lunes, 28 de enero de 2013

Háblate a ti mismo con palabras amables

HÁBLATE A TI MISMO CON PALABRAS AMABLES ...

HÁBLATE A TI MISMO CON PALABRAS AMABLES
Enero del 2013.

Tu sonido pasa por todo el espacio y todo el tiempo y NO TIENE FIN. Cuando criticas, cuando obras injustamente, sin-luz --- esas obras, esas palabras, esas energías hacen eco a través de todo el tiempo -- sin detenerse, sin llegar nunca a un punto de descanso o de finalización. Tus palabras, tus pensamientos, tus acciones, tus verdades verbales tienen efectos que repercuten y que son eternos. 
Con este pensamiento en mente, ¿qué estás ofreciendo al futuro - no sólo el futuro en la Tierra - sino los futuros a través de todo el tiempo y el espacio? Tus palabras aguardan en la guardería de las nebulosas a que nazca una nueva estrella. 
Tus palabras se encuentran al comienzo de toda vida en cualquier otro lado. Tus palabras son tu poder. Es hora de que tus ecos sean el sonido más dulce y verdadero que tu ser pueda ofrecer a otro. No palabras duras, ni expectativas ni juicios severos  – sino la dulzura de quien eres verdaderamente y quien sabes que es la verdad de tu ser en el centro mismo de tu ser. 
Críticas a otro cuando realmente es contigo mismo con quien estás enojado. Menosprecias a otro cuando tú mismo no te sientes lo suficientemente grande. Señalas con tu dedo humano a otro continuamente – señalando sus faltas, sus debilidades, sus flaquezas de todo.  Y sin embargo, tus palabras rebotarán como una bala que está rebotando. Rebotan de regreso a ti, se adhieren a ti, se engruesan a tu entorno, y luego parten para siempre. 
Muchos de ustedes están tejiendo una fortaleza de palos y piedras mediante las palabras que dirigen a otros. Estas palabras y piedras mundanas se convierten luego en el mortero que sostiene la fortaleza en pie, cortando tu fuerza de vida misma. Te estás cortando a ti mismo de los obsequios que el Creador tiene y desea para ti.
Nada en existencia se castiga a sí mismo, exceptuando los humanos.  Ningún animal se pone a sí mismo en la lista de demérito.  Ningún animal confiesa a otro sus pecados y defectos  Ningún animal habla mal de su vecino, aún si el vecino es un predador que amenaza su existencia misma.
Hay honor entre las criaturas de Dios.   Los humanos son los únicos que se ponen a sí mismos en una posición en la que van a fallar hablando verdades internas que rebosan de enojo y duda de sí mismos. Estamos hablando de las fallas y negatividades de otros, pero ellas son un reflejo de tus propias incapacidades.  Cada verdad y palabra en tu vida es tu bebé. Tú le diste a luz y ahora lo estás arrojando junto con el agua de baño. Esa es la misma agua de baño que vas a beber en este nuevo ciclo de aprendizaje. 
Tu senda está despejada, Ustedes son quienes cortan los árboles y bloquean con ellos su senda. Ustedes son quienes ponen las rocas allí, los baches y el dolor. Todo nace de las palabras que hablas. Tú mismo te das estas situaciones a ti mismo como un obsequio y como un aprendizaje. Tú eres quien les dio a luz. Dios no está enojado contigo, la vida no está enojada contigo. Tú culpas y señalas con el dedo a otros pues no estás viviendo la vida del Cielo en la Tierra, pues no estás teniendo el dinero que tanto deseas o la oportunidad o el amor o la amistad. 
Tus palabras y tus medias-verdades continúan haciendo eco en los pasillos de todo el tiempo. Pero en su mayoría se coagulan alrededor tuyo. Se envuelven a tu alrededor porque son tu creación. Así que ve tu vida y tus palabras y tus verdades y mira – "¿ESTÁ DESPEJADA TU SENDA?" ¿O estás en una fortaleza construida por ti mismo, de tus propias palabras? Cuando tu senda se empiece a despejar – una  ventana, una puerta, un paso a la vez – sabrás que lo has hecho bien.  
No puedes detener lo que se ha liberado, pero puedes enviar un mensaje secundario a un ritmo más rápido y con un corazón más puro. Las negatividades son lentas y densas a medida que salen, casi como si estuvieran aguardando a que las borres.  Las palabras y verdades que son puras de corazón y puras de intención son ligeras y viajan mucho más rápido.
Te decimos esto no para señalar con el dedo sino para mostrarte cuánto te estás dañando a ti mismo. Siempre eres tú primero. Cada pensamiento que desees a otro, cada oración que hables por otro, cada persona a la que maldigas y cada persona a la que ames, esa energía regresa a ti primero. Tú le diste a luz, tú la vas a vivir, tú la vas a portar. Cada uno de ustedes puede ser reconocido por esto – pero puede cambiar en un fugaz segundo. 
HÁBLATE A TÍ MISMO CON PALABRAS AMABLES.
Pide la verdad más elevada de todas las situaciones que te sean mostradas. Ustedes son muy severos consigo mismos. No dañan a nadie más que a sí mismos. Todo sale rebotando de aquél a quien se lo dirigiste directamente y rebotan de regreso para construir una estrecha fortaleza a tu alrededor. No te prives a ti mismo emitiendo decretos de densidad hacia otro. Inclusive en conversaciones casuales esto se puede volver mortal para ti - no para aquél de quien hablas  - sino para ti. 
Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan.
Traducción: Gloria Mühlebach
Este mensaje puede ser copiado y difundido siempre y cuando se conserven intactos los textos dando crédito al autor y al traductor, publicando sus fuentes de origen.

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