martes, 5 de mayo de 2015

¿Por qué morimos?, Jesús

Recibido de Laureano Antonio Rios
Mensaje de Jesús 30 de abril 2015 5:12 P.M.
Estas, palabras de mis labios son para que reflexionen sobre un tema sinfín en su tiempo, es para quien desee y para mis hijos ganados a la luz de la Verdad de Mi Padre. La muerte. ¡Porqué morimos?
Sucede que cada vez que hablamos de nuestra muerte, vemos como algo lejano, inalcanzable a veces, aunque somos conscientes que tarde o temprano llegará. Nos prometemos cambiar nuestras ideas negativas para que cuando llegue ese momento, vayamos limpios y puros de pecados. Pero apenas la muerte deja de tomar el foco de nuestros actuales pensamientos, que volvemos a sentir envidia, egoísmo, discriminación, arrogancia…y así pasamos los días sin ser conscientes de nuestra realidad.
Cuando sabemos que nos queda poco tiempo en esta tierra, sentimos angustia, desconsuelo, hasta no podemos dormir. Y eso es común, ya que no somos conscientes de los que sucede cuando abandonamos nuestro cuerpo terrenal. Creemos solo lo que vemos y como solo vemos un cuerpo de carne y hueso, nos aferramos a él y no queremos dejarlo. Si repites tanto que crees en Dios, en Jesús, pues tu fe es tan grande.
¿Por qué le temes a la muerte? Si sabes que la vida solo es algo temporal, que viniste a tomar lecciones para ascender. Dios te ama y espera lo mejor para ti, ¿Crees que te tiene preparada la muerte para que acabes en polvo y desesperanzada? La muerte es el símbolo del temor a Dios, a su inexistencia.
La muerte oculta tu amor por Dios, llevándolo a las tiniebla de tus pensamientos. No te lo permitas, es Dios, no o lleves a la oscuridad, no lo merece. Porque gracias a Él, tu estas hoy leyendo ésto. Él no creó la muerte, puesto que no creó ese miedo que sientes por ella. Para él ambas cosas están igualmente desprovistas de sentido.
Dios es amor. La muerte es, de hecho, una ilusión del hombre que lo llena de miedo y así lo aleja de Dios. Porque para estar cerca de Dios no necesitas miedo, sino fe. Dios es eterno, al igual que todas las cosas creadas en él. Un padre amoroso no deja que su hijo se lastime ni que se destruya así mismo. Entonces, ¿Cómo crees que Dios puede destruirte? Es verdad que dejas este cuerpo terrenal pero no para desparecer, sino para ascender a tu propia evolución, acercándote, más a Dios, al amor.
Esta vida que tienes es una oportunidad que Dios te da para acercarte a él. Aprovecha esta oportunidad. ¿Cuántas veces vendrás al mundo hasta que aprendas esto? Toma conciencia de ti mismo, acércate a Dios porque él es amor, solo amor. Vive en el amor y cuando mueras, piensa que solo te liberarás de este cuerpo molesto. Allá estarán los que se fueron antes que tú, y cuando te vayas, solo te irás primero que otros. Por eso, no te preocupes, porque el tiempo que estamos en este mundo es tan corto, que cuando menos te des cuenta, estarán los tuyos allá contigo. Y te darás cuenta que todo lo que te digo es verdad.
Por eso, antes de cuestionare, deja de juzgar y mejora tu vida.
No importa lo que te digan los demás, si no lo que tu corazón te indique. No temas a la muerte, solo ten fe en que harás lo que te fue encomendado en esta vida. Y para ello tendrás que acercarte a Dios. Ora y pide. “Pide y se te dará”.
Pide la luz para ver todo mejor y que te muestre lo que tienen preparado para ti. Pero pídelo con fe y amor. Si tienes fe no podrías sentirte tan triste y desolado.
Comienza hoy a tomar conciencia y encamínate por el sendero que Dios creó para ti.
TOMA EL SENDERO QUE ESTA CREADO PARA TI.
¿TE ACOMPAÑO?

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