningún jeroglífico es absolutamente
> indescifrable. Pero, en la composición de un texto sagrado,
> éstos no tienen otra intención que despertar el interés
> del lector, resaltar un aspecto del texto, guiar hacia su
> carácter esotérico. Lo mismo ocurre con los "juegos
> de palabras" y las parábolas.
>
> El esoterismo no puede ser escrito ni dicho ni, en
> consecuencia, ser traicionado. Hay que estar preparado para
> captarlo, verlo, escucharlo a su elección. Esta
> preparación no es un Saber sino un Poder y sólo puede
> adquirirse mediante un esfuerzo de la persona, una lucha
> contra sus obstáculos y una victoria sobre su naturaleza
> animal humana. Existe una Ciencia Sagrada y desde hace
> milenios innumerables curiosos han intentado en vano
> penetrar en sus "secretos". Como si, con un pico,
> quisieran cavar un agujero en el mar. El instrumento debe
> ser el adecuado. Sólo se encuentra el Espíritu con el
> Espíritu y el Esoterismo es el aspecto espiritual del
> Mundo, inaccesible a la inteligencia cerebral.
>
> Son charlatanes los que creen poder revelar el esoterismo
> de tal enseñanza; pueden tratar de explicar el sentido
> subyacente de una palabra o fórmula, pero, en la Ciencia
> Sagrada, lo único que podrán hacer será sustituir las
> palabras y de ello resultará, como máximo, mala literatura
> en lugar de una idea simple. El verdadero Iniciado puede
> guiar a un discípulo dotado para ayudarle a recorrer el
> camino de la Consciencia más rápidamente, y el discípulo,
> que llegará a etapas de Iluminación gracias a su propia
> Luz interior, leerá directamente el esoterismo de cualquier
> enseñanza. Nadie podrá hacerlo en su lugar.
>
> Hay en el ser humano una inteligencia cerebral y una
> inteligencia innata, o "del Corazón", que resulta
> de la fusión por identidad de la Naturaleza con la Causa
> Cósmica en nosotros. La Inteligencia cerebral depende de
> los sentidos, de las constataciones de hechos y de la
> comparación de nociones. Ningún elemento de la
> Inteligencia cerebral es abstracto y toda noción
> cualitativa o abstracta resulta de la comparación entre
> elementos concretos.
>
> La inteligencia del Corazón es independiente, función de
> Consciencia vivida e innata. Con este término, empleado por
> los antiguos egipcios, designamos aquel aspecto del ser
> humano que nos permite ir más allá de nuestra limitación
> animal y que constituye la característica necesaria del ser
> humano para dirigirse hacia el Ser Divino, es decir, el
> despertar de este principio Original que dormita en cada ser
> humano.
>
> El despertar es el despertar de la Inteligencia del
> Corazón: la Razón nace con nosotros; si la anteponemos a
> la Inteligencia cerebral, nos lo explicará todo porque es
> la Inteligencia del Universo. La facultad de
> "escuchar" el instinto y traducirlo cerebralmente
> es la Intuición. Esta facultad de traducir constituye la
> Inteligencia del Corazón. Gracias a la Inteligencia del
> Corazón el ser humano puede encaminarse hacia la
> liberación; a ella se dirige la escritura o la palabra
> esotérica, de la forma más adecuada a esta facultad,
> aunque sea irracional. El Esoterismo no es un "sentido
> particular escondido en un texto"; es un "estado
> de fusión" entre el estado vital del lector y el
> estado vital del autor.
>
> Esoterismo y Simbolismo, de R.A. . Schwaller de Lubicz,
> publicado por Ediciones Obelisco, Barcelona

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