El Morya, fortaleciendo su percepción intuitiva
28-10-al 04.2014
Está
bien entendido que tanto la medición como la lógica son áreas del
concepto que no siempre son aplicables directamente a Espíritu, o Dios.
Eso
se debe principalmente a que la parte central de su vida ordinaria y
mundana se sitúa en su mayor parte en lo físico, lo material, lo que
puede ser medido con resultados precisos.
Como
resultado, surgen a menudo dudas en lo concerniente a la existencia de
Dios y los asuntos reales pertinentes al mundo de Espíritu.
Por
supuesto que este tipo de dudas e incertidumbres son justificadas y uno
se encuentra naturalmente con ellas de vez en cuando.
Lo que puede causar un bloqueo en su búsqueda de Dios es su demanda de estar absolutamente ciertos de que Dios existe.
Si
ustedes persisten en tratar de encontrar una prueba de que Dios está
presente en sus vidas como prerequisito para que crean en Quién y Qué es
Dios y para creer en Su Omnipresencia, entonces, mis queridos míos, su
senda está bloqueada antes de que haya empezado.
El contraste u opuesto de la duda es la fe, y la fe se basa en lo que ustedes sienten intuitivamente es correcto.
Esto
significa moverse más allá de la información factual y confiar en que
lo que sienten es cierto en lo concerniente al Mundo Divino y de
Espíritu.
La
duda surge a partir de la mente egoica, mientras que la fe es producida
por su corazón amoroso que tiene la habilidad de exceder aquello que
está sucediendo en su mente.
Estando
firmes en sus creencias, pero dejando sitio para posibles cambios a
medida que crecen y cambian, junto con la oración y la meditación,
cruzan el puente entre la fe y la duda.
La duda tiene un lado positivo, y es que ella los abre a las muchas
posibilidades y oportunidades para explorar lo desconocido sobre Dios y
el Mundo Espiritual.
La duda los lleva a lo largo de una senda donde los pensamientos e ideas de lo sagrado de Dios y lo Divino pudieran ser ciertos.
Ella los ayuda a abrirse en su interior a un mundo totalmente nuevo de creencias.
Una vez que tengan fe, queridos míos, entonces son capaces de forjar un
mapa emocional o una mnera que vaya a representar lo que piensen sobre
lo Divino, el Mundo Espiritual y Dios.
Mientras
más abierta se vuelva su mente a la posibilidad de la existencia de
Dios, más inclinados y alentados estarán a involucrarse con un mayor
trabajo interno para descubrirse y cultivarse a sí mismos en áreas de la
fe que los ayuden a enfocarse en conexciones más hondas y profundas con
su lado intuitivo a fin de ampliar su percepción.
Si ustedes enfocan lo considerado sagrado y lo divino con cualquier tipo de duda, no podrán ver sentir su verdad.
Cuando enfocan lo sagrado y lo divino con fe, son capaces de creer que es real y cierto.
Cuando
oran y meditan pueden ver y sentir la verdad, y cuando añaden la fe en
la ecuación son capaces de compartir esta verdad según lo que saben es
cierto para su corazón.
Inclusive
esos queridos seres que pueden poner a un lado sus dudas de Dios y
tratan de involucrarse en su senda espiritual con placer y vigor,
eventualmente notarán que sus dudas regresan.
Cuando surjan de nuevo mostrando su fea cabeza, ustedes necesitan
contrarrestar su atracción egoica con una valiente convicción de que
están buscando de corazón, con amor incondicional, de que esta senda
para conocer a Dios y volverse Uno con Él es algo que ustedes quieren de
todo corazón y ser.
Mientras más espiritualmente desarrollados se vuelvan, mayor será la incertidumbre de vez en cuando.
Es primordial que siempre contrarresten su duda, temor y su cuestionarse a sí mismos con amor y gratitud.
Aunque
les lleguen oleadas repentinas de duda a medida que adquieren
conocimientos y un saber intuitivo de Dios y el Mundo Espiritual,
ustedes se van a encontrar en muchas instancias en donde es evidente la
paradoja.
A
medida que su cuerpo físico permanece asentado, ustedes se vuelven un
mayor conocedor de lo Divino y de todas sus posibilidades sagradas.
Recuerden
queridos míos, las dudas vienen en todos tamaños, formas y disfraces,
desde el preguntarse si están haciendo cierta práctica correctamente o
si es la apropiada para ustedes, hasta el extremo. . .el si Dios u otra
deidad esencial existe.
La sabiduría les llega desde muchos sitios, inclusive a partir de donde
antes tenían dudas. La duda les ofrece algo a considerar.
Sin
embargo, vemos a menudo a queridos seres que están inseguros de la
existencia de Dios, y siguen orando y meditando creyendo con Esperanza
que hay un poder más elevado.
No hay certidumbre real material de que Dios u otras deidades
existan—esto requiere de un saber, del desarrollo de sus poderes
intuitivos que incrementan en fuerza a medida que su fe se ahonda.
La
duda puede surgir asimismo en áreas donde se sienten inadecuados, donde
tal vez se sienten limitados debido a inquietudes emocionales sobre la
dirección adonde los está llevando su senda actual.
Las
dudas como ésta definitivamente pueden ser forjadas por percepciones
reales y tal vez los pudieran inclusive alentar a hacer cambios
positivos, pero sigue no habiendo una medida de la envergadura de su
potencial.
Para pensar de sí mismos como siendo ilimitados necesitan reformar cómo
se sienten sobre sí mismos a través de los poderes de la fe.
Mientras más activamente persistan orando y meditando, y con un
incrementado trabajo interno, ustedes crearán para consigo mismos una
satisfacción que le permite a su ser infiltrarse a diferentes niveles de
trabajo y servicio espiritual.
La
Fe facultadora es su puerta, su pasaje al cambio, o un ampliar de sus
percepciones de la línea de vida que se extiende desde ustedes hasta
Dios. . . un cordón plateado mágico que los conecta con lo Divino y el
Mundo Espiritual.
La fe, queridos míos, es su desarrollo y crecimiento, y sin embargo a
veces es la luz apenas iluminada de la conciencia de que hay alguien a
quien oran o meditan. . . alguien que recibe sus oraciones.
Aunque surja la duda durante momentos sagrados, momentos meditativos,
ustedes pueden ir más allá de esa intrusión respondiendo con amor y
gratitud, recordándose de que cuando oran o meditan están afianzando la
conexión entre ustedes y Dios, o con un Poder Más Elevado.
La oración y la meditación invoca una mayor fe y disminuye la tensión entre la fe y la duda.
Su conciencia en todas las cosas los ayudará a deshacer cualquier daño que la duda tenga la habilidad de crear.
Ustedes tienen ante sí la habilidad y la capacidad para sobreponerse a
cualquier incertidumbre y volverse más sabios gracias a la experiencia.
Permitan
que su fe sea no sólo su compañera en sus empresas espirituales, sino
permitan que ella los conduzca a lo que su precioso corazón ha estado
aguardando a que vean, experimenten y sepan.
Y así es…
SOY el Maestro Ascendido El Morya
Via: Julie Miller
Traductor: Gloria Mühlebach
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