viernes, 22 de junio de 2012
Omraam M Aivanhov Nuestra mejor protección El Aura.
domingo, 17 de junio de 2012
Omraam M. Aivanhov ~ Nuestra mejor protección. El Aura.
Al
igual que la tierra, el hombre está rodeado, por así decido, de una
atmósfera, y esta atmósfera es la que la Ciencia iniciática denomina
aura. Es a través de nuestra aura que nos comunicamos con las fuerzas y
las corrientes que circulan en el espacio; según las cualidades de
nuestra aura, según su sensibilidad, su pureza, su fuerza, recibimos
unas u otras influencias, o no recibimos ninguna. Vivimos rodeados de
corrientes negativas, pero si tenemos un aura muy poderosa, muy
luminosa, estas corrientes no pueden traspasada y llegar hasta nuestra
conciencia para desquiciamos o molestamos. ¿Por qué? Porque antes de
alcanzarnos, deben atravesar nuestra aura que actúa como una aduana en
la frontera: no las deja pasar.
La calidad de nuestra aura, su capacidad para protegemos depende de nuestra forma de vivir.
El
aura de aquél que se deja llevar por sus instintos inferiores, se
convierte en una ciénaga que sólo atrae influencias oscuras y
tenebrosas. ¿Cómo atraer cosas buenas cuando continuamente se crea en
uno mismo una atmósfera destructiva con malos pensamientos, rencores y
sentimientos de frustración? Sabed que en tal situación, aunque se nos
acercaran cosas buenas, serían rechazadas por nosotros.
El
problema que se os plantea, es, pues, el de saber trabajar con vuestra
aura para que tan sólo reciba las corrientes favorables, creando así
alrededor vuestro, una especie de campo magnético: que os protege e
influye benéficamente en los seres que se os aproximan. Ignoran el
motivo, pero cerca vuestro se sienten bien. En realidad, , lo que
sienten, es una presencia, la presencia de seres espirituales atraídos
por vuestra aura. Pues las entidades celestiales aman la luz y cuando
perciben a un ser rodeado por esta luz, corren hacia él.
Es
pues todo un trabajo que debéis realizar sobre vosotros mismos durante
años, con el fin de atraer del universo todo lo que es verdaderamente
bello y benéfico. Si yo os pregunto: "¿Os importan verdaderamente
vuestra salud, vuestra belleza, vuestra paz, vuestra felicidad? ¿Queréis
verdaderamente ser amados?" Me responderéis: "¡Sí, sí, es lo que más
deseamos!" Entonces, ¿por qué no hacéis nada por conseguido? Todas estas
bendiciones no os caerán del cielo, así, por casualidad. La mejor
manera de atraerlas, es trabajar vuestra aura; gracias al amor la
vivificáis, gracias a la sabiduría la hacéis más luminosa, más potente
por la fuerza de vuestro carácter, y más limpia y clara mediante una
vida pura. Aquél que con paciencia, con sinceridad, se consagra a la
práctica de las virtudes, adquiere poco a poco un aura inmensa en la
cual vienen a bañarse no solamente las criaturas celestiales sino
también seres humanos que se sienten alimentados, apaciguados,
fortalecidos y encaminados hacia una dirección divina.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
EL DEBER de SER FELIZ
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