lunes, 18 de febrero de 2013
VIVENCIA OVNI II
El relato de hoy consta de tres historias relacionadas con objetos voladores no identificados.
Quisiera
aclarar que las vivencias relacionadas con estas naves nunca fueron
programadas desde la conciencia tridimensional solo sucedieron, es mas,
la mayoría de estos sucedieron en mi casa.
La
primera de las historias sucedió en una noche muy calurosa de verano,
esas noches donde das vueltas en la cama mientras el sudor recorre tu
cuerpo, en mi ex (se vendió) casa de Plátanos, partido de Berazategui,
provincia de Buenos Aires, cito el lugar con coordenadas porque están
íntimamente ligados al relato.
Ese día venia
pesado para mi, el trabajo complicado con algunos idas y vueltas (jefe
de prensa de Canal 9, de Buenos Aires) que no vale la pena relatar,
muchísimo calor y con ganas de volver a casa. Durante todo el día me
sentí incomodo sin saber porque hasta que la energía o las ganas de
volver a casa hicieron que la alegría volviera a mi, la casa, los
árboles que sembré desde la semilla, el aroma de las plantas del jardín,
no se algo había sucedido, estaba en casa con la familia completa
(esposa y dos hijos), mascota (perra Ovejero llamada Florcita) y Manolo
la tortuga que anticipaba el tiempo con 24 hs. de anticipación.
Me
cambio de ropa por algo mas cómodo, disfruto de la cena y el amor
familiar (el que muchas veces extraño debido a mi estado civil actual) y
antes de dormir decido darme un chapuzón en la pileta para relax,
aunque sin entender apago las luces del patio y relajado en la pileta
comienzo a contemplar el cielo despejado y estrellado, miro las
constelaciones entre la búsqueda de algo o la nostalgia de pertenecer a
otro lugar, esto de contemplar elevo o modifico algo que comprendería
mucho tiempo después, que para mi, CONTEMPLAR, es mucho mejor que
meditar.
Después de un rato en el agua me voy a
la cama listo para dormir y para mi asombro no podía conciliar el sueño,
daba vueltas y vueltas aunque tenia sueño me movía inquieto en la cama
hasta el punto de molestar a mi consorte y de repente salto de la cama,
si salto como un resorte y salgo literalmente corriendo al patio, es
como si algo te llevara a moverte así, eran mas de 130 hs. de la
madrugada y sin pensar miro al cielo en un punto determinado y que veo,
una enorme estrella que no estaba allí horas antes, la miro y miro hasta
que se mueve muy lentamente y vuelve a su lugar, la alegría y paz
invaden mi ser y mi cuerpo comenzando la contemplación de un fenómeno
que no importaba lo que realmente era solo me deje llevar por la
experimentación aunque esto no termina porque algo motiva que decida
hacer una llamada, disco el teléfono de mi amiga Diana que vive en
Pilar, esta me responde con hola Daniel como estas y disculpándome por
el horario le digo, salí al patio y mira hacia el noreste y decime lo
que ves y ella responde: estoy en el patio mirando lo mismo que vos, es
una nave que viene a mostrarnos nuestra conexión individual y grupal,
fíjate que estamos a mas de 100 km. de distancia y el horario y los dos
estamos disfrutando de esta vivencia maravillosa a la que hay que sumar
tu conexión con la nave y el sentir llamarme a estas horas para
compartir, porque compartir es uno de los mayores placeres de esta vida.
La
charla seguí mientras compartíamos la visión de esta nave que en un
momento determinado desaparece, no se va, sino que desaparece
simplemente, dejándonos a los dos en un estado vibratorio indescriptible
y afianzando una amistad que continua.
Para
finalizar, después me acosté y dormí como un bebe, cuando el despertador
suena me levanto como si hubiese dormido toda la noche.
La
conexión existe y es muy fuerte entre ellos y nosotros porque al final
debemos darnos cuenta que la separación no existe, que somos una entidad
biológica que esta despertando a ella: Unidad.
ARREGLANDO EL TECHO
Parece
cómico pero así fue, si bien el relato es breve la experiencia perdura
en el tiempo porque no fue buscada ni forzada solo sucedió mientras
reparábamos junto a mi esposa el techo de la casa de Plátanos.
Sucedió
un verano caluroso un fin de semana posterior a una gran tormenta,
Dicha tormenta con fuertes ráfagas de viento hizo que varias de las
tejas del techo se movieran y otras se volaron (estaban mal colocadas)
así que la madre de mis hijos me impulsa a reparar los faltantes.
Compro
una cantidad de tejas y a la tardecita cuando baja el sol decidimos
subir al techo y para mi asombro eran unas cuantas las que teníamos que
reparar. Comenzó la tarea de reparación hasta que la noche se hizo
presente impidiendo seguir por la falta de luz decidimos continuar al
otro día, pero como siempre me pasa y sin saber porque le dije a mí
esposa recostémonos un rato aquí en el techo.
