EL PLEXO SOLAR SEGÚN LAS ENSEÑANZAS Y CONFERENCIAS DEL MAESTRO OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
EL PLEXO SOLAR SEGÚN LAS ENSEÑANZAS
Y CONFERENCIAS
DEL MAESTRO OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
1ra.PARTE
LAS RAÍCES Y EL PLEXO SOLAR
¿Qué
es lo más importante para la vida de un árbol? Sus raíces. El tronco,
las ramas, las flores, los frutos, son solamente las formas, los
colores, los sabores y los perfumes a través de los que se manifiestan
las raíces. Las raíces son negras, feas, deformes, pero lo que producen
es magnífico. Si no hubiera raíces, no habría tronco, ni ramas, ni
flores, ni frutos. Todos los que se maravillan ante un árbol, nunca
piensan en sus raíces, lo muy inteligentes y capaces que deben ser para
poder formar semejante esplendor. Las raíces permanecen en la sombra,
jamás se habla de ellas, pero si se las estropea, se acabó el árbol.
Mientras que si las raíces están en buen estado, aunque las ramas estén
muertas, el árbol puede renacer. He aquí una cuestión sobre la que vale
la pena reflexionar. Se puede decir que en nosotros las raíces están
representadas por el plexo solar. Todos lo que somos capaces de producir
y manifestar proviene de estas raíces: El plexo solar.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
EL PAPEL DEL PLEXO SOLAR
EN EL TRABAJO DE REGENERACIÓN DEL CUERPO HUMANO
....¿Porqué se le ha dado al Plexo solar este apelativo de "solar"?
Porqué
la vida viene de allí. Los rusos llaman a esta región "Jivot", palabra
que en Búlgaro significa "Vida". Para los rusos, "Jivot" abarca toda la
zona del vientre, el estómago y el plexo solar. En el Evangelio se dice
que, cuando el hombre llegue a purificarse y a convertirse en un hijo de
Dios, en un templo del Dios viviente, "entonces manarán de su seno ríos
de agua viva", y es allí, precisamente en esta región, donde el niño
recibe la vida de la madre a través del cordón umbilical. Es allí donde
fluye la vida.
EL
plexo solar dirige todas las funciones del cuerpo físico; De él depende
la respiración, la nutrición, la eliminación, la circulación, el
crecimiento, el sistema nervioso... El plexo solar tiene una
constitución mucho más antigua que el cerebro, y es él quien se ha
encargado de formar el cerebro y nutrirlo. Si no se obstaculiza su
funcionamiento, el plexo solar es infatigable y cuenta con todas las
posibilidades para remediar los problemas del organismo, para curarlo y
extirpar de él toda clase de plagas, etc. No obstante, el hombre ha
recibido tantas nociones e ideas erróneas, que pone trabas en su vida
conciente a los mecanismos subconcientes, con el resultado de que el
plexo solar no puede manifestarse correctamente, y a menudo se encuentra
bloqueado, impedido en su función de suministrar las energías
indispensables al cerebro, el cual se va debilitando, se vuelve
conflictivo y, finalmente, cae en el embrutecimiento.
Es
así como el tipo de vida que llevamos va a permitir o a impedir que el
plexo solar cumpla con su función de restablecimiento total. Como ya os
lo he dicho tantas veces, el aumento desmesurado de las enfermedades
nerviosas en la época que vivimos, se debe a un exceso de trabajo
intelectual, puesto que el cerebro no está preparado para recibir esta
sobrecarga y es por ello que sucumbe. En cambio, cuando se sabe cómo
hacer trabajar al plexo solar, el individuo llega a ser infatigable. Sí,
hay muchas enfermedades nerviosas debidas a un exceso de trabajo
cerebral y a que no se sabe nada sobre el plexo solar, ni tampoco sobre
aquel centro situado un poco más abajo del ombligo, que los japoneses
denominan HARA* (abordaremos el tema del HARA en otros capitulos) Estos
tres centros pueden desempeñar funciones formidables, que la ciencia
oficial no ha descubierto aún.
Si
estudiais el plexo solar y el cerebro, vereis que están hechos de la
misma materia, gris y blanca, pero invertidas. No se sabe porqué están
invertidas, ya que en el cerebro la materia gris está en la superficie y
la materia blanca en el interior, mientras que en el plexo solar ocurre
lo contrario. La materia gris está vinculada con la comprensión,
mientras que la materia blanca se asocia con el sentir. Por eso, al
encontrarse ésta última en su parte más externa, el plexo solar puede
sentir todo lo que ocurre en el ser humano, en sus órganos y en sus
células, en todos sus procesos químicos, físicos, biológicos y mágicos;
Es por esto que el plexo solar trabaja la mayor parte del tiempo en
remediar aquello que no funciona correctamente. En cambio el cerebro no
siente mayor cosa, excepto cuando algo va muy mal y está muy estropeado,
pero tampoco sabe como remediarlo. Esto le ocurre, por ejemplo, cuando
el corazón late demasiado rápido o demasiado lento, o cuando se padece
un mal de estómago: El cerebro no puede hacer nada en estos casos, es
algo que no depende de él. Por el contrario, el plexo solar puede
restablecerlo todo, siempre y cuando se le brinden las condiciones
apropiadas para su funcionamiento normal, puesto que cuenta con un
laboratorio farmacéutico formidable. En este aspecto, está mucho más
preparado que el cerebro. El cerebro aún no acaba de estar organizado
del todo pero llegará el día en que lo estará, ya que su misión consiste
en registrar una enorme cantidad de conocimientos, que le llevarán a
realizar cosas extraordinarias.
