Instrucción concerniente al "Día de la Ascensión"
A) Después del mediodía del día precedente hasta el mediodía del
día siguiente a la Fiesta de la Ascensión de Bien-Amado Jesús, tratad de vivir
concentrados en vosotros mismos y haciendo la Llamada para el Cumplimiento
Cósmico Victorioso de la Ascensión de cada ser en América y en el mundo.
Haced Llamada
al Poder Cósmico del Cristo y a Su más poderoso Amor, y pedid a los Angeles
que dirigen la Llama Azul que la difundan por doquier.
Entonces los
humanos sentirán la Atracción de la Luz y elevarán su atención suficientemente
para permitir a la Atracción Magnética de las Alturas de la Creación, de donde
toda Vida Sale, obrar sobre el yo exterior, y apartarlo de la miseria de sus
propia creaciones seculares.
B) En el momento e inmediatamente antes de la Ascensión, cuando
el yo exterior persiste en su Amor hacia Su Bien-Amada Poderosa Presencia YO
SOY, la Presencia detiene la lucha y elimina la presión del yo exterior
consumiendo la discordia.
Cuando la
Presencia vierte Su Amor en la Llama Violeta Consumidora envolviendo al yo
exterior, se disuelve y consume toda vibración de discordia.
La impureza
desaparece; la Luz Interior toma expansión; el Amor de lo Alto se une a la Luz
de abajo y la eleva hacia Él hasta que la Fusión se produce y ya no resta sino
el Gran Amor Divino.
Este proceso
de Ascensión no crea ninguna tensión: se cumple sin esfuerzo exterior.
C) Antes de entrar en el Gran Silencio, pedid la Comprensión y
el Uso de todos los Poderes del Fuego Sagrado de Jesucristo Ascendido durante
los tres días de la Ascensión.
Pedid el
recibir la Comprensión y el Uso de todos los Poderes que Jesús empleaba cuando
producía ciertas manifestaciones que no era prudente explicar al mundo exterior
de aquella época.
Pedidle, por
el Poder del Fuego Sagrado que Él dirige, que os enseñe a hacer lo que Él hizo.
Recibiréis
una gran Iluminación; constataréis con sorpresa que disponéis de un Dominio
sobre las circunstancias del mundo exterior.
D) Si tenéis el deseo de aprender más en lo concerniente a la Ascensión
y pensando en la vuestra, preguntaos lo que experimentaríais haciéndola;
entonces haced Llamadas a Mí — David Lloyd — , Yo vivía a la espera de Mi
Ascensión; durante más de cincuenta años no deseé sino esto. Mis Queridos.
Incluso el Maestro Jesús no tuvo una tal Fuerza-Viva (Momentum) de Deseo. Hay,
por consiguiente, un muy profundo Registro en Mi Sentimiento y si queréis saber
cuán profundos son Mi Sentimiento y Mi Deseo de la Ascensión en mi Corriente de
Vida, entonces pedidme que os ilumine y que os dé el sentimiento de Mi Deseo y
el Gozo de la Victoria de la Ascensión. . ,
E) La Protección de América, vuestra propia Protección; la Manifestación
de la Edad de Oro que comienza; la Manifestación de vuestra Ascensión; todo
depende de vuestra Aceptación del Control del Fuego Sagrado en vosotros y en el
mundo alrededor de vosotros; en la Posesión y el Control del Fuego sagrado en
vosotros en vista de vuestra Ascensión. El Fuego Sagrado es el Poder por el
cual cumpliréis vuestra Ascensión. Ni la menor imperfección mora en el Fuego
Sagrado. El Amor es el mayor Poder en el Corazón del Gran Sol Central. Es el
Poder que mantiene la Manifestación de este Sistema de Mundos. Es el Poder que
os da vuestra incorporación. Es el Poder que os sostiene en todo lo que es
constructivo. Ninguna diferencia hay en que sea el Fuego Sagrado de la Llama
Violeta Consumidora; o la Llama Espontánea o el Relámpago Azul de Pureza. Poco
importa lo que llaméis en Manifestación, será siempre una Manifestación
controlada por el Amor de la Perfección para la Vida y no podéis fallar.
La Ley
Cósmica es Suprema y exige de la Vida que la Ascensión se alcance por el Poder
del Amor de los Maestros Ascendidos, porque los seres no ascendidos no llegan a
engendrar bastante Puro Amor y a mantenerlo Puro el suficiente tiempo, y a ser
constructivos el suficiente tiempo para mantener la Guardia hasta el momento
del Cumplimiento de la Ascensión.
He ahí porqué
los humanos no ascendidos tiene necesidad de ser envueltos en la Llama de
Nuestro Amor, que mantiene la Protección y da la Fuerza necesaria para permitir
a los seres individualizados alcanzar la Victoria de la Ascensión.
(Bien-Amado Enviado No
1)
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