La
inclinación del tejado es perfecta para descansar y contemplar sumado
cielo despejado y que por la altura no molestaba la iluminación pública
nos relajamos y juntos comenzamos a mirar el cielo, descubriendo un sin
fin de estrellas y constelaciones mientras charlábamos de situaciones
familiares, muy relajados ella en un momento me pregunta sobre los OVNI,
porque no creía en la existencia de otras razas o civilizaciones que
podrían venir de otras latitudes cósmicas, y su existencia, respondiendo
que para mi si existen y están permanentemente comunicándose con
nosotros de diferentes formas porque no pueden interferir en nuestro
proceso evolutivo pero si pueden sugerir, muchas veces sutilmente,
caminos a recorrer, esta en nosotros la elección de dichos rumbos que
siempre serán los correctos al tomarlos, el hombre siempre esta
decidiendo uno u otro y la felicidad llegará el día en que este hombre
tome el camino sin importar el resultado y cuando lo logre, comenzara el
disfrute del caminar.
Contesto a sus preguntas
desde mi punto de vista sobre el tema objeto voladores, cito
experiencias personales y la de un fotógrafo, al que ella conocía, que
mientras viaja en un avión rumbo a la ciudad de Mendoza, apareció una
nave a la que fotografío porque esta seguía el mismo rumbo, parece que
también se dirigía a la tierra del buen vino, lo insólito es que solo se
publico una sola foto y al otro Día de la publicación aparición en la
redacción del matutino unos señores integrantes de una organización
extranjera que se llevo los negativos para estudiarlos, creo que nunca
regresaron al periódico.
A pesar de las pruebas
que remití, ella seguía sin creer y sin poder modificar su visión solo
de dije: mira al cielo y cuando veas uno avísame, se río mientras
observaba hasta que deja de hacerlo porque algo comenzó a moverse en el
firmamento, me avisa pero dice es un satélite, pero atrás de este
apareció otro y otro mas, estos cruzaron la Vía Láctea.
A
partir de ese momento algo cambio en ella, me dijo que no estaba
asustada y si sorprendida pensó que si vía algo tendría miedo pero no
fue así, esta bien paz y contenta al verlos. Bajamos del techo y
comentamos a nuestros hijos la experiencia vivida, situación que ella
repetiría en otro avistamiento más espectacular porque la próxima nave,
lo haría con mi hijo mayor, y esta daría muchas vueltas cambiando de
color y el diario local confirmaría su vivencia.
Si
nos permitimos mirar el cielo descubriremos que hay mucho más que
naves, porque estas abundan en el firmamento, y si nos permitimos
contemplar encontraremos la estrella que nos guíe.
MANEJAR NAVE
Esta
historia no es fácil de escribir porque es un relato totalmente
vivencial y aunque tratare de expresar lo que sucedió aquella noche que
se me dio la posibilidad de manejar una nave.
Hace
mucho que tengo vivencias durante el día y la noche, mas de noche
debido a la relajación personal. Con el tiempo uno se predispone a estas
situaciones, además, comienzas a desarrollar percepciones que te avisan
que algo esta por ocurrir, como también hay veces que las cosas suceden
sin previo aviso consciente, Estaba desarrollando mi percepción con
respecto a la imposición de manos y haciendo conciencia de lo que es
realmente una sanación y sus infinitas variantes.
Por
aquellos momentos estaba haciendo servicio en una clínica holística
ubicada en Villa Ballester, a unos 70 km. de mi domicilio, pero el
servicio merecía el viaje y las horas porque en ese lugar que dirigía el
doctor, chaman, etcétera Coria, pasaban más de 40 pacientes por tarde.
Cuando
conozco a Coria me presento como sanador cosa que el responde: Allí
tenés la camilla y los paciente, demuéstralo, duro comienzo para una
amistad, pero enriquecedor de experiencias. Así fue como, junto a otros
cuatro muchachos y Coria comenzamos la tarea.
Habitación
con muy poca luz, sahumerios, muchas piedras como: geodas, cuarzos
blancos, rosados, verdes y azules; amatistas, citrinos y turmalinas,
entre otras rodeaban a los pacientes, pirámides de colores y música new
age ambientaban para la mejor predisposición de los pacientes que se
ubicaban uno en cada camilla, cerraban la puerta y allí comenzaba la
tarea, cada uno de nosotros debíamos pasar por las cuatro camillas y
cada uno haciendo lo que sabia, en mi caso imponiendo las manos.
Esto
hizo que aprendiera a canalizar energía por más de 6 (seis) horas sin
parar porque los pacientes pasaban y pasaban y a medida que esto sucedía
algo también se modificaba en mí: la percepción. Esta se agudizo al
punto que comencé a ver que en la sala había un gran cristal etérico que
distribuía en nosotros la energía divina, cuando le comento a Juan
Carlos este se ríe y me dice:
que se alegraba porque estaba comenzado a abrir los ojos y me pregunta que sentí cuando lo vi.
Daniel: tengo ganas de fusionarme con ese cristal, J.C.: La próxima ves hacedlo, nunca dejes de hacer lo que sentís.