Los
Occidentales no lo saben, pero existen métodos conocidos por la Ciencia
iniciática, a través de los cuales es posible entrar en contacto con el
plexo solar para darle órdenes y para pedirle que arregle tal o cual
deficiencia. Cuando logramos comunicarnos con él, el plexo solar es
capaz de hacer maravillas en este campo. He aquí toda una Ciencia que
será objeto de estudio en el futuro. Por el momento, es difícil
comunicarse con el plexo solar, puesto que no sabemos escucharle; El
vive su vida independiente y el ser humano puede intervenir muy poco en
ella, a no ser de una forma indirecta mientras llega el día en que pueda
obrar más directamente. Ahora bien, ¿Cómo se puede actuar? (Os
recordamos que el Plexo Solar esta situado a la altura del ombligo.)
Cómo reforzar el plexo solar
Lo
que más perturba el plexo solar y, como consecuencia, a los órganos
internos: el hígado, los riñones, el estómago, etc., son el miedo, la
cólera, los temores, la duda, el amor desordenado, los pensamientos y
sentimientos caóticos; y puesto que el plexo solar es un depósito de
fuerzas, la consecuencia de este desorden es una desmagnetización total.
Pero
aunque el plexo solar se puede vaciar, también se puede llenar, y esto
es lo que debe aprender el discípulo: cómo llenar su plexo solar.
Os daré algunos métodos:
1.
Cada árbol es un depósito de fuerzas salidas del sol y de la tierra, y
podemos extraer estas fuerzas. Escoged un gran árbol: un cedro, un
roble, un haya o un abeto... os arrimáis a él colocando vuestra mano
izquierda a vuestra espalda, con la palma apoyada en el tronco del
árbol, y al mismo tiempo colocáis la palma de vuestra mano derecha sobre
el plexo solar. Os concentráis en el árbol pidiéndole que os dé una
parte de su fuerza; entonces se produce una especie de transfusión de
energías que recibís a través de vuestra mano izquierda y que cedéis
mediante la mano derecha al plexo solar. Luego, dais las gracias al
árbol.
2.
También podéis reforzar vuestro plexo solar si miráis y escucháis fluir
el agua de un manantial, de una cascada, de una fuente. En apariencia
se trata de un método insignificante pero que da excelentes resultados.
El agua que fluye afecta al plexo solar que se pone a trabajar
expulsando los materiales nocivos. Un método extraordinario es estando
en la playa o en un acantilado, observar como rompen las olas, la
energía que fluye de este movimiento dirigirlo con la mente a vuestro
plexo Solar.
3.
Cuando meditéis sobre temas elevados y divinos, podéis colocar vuestra
mano sobre el plexo solar a fin de llenarlo de fuerzas y de energías que
podéis utilizar más tarde. Cuando os sentís llenos de alegría o de
fuerza, no los desperdiciéis inútilmente en gestos, palabras,
pensamientos y sentimientos; utilizad este método: colocad vuestra mano
derecha sobre el plexo solar meditando, y llenadlo silenciosamente con
esta fuerza, con esta alegría. Nuestro plexo solar es el banco en el que
podemos guardar el dinero que necesitaremos más tarde. Podemos
experimentarlo cada día.
El plexo solar
El
plexo solar es un cerebro invertido: en el cerebro la materia gris está
fuera y la materia blanca dentro, mientras que en el plexo solar la
materia gris está dentro y la materia blanca fuera. El plexo solar ha
creado el cerebro y lo alimenta, lo mantiene, es decir, lo energetiza,
le da fuerza, y cuando deja de hacerlo, el hombre se duerme, se
embrutece, o le duele la cabeza y no puede reflexionar.
¿En
realidad, el cerebro no está separado del plexo solar, pero es muy raro
que alguien sepa cómo hacer subir las energías desde el plexo solar
hasta el cerebro.
El
cerebro es dinámico, activo, pero se fatiga enseguida si no está
sostenido por las energías del plexo solar. Por ello, antes de hacer un
esfuerzo intelectual, antes de meditar, de concentraros, tenéis que
actuar sobre vuestro plexo solar. Dadle masaje, por ejemplo, en sentido
contrario a las agujas de un reloj... Después de algunos minutos
sentiréis que vuestro pensamiento se libera, y que os podéis poner a
trabajar. Es necesario que la actividad se reparta armónicamente entre
el cerebro y el plexo solar.
Los pies y el plexo solar
En
ciertas circunstancias de la vida corriente, habréis observado sin duda
la existencia de una relación entre los pies y el plexo solar.
Cuando
tenéis los pies muy fríos, sentís una contracción en el plexo solar, y
si coméis en este momento, la digestión resulta difícil.
Mientras
que si .introducís, por ejemplo, vuestros pies en agua caliente,
percibiréis una dilatación en el plexo solar, una sensación muy
agradable que os produce bienestar.
Por
lo tanto, cuando os sintáis desmagnetizados, inquietos o contraídos,
preparad agua caliente, meted en ella vuestros pies y lavadlos
atentamente: con ello actuáis sobre el plexo solar dándole fuerzas, y
vuestro estado de conciencia se transformará inmediatamente. Si un día,
en vuestra casa, no conseguís meditar, tomad un baño de pies y veréis
cómo os concentráis mucho más fácilmente.
Otro
ejercicio que da excelentes resultados para el caso que no podáis daros
baños de agua caliente, es con un paño mojarlo bien con agua caliente y
empezando por el pie izquierdo con la mano derecha frotar la palma del
pies tres veces de delante hacia atrás, de la planta de los pies al
tacón. Después lo mismo con el pie derecho tomando el paño bien caliente
otra vez con la mano izquierda. Esto os relajará enormemente antes de
ir a la cama.
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