La
otra semana llego con mas entusiasmo que el de costumbre, fusionarme
con el cristal era mi objetivo, pero para mi asombro ese día el cristal
no apareció, mejor dicho estaba pero no lo vi. El instructor Juan Carlos
me dijo que estaba allí para el servicio y que todo lo que surgiera
posteriormente era consecuencia de esto y dejara que las cosas
sucedieran sin forzarlas, comprendí la lección y de vuelta a casa
reflexionando sobre lo sucedido.
Nuevamente
estoy en la clínica pero con otra concepción de la tarea, comprender que
estaba allí para imponer las manos y ser un canal del universo era un
maravilloso servicio.
Comienzan a pasar los
cuarenta y pico de pacientes por las camillas y en un momento de la
tarde, no se el horario porque el tiempo se detiene o se acelera, el
cristal aparece con todo su esplendor en medio de la sala y mientras
hacia lo mió desde lo físico, algo me lleva a pedir permiso para
fusionarme con el gran cristal.
Sin tener
conciencia mi ser y físico se dirigen al medio de la sala y mis manos se
abren como una extensión de alas y se forma una autogeneración
energética entraba y salía retroalimentándose en un sin fin, entraba y
salía energía y mas y mas energía hasta que pierdo la conciencia del
tiempo y lugar retomándola en un lugar diferente, con muebles
diferentes, eran de cristal y metal plateado, pisos y paredes igual
haciendo juego y en el medio el cristal que veía era físicamente
palpable, este dejaba ver sus lados era un gran diamante esculpido con
forma de rombo, para darle una forma, con muchas caras y luces que
salían de el, me encontraba solo es esa habitación o así creí, digamos
que no vi., a nadie.
Muchas veces fui a ese
lugar hasta que en una ves me anime, cosa que debemos hacer mas seguido:
animarnos a…, a fusionarme con ese gran rombo cristalino y sin poder
expresar hoy el sentir vivencial hoy solo puedo decir: Amor Universal
para describirlo, además, lo relaciono con los Sendras (puertas
dimensionales) en mi y en el universo; muchos años después descubro que
estuve en una nave Arturiana.
Estas experiencias
se incrementaron hasta que una de ellas me lleva a estar en un lugar
cristal metálico transparente sin nada a mi alrededor solo el espacio y
yo al que se le agregaba una vos en Of., jaja si en of porque nunca vi. a
nadie a mi lado, solo la vos que me hablaba diciendo: pide y se te
concederá, algo en mi sugería lo que debía pedir, si bien me aprecio
raro unos segundos después sentí que era lo correcto: pido que los
instrumentos aparezcan y así fue de la nada estos aparecieron: tablero
difícil de describir, una especie de pantalla gigante redondeada debido
al lugar y un sillón, la vos sugiere que me siente y apoye los brazos y
las manos en una especie de celdas.
La
comprensión fue que estaba en una nave y que sería el piloto de esta,
ahora les cuento que todo sucedió de forma normal como si ya lo hubiese
hecho antes, sin miedo ni alegría, solo era, lo que si me asombro fue
cuando coloque mis manos sentí que la nave estaba viva, que tenia
corazón y pensaba, para explicar digamos que es una maquina con
conciencia y al conectarme con esta forma de vida y ser uno con ella era
la única forma de manejo, ya que estas naves el instrumental, potencia
y/o forma esta en nosotros y en la fusión con ella. Como describir una
maquina con sentimientos, con conciencia, con mucho amor y solo esta
para el servicio, seria una especie de prolongación mecánica, porque la
nave y yo éramos uno.
Pasado la alegría susto,
jaja siento el movimiento del ser-vehículo que circulaba en el tiempo y
espacio sin inconvenientes; la vos me dice que con solo pensar el
destino, ruta, velocidad o lo que se me ocurre, ella responderá en forma
simultanea al pensamiento y así lo hice, decido pasear, jugar dando
vueltas hasta que llego a una gran ciudad y paro a unos metros de altura
de la gente que caminaba por la acera, estas comenzaron a correr, otras
a gritar, algunas asombradas por el show y yo riendo dentro diciendo no
se asusten que es normal soy igual que ustedes solo que aquí estoy
manejándola, pero parece que nadie escucho y que genero mas susto que
otra cosa: en un momento siento que algo se acercaba a alta velocidad
percibiendo que tenia como destino hacer impacto en la nave, asustado
digo: es un misil que debo hacer y la vos responde: no se, tu eres el
piloto, hace lo que sentís, a esto respondo: rajemos, jaja y así fue la
nave salio despedía a una velocidad impresionante, digamos cruce el
océano en segundos. Después de dar vueltas, viajar por debajo del agua y
dar varias vueltas al planeta la vos pide que pare en un lugar remoto
para que pueda bajarme y cuando descendía le comento a esa vos que estoy
a full con la imposición de mano, situación muy importante para mi en
ese momento, y la vos me contesta: Esto solo es el comienzo.
Segundos
después abría los ojos reconociendo que estaba en mi casa, con una
sensación maravillosa de paz y amor con alegría sin igual, años después
haciendo conciencia descubro que la vos que me hablo en aquella nave era
Yo mismo en otro estado de conciencia y que la mayoría de las veces mis
Guías soy Yo mismo en el viaje de ida hacia la integración total con el
Creador.
dany fiore <axifiore@yahoo.com.ar>
